tag:blogger.com,1999:blog-44327564354260169522024-02-20T17:33:50.095-03:00HISTORIA POLÍTICA ARGENTINA 2 - UCALPEste blog pertenece a la Cátedra de Historia Política Argentina II de la UCALP. Este espacio intenta ser un lugar para el intercambio de ideas e información referida a la Historia Argentina, que además nos va a servir para mantener una comunicación más fluida entre profesores y alumnos.JPZhttp://www.blogger.com/profile/04187104691551996915noreply@blogger.comBlogger19125tag:blogger.com,1999:blog-4432756435426016952.post-22699115042387256742012-03-26T13:22:00.000-03:002012-03-26T13:22:42.501-03:00LA GUERRA AL PARAGUAY - MIGUEL ÁNGEL DE MARCO<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 18.2pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;"><strong><u>LA GUERRA AL PARAGUAY: Dr. Miguel Angel De Marco.</u></strong></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 18.2pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 18.2pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Como bien lo han expresado Carlos A. Floria y César A. García Belsunce en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Historia de los argentinos, </i>la Guerra del Paraguay, junto con las de unificación alemana y de secesión de los Estados Unidos, constituyen los tres grandes conflictos del siglo XIX; "grandes no sólo en sus proporciones militares, sino por su trascendencia en el desarrollo posterior de la historia continental. El triunfo del binomio Bismark-Moltke sobre Dinamarca, Austria y Francia (1864-1866 y 1870) condujo a la unificación alemana bajo la égida de Prusia, y al lanzamiento del nuevo Imperio Alemán a la conquista de la hegemonía económica y política de Europa en abierta competencia con Gran Bretaña y Francia, proceso que desembocaría en la Gran Guerra de 1914-1918. La guerra de secesión (1860-1865) significó en su desenlace un poder y una estructura nacional más sólida y la conducción del país por la sociedad industrial del nordeste, factores ambos que dispusieron a los Estados Unidos a desempeñar un papel de potencia mundial a corto plazo. En cuanto a la guerra de la Triple Alianza, significó la destrucción de la única potencia mediterránea de Sudamérica y el último gran acto de una polémica secular: la disputa fronteriza entre los imperios hispano y lusitano y sus respectivos herederos" .</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 28.8pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 3.6pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 12.45pt; margin: 0cm 194.4pt 0pt 20.6pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Enseñanzas militares</span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18.7pt; margin: 0cm 194.4pt 0pt 20.6pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 3.1pt 0pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.25pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Los tres fueron un extraordinario campo de experimentación en conducción, armamentos terrestres y navales, sistemas de abastecimiento, transportes, comunicaciones, sanidad, etcétera. A su vez, quienes los condujeron, capitalizaron enseñanzas de otros grandes enfrentamientos de las décadas del 50 y el 60 del siglo XIX. La Guerra de Crimea, entre Francia, Gran Bretaña, el Piamonte y Turquía contra Rusia (1854-1856), mostró la importancia del armamento moderno en los ejércitos terrestres y en las operaciones navales; las dificultades para superar con éxito las grandes defensas costeras (a la fortaleza de Humaitá se la llamó <i style="mso-bidi-font-style: normal;">"la Sebastopol paraguaya" </i>en recuerdo de la inexpugnable posición rusa), la importancia del apoyo logístico en las grandes concentraciones de combatientes, la necesidad de contar con hospitales bien equipados en campaña y en la retaguardia, y hasta el interés de proveer a una buena organización de la información a los ciudadanos de los respectivos países otorgando facilidades a los corresponsales que siguiesen a los ejércitos y escuadras. Otro tanto ocurrió con la guerra que libraron Inglaterra, Francia y su aliada España en Cochinchina (1859); la lucha de Francia y el Piamonte contra los austríacos, que tuvo sus jornadas más cruentas en Magenta y Solferino (1859) (ante cuyo horror Henry Dunant concibió la idea de crear la Cruz Roja como eficaz modo de atender a las víctimas de futuros enfrentamientos bélicos) y la aventura de las fuerzas de las reinas Victoria e Isabel II y de Napoleón III para imponer un emperador mexicano, que puso en evidencia la bravura con que se defiende la propia tierra frente la agresión extranjera. Como se sabe, España e Inglaterra renunciaron pronto a tan descabellado proyecto y dejaron sola a Francia en su propósito de sostener a Maxirniliano de Habsburgo.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 3.1pt 0pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 16.8pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Mientras en México se luchaba sin pausa, los Estados Unidos entraban en su gran contienda fratricida. Ese encarnizado conflicto produjo múltiples enseñanzas: mostró el poder de los buques acorazados y la eficacia de las nuevas armas de retrocarga, la contundencia de la artillería de grueso calibre y de las baterías <i style="mso-bidi-font-style: normal;">volantes </i>en las batallas. Además dejó claramente evidenciado que detrás del que combate debe funcionar otro ejército que le otorgue operatividad a través de la logística. Así, los medios de transporte, la independencia coordinada de las comisiones sanitarias cooperando con el cuerpo médico, la fabricación de armamentos, la sencillez y practicidad de los uniformes, la elaboración y almacenamiento de víveres del ejército de la Unión, vencieron a las notorias deficiencias en todos esos rubros de las fuerzas confederadas.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.75pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Los cuatro contendientes en el Paraguay conocían bien estas lecciones aunque sólo pudieran aprovechadas parcial y deficientemente. El ejemplo de la organización militar del Norte en la contienda que había tocado a su fin poco antes de que se encendiera esta otra en la parte austral del continente era constantemente invocado por la prensa, por los hombres de Estado y por los diplomáticos. En carta del 16 de junio de 1865, el ministro plenipotenciario Domingo Faustino Sarmiento, que acababa de presenciar en Washington el impresionante desfile de 140.000 hombres frente a la Casa Blanca, le expresó al ministro de Relaciones Exteriores, Rufino de Elizalde, su inocultable admiración por la sencillez pero también por la eficacia del aparato militar que allí se mostraba.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.25pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">A su vez, en la Guerra Franco Prusiana se recogieron útiles enseñanzas de las hostilidades de la Triple Alianza, tanto a través de informes diplomáticos y de la compulsa de la prensa, como en forma directa, mediante la terrible experiencia de Max von Versen, que había estado en el Paraguay como veedor en el ejército del mariscal López y, tras sufrir castigos y prisión, había sido rescatado por las tropas que perseguían a sus carceleros. Muchos años después, el oficial, convertido en mayor general y ayudante del káiser, propuso la adopción de la lanza de caballería argentina, cuya eficacia había comprobado durante el ataque que le dio la libertad 2. Las líneas de trincheras que tendieron los ingenieros militares europeos en la compleja geografia paraguaya fueron precursoras de las que costaron tantas vidas en los constantes ataques y contraataques para ganar palmos de terreno en la Primera Guerra Mundial.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 3.1pt 0pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 16.8pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.3pt; margin: 0cm 273.6pt 0pt 17.25pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.3pt; margin: 0cm 273.6pt 0pt 17.25pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Los protagonistas</span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 62.85pt 0pt 0.7pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; tab-stops: 16.8pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Corresponde señalar brevemente la situación de los cuatro países protagonistas al iniciarse el gran drama que los enfrentó.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.55pt 0pt 0.7pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; tab-stops: 16.8pt 460.7pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>La Argentina se encontraba en medio del proceso de Organización Nacional iniciado en 1852, luego de la batalla de Caseros en la que había caído la dictadura de Rosas. tras nueve años de secesión, Buenos Aires volvió efectivamente al seno del país luego de la batalla de Pavón (17 de septiembre de 1861), pues si el 11 de noviembre de 1859, recién<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>apagados los fragores de la batalla de Cepeda, se había acordado la incorporación del denominado Estado rebelde, éste había obsta utilizado toda posibilidad de hacerlo como una parte más de la Confederación Argentina, animado del propósito de ser siempre una especie de primus inter pares. La asunción del general Bartolomé Mitre a la presidencia de la República definitivamente unificada marcó el comienzo de una difícil época de afianzamiento institucional en la que tuvo que enfrentarse con la hostilidad latente en la mayoría de los habitantes de las provincias -excepto sus simpatizantes dentro del Partido Liberal- , que eclosionó en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>levantamientos como los de Chacho Peñaloza (2862-1863) y con los disensos del autonomismo porteño, inclinado a mantener a toda costa la independencia política y económica de Buenos Aires con respecto al resto del país.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 4.8pt 0pt 3.6pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.25pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Según le recordó Mitre desde las páginas de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La Nación </i>a su sucesor Sarmiento -quien lo había acusado a través de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Nacional </i>de haberle entregado el poder sin una escolta bien uniformada ni muebles decorosos en la Casa de Gobierno-, cuando él había asumido la primera magistratura "todo el tesoro público consistía en una onza de oro falsa y dos monedas de plata de baja ley". Sin embargo, afirmó, había podido con ellas reorganizar las finanzas, construir ferrocarriles y telégrafos y realizar otras obras indispensables, aunque no le hubiese alcanzado "para renovar las sillas y los sofas". Esa situación había repercutido también en la faz defensiva interna y externa. Por otra parte, el desarrollo del país estaba acotado por el desierto -vastas regiones en poder de los indios- y por su escasez de habitantes, que no alcanzaban los dos millones, carencia que comenzó a ser paliada durante la administración de Mitre a través de la inmigración europea.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 5pt 0pt 1.4pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-indent: 26.95pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En cuanto a sus relaciones internacionales, la Argentina dedicaba los escasos recursos de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que disponía a atender sus vínculos con Gran Bretaña, Francia y otras naciones de Europa. Acababan de producirse hechos que afectaban</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 7.4pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>profundamente a pueblos americanos sin que el país hubiese adoptado una postura de enérgica reprobación ante las agresiones extracontinentales. Si resultó tibia su actitud ante la<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>aventura militar en México, no lo fue menos con respecto a a la guerra naval que España llevó a Chile y al Perú, a pesar de la presión ejercida por una parte de la prensa, por la<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>opinión pública y por la oposición política.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.75pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Esa indiferencia frente al conflicto del Pacífico tendría su costo. Cuando la Argentina se encontraba empeñada en la guerra de la Triple Alianza, desde Chile se alentó y subsidió el levantamiento <i style="mso-bidi-font-style: normal;">montonero </i>de Felipe Varela.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 1.2pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Las relaciones con los demás países limítrofes fueron igualmente difíciles. </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 1.2pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">El Brasil contaba por entonces con casi diez millones de habitantes, de los cuales algo menos de la mitad eran negros esclavos e indios. Regido por una monarquía constitucional cuya cabeza era el emperador Pedro II, hombre entregado al estudio de las ciencias, de carácter retraído y melancólico, la vida política estaba signada por la presencia de dos grandes partidos: el Conservador y el Liberal. Pese al normal funcionamiento parlamentario, el monarca intervenía en forma directa en todas las cuestiones de Estado. Aun con convulsiones de la magnitud de la revolución republicana de Río Grande del Sur, y presiones de los terratenientes de los estados norteños, el Brasil presentaba la fisonomía de un país ordenado y progresista. No había renunciado a las pretensiones hegemónicas heredadas de Portugal, que lo habían llevado en el pasado a invadir al Uruguay y crear la República Cisplatina; a librar una guerra con la Argentina, a intervenir directa o indirectamente en sus enfrentamientos intestinos y a buscar resquicios por donde ejercer su influencia en el Paraguay. El Imperio contaba con un ejército de 30.000 hombres -dislocado en su inmensidad territorial, circunstancia que provocaría grandes dificultades de movilización al comenzar la guerra contra el Paraguay- y con una considerable marina, en la que no faltaban los modernos acorazados.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.5pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">La República Oriental del Uruguay sufría aún las consecuencias de sus prolongados y tremendos enfrentamientos entre <i style="mso-bidi-font-style: normal;">blancos </i>y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">colorados, </i>que venían desangrándola desde hacía décadas. Con una población de cuatrocientas mil almas soportaba una situación económica difícil, derivada de las escasas fuentes de recursos con que contaba y de las constantes revoluciones que agitaban su territorio. El general Venancio Flores, quien, tras haber sido derrocado en 1856 por los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">blancos </i>y los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">colorados disidentes, </i>había participado activamente en las luchas de la Organización Nacional argentina y comandado una división del ejército de Buenos Aires en Pavón, procuraba hacerse cargo del poder con la ayuda del Brasil. El caudillo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">colorado </i>gozaba del triste privilegio de haber sido el responsable de la "matanza de Cañada de Gómez", ocurrida en noviembre de 1861, cuando sorprendió mientras dormían a fuerzas confederadas en ese punto del territorio santafesino y las eliminó sin piedad, con escaso costo de vidas para sus efectivos. Tras planear desde la propia sede de las autoridades argentinas una revolución contra el gobierno blanco de Bernardo Prudencia Berro, había desembarcado en armas en el Uruguay. En Buenos Aires, una parte de la prensa aplaudió lo ocurrido, pero en el interior del país y particularmente en Entre Ríos surgió una vasta corriente de apoyo a los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">blancos, </i>concretada en el envío de voluntarios, entre los que se encontraba un hijo del general Justo José de Urquiza.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 3.1pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.25pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">En cuanto al Paraguay, exhibía una situación interna ordenada y homogénea. Sometido a regímenes autoritarios, desde que en 1811 se había apartado de la autoridad de Buenos Aires, pasó a un completo aislamiento durante la cruel dictadura del doctor Gaspar Rodríguez Francia. Esa situación de apartamiento de las peleas que sacudían a algunos de sus vecinos, de cohesión lograda por el terror y de prosperidad dentro de un esquema económico primario pero auto suficiente, le había permitido desarrollar diversos emprendimientos tras la muerte del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Supremo. </i>Luego de un interregno gubernativo asumió la presidencia Carlos Antonio López. Sin renunciar a un autoritarismo que no conocía límites, el mandatario actuó con sagacidad e inteligencia frente a sus vecinos e incluso ante las potencias extranjeras. Mantuvo razonables buenas relaciones con la Argentina y con el Brasil, supo ser enérgico frente a las presiones de los Estados Unidos a raíz de un conflicto en el que actuó como mediador el entonces presidente Urquiza, y dio a su hijo Francisco Solano -quien debía reemplazarlo en la conducción del Paraguay cuando muriera y asumió el mando el 16 de octubre de 1862- un consejo que no cumplió: que arreglase los problemas limítrofes con la pluma y no con la espada. Mientras el resto de los países del Plata sufrían las consecuencias de sus permanentes disensos fratricidas, el Paraguay creció mediante la explotación de sus principales productos: el tabaco, la yerba mate y la madera. Construyó un ferrocarril, tendió un telégrafo, abrió una fundición de hierro y fabricó papel y tejidos. Por otro lado, suministraba una más que aceptable instrucción a sus habitantes y contaba con un ejército de casi 20.000 hombres. Distaba, eso sí, de ser una potencia militar incontrastable, como se ha afirmado tantas veces, según lo demostró fehacientemente Efraim Cardozo.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.85pt 0pt 1.4pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.25pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Algunos autores sostuvieron a fines de los años 60 y 70 de este siglo que la clave última para comprender la Guerra del Paraguay estaba en el imperialismo inglés. Argumentaron que hacia 1860 la crisis amenazó a la rama fundamental de la industria textil británica: la algodonera, a raíz de que la guerra civil de Estados Unidos la había privado de su principal proveedor de materia prima</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.6pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 3.8pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 18.45pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Con el fin de evitar en lo sucesivo la dependencia de una fuente preponderante en el suministro de productos básicos --señalaban- la diplomacia británica buscó en el ámbito de la cuenca del Plata un aprovisionamiento alternativo de cereales en las llanuras pampeanas y uruguayas, y de algodón en el Paraguay y en el nordeste argentino. Para lograr ese propósito contaba con aliados locales dispuestos a organizar las economías vernáculas en función de las necesidades de la "metrópoli". En ese contexto era preciso eliminar el mal ejemplo del Paraguay estatista, de economía cerrada, autosuficiente y proteccionista y por tanto serio obstáculo al "librecambismo civilizador": la guerra habría sido financiada por los empresarios ingleses para dejar a los países miembros de la Triple Alianza más endeudados y dependientes que antes.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 3.6pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 3.8pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 18.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 4.05pt 0pt 2.15pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 18.7pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Si bien puede admitirse que ésta pudo haber sido la consecuencia final de la guerra, parece falto de sustento atribuir a Gran Bretaña la responsabilidad del conflicto. Si se tiene en cuenta que su política tradicional fue impedir el dominio hegemónico de la cuenca del Plata por alguna de las dos naciones sudamericanas que lo disputaban, nada hubiese sido más incoherente que alentar la tendencia del Imperio de Pedro II a expandir su influencia sobre el Paraguay, luego de haberla acrecentado sobre la República Oriental del Uruguay a partir de Caseros.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 4.05pt 0pt 2.15pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.5pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">No es preciso buscar instigadores foráneos. La guerra fue el producto de la acción consciente de los gobiernos de los países involucrados. Que los resultados no respondieran a sus expectativas y a la postre afianzaran el control financiero británico, es otra cuestión.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 29.25pt; margin: 0cm 4.05pt 0pt 2.15pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.5pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 13.9pt; margin: 0cm 94.8pt 0pt 2.15pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Antecedentes inmediatos del conflicto</span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 17.75pt; margin: 0cm 94.8pt 0pt 18.45pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 6.7pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 18.2pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">La situación política del Uruguay provocó una sucesión de acontecimientos que hicieron eclosionar viejas diferencias y alentaron otras nuevas. Al conocer el apoyo que en las esferas oficiales de la Argentina se brindaba a Venancio Flores, el general Francisco Solano López experimentó una irreprimible alarma. Buenos Aires, gobernada por Mitre, había subrayado antes de Pavón el papel del Paraguay como antemural de los propósitos expansivos del Imperio sobre la Argentina, a raíz del acercamiento entre la Confederación y el Brasil. Sin embargo, resultaban notorias las coincidencias de las alas radicales del liberalismo de ambos países. Por otra parte, los enemigos de López residentes en la Argentina contaban con una facilidad de movimientos que no podía admitir quien se había formado en la escuela del autoritarismo había recibido el poder omnímodo por mandado de su padre. En junio de 1863, el gobierno uruguayo había detenido al vapor argentino Salto, que transportaba materia de guerra para Flores, peses a la afirmación del ministro Elizalde de que la Argentina era neutral, situación que exasperó aún más a los adversarios del gobierno de Mitre e hizo pensar al presidente paraguayo, animado por el deseo de convertirse en árbitro del equilibrio en el Plata, que el gobernador de Entre Ríos y ex primer mandatario Urquiza iba a alzarse en armas contra el gobierno nacional para reinstaurar la Confederación sin Buenos Aires. Así se lo había hecho creer el cónsul de su país en Entre Ríos.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.25pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">A raíz de la gran tensión existente, la Argentina y el Uruguay firmaron un protocolo por el cual ambos se declararon satisfechos con respecto a las reclamaciones recíprocas, fijaron bases de neutralidad y establecieron el arbitraje del emperador del Brasil para el caso de producirse diferencias en el futuro. Pero en septiembre llegó a Asunción un representante del presidente uruguayo Bernardo Prudencio Berro con el fin de pedir protección para la independencia uruguaya y asegurar el "equilibrio continental", expresión y fórmula que por entonces se agitaba con fuerza en el Viejo Mundo. El doctor Octavio Lapido denunció ante López lo que tituló complicidad del gobierno argentino con los revolucionarios <i style="mso-bidi-font-style: normal;">colorados </i>y manifestó que, si era necesario, su patria lucharía sola contra los adversarios que surgieran. El presidente paraguayo -carente de la prudencia de su padre y animado por un afan de protagonismo que según algunos se vio acrecentado durante su permanencia en la Francia de Napoleón III- cayó en un dificil y peligroso juego. En efecto, López dirigió al presidente Mitre un enérgico reclamo en nombre de los intereses de su país y del equilibrio en el Plata, acompañando las denuncias de Lapido, quien, advertido de la gravedad de la situación, procuró dar marcha atrás. López no estuvo dispuesto a ello y ofreció su mediación en el conflicto argentino-uruguayo. Esto hizo<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>que el canciller oriental procurase modificar el protocolo y reemplazar a Pedro 11 por López como mediador. Pero el ministro de Relaciones Exteriores Elizalde respondió que hacerlo significaría desairar al emperador, y el documento quedó en definitiva como estaba. Ello acentuó el disgusto de López hacia las autoridades argentinas y originó la manifestación del canciller paraguayo de que su país prescindía de las explicaciones argentinas y que en lo sucesivo actuaría libremente con respecto a la situación uruguaya.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Brasil no quiso estar ausente en un conflicto en el que podía ganar influencia su tradicional rival, la Argentina. Favorecida su diplomacia por la asunción de un nuevo gabinete de corte decididamente liberal, dio urgentes pasos en apoyo del jefe revolucionario <i style="mso-bidi-font-style: normal;">colorado </i>Flores, aprovechando los reclamos de terratenientes fronterizos deseosos de extender su influencia sobre los feraces campos uruguayos, quienes argumentaban haber sufrido daños por parte de las fuerzas gubernamentales <i style="mso-bidi-font-style: normal;">blancas. </i>El Imperio protestó por las incursiones de tropas que perseguían a Flores, comenzó a brindarle apoyo militar y acrecentó los vínculos con los "halcones" argentinos, representados prominentemente por Elizalde .</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.75pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Dicen Floria y García Belsunce: "La diplomacia brasileña se movilizó entonces para tomar parte en el problema, siguiendo las más antiguas tradiciones nacionales. Y si no podía desplazar la influencia argentina, se intentaba al menos llegar a un empate: unir la propia influencia a la argentina para limitarla en el compromiso. Brasil se lanzó entonces a apoyar francamente a Flores y adoptó una diplomacia simpática hacia Buenos Aires. La coincidencia liberal favorecía el paso y Brasil hacía coincidir sus intereses con los nuestros para su beneficio".</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.25pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Por su parte expresa Efraim Cardozo: "Desde que Brasil se había hecho presente en el Estado Oriental, sin concitar la oposición argentina y despreciando la mano que le tendiera López, y desde que la prensa de Buenos Aires negaba abiertamente la autonomía paraguaya, sin tampoco merecer las tradicionales protestas brasileñas, López se consideraba autorizado a suponer que ambos países se estaban poniendo de acuerdo para fundar «nuevas bases de equilibrio en el Plata». ¿A la clásica concepción de dos potencias, el Brasil y la Argentina, que se vigilaban recíprocamente con igualdad de poderío para impedir que la independencia del Paraguay y del Uruguay se extinguiera, en beneficio del rival, venía a suceder la idea de dos países que, olvidando sus seculares antagonismos se daban la mano para proceder al reparto amigable, en porciones salomónicas, del motivo de tantas discordias, de tal suerte que el equilibrio no quedara roto porque el acrecentamiento de poder sería simultáneo y equivalente: el Uruguay para el Brasil y el Paraguay para la Argentina?".</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.5pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Ante la ayuda que recibía Flores por parte del Imperio, el nuevo presidente uruguayo, Atanasio Aguirre, volvió a pedir apoyo al Paraguay. Mientras tanto, Mitre enviaba a José Mármol a Río de Janeiro para averiguar qué política seguiría el gobierno y convenir formas de acción conjunta.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.75pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Pero el Brasil ya se había lanzado resueltamente en su propósito de imponer a Flores y con él su política en la antigua Banda Oriental. Apoyándose en la amenazadora presencia de su escuadra en el Río de la Plata, envióun ultimátum al gobierno uruguayo. Descolocado por la fuerza de los acontecimientos, Mitre propuso una mediación conjunta argentino-británica ante <i style="mso-bidi-font-style: normal;">blancos </i>y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">colorados, </i>para disminuir la influencia del Brasil, pero éste bloqueóla maniobra adhiriendo a la gestión. Como consecuencia de ella, el presidente Aguirre accedió a integrar su gabinete con ministros colorados, pero sus partidarios no quisieron que Flores ocupara la cartera de Guerra. En consecuencia, la concertación fracasó.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.25pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">La situación rioplatense iba complicándose día a día y los sucesos se desarrollaban con fatal celeridad. Así, llegó a Buenos Aires un enviado del Imperio,José Antonio Saraiva, en pos de conseguir que el gobierno argentino obrase en un todo de acuerdo con el brasileño. Mitre eludió el problema con un simple ofrecimiento de colaboración que dejó al Imperio en situación de actuar sin objeción alguna. Poco después su escuadra atacaba un buque oriental, y en forma casi inmediata Saraiva impulsaba la invasión al Uruguay, que se produjo el 14 de septiembre. Paralelamente, el presidente de este último país recibía la confirmación de que el Paraguay 10 protegería sin vacilaciones.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 16.8pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Decidido a golpear contundentemente, López dispuso el apresamiento del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Marqués de Olinda, </i>buque de bandera brasileña que navegaba hacia Mato Grosso. La acción se produjo el 12 de noviembre de 1864. Al día siguiente el mandatario paraguayo declaró que su país se consideraba frente a un caso de guerra y dispuso la invasión de aquella lejana provincia imperial, donde no encontró resistencia. El drama que envolvería a cuatro pueblos sudamericanos entraba en su etapa decisiva.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 16.8pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 16.8pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Enterado de los acontecimientos y pese a la prédica belicista de algunos órganos de la prensa porteña, Mitre decidió redoblar los esfuerzos en su intento por mantenerse neutral. No pensaban lo mismo sus ministros Elizalde y Gelly y Obes, que veían en cuanto ocurría una especie de señal para que la Argentina contribuyese a instaurar un gobierno liberal en el Paraguay. Saraiva procuró tentar al presidente argentino ofreciéndole una alianza y el mando supremo en caso de guerra. Pero éste decidió mantener a su país alejado del crepitar de la hoguera. "Lo exigía la reorganización interna del país; lo exigía la opinión pública con el Brasil, lo exigía también la situación política de la cuenca mediterránea, donde Urquiza continuaba ejerciendo una indiscutible influencia" .</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">López seguía convencido de que los federales argentinos, y en primer lugar Urquiza, se alzarían contra los porteños, representados por el presidente, y respaldarían su política, lo que a la postre le permitiría jugar un papel preponderante en la vida rioplatense. Pero el mandatario entrerriano -aun después de la sangrienta toma de Paysandú (febrero de 1865) por parte de las tropas <i style="mso-bidi-font-style: normal;">coloradas </i>de Flores, que contaron con el auxilio de fuerzas terrestres y navales del Brasil y finalmente doblegaron la heroica resistencia de Leandro Gómez y sus subordinados, entre los que había no pocos argentinos- desoyó las incitaciones que le llegaban por distintos conductos y decidió permanecer fiel al gobierno nacional. No sólo eso: remitió al presidente Mitre la correspondencia que mostraba las intenciones y descubría las redes tendidas por el presidente paraguayo. Este, que por aguardar la decisión de Urquiza había demorado en efectivizar su auxilio al gobierno <i style="mso-bidi-font-style: normal;">blanco, </i>ahora encabezado por Tomás Villalba, se encontró con que el nuevo mandatario accedió a firmar un acuerdo por el cual Flores recibiría la presidencia del Uruguay. A partir de aquel 20 de febrero de 1865, Brasil contó, para repeler el ataque paraguayo, con su aliado oriental.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 16.55pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Y Francisco Solano López pensó en la posibilidad de declarar la guerra a</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">la militarmente débil República Argentina donde, si bien prevalecía en el espíritu del presidente Mitre la idea de neutralidad, se alzaban voces enfrentadas que clamaban contra Flores y el Brasil o consideraban un imperativo unir esfuerzos para derrocar a quien veían como un fiel exponente del autoritarismo y una barrera para la expansión del liberalismo en el Paraguay. Incluso entre los jefes del Ejército Argentino, profundamente divididos en sus simpatías hacia unos u otros, parecía corporizarse el fantasma de la guerra. De ello da cuenta, por ejemplo, este párrafo de la carta que el coronel Ignacio Rivas le dirigió a Mitre desde Tapalqué el 15 de diciembre de 1864, es decir, antes del cruento desenlace de Paysandú: "Si, como es probable, nosotros entramos a la lucha que el Paraguay nos provoca, es allí donde puede la Legión Extranjera prestar buenos servicios por la calidad de los hombres que la forman, y por el deseo que su jefe tiene de hacerse conocer".</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.75pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Los dos contendientes consideraron indispensable emplear el territorio argentino como lugar de paso para operar contra el adversario. Brasil, consciente de la necesidad de garantizar el abastecimiento de su escuadra y de su ejército, entonces aún más débil que el paraguayo, pretendía obtener permiso del gobierno nacional con dicho objeto. Otro tanto buscaba el Paraguay, en su propósito de llevar la ofensiva hacia Río Grande del Sur. Dice el coronel Félix Best: "La zona de frontera común o de contacto territorial entre los beligerantes, por la carencia de caminos, recursos, etcétera, no era apta para operaciones militares". Por ello, ambos beligerantes pensaron en obtener el libre pasaje por la zona más directa y de condiciones operativas más favorables para dirigirse hacia sus objetivos estratégicos; esta zona era el norte de Corrientes. Mitre negó el libre tránsito pedido por el Imperio e hizo lo propio ante una solicitud similar del Paraguay, fechada el 14 de enero de 1865. En ambos casos, el presidente argentino subrayó el principio de neutralidad.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.25pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">López, decidido a llevar adelante sus planes y considerándose fuerte para combatir también con la Argentina, resolvió cruzar importantes efectivos por la zona limítrofe litigiosa al sur del Paraná (nordeste de Corrientes), sin atender al urgente pedido de explicaciones formulado por Mitre en febrero de 1865, a raíz de la concentración de considerables fuerzas en ella. El 17 de marzo de 1865, el Congreso del Paraguay declaró la guerra, aunque recién notificó tal decisión el 29 de ese mes, con el fin de producir un ataque por sorpresa. La nota oficial fue recibida por el cónsul paraguayo el 8 de abril, pero siguiendo instrucciones no la entregó sino el 3 de mayo, cuando habían pasado ya varios días de la invasión a Corrientes.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 15.6pt; margin: 0cm 254.6pt 0pt 19.9pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">La guerra</span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 15.35pt; margin: 0cm 254.6pt 0pt 19.9pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0.7pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 18.7pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">El 13 de abril, cinco buques de guerra paraguayo s se apoderaron de dos pequeñas naves argentinas, el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Gualeguay </i>y el 25 <i style="mso-bidi-font-style: normal;">de Mayo, </i>en la ciudad de Corrientes. Un día después, una columna al mando del general Robles tomaba la capital de la provincia del mismo nombre y se lanzaba en pos de distintos puntos estratégicos, avanzando con gran celeridad. De inmediato, y mientras ocupaban el gobierno tres adictos a los paraguayos, el mandatario Manuel Lagraña se dedicaba a organizar la resistencia, formando lo que dio en ser llamada Van<i style="mso-bidi-font-style: normal;">guardia Correntina. </i>Las fuerzas de López, convertido en mariscal por el Congreso de su patria, no tuvieron demasiados miramientos con la población civil, tomaron cautivas entre las mujeres de las principales familias y enviaron prisioneros a los oficiales y tripulantes de los buques argentinos que pudieron prender, la mayoría de los cuales murieron en medio de crueles padecimientos durante el desarrollo de la guerra.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0.7pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">La noticia de lo ocurrido provocó la entusiasta reacción de la juventud porteña y de algunas ciudades del interior del país -como lo mostraremos en el siguiente capítulo-, pero produjo vigorosas resistencias en el resto de la República, donde algunos adversarios al gobierno consideraban preferible unirse a los paraguayos contra Mitre que combatir a su lado, mientras otros afirmaban que el verdadero enemigo no era quien había penetrado violentamente en el territorio nacional, sino el secular adversario brasileño.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0.7pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.25pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Mitre dispuso diversas medidas para movilizar a un país cuyo ejército no estaba en condiciones mínimas de operatividad, y se puso de inmediato de acuerdo con el Brasil y el Uruguay para constituir una alianza. De nuevo, el Imperio veía favorecida su política de influencia en el Plata.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 5pt 0pt 0.7pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 16.8pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">El 1° de mayo de 1865, Argentina, Brasil y Uruguay firmaron el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">'Tratado de la 'Triple Alianza, </i>fuente de conflictos entre quienes lo suscribieron y de acerbas críticas en la opinión pública de los respectivos países y del resto de América y Europa. Sintetizan admirablemente FIoria y García Belsunce: "Tuvo razón el historiador brasileño Joaquín Nabuco cuando dijo que nunca se había concretado un tratado tan fundamental con tanto apresuramiento. Exigidos por las circunstancias, se buscó dar forma de hecho a la alianza. Esta estuvo a punto de naufragar por la cuestión del mando de las tropas. Cuando Mitre dijo que si el mando supremo no correspondía al presidente de la República no había alianza, Almeida cedió. Como compensación, Tarnandaré recibió el mando supremo naval. El propósito confesado de la Alianza es «hacer desaparecer el gobierno de López respetando la "soberanía, independencia e integridad territorial del Paraguay". Es la primera vez en la historia, probablemente , que se aplicó un principio que si no es igual, es muy próximo al de la "rendición incondicional", pues no había posibilidad alguna de un cambio de gobierno espontaneo en Paraguay. Tampoco se respetaba la integridad territorial desde que se fijaban lo s límites el Paraguay con Brasil y Argentino con generosidad para los aliados. En realidad, los argentinos no sabían hasta dónde iban sus derechos territoriales y optaron por la reclamación más amplia. Casi inmediatamente de firmado el tratado, Brasil reacciona y a su pedido se firma un protocolo reversible que establece que los límites argentinos -fijados sobre el río Paraguay hasta Bahía Negra- son sin perjuicio de los derechos de Bolivia. Este protocolo es la primera gran derrota argentina en la alianza. Brasil había por ella neutralizado los derechos argentinos y creado un conflicto latente con Bolivia.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.85pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">"También se pacta que Paraguay será obligado a pagar las deudas de guerra. Pero el grueso de las cláusulas del Tratado no está dirigido contra Paraguay sino al recíproco control de los aliados, en clara manifestación de mutua desconfianza: ninguno de los aliados podrá anexarse o establecer protectorado sobre Paraguay (cláusula 8'), no podrán hacer negociaciones ni firmar la paz por separado (cláusula 6'), se garanten recíprocamente el cumplimiento del tratado (cláusula 7')"</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.85pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Y señalan los expresados autores que en el Tratado "Mitre cometió un error: se declara, en una frase elocuente y política, que la guerra es contra el gobierno de López y no contra el pueblo paraguayo. Cuatro años después, en la célebre polémica con Juan Carlos Gómez, Mitre debió rectificarse: los argentinos no habían ido al Paraguaya derribar a un tirano sino a vengar una ofensa gratuita, a reconquistar sus fronteras de hecho y de derecho, a asegurar su paz interior y exterior, y había obrado igual si el invasor hubiese sido un gobierno liberal y civilizado. Era la verdad tardía, pero también es cierto que se había ido a la guerra con menos escrúpulos contra un "régimen bárbaro".</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 1.4pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.25pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Los brasileños quedaron descontentos con el Tratado, al que consideraron un triunfo de la diplomacia argentina en materia limítrofe, ya que había logrado la margen oriental del Paraná hasta el Iguazú y la margen occidental del Paraguay hasta el paralelo 20, es decir, había obtenido una frontera común con el Imperio, situación que éste había cuidado siempre de evitar. "Nunca la Argentina podía haber pretendido extenderse arriba del río Bermejo o como máximo del Pilcomayo. Los nuevos límites le darán una influencia decisiva sobre el Paraguay".</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 29.25pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 1.4pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.25pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.8pt; margin: 0cm 141.8pt 0pt 18.45pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; layout-grid-mode: line; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Desarrollo de las operaciones</span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 141.8pt 0pt 18.45pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 3.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 18.2pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Mientras la Argentina adoptaba una serie de medidas que modificaran su estado de indefensión y le permitieran desalojar al enemigo de su territorio, y el Brasil y el Uruguay ponían en marcha sus respectivas maquinarias militares para una guerra que, contra las previsiones de los más entusiastas, prometía ser larga y dificil, las tropas paraguayas alcanzaban sus objetivos pero con escaso ímpetu ofensivo. Las columnas que debían operar, respectivamente, sobre las costas del Paraná y el Uruguay para dificultar las operaciones conjuntas de los aliados, estaban comandadas por jefes mediocres, de menguados recursos estratégicos y tácticos; simples ejecutores de las órdenes de López sin capacidad alguna para modificarlas en atención a las circunstancias. El general Robles penetró en cuña, con sus 20.000 hombres, hasta Goya, donde se detuvo sin saber qué hacer. En cuanto al teniente coronel Estigarribia, con sus 11.000 soldados, se preocupó por hacerse fuerte en la ciudad brasileña de Uruguayana, sin realizar el menor movimiento ofensivo.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 3.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.25pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">El general Wenceslao Paunero, nombrado comandante de las primeras fuerzas de línea que pudo despachar el gobierno argentino -pequeños batallones de infantería con alto número de efectivos extranjeros- salió a campaña y aprovechando la marcha del grueso del ejército paraguayo hacia el sur, atacó el 25 de mayo de 1865 la ciudad de Corrientes. Fue un combate denodado y heroico que no tuvo más resultado que entusiasmar a los partidarios de la guerra, pero que trajo represalias para los habitantes. El general volvió a embarcarse y se dirigió a Esquina en busca de refuerzos. Obtuvo algunas tropas enviadas por Urquiza al mando del general Manuel Hornos, con lo que pudo remontar su pequeño ejército a 2.800 hombres y 24 cañones, efectivos sin duda exiguos para enfrentar a Robles.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.85pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 18.7pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Pero el 11 de junio se produjo la batalla naval de Riachuelo, en que las naves brasileñas al mando del vicealmirante Barroso derrotaron a la escuadra comandada por el capitán Meza. El Paraguay no pudo reponerse de la pérdida de tres buques y seis chatas, con lo que perdió definitivamente su línea de comunicaciones fluviales con el exterior y, por ende, la posibilidad de recibir elementos de guerra. En cuanto a los aliados, a raíz de esa victoria lograron el dominio absoluto del Paraná y con ello la seguridad de los envíos de armamentos, víveres y hombres; obtuvieron facilidades para realizar operaciones combinadas contra la retaguardia de los adversarios y estuvieron en condiciones de dificultar la acción enemiga sin temor a las posiciones de artillería del Riachuelo. Así, en pocos días, se desbarató todo el plan ofensivo de López, aunque, en previsión de dificultades, el presidente y generalísimo Mitre decidió cambiar el centro de concentración de tropas argentinas a Concordia, en lugar de Goya, y fijar un punto de reunión de brasileños y uruguayos en Paysandú o en Salto.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.85pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Mientras Mitre llegaba a dicho punto de la provincia de Entre Ríos, Paunero, que había recibido órdenes de incorporarse y subordinarse a Urquiza, demoró su cumplimiento, en parte por los problemas surgidos entre las fuerzas correntinas de vanguardia, a los que se agregaban las desavenencias con el gobernador Lagraña. De pronto, en la noche del 3 al 4 de julio se produjo el desbande de las tropas entrerrianas en Basualdo, sin que Urquiza pudiera impedirlo. Miles de hombres abandonaron a su hasta entonces indiscutido jefe de Caseros, Cepeda y Pavón, renuentes a combatir junto a los porteños contra los paraguayos. Esta defección significó un duro golpe que retrasó ostensiblemente las operaciones.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.85pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.25pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">En tanto el generalísimo procuraba disciplinar a sus soldados en Concordia, las tropas aliadas al mando del general Venancio Borges, entre las que se hallaban las del Primer Cuerpo de Ejército a las órdenes de Paunero, vencían al mayor Duarte en la batalla de Yatay, con escasas pérdidas para aquéllas (17 de agosto de 1865). La victoria permitió poner sitio a Uruguayana. Frente a ella se produjo el primer conflicto serio entre argentinos y brasileños. Estos se negaron a aceptar el comando de Mitre por entender que debía ejercerlo el emperador, ya que la ciudad se hallaba en territorio del Brasil. El generalísimo amenazó con repasar el río Uruguay y el almirante Tamandaré con detener el cruce<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a cañonazos. Finalmente llegó don Pedro II, quien pronunció la célebre frase: "Eu mando, vocé fará", que mantuvo a Mitre al frente de las operaciones. Extenuadas las tropas paraguayas, que en los últimos momentos carecían de alimentos y hasta bebían kerosene, su jefe, Estigarribia, capituló el 18 de septiembre, cuando los aliados se aprestaban a tomar la posición por asalto.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0.2pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.75pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Cabe consignar que el 12 de agosto la Armada Argentina había tenido su primero y único combate realmente significativo durante la guerra, al forzar las baterías paraguayas de Paso de Cuevas, próximas al pueblo de Bella Vista. En la acción, el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guardia Nacional, </i>buque insignia de la Escuadra a las órdenes del coronel de marina José Murature, había sufrido serias averías en su endeble casco y la desgracia de haber perdido a los guardiamarinas Enrique Py y José Ferré, hijos del comandante de la nave, Luis Py, y del ex gobernador de Corrientes Pedro Ferré, respectivamente. A partir de entonces, los buques de la Armada realizaron importantes tareas de transporte, en tanto las naves acorazadas brasileñas asumieron compromisos de mayor riesgo.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0.2pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.25pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Frente a estos acontecimientos, López ordenó el 7 de octubre la retirada de la columna del Paraná, que pudo cruzar a territorio paraguayo sin que la división brasileña estacionada en Riachuelo hiciese nada por impedido. Tal conducta fue, sin duda, uno de los motivos determinantes de la prolongación de la guerra.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 30pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0.2pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.25pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.8pt; margin: 0cm 127.2pt 0pt 0.2pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Avance</span></b><span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"> <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">aliado hacia el Paraguay</b></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.6pt; margin: 0cm 127.2pt 0pt 16.8pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 4.05pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Con una lentitud que se explica por la heterogeneidad de las fuerzas aliadas, los frecuentes conflictos entre sus mandos intermedios y, fundamentalmente, los serios problemas para abastecer, disciplinar y armar a los combatientes -temas que constituyen la parte nuclear de este libro en lo que respecta a los argentinos- se produjo la concentración de las tropas de la Alianza en las proximidades de la ciudad de Corrientes, convertidas en extensos campamentos. Un primer hecho de armas, ocasionado por una incursión paraguaya sobre las fuerzas argentinas con apoyo de fuego de las baterías de Itapirú, la batalla de Corrales o Pehuajó (31 de enero de 1866), que pudo haber sido un triunfo con escaso costo de vidas, provocó serias bajas a la Segunda División Buenos Aires por la imprudencia y temeridad de su jefe, el coronel Emilio Conesa. El generalísimo elogió el valor de los guardias nacionales pero recomendó economizar su sangre generosa.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 4.55pt 0pt 0.45pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.25pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Para abril, Mitre comandaba un respetable ejército constituido por 60.000 hombres, de los cuales, 30.000 eran brasileños, 24.000 argentinos y 3.000 uruguayos, y con 81 piezas de artillería de diferente calibre y potencia ofensiva. Las del Ejército Argentino distaban de ser las mejores. A un año y escasos días de la invasión paraguaya a Corrientes, las fuerzas combinadas -que contaban además con un ejército de reserva de 14.000 hombres y 26 cañones comandados por el barón de Porto Alegre- invadieron el Paraguay por el Paso de la Patria.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 4.55pt 0pt 0.45pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 16.8pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">El 16 de abril pasó la vanguardia al mando del general brasileño Manuel Osario, apoyado por el general Venancio Flores, y tomó el fuerte de Itapirú sin resistencia alguna. Esos 15.000 hombres cubrieron el cruce del resto de las tropas.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 30.45pt; margin: 0cm 4.55pt 0pt 0.45pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 16.8pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 12.7pt; margin: 0cm 162.7pt 0pt 17.75pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Características del terreno</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18.45pt; margin: 0cm 162.7pt 0pt 17.75pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 5pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.25pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Apenas instalados en sus carpas de campaña, los jefes, oficiales y soldados aliados se encontraron con la realidad de una geografía imponente por su belleza pero riesgosa para los argentinos, los uruguayos y los brasileños provenientes de regiones completamente diversas. La selva, los bosques, los grandes esteros, se presentaban con características sombrías. El enemigo podía tender eficaces emboscadas, defenderse con menor esfuerzo y tomar con mayor facilidad la ofensiva. El terreno le resultaba familiar, tanto que, mientras los infantes de los tres ejércitos aliados deshacían sus zapatos cruzando los esteros y suman lacerantes heridas provocadas por los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">abatís </i>diseminados por el adversario, éste marchaba con el curtido pie descalzo, conocedor de cada accidente del camino. Las fortificaciones paraguayas, estratégicamente levantadas pues apoyaban uno de sus extremos sobre el río Paraguay y otro sobre los esteros, no sólo cerraban el camino hacia Asunción, sino que se convertían en barreras casi inexpugnables. La mayoría de los combatientes, aun los menos avisados en cuestiones militares, comprendieron que sería muy dificil avanzar en lo sucesivo. Por otra parte, el clima tropical no sólo provocaría serias molestias, particularmente a los argentinos y uruguayos, sino que ocasionaría tantas víctimas como las batallas.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">El 2 de mayo comenzó una contraofensiva de López, quien atacó la posición aliada de Estero Bellaco, y fue rechazado con grandes pérdidas para ambas partes. Apenas veintidós días después, lanzó sus mejores tropas contra el campamento de Tuyutí. Fue la batalla más grande y sangrienta de América del Sur, en la que cayeron 13.000 paraguayos, entre muertos y heridos, y 4.000 aliados. En las cinco horas de combate, se registraron escenas de valor por parte de los cuatro ejércitos combatientes. Pero pese al descalabro sufrido en esta última acción por las fuerzas del mariscal López, el generalísimo aliado no logró grandes avances que le permitieran dominar las posiciones encerradas en el denominado <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cuadrilátero </i>12.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Mitre ordenó el 17 y 18 de julio el ataque a las defensas de Sauce o Boquerón, durante el cual sufrieron grandes pérdidas, estimadas en 5.000 bajas, las fuerzas argentinas, brasileñas y orientales, y 2.000 las paraguayas. Tal fracaso se vio compensado en parte por la toma de Curuzú, el 2 de septiembre, que puso a los ejércitos de la Triple Alianza frente a las trincheras de Curupaytí. Las demoras y las lluvias permitieron que el comando paraguayo, auxiliado por ingenieros de la talla de Thompson, concluyeran las fortificaciones, tornándolas inaccesibles.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 30.45pt; margin: 0cm 5pt 0pt 1.4pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 1.2pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.8pt; margin: 0cm 165.1pt 0pt 18pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Entrevista de Yataytí Corá</span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.6pt; margin: 0cm 165.1pt 0pt 18pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 6.45pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.75pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Las pérdidas sufridas y la imposibilidad de abastecerse en el exterior habían mostrado palmariamente a López que la guerra estaba perdida. De ahí que intentara una paz honrosa, mediante una reunión con el presidente Bartolomé Mitre. La conferencia se realizó el 12 de septiembre de 1866 en Yataytí Corá, entre las líneas de ambos ejércitos, y en su transcurso el mariscal ofreció al mandatario argentino que se buscaran medios conciliatorios considerando que la sangre derramada había sido suficiente para lavar mutuos agravios. Mitre le contestó que no podía decidir por sí solo y que transmitiría la propuesta a los aliados y respondería por escrito. El dictador se había presentado a la entrevista "con gran séquito, en caballo blanco y con poncho color punzó y fleco de oro. El general Mitre vestía uniforme de general y gorra y el general Flores se puso, por primera vez en la campaña, su uniforme de general y con quepí".</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0.7pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.5pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">"Mitre terminó la conferencia cambiando un látigo con él. Al general Flores le propuso también cambiar algo con él, pero éste le contestó: «Nada deseo cambiar con el señor mariscal». «Un cigarro», replicó López. «Fumo los míos», fue la respuesta seca y tal vez poco galante de este experimentado guerrero a quien, a falta de instrucción, sobran sagacidad y eficacia. Tal vez estaba resentido porque le dijo que él era el causante de la guerra" .</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0.7pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 16.8pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">En Brasil, la reunión fue interpretada como un intento argentino de alcanzar la paz fuera de lo prescripto por el Tratado de la Triple Alianza, y el emperador Pedro 11 llegó a afirmar: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">"Abdicaré más bien que tratar con semejantes déspotas".</i></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 29.75pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0.7pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 16.8pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.3pt; margin: 0cm 179pt 0pt 17.75pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Rechazo de Curupaytí</span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 179pt 0pt 17.75pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 3.1pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.5pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">El 22 de septiembre de 1866, el ejército aliado atacó las fortificaciones de Curupaytí, defendidas por trincheras y profundos fosos precedidos de espinosos abatís. El comandante de la escuadra brasileña, Tamandaré, había prometido el día anterior que destruiría <i style="mso-bidi-font-style: normal;">"tudo isso em duas horas", </i>pero el bombardeo de los cañones de grueso calibre no hicieron mella a las baterías paraguayas ni destruyeron los depósitos de municiones. Era unánime la idea de los componentes de las tropas argentinas y brasileñas de que morían miles de hombres en el intento. Así fue. Luego de dar la escuadra la señal de que había dañado suficientemente el objetivo, marcharon las columnas que, tras cuatro horas de denodados esfuerzos y elevadas pérdidas debieron retirarse al oír el fatídico toque del cuartel general. Los aliados sufrieron 4.000 bajas y los paraguayos, que no podían ser alcanzados desde su inconquistable posición y elegían los blancos según los grados militares que ostentaban, perdieron sólo 92 hombres. Como consecuencia de la denuncia de Mitre de que Tamandaré no había cumplido su misión, el ministro de Guerra del Brasil renunció, fueron relevados el almirante y el general barón de Porto Alegre y puesto al frente de las fuerzas brasileñas el marqués de Caxias. La mayoría de los batallones argentinos quedaron en esqueleto, algunos mandados por tenientes, y dada la magnitud del descalabro fue necesaria una larga etapa de reorganización en el campamento de Tuyutí que duró casi un año, pues recién en junio de 1867 pudo el generalísimo aliado ordenar un movimiento por el flanco del este para interponerse entre las fortificaciones del enemigo y la ciudad de Asunción. Las enfermedades y la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Revoluci6n de los Colorados, </i>que estalló en las provincias de Cuyo y determinó la marcha de varios batallones a aquellos puntos, contribuyeron a acentuar la demora. En cuanto al Brasil, las pérdidas llevaron a manumitir esclavos para incorporarlos al ejército. Las fuerzas uruguayas, diezmadas en Sauce o Boquerón y trabajadas por las dolencias y la deserción, prácticamente habían desaparecido. En otro orden, el Ejército recibía los ecos de las críticas que la prensa y la opinión pública prodigaban a la conducción militar y que tenían sus fuentes de información en las propias filas. Por cierto, la microvisión de los oficiales subalternos no les permitía conocer las causas profundas de la lentitud de las operaciones.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.85pt 0pt 0.95pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Pese a todo López ya estaba militarmente derrotado, y su ejército, diezmado en las acciones anteriores, llamaba a filas a los niños. Lejos de pensar en abandonar el mando y evitar con ello que su país se desangrase en una guerra sin esperanzas, seguía firme en la idea que manifestó al caer ellO de marzo de 1870 en los confines del Paraguay: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">"Muero con mi patria".</i></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 29.75pt; margin: 0cm 2.85pt 0pt 0.95pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.55pt; margin: 0cm 156.95pt 0pt 17.25pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Etapa final de la contienda</span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 15.1pt; margin: 0cm 156.95pt 0pt 17.25pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 4.05pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.5pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">La marcha aliada se vio obstaculizada por desesperados intentos de las fuerzas de López para detenerla, mediante acciones bélicas de diferente importancia libradas entre el 11 de agosto y el 3 de noviembre (Paracué, Pilar, Ombú, Tayí, Tataiybá, Potrero de Obella y Tuyutí, esta última particularmente gravosa para los paraguayos, que perdieron cerca de 2.500 hombres).</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 4.05pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">En aquellos momentos, cuando Mitre comenzaba a ver coronados sus esfuerzos, debió regresar al país para retomar la presidencia a raíz de la inesperada muerte del vicepresidente, Marcos Paz, víctima de la epidemia del cólera. Asumió el mando el marqués de Caxias, lo cual marcó un aceleramiento de las operaciones derivado del entusiasmo que pusieron los brasileños, hasta entonces renuentes a conceder laureles al generalísimo argentino.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 4.05pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 16.8pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Encerrado en el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cuadrilátero, </i>López se vio forzado finalmente a evacuar por el Chaco la fortaleza de Humaitá, que quedó a cargo de una guarnición reducida y asediada por el cansancio y el hambre, y se ubicó sobre la línea del Tebicuary, con el objeto de cerrar el camino a Asunción. En julio la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">SebastopoI paraguaya, </i>bombardeada sin cesar por la escuadra brasileña, comenzó a ser evacuada lentamente y en silencio, de modo que cuando las fuerzas destacadas penetraron en ella la encontraron vacía. Sin embargo sus antiguos defensores, sitiados en la Isla Poi, terminaron por rendirse.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">Ubicado López en la línea de Pikiciry, que resultaba inexpugnable, fue flanqueado por el Chaco, mediante una acertada decisión táctica de Caxias, cuyas fuerzas abrieron picadas en la selva para alcanzar su objetivo. En vez de buscar otra posición más favorable, el mariscal decidió combatir en esa línea, con no más de 10.000 efectivos, formados en buena parte por ancianos y niños. El comandante en jefe de los aliados empeñó 24.000 hombres, que en sucesivos combates fueron debilitando aún más a las tropas paraguayas. Hasta que se produjo la gran batalla de Lomas Valentinas, entre el 21 y el 27 de diciembre de 1868. Antes del día 21 López ordenó el fusilamiento de su hermano Benigno, de su cuñado el general Barrios y del propio obispo de Asunción, monseñor Palacios, acusados de conspirar con el enemigo para poner fin a la contienda. Por otro lado, se acrecentaron las vejaciones y torturas a los prisioneros, entre los que se hallaban algunos jefes y oficiales aliados, como también civiles y militares extranjeros. El 27 se inició el ataque al formidable reducto de Itá Ibaté, que produjo el aniquilamiento del ejército de López, quien logró huir con un reducido grupo de fieles 14. Poco más de dos meses antes había asumido el nuevo presidente argentino, Domingo Faustino Sarmiento.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 3.35pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.25pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">E15 de enero de 1869 los brasileños penetraban en Asunción, mientras las tropas argentinas permanecían fuera de la capital del Paraguay. En enérgica nota de don Emilio Mitre, su nuevo jefe, al marqués de Caxias, expresaba en alusión a los saqueos y atropellos perpetrados en la ciudad prácticamente abandonada: "No quiero autorizar con la presencia de la bandera argentina en la ciudad de Asunción los escándalos inauditos y vergonzosos que, perpetrados por los soldados de V.E. han tenido lugar" .</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.25pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;">A partir de entonces comenzó la última etapa de la guerra con la persecución de López, que se refugió en los lindes montañosos con Brasil. El mariscal cayó a orillas del Aquidabán, ello de marzo de 1870, atravesado repetidas veces por la lanza del cabo brasileño conocido como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Chico Diabo. </i>Con él murió su hijo adolescente, el coronel <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Panchito </i>López. La prolongada sangría sudamericana tocó a su fin con la destrucción del Paraguay y la ingente pérdida de vidas y recursos de los tres países que lo enfrentaron.</span></span></div>
<br />
<br />
JPZ</div>JPZhttp://www.blogger.com/profile/04187104691551996915noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4432756435426016952.post-84667427453881083692012-03-22T14:01:00.002-03:002012-03-22T14:01:55.220-03:00GUERRA DEL PARAGUAY - JOSÉ MARÍA ROSA<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<a href="https://skydrive.live.com/?cid=c9453a276dd2f079&Bsrc=SkyMail&Bpub=SDX.SkyDrive&id=C9453A276DD2F079%21279">https://skydrive.live.com/?cid=c9453a276dd2f079&Bsrc=SkyMail&Bpub=SDX.SkyDrive&id=C9453A276DD2F079%21279</a></div>JPZhttp://www.blogger.com/profile/04187104691551996915noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4432756435426016952.post-18655659051731126432012-03-14T15:16:00.002-03:002012-03-14T15:16:53.626-03:00CRÓNICA DE UN DESENCANTO - UNA MIRADA CONSERVADORA DE LA DEMOCRATIZACIÓN DE LA POLÍTICA - 1911-1930<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<a href="http://bibliotecavirtual.unl.edu.ar:8180/publicaciones/bitstream/1/1596/1/ES_11_20_2001_pag_143_163.pdf">http://bibliotecavirtual.unl.edu.ar:8180/publicaciones/bitstream/1/1596/1/ES_11_20_2001_pag_143_163.pdf</a><br />
<br />
JPZ</div>JPZhttp://www.blogger.com/profile/04187104691551996915noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4432756435426016952.post-88640975043679250472012-03-14T15:12:00.002-03:002012-03-14T15:12:59.258-03:00¿ALIANZAS ESTRATÉGICA O CONFLUENCIA IDEOLÓGICA? NACIONALISTAS Y CONSERVADORES EN LOS AÑOS TREINTA - MARÍA INÉS TATO<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<a href="http://historiapolitica.com/datos/biblioteca/tato2.pdf">http://historiapolitica.com/datos/biblioteca/tato2.pdf</a><br />
<br />
JPZ</div>JPZhttp://www.blogger.com/profile/04187104691551996915noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4432756435426016952.post-38780567553952437402012-03-14T15:09:00.001-03:002012-03-14T15:09:47.480-03:00CARLOS ESCUDÉ - GUERRA DEL PARAGUAY<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<a href="http://www.ucema.edu.ar/ceieg/arg-rree/6/6-001.htm">http://www.ucema.edu.ar/ceieg/arg-rree/6/6-001.htm</a><br />
<br />
<br />
JPZ</div>JPZhttp://www.blogger.com/profile/04187104691551996915noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4432756435426016952.post-80915921272058808102012-03-06T15:11:00.003-03:002012-03-06T15:20:35.708-03:00<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br /><br />
<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: center;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">BIBLIOGRAFÍA
OBLIGATORIA<o:p></o:p></span></u></b></div>
<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: center;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">HISTORIA
POLÍTICA ARGENTINA II<o:p></o:p></span></u></b></div>
<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: center;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">AÑO
2012</span></u></b></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">PRIMER
CUATRIMESTRE<o:p></o:p></span></i></b></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -17.85pt;">
<span style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font: 7pt/normal "Times New Roman";">
</span></span></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%;">ZIMMERMAN, Eduardo: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">“Los liberales reformistas”</b> (Introducción; Cap. I, II, III, VII;
Conclusiones).<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -17.85pt;">
<span lang="EN-US" style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font: 7pt/normal "Times New Roman";">
</span></span></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%;">BOTANA, Natalio: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">“El Orden Conservador”</b> (Introducción; Cap. </span><span lang="EN-US" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: EN-US;">I, II, III, VII, VIII, IX; Apéndice).<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -17.85pt;">
<span style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font: 7pt/normal "Times New Roman";">
</span></span></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%;">RAPOPORT, Mario: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">“Historia Económica, Política y Social de la Argentina (1880-2003)” <o:p></o:p></b></span></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 54pt; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo2; text-align: justify; text-indent: -17.85pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font: 7pt/normal "Times New Roman";"> </span></span></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Capítulo
“El Modelo Agroexportador (1880-1914)”.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 54pt; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo2; text-align: justify; text-indent: -17.85pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font: 7pt/normal "Times New Roman";"> </span></span></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Capítulo
“Economía y Sociedad en los Años 20 (1914-1930)”.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 54pt; mso-add-space: auto; mso-list: l1 level1 lfo2; text-align: justify; text-indent: -17.85pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font: 7pt/normal "Times New Roman";"> </span></span></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Capítulo
“La Crisis Mundial, la industrialización y la intervención del Estado
(1930-1945)”.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -17.85pt;">
<span style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font: 7pt/normal "Times New Roman";">
</span></span></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%;">HALPERÍN DONGHI, Tulio: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">“Proyecto y Construcción de una Nación (1846 – 1880)” </b>(Estudio
Introductorio).<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -17.85pt;">
<span style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font: 7pt/normal "Times New Roman";">
</span></span></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%;">POTASH, Robert: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">“El Ejército y la Política en la Argentina I (1928-1945)”</b>
(Capítulos I al VI).<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -17.85pt;">
<span style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font: 7pt/normal "Times New Roman";">
</span></span></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%;">MUSTAPIC, Ana María: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">“Conflictos Institucionales durante el Primer Gobierno Radical
(1916-1922)”.</b><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -17.85pt;">
<span style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font: 7pt/normal "Times New Roman";">
</span></span></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%;">ROCK, David: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">“El Radicalismo Argentino” </b>(Capítulos<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>V al XII).<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -17.85pt;">
<span style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font: 7pt/normal "Times New Roman";">
</span></span></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%;">ROCK, David: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">“La Construcción del Estado y los Movimientos Políticos en Argentina” </b>(Capítulos
II, IV y V).<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -17.85pt;">
<span style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font: 7pt/normal "Times New Roman";">
</span></span></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%;">ROSA, José María: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">“La Guerra del Paraguay”</b> (Cap. I, III, IV y V).<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -17.85pt;">
<span style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font: 7pt/normal "Times New Roman";">
</span></span></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%;">OSZLAK, Oscar: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">“La Formación del Estado Argentino”</b> (Cap. II y III).<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -17.85pt;">
<span style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font: 7pt/normal "Times New Roman";">
</span></span></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%;">SVAMPA, Maristella: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">“El Dilema Argentino. Civilización y Barbarie”</b> (Capítulos:
“Intelectuales y Nación en la época del Centenario”; “El Positivismo
historiográfico”; “Las lecturas del campo intelectual”).<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -17.85pt;">
<span style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font: 7pt/normal "Times New Roman";">
</span></span></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%;">AUZA, Néstor: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">“Católicos y Liberales en la Generación del 80” </b>(Capítulos I, VI,
X, XIII y XIX).<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -17.85pt;">
<span style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font: 7pt/normal "Times New Roman";">
</span></span></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%;">DEVOTO, Fernando: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">“Nacionalismo, Fascismo y Tradicionalismo en la Argentina Moderna” </b>(Capítulos
II, IV y V).<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -17.85pt;">
<span style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font: 7pt/normal "Times New Roman";">
</span></span></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%;">TATO, María Inés: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">“Crónica de un desencanto: una mirada conservadora de la
democratización de la política, 1911-1930”.</b><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -17.85pt;">
<span style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font: 7pt/normal "Times New Roman";">
</span></span></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%;">TATO, María Inés: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">“¿Alianzas estratégicas o confluencias ideológicas? Conservadores y
Nacionalistas en la Argentina de los años 30”</b>.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt 36pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -17.85pt;">
<span style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font: 7pt/normal "Times New Roman";">
</span></span></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%;">ESCUDÉ, Carlos: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">“Historia General de las Relaciones Exteriores Argentinas (1806-1989)”</b>;
Tomo VI, Caps. 29 a 32.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<br /></div>
<br />
<br /><br />
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt 36pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -17.85pt;">
<br /></div>
<br />
<br />
JPZ</div>JPZhttp://www.blogger.com/profile/04187104691551996915noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4432756435426016952.post-71275751692663393702012-03-05T21:06:00.000-03:002012-03-05T21:06:16.214-03:00<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<h1 align="center" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">PROGRAMA DE ESTUDIO:</span></h1>
<h1 style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"></span></h1>
<h1 style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Bolilla 1</span></h1>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">1.1-Presidencia de Mitre</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> (1862-1868). Ley de compromiso (07-10-1862). Congreso de Lima (1862). Acción de Paunero, Taboada, Sandes y Rivas. Venancio Flores: Cañada de Gómez (22-11-1861). El Chacho Peñalosa derrotas de Lomas Blancas (20-05-1863) y en "Las Playas"(28-06-1863). Nacionalistas y autonomistas (1863). La reforma constitucional de 1866.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">1.2.-La Guerra con el Paraguay</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">. La cuestión uruguaya. Presidencia de Berro (01-03-1860). Invasión de Flores (19-04-1863).Protocolo Lamas Elizalde (20-10-1863). Presidencia de Aguirre (01-03-1864). La mediación Thornton, Saraiva y Elizalde (junio a Julio de 1984). Protocolo Saraiva- Elizalde (22-08-1864). Guerra Paraguayo-brasileña (12-11-1864). Sitio de Paysandú. (06-12-1864). Declaración de Guerra paraguaya (19-03-1865). Ataque a Corrientes (13-04-1865). El tratado de la Triple Alianza (01-05-1865). Principales operaciones militares: Tuyuty (24-05-1866). Curupaity (22-09-1866). Caxias Jefe de los aliados (09-02-1867) Humaitá (16-07-68). Lomas Valentinas (21/27- 12- 1868).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">1.3.-</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Felipe Varela “Pozo de Vargas” (10-04-1867). El testamento político de Mitre (28-11-1867). Muerte de Máximo Paz (02-01-1868). Reasunción de Mitre. El Proceso electoral. La fórmula Elizalde- Urquiza.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: right 439.4pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<h1 style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: right 439.4pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Bolilla 2</span></h1>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: right 439.4pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">2.1.-Presidencia de Sarmiento</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> (1868-1874). El código Civil (1869). Las escuelas normales. Los colegios militares. Terminación de la Guerra con el Paraguay. La cuestión de límites. Misión de Mitre a Río (junio a noviembre de 1872) y Asunción (julio-agosto 1873). Arbitraje del Presidente Hayes. Primer Censo (1869) Empréstito de “Obras Públicas”.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Asesinato de Urquiza (11-04-1870). Campaña militar a Entre Ríos. Batallas de Santa Rosa (12-10-1870) y Ñaembé (26-01-1871). Segunda guerra de López Jordán (1873). Intervención federal Batalla de El Talita (08-12-1873). La Revolución de 1874.Arredondo y Mitre. La Verde (26-11-1874). Santa Rosa (07-12-1874).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: right 439.4pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">2.2.-</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> La filosofía positivista en argentina: el positivismo social<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y el evolucionista. La generación del 80.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">2.3.-Presidencia de Nicolás Avellaneda</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> (12-10-1874-1880). Carlos Casares gobernador de Buenos Aires (01-05-1875). El tratado con Paraguay: arbitraje sobre Villa Occidental (03-02-1876). La crisis financiera (1875-1876): el curso forzoso. Tercera invasión de López Jordán (25-11-1876) Alcaracito (07-12-1876). Tejedor Gobernador de Buenos Aires (01-05-1878). La conciliación. Muerte de Alsina (29-12-1877). Roca: La campaña al Desierto (23 de abril al 9 de julio de 1879). La liga de gobernadores. Sarmiento Ministro del interior (28-08-1879). “La Declaración solemne” (16-12-1979). Guerra Civil (febrero a julio 1880). Los colegios electorales (13-06-1880). Entrevista del “Pilcomayo” (10-05-1880). </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">2.4.- La federalización de Buenos Aires</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">. Belgrano capital de la República (04-06-1880). Mitre Jefe de la defensa de Buenos Aires (22-06-1880). El pacto de caballeros (29-06-1880).<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Renuncia de Tejedor (30-06-1880). El P.A.N (05-08-80). Disolución de la Legislatura de Buenos Aires (21-08-1880).<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Proyecto de ley capital (24-08-1880). Ley de Cesión de Buenos Aires: alegato de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Alem (8 al 23 de octubre<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de 1880).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 69.0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<h1 style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 69.0pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Bolilla 3<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></h1>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">3.1.-Presidencia de Roca</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> (1880-1886). Rocha Gobernador de Buenos Aires (01-05- 1881). Fundación de La Plata (19-11-1882) El Congreso Pedagógico. La ley de enseñanza común (Ley 1420 del 08-07-1884). El matrimonio civil. Interrupción de relaciones con la Santa Sede. </span></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Cuestiones limítrofes con Chile: Tratado Irigoyen- Echavarría (23-07-1881). Reformas monetarias de 1881 y de 1885. D´Amico gobernador de Buenos Aires (01-05-1885). </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">3.2.- Presidencia de Juárez Celman</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> (12-10-1886- 06-08-1890). El Unicato. Máximo Paz Gobernador de Buenos Aires (01-05-1887). La <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>creación de la Unión Cívica. Alem (13-04-90). La crisis financiera. La Revolución del 90 (26 de julio). Gral. Manuel Campos (26 de julio). Renuncia de Juárez Celman (06-08-1890).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">3.3.- Presidencia de Pellegrini</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> (07-08-1990-12-10-1892). Acuerdo Roca- Mitre (21-03-1891). Renuncia de Mitre a la candidatura presidencial (16-10-91). Candidatura de Roque Saenz Peña (17-12-1891).<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La creación de la Unión Cívica Radical. El arreglo Plaza.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">3.4-Presidencia de Luis Sáenz Peña</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> (12-10-1892-22-01-1895). La<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>crisis de la deuda externa. La Revolución Radical de 1893. Gabinete revolucionario de Aristóbulo del Valle (05-07-1893): “La revolución desde arriba”. Las intervenciones a Buenos Aires, Santa Fé y San Luis. La revolución “desde abajo”: Revolución en Tucumán (17-09-1993) y Santa Fe (23-09-1993). Renuncia de Sáenz Peña (22-01-1895). La amnistía amplia.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">3.5.-Presidencia de José Evaristo Uriburu</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> (1895-1898). Censo de 1895.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La Reforma Constitucional (15-03-1898). La situación con Chile. La carrera armamentista. Las "paralelas"(01.09.1898).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<h1 style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Bolilla 4</span></h1>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">4.1.- Segunda Presidencia de Roca</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> (1898-1904). Bernardo de Irigoyen gobernador de la Provincia de Buenos Aires. Ley de conversión (04-10-1899). Reanudación de las relaciones con la Santa Sede. Los pactos de mayo: José Terry<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>(28-05-1902). La Doctrina Drago (29-12-1902. Leyes de servicio militar (10-12-1901) y de Residencia (29-11-1902) .Marcelino Ugarte gobernador de Buenos Aires (1902-1906). La ocupación de las Islas Orcadas (22-02-1904).-</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">4.2.-Presidencia de Manuel Quintana</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> (1904-1906). Revolución radical (04-02-1905). </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">4.3.-</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> La Federación de Trabajadores de la República Argentina (1891). El partido<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Socialista (1896). Juan B. Justo.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La F.O.A. (1901) y la U.G.T. (1903). Proyecto de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Código de Trabajo (1904). La F.O.R.A. (1904). Semana<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de mayo de 1909. Terrorismo anarquista: muerte de Ramón Falcón (14-11-1909).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">4.4.-<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Presidencia de José Figueroa Alcorta</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> (1906-1910). Ley de Olvido. El cierre del Congreso (25-01-1908). El fin del roquismo. La doctrina Cevallos o de la costa seca. El protocolo Sáenz Peña-Ramírez (08-01-1910). El centenario.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">4.5.- Presidencia de Roque Sáenz Peña</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> (1910-1914). Las entrevistas con Irigoyen (21-09-1910). La ley de enrolamiento y de padrón (04-07-1911).<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La ley electoral (30-01-1912) El levantamiento de la abstención radical. El grito de Alcorta (25-06-1912). El Censo Nacional de (01-06-1914). Abstención radical en la Provincia de Buenos Aires.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">4.6.- Presidencia de Victorino de la Plaza</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> (23-09-1913 al 12-10-1916) La Primera Guerra Mundial (01-08- 1914). Intervención de E.E.U.U. a México (1913-1914). El A.B.C. El triunfo radical en Córdoba (noviembre de 1915). </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<h1 style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Bolilla 5</span></h1>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">5.1.-Presidencia de Hipólito Yrigoyen</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> (12-10-1916 al 12-10-1922). El Krausismo. Las intervenciones reparadoras. La Reforma Universitaria (junio 1918). Conflicto con Alemania: casos “Monte Protegido” (04-04-1917) y “Toro” (22-06-1917). La semana Trágica 9 al 12-01-1919. La Liga de las Naciones (1920). Los disturbios patagónicos (octubre de <metricconverter productid="1920 a" w:st="on">1920 a</metricconverter> diciembre de 1921). El movimiento Obrero: Congresos de la FORA de 1916 y 1918. La CGT (1929). Los gobernadores<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ortiz de Rozas (12-07-1913 al 01-09-1913); Luis García (01-09-1913 al01-05-1914) y Marcelino Ugarte<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>(01-05-1914 al 15-05-1918).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">5.2-Presidencia de Marcelo T. de Alvear</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> (12-10-1922 al 12-10-1928). La división de la U.C.R. El problema con el Patronato Eclesiástico: la propuesta de Monseñor Andrea. Moscóni: YPF. “El Contubernio”. Valentín Vergara gobernador de Buenos Aires (01-05-1926). Las intervenciones a Mendoza y San Juan. El proceso electoral. “EL Plebiscito”.</span></div>
<h1 style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">5.3.- Segunda Presidencia de Yrigoyen</span><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; font-weight: normal;"> (12-10-1928 al 06-09-1930). La nacionalización petrolera. (17-09-1928). Las intervenciones a Mendoza y San Juan: Muerte de Lencinas (10-11-|929). Crisis mundial de 1929. Elecciones a gobernador en Buenos Aires: Crovetto.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La Revolución militar (06-09-1930).</span></h1>
<h1 style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"></span></h1>
<h1 style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Bolilla 6</span></h1>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"><strong>6.1.-El nacionalismo</strong></span><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; font-weight: normal;">: características; protagonistas. Lugones: “La Hora de la Espada” (diciembre de 1924). La revisión de la Historia.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">6.2.-Gobierno Provisional de Uriburu</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> (06-09-1930 al 20-02-1932 Elecciones en la Provincia de Buenos Aires (05-04-1931); anulación de las elecciones (10-10-1931). Reorganización radical: Alvear. Manifiesto del City (16-05-1931). La abstención radical (27-10-1931).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">6.3.-Presidencia de Agustín P. Justo</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> (20-02-1932al 20-02-1938). Muerte de Irigoyen (03-07-1933).El levantamiento de Bosch (29-12-1933). Levantamiento de la abstención radical (03-01-1935); El debate de las carnes Lisandro de la Torre. (1935). El fraude patriótico. La gobernación de Martínez de Hoz. Las elecciones en Buenos Aires del 3 de noviembre de 1935. La gobernación de Fresco. El triunfo de Sabatini en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Córdoba (noviembre1935). La prórroga de la concesión eléctrica (CADE) (diciembre de 1936). El proceso electoral</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">6.4.-F.O.R.J.A. (</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">29-06-1935): Arturo Jauretche y Raúl Scalabrini Ortiz. La Conferencia de Ottawa (julio 1932). Congreso Eucarístico Internacional (1934) El tratado Roca- Ruciman. La Creación del Banco Central;<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El Instituto Movilizador. Los impuestos internos (enero-marzo de 1935). </span></div>
<h1 style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"></span></h1>
<h1 style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Bolilla 7</span></h1>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">7.1.-La Presidencia de Roberto Ortiz</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> (20-02-1938 al 27-06-1942). La segunda Guerra Mundial (03-09-1939). La neutralidad argentina (04-09-1939). La intervención a la Provincia de Buenos Aires (07-03-1940). El escándalo de El Palomar (julio a septiembre de 1940). Delegación del mando presidencial (03-07-1940).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">7.2.-Presidencia de Ramón Castillo</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> (27-06-1942 al 04-06-1943). El plan de reactivación económica de Pinedo. La conciliación. Renuncia de Ortiz (27-06-1942). Muertes de Alvear (23-03-42), de Ortiz (15-07-42), y Justo (11-01-1943). Candidatura de Patrón Costas (17-02-1943) El G.O.U. La Revolución del 4 de junio del 1943. Presidencia de Rawson (4 al 7 de junio de 1943).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">7.3.-Presidencia de Pedro Ramírez</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> (06-06-1943 al 24-02-1944). Perón: la Secretaría de Trabajo y Previsión (27-10-1943) La ruptura de relaciones con el Eje (26-01-1944). </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">7.4.-Presidencia de Edelmiro Farrel</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> (02-1944 al 04-06-1946). Declaración de Guerra al Eje (27-03-1945). Fin de la Guerra. La intransigencia radical: La Declaración de Avellaneda (abril de 1945). Reunión americana en Chapultepec (21 de enero al 8 de marzo de 1945).Relaciones con los E.E.U.U.;<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Spruille Braden (09-05-1945). La marcha de la Libertad y la Constitución (19-09-1945).<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La renuncia de Perón (09-10- 1945). El 17 de Octubre de 1945. Cipriano Reyes. El proceso electoral (24-02-1946).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<h1 style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Bolilla 8</span></h1>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">8.1.-Presidencia de Juan D. Perón</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> (04-06-1946 al 12-10-1952). Domingo Mercante Gobernador de Buenos Aires. Eva Perón. Leyes del sufragio femenino y la provincialización de los territorios nacionales. La Tercera Posición (06-07-1947). El Primer Plan Quinquenal: Las nacionalizaciones. La política social: la organización obrera. La reforma constitucional de 1949.Arturo Sampay. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El renunciamiento de Eva Perón (22-08-1951). El alzamiento militar de Luciano B. Menéndez (28-09-1951). La exploración de la Antártida: General Hernán Pujato.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">8.2.-La segunda presidencia de Juan Perón</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">. (12-10-1952 al 16-09-1955).El Segundo Plan Quinquenal. La Guerra de Corea. La muerte de Eva Perón (26-07-1952). Carlos Aloé, Gobernador de Buenos Aires. El partido demócrata cristiano. La ley de divorcio y supresión de la enseñanza religiosa (diciembre de 1954). El conflicto con la Iglesia. Exoneración de Mons. Tato y Mons. Novoa. El contrato de la California (abril de1955). La insurrección militar del 16 de junio de 1955.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“La Revolución Libertadora” </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<h1 style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Bolilla 9</span></h1>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">9.1.-La presidencia de Lonardi</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> (23-09-1955 al (13 -11-1955). <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Presidencia del Gral. Pedro E. Aramburu</b> (13 -11-1955 al 01-05-1958). El levantamiento de Juan Valle (09-06-1956).La resistencia peronista. </span><span lang="ES-AR" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-AR;">John</span><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> W. Coocke La reforma constitucional (30-08-1957). Las elecciones presidenciales (23-03-1958). El pacto Perón- Frondizi.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">9.2.-La Presidencia de Frondizi</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> (01-05-1958 al<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>29-03-1962. El desarrollismo. Frigerio. La política petrolera. El conflicto universitario. Renuncia de Gómez (18-11-1958). El Plan Conintes. Los planteos militares. Tratado Antártico (23-06-1961). Oscar Alende Gobernador de Buenos Aires; el triunfo peronista. (18-03-1962). </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">9.3.-El gobierno de José M. Guido</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> (29-03-1962 al 12-10-1963). La política económica: Pinedo y Alzogaray. Política y Fuerzas Armadas: Azules y colorados. "El comunicado 150".La abstención peronista. La elección presidencial (07-07-1963).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">9.4.-La Presidencia de Arturo Illia</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> (12-10-1963 al 28-06-1966). La anulación de los contratos petroleros. Anselmo Marini Gobernador de Buenos Aires. El Plan de lucha de la CGT. El retorno de Perón (02-12-1964). El vandorismo. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">9.5.-La Revolución Argentina: Presidencia de Juan C. Onganía</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> (29-06-1966 al 08-06-1970). La noche de los bastones largos (28-07-1966). La política económica. Krieguer Vasena. El “Cordobazo” (mayo de 1969). El secuestro de Aramburu (28-05-1970). Las “formaciones especiales” Montoneros, Far, ERP. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Presidencia de Roberto Levingston </b>(18-06-1970 al 23-03-1971).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">9.6.-Presidencia de Alejandro Lanuse</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> (23-03-71 al 25-05-1973). “El Gran Acuerdo Nacional”. “La Hora del Pueblo” 811-11-1970). La Reforma Constitucional. Los hechos de Trelew (22-08-1972). El Regreso de Perón (17-11-1972).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Bolilla 10</span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">10.1.-Presidencia de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Héctor Cámpora </span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">(25-05-1973 al 03-07-1973). Los incidentes de Ezeiza (20-06-1973). Asesinato de Rucci.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">10.2.-Tercera Presidencia de Perón</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> (02-10-1973 al 01-07-1974). El Plan Trienal. El Modelo Argentino. El ataque al Regimiento de Azul (20-01-1974). Renuncia del Gobernador Bidegain. Intervención a Córdoba (marzo de 1974).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">10.3.-Presidencia de María Estela Martínez de Perón</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">. (01-07-1974 al 24-03-1976). López Rega. Montoneros en la clandestinidad. La ley de Contrato de Trabajo (octubre de 1974). “El Rodrigazo” (junio de 1975). Interinato de Italo Luder (13-09-1975). El gobernador de Buenos Aires Victorio Calabró. Sublevación del Brigadier Capelini (18-12-1975).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Bolilla 11</span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">11.1.-El Proceso de Reorganización Nacional. Presidencia de Jorge Videla </span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">(24-03-1976 al 29-03-1981). La política económica: Martínez de Hoz. “La Guerra Sucia”. Las madres de Plaza de Mayo. El paro de los “<metricconverter productid="25”" w:st="on">25”</metricconverter> (27-04-1979). El conflicto con Chile. La mediación de Samoré (23-12-1978).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">11.2.-La Presidencia de Roberto Viola</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> (29-03-1981 al 11-12-1981). “La Multipartidaria” (04-07-1981) Muerte de Balbín (09-09-1981). <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">La Presidencia de Leopoldo Galtieri</b> (11-12-1981 al 17-06- 1982). La guerra de Malvinas (02-04-1982). <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Presidencia de Reynaldo Bignone</b> (01-07-1982 al 10-12-1983). El documento del punto final (abril de 1983). La campaña electoral. (30-10-1983).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Bolilla 12</span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><span style="font-family: Garamond;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES">12.1.-La Presidencia de Raúl Alfonsín</span></b><span lang="ES"> (10-12-1983 al<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>1989).</span><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;"> Segundo Congreso Pedagógico Nacional (30-09-1984) </span><span lang="ES">La “Conadep” y el juicio a las Juntas (22-04-1985). La consulta popular por el acuerdo sobre El Beagle (25-11-1984). La política económica: </span><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">El Plan Austral (14-05-1985) y el<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>Plan Primavera (agosto de 1988). </span><span lang="ES-MX"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: medium;"><span style="font-family: Garamond;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES">12.2.-</span></b><span lang="ES"> La ley del punto final (diciembre de 1985). El levantamiento de </span></span></span><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Semana Santa (abril de 1986)<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La ley de la obediencia debida (29-05-1986). </span><span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-MX;">La sublevación de Monte Caseros <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">(</b>16 de enero de 1988); La crisis de Villa Martinelli; Aldo Rico </span><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: Garamond;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">(</span></b><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;">2 de diciembre de 1988). El coronel Seineldín. La toma de La Tablada.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></span></span><span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-MX;">Enrique Gorriarán Merlo (l 23 de enero de 1989). </span><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Las huelgas de la CGT. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Garamond; font-size: medium;">La hiperinflación. </span></span><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">La gobernación de Armendáriz. La Renovación Peronista. Cafiero Gobernador de Buenos Aires (06-09-1987). Carlos Menem.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Bolilla 13</span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">13.1.-</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">La primera Presidencia de Carlos Menem</b>: (</span><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Garamond; font-size: medium;">08/07/ 1999 al 08/07/1995). <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El Consenso de Washington. La convertibilidad: Domingo Cavallo. Las privatizaciones. Las “relaciones carnales” con los </span></span><span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-MX;">EEUU. El MERCOSUR. </span><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">Los acuerdos fronterizos con Chile. EL Pacto de Olivos. La Reforma Constitucional de 1994.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;">13.2.-</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"> <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">La segunda Presidencia de Carlos Menem</b> (del 10</span><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Garamond; font-size: medium;">/12/1995 al 10/12/1999). L</span></span><span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-MX;">as denuncias por corrupción de funcionarios y los “retornos” en la obra social de jubilados y pensionados PAMI. La venta ilegal de armas a Ecuador y a Croacia. Las irregularidades en la contratación con IBM en el Banco Nación. El aumento del desempleo. El asesinato de Luis Cabezas. La Alianza. Las elecciones presidenciales de 1999. Las gobernaciones de Eduardo Duhalde.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-MX;">13.3</span></b><span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-MX;"> La <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Presidencia de Fernando De la Rúa</b> (10/12/1999 al </span><span lang="ES-MX" style="mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Garamond; font-size: medium;">21/12/2001). </span></span><span lang="ES-MX" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-MX;">Los sobornos en el Senado. La renuncia del vicepresidente Carlos Álvarez. Los aspectos económicos: Blindaje Financiero y el Megacanje. La fuga de capitales: el “corralito” y el “corralón”. La renuncia presidencial (20/12/2001). La sucesión presidencial: Ramón Puertas, Camaño, Adolfo Rodríguez Sáa y Eduardo Duhalde.</span><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt;"></span></div>
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JPZ</div>JPZhttp://www.blogger.com/profile/04187104691551996915noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4432756435426016952.post-90941933866146059682011-12-26T18:04:00.003-03:002011-12-26T18:04:55.408-03:00UN BALANCE SOBRE LOS USOS DE LA EXPRESIÓN "GENERACIÓN DEL 80" - (1920-2000)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<a href="http://www.udesa.edu.ar/files/UAHumanidades/DT/DT34-P.PDF">http://www.udesa.edu.ar/files/UAHumanidades/DT/DT34-P.PDF</a></div>JPZhttp://www.blogger.com/profile/04187104691551996915noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4432756435426016952.post-13642193497469291712011-12-26T18:00:00.000-03:002011-12-26T18:00:13.523-03:00EL LIBERALISMO REFORMISTA A TRAVÉS DE LA REVISTA ARGENTINA DE CIENCIAS POLÍTICAS<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
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<a href="http://www.bn.gov.ar/imagenes/investigacion/4.pdf">http://www.bn.gov.ar/imagenes/investigacion/4.pdf</a></div>JPZhttp://www.blogger.com/profile/04187104691551996915noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4432756435426016952.post-34276574779640345762011-12-26T17:57:00.001-03:002011-12-26T17:57:20.238-03:00EL LAICISMO Y LA LEY DE MATRIMONIO CIVIL<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<a href="http://www.uca.edu.ar/uca/common/grupo21/files/03pineiro.pdf">http://www.uca.edu.ar/uca/common/grupo21/files/03pineiro.pdf</a></div>JPZhttp://www.blogger.com/profile/04187104691551996915noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4432756435426016952.post-74946037430664969282011-12-26T17:53:00.002-03:002011-12-26T17:53:51.403-03:00LA GENERACIÓN DEL 80 - ANTECEDENTES Y CONSECUENCIAS<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<a href="http://educ.ar/educar/lm/1197922015267/kbee:/educar/content/portal-content/taxonomia-recursos/recurso/278af8e1-1b80-4f3f-a79e-e3043e4d5fd1.recurso/6d828e01-bc04-48a9-9780-6d8e13efdc01/PD000025.pdf">http://educ.ar/educar/lm/1197922015267/kbee:/educar/content/portal-content/taxonomia-recursos/recurso/278af8e1-1b80-4f3f-a79e-e3043e4d5fd1.recurso/6d828e01-bc04-48a9-9780-6d8e13efdc01/PD000025.pdf</a><br />
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JPZ</div>JPZhttp://www.blogger.com/profile/04187104691551996915noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4432756435426016952.post-22051895624747573622011-12-24T19:21:00.000-03:002011-12-24T19:21:03.068-03:00REFORMA DE LA CONSTITUCIÓN NACIONAL DE 1949<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><strong><u>LA CONSTITUCIÓN PERONISTA </u></strong></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El 11 de Marzo del año 1949 sancionó <personname productid="la Reforma" w:st="on">la Reforma</personname> de la Constitución Argentina, el cual se convirtió en uno de los hechos institucionales, políticos y culturales más importantes de la historia de nuestro país.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Luego de 96 años de vigencia del mismo esquema político - institucional de neto corte liberal había llegado la hora de su reemplazo dados los signos visibles de su agotamiento y frustración, por un nuevo esquema que se adaptara mejor a la realidad económica y social argentina de esos años y a los actores sociales emergentes.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Esta Reforma Constitucional venía siendo reclamada desde mucho tiempo antes por diversos sectores de la sociedad argentina, pero nunca llegó a materializarse a pesar de los diversos proyectos legislativos que se presentaron durante esos años.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Este afán reformador de la dirigencia argentina se puso de manifiesto a partir del quiebre constitucional de 1930 y su intento de reforma frustrado. El radicalismo también se pronunció afirmativamente por la reforma en <personname productid="la Convención" w:st="on">la Convención</personname> partidaria de 1937; varias provincias argentinas (San Juan, Entre Ríos, Buenos Aires, etc.) habían iniciado un nuevo ciclo constituyente local que tendía a receptar las tendencias del</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">Constitucionalismo social; y en América se había abierto un período de reformas constitucionales orientadas en sentido social.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Lo cierto es que existía ya un alto consenso en reformar el texto original de 1853, que ofició de marco legal para el funcionamiento de una democracia de representación restringida, de tinte individualista y liberal, propio del momento histórico de su sanción y de las fuerzas políticas y económicas que predominaban por esos momentos, había quedado desactualizado y ya no podía adaptarse a la cambiante realidad social y económica argentina de la década del `40.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Como sostiene Halperín Donghi, “la restauración del dominio político de los sectores desplazados por el radicalismo tras la ley Sáenz Peña, mediante el fraude electoral hacían que <personname productid="la República" w:st="on">la República</personname> sea una farsa y el orden político un simulacro que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>vivía de una rutina en la que nadie creía y de la que algunos partidos sacaban provecho a espaldas del pueblo”. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El peronismo aparece en medio de esas circunstancias y como fruto, en buena medida, de la crisis del régimen constitucional y de su andamiaje institucional. La singularidad del peronismo viene dada, precisamente, del modo como entendió esa crisis y buscó soluciones alternativas y originales a la misma.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span lang="ES">Origen y naturaleza del peronismo.</span></u></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Para entender la importancia de esta Reforma, hay que hacer un esfuerzo para comprender el origen y la naturaleza del movimiento peronista, ya que Perón no surge del vacío, de la nada, sino que se van dando varias circunstancias favorables para su vertiginoso ascenso hasta convertirse en presidente de <personname productid="la República Argentina" w:st="on">la República Argentina</personname> en el año 1946.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>A través del Golpe de Estado de Junio de 1943 Perón comienza a meterse en la vida pública de nuestro país de una manera silenciosa, siendo coronel se va a desempeñar en el gobierno revolucionario de junio de 1943, en el modesto cargo de jefe de <personname productid="la Secretaría" w:st="on">la Secretaría</personname> del Ministerio de Guerra.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La inesperada aparición del coronel Perón en la escena política argentina se debió a la consecuencia coherente de un proceso comenzado hacia principios de los años ´30, caracterizado por profundas modificaciones en la estructura económica y social de nuestro país. Los cambios económicos están relacionados con la adopción del proceso de sustitución de importaciones y los cambios sociales son consecuencia del crecimiento de la distribución del PBI entre los sectores medios y bajos. Estos cambios trajeron aparejado en lo político el surgimiento del movimiento peronista.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Juan Domingo Perón entendió mejor que ningún otro político de los partidos tradicionales la profundidad de estos cambios. Como sostiene Rapoport, “la antigua clase política no podía seguir gobernando un país que, por otra parte, había dejado de comprender”.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El coronel Perón fue consciente que la situación social y laboral en <personname productid="la Argentina" w:st="on">la Argentina</personname> estaba a punto de explotar y por eso se hizo designar en el Departamento de Trabajo, con objetivos muy específicos. El coronel creía que “los grandes cambios en el mundo del trabajo, la probabilidad de una crisis económica y la existencia de fuertes sindicatos reivindicatorios de izquierda constituían una amenaza revolucionaria que los hombres del GOU se habían comprometido a conjurar” (Rouquié).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">Perón también tenía claro la necesidad de ganar los sindicatos y de atraerse el apoyo de las masas. Entendía que el gobierno revolucionario, militar y nacionalista, no podría mantenerse en el poder mucho más tiempo prescindiendo del apoyo de los sindicatos y obreros.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La forma en que Perón comenzaba a ganarse los sindicatos era a través del contacto directo con los grandes líderes sindicales como Bramuglia y Borlenghi; cuando los sindicatos eran manejados por partidos de izquierda y no aceptaban ser cooptados por Perón, éste buscaba o creaba dirigentes de segunda línea y los apoyaba en contra de sus líderes, o utilizaba sindicatos autónomos con el mismo objetivo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Otra institución de suma importancia y de gran influencia para la sociedad de la época también se sumó originariamente a este movimiento heterogéneo alrededor del coronel Perón; <personname productid="la Iglesia Católica" w:st="on">la Iglesia Católica</personname> reconoció en Perón al heredero de un gobierno militar promotor de la enseñanza religiosa en las escuelas y al adversario de un candidato laico con un programa más progresista en materia de educación y en materia familiar. Con <personname productid="la Iglesia" w:st="on">la Iglesia</personname> se completa así el cuadro de sectores que conformaron el origen heterogéneo del movimiento peronista.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En cuanto a la formación intelectual e ideológica de Perón debemos reconocer múltiples influencias en su pensamiento y posterior accionar como presidente de <personname productid="la República. Influyen" w:st="on">la República. Influyen</personname> así en Perón la “tensión” social de los años 1918-1921, la experiencia como agregado militar en Chile y Europa, la influencia de los Generales Descalzo y Sarobe, los postulados del nacionalismo argentino y latinoamericano y el modelo de desarrollo nacional industrial “prusiano” de la “Nación en armas”. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Siguiendo al historiador peronista Fermín Chávez vemos que “la mayor parte de la obra doctrinaria del propio Perón representa una amplia amalgama constituida por una síntesis de ideas nacional-populista (especialmente de raíz forjista), sindicalista y social cristiana”.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span lang="ES">Presentación de los Proyectos peronistas de reforma constitucional.</span></u></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Volviendo a la temática específica que rememoramos hoy, vemos cómo se incrementaron con el triunfo de Perón en 1946 las iniciativas de reforma constitucional de manera constante; en total fueron once proyectos los que se presentaron en el Congreso, en los primeros tres años de gestión del gobierno peronista. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Cabe resaltar que la mayoría de estos proyectos revestían el carácter propio del Constitucionalismo Social, destacándose entre ellos el proyecto de Arturo Sampay, de Cámpora, de Cooke y de Eduardo Colom.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En este sentido, por ejemplo, Cooke, en su proyecto, va a receptar los contenidos del constitucionalismo social, reiterando la declaración de derechos sociales, con las mismas palabras con las que el propio presidente Perón ya los había proclamado en el año 1947<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y además reconocía expresamente que el Estado había abandonado una posición pasiva, asumiendo nuevas actividades que ya no dependían sólo de iniciativas individuales. En particular, destacaba la presencia del Estado como actor económico excluyente, ante las nuevas y duras condiciones económicas mundiales que trajo aparejadas para nuestro país y toda la región el orden de posguerra.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En estas expresiones de Cooke podemos notar la creencia firme del peronismo en que el Estado era el único capaz de solucionar la cuestión social e instrumentar una política de definitiva unión nacional. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En cuanto al proyecto de reformas, Sampay lo va a presentar sosteniendo que ese proyecto pretende cambiar el sistema de valores de <personname productid="la Constitución" w:st="on">la Constitución</personname> vigente, su ideología, “pues la estructura del poder no es más que un derivado consecuente de la parte dogmática”. Se pregunta, entonces, por la filosofía de la constitución vigente, por los valores que ella representa. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Para Sampay, como para los convencionales peronistas, la constitución argentina está inscripta en el ciclo de las constituciones liberales, exalta la libertad personal, suprimiendo restricciones jurídicas y limitando al Estado a un mínimo de acción. Hay en ella una escisión de dominios, el económico-social, apolítico, reservado a los individuos libres; y el político, limitado a las funciones mínimas que garantizan la marcha del primero. Esta construcción reposa en la idea liberal de un orden natural, espontáneo, tributaria del optimismo antropológico, avalada por la teoría del Estado neutro. Su consecuencia es sabida: el imperialismo y la concentración de riquezas acaban expoliando a la nación y empobreciendo al pueblo, mientras el poder mira en silencio cómo los grupos económicos pujan por sus intereses.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En ocasión de la defensa del proyecto oficial va a sostener Arturo Sampay que:</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">“Por todo ello es que urge incorporar definitivamente al texto de nuestra Carta Fundamental el nuevo orden social y económico creado, cerrando de una vez la etapa cumplida, y desvaneciendo las acechanzas reaccionarias, para que <personname productid="la Constitución" w:st="on">la Constitución</personname> renovada, al solidificar una realidad jurídica que si no puede decirse inconstitucional, es extraconstitucional, sea para los sectores privilegiados de la economía argentina como la leyenda que Dante vio en el frontispicio del infierno: Lasciate ogni speranza e inicien en consecuencia una segunda navegación, orientada hacia la economía social, que si en algo mermará su libertad, hará más libre a la inmensa mayoría del pueblo, porque esa libertad de un círculo restringido, que tanto defienden, se asentaba en la esclavitud de la gran masa argentina”.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Por su discurso popular sobre la defensa de los derechos del pueblo argentino y por concebir al gran problema nacional como social y no político, es que podemos ver en el peronismo a una verdadera revolución social porque tiene como finalidad y como nuevo sujeto protagónico al pueblo, por encima de cualquier otra consideración.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La constitución de 1949 introdujo una verdadera revolución en las concepciones del Estado, la propiedad, la economía y la soberanía.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none;">
<b><u><span lang="ES" style="font-family: "TimesNewRoman,Bold", "serif"; mso-bidi-font-family: "TimesNewRoman,Bold";">La obra de <personname productid="la Convención." w:st="on">la Convención.</personname> (Segovia)</span></u></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i><span lang="ES" style="font-family: "TimesNewRoman,Italic", "serif"; mso-bidi-font-family: "TimesNewRoman,Italic";">Visión panorámica</span></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "TimesNewRoman", "serif"; font-size: 11.5pt; mso-bidi-font-family: TimesNewRoman;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><span lang="ES" style="font-family: "TimesNewRoman", "serif"; mso-bidi-font-family: TimesNewRoman;">El proyecto de Cámpora, parco y amplio, abrió el debate en el Congreso. La consideración legislativa estuvo centrada básicamente en el sentido y alance de las fórmulas del artículo 31 de <personname productid="la C.N. En" w:st="on">la C.N. En</personname> menos de quince días se dio sanción a las leyes 13.233 sobre reforma constitucional y 13.262 de elección de los diputados constituyentes. El 6 de enero de 1949 el Consejo Superior del Partido Justicialista hizo conocer su anteproyecto de constitución.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "TimesNewRoman", "serif"; mso-bidi-font-family: TimesNewRoman;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La propuesta partidaria oficial recibió objeciones por parte de los convencionales peronistas electos, por lo que se decidió formar una Comisión de Estudio del Anteproyecto de Reforma a <personname productid="la Constitución Nacional" w:st="on">la Constitución Nacional</personname> del Bloque Peronista, encabezada por Sampay, para dar unidad ideológica a la propuesta. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "TimesNewRoman", "serif"; mso-bidi-font-family: TimesNewRoman;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><personname productid="la Convención" w:st="on">La Convención</personname>, reunida en Buenos Aires, comenzó con las sesiones preparatorias el 24 de enero de 1949 y concluyó con el juramento del nuevo texto el 16 de marzo de ese año. La constitución reformada fue sancionada el 11 de marzo de 1949.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "TimesNewRoman", "serif"; mso-bidi-font-family: TimesNewRoman;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Esta Convención fue, lamentablemente, un encuentro peronista, pues la oposición radical, minoritaria, se retiró luego de criticar tanto el procedimiento de la reforma como las intenciones que se vislumbraban en el proyecto oficial. La circunstancia de que dominara una voz única, le quitó a la asamblea la riqueza del debate ideológico encontrado; las discusiones son aparentes y las exposiciones uniformes, anodinas por momentos. Salvo Sampay, reina una mediocridad general. Sólo Sampay aporta luz a la reforma.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span lang="ES"><span style="text-decoration: none;"></span></span></u></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span lang="ES">Lugares comunes de la reforma (Segovia).</span></u></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El mensaje reformista descansó en algunos tópicos. El primero es la caducidad de la constitución de 1853, que casi todos trataron con benignidad, como quien guarda compostura frente a un muerto; en todo caso, según las palabras de Luder, el mejor modo de rendir tributo a esa constitución era reformándola, adecuándola a las novedades que trae la mudanza histórica. Al fin y al cabo se vivía en un mundo diferente al del siglo XIX, incomparable desde el punto de vista técnico como del político-ideológico; la evolución era seña de envejecimiento y aguijón de los cambios.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El segundo tópico está encerrado en el carácter sociológico de las reformas propuestas, que tratan de apresar la evolución hacia el constitucionalismo social que Europa vive desde fines de la primera gran guerra. La reforma es sociológica en un doble sentido: primero, porque recoge (y proyecta) instituciones que desde hacía décadas tenían vigencia independientemente de la letra constitucional; y segundo, porque se acomodaba al espíritu que presidía estos cambios: una nueva concepción jurídica centrada en la justicia social y en la función social de los derechos, antes que en el individuo y sus inalienables derechos. Como dijera Pérez, se trata de llevar a la constitución un orden de hechos ya establecidos y el espíritu que los inspira, porque de no hacerlo, se corre el riesgo de no asegurar su permanencia.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Sin embargo, este tópico choca fuertemente con otro que se repite hasta el cansancio: que la reforma es revolucionaria, porque entroniza constitucionalmente las instituciones y la doctrina de la revolución peronista. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Pero la contradicción es solo aparente, discursiva. Lo que se ha querido expresar es una suerte de síntesis entre una doctrina y unas realizaciones revolucionarias (el peronismo) y una norma que acoge esa doctrina y esas realizaciones (la constitución peronista).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En todo caso, la reforma constitucional es sociológica en tanto que recepta lo logrado por el peronismo; pero, en tanto que lo receptado es capítulo de una revolución en curso, la reforma misma es revolucionaria. Y no podía ser de otro modo porque, en principio, varias instituciones concretas (particularmente las económicas y las</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">de asistencia social) ya estaban impuestas por el gobierno peronista, cuando no venían de antes, y por eso la reforma es sociológica, reflejo de evoluciones pasadas y recientes; mas, al mismo tiempo, al consagrar lo acontecido y mudar la doctrina constitucional (del espíritu liberal al espíritu peronista), la constitución quedaba abierta a la incorporación de las futuras evoluciones del gobierno nacional.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span lang="ES"><span style="text-decoration: none;"></span></span></u></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span lang="ES">Influencia de <personname productid="la Cosmovisión Cristiana" w:st="on"><personname productid="la Cosmovisión" w:st="on">la Cosmovisión</personname> Cristiana</personname> en <personname productid="la Constitución" w:st="on">la Constitución</personname> de 1949.</span></u></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La concepción filosófica de la reforma constitucional de 1949 va a estar imbuida de la influencia de la democracia cristiana, y esto se va a ver reflejado en varios artículos de la constitución reformada, aunque en la mayoría de los casos en forma implícita, como por ejemplo cuando se habla de la </span><span lang="ES" style="font-family: "TimesNewRoman", "serif"; font-size: 11.5pt; mso-bidi-font-family: TimesNewRoman;">“restauración del orden natural de la sociedad mediante el vigorizamiento de la familia” como principal política futura. También podemos ver reflejada la influencia cristiana cuando se habla de la justicia social en el orden económico.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "TimesNewRoman", "serif"; font-size: 11.5pt; mso-bidi-font-family: TimesNewRoman;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>De acuerdo a esta concepción la nueva constitución puede juzgarse como una norma nacionalista, que estimula y protege a la familia, y que toma al trabajo como pilar del nuevo orden económico.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span lang="ES">Personalización del Poder y estatización de los servicios públicos.</span></u></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span lang="ES"><span style="text-decoration: none;"></span></span></u></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">Otro tema a destacar de la reforma constitucional es el relacionado con la<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>personalización del poder que estaba acompañada, en el proyecto peronista, de un creciente estatismo, donde el Estado comenzó a hacerse cargo de los problemas sociales del trabajo y de ciertas regulaciones económicas, de modo tal que su protagonismo fue cada vez mayor.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La personalización del poder, consagrada por la reforma, constituía para Perón<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>no un defecto del sistema político sino una virtud que tenía que ser explotada en beneficio de <personname productid="la Nación." w:st="on">la Nación.</personname></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Uno de los artículos que más críticas cosechó desde el movimiento opositor y desde el extranjero fue el artículo 40 de la nueva Constitución, que consagraba y consolidaba la estatización de los servicios públicos. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El Artículo 40 de <personname productid="la Constitución" w:st="on">la Constitución</personname> de 1949 era la ingeniería constitucional para llevar a la practica las banderas del peronismo: "…la organización de la riqueza y su explotación tienen por fin el bienestar del pueblo, dentro de un orden económico conforme a los principios de la justicia social…." Para eso "…el Estado, mediante una ley, podrá intervenir en la economía y monopolizar determinada actividad, en salvaguardia de los intereses generales y dentro de los límites fijados por los derechos fundamentales asegurados en esta Constitución...","…los minerales, las caídas de agua, los yacimientos de petróleo, de carbón y de gas, y las demás fuentes naturales de energía, con excepción de los vegetales, son propiedad imprescriptibles e inalienables de <personname productid="la Nación" w:st="on">la Nación</personname>…", "…los servicios públicos pertenecen originariamente al Estado, y bajo ningún concepto podrán ser enajenados o concedidos para su explotación. Los que se hallaran en poder de particulares serán transferidos al Estado, mediante compra o expropiación con indemnización previa, cuando una ley nacional lo determine…".</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En esta misma línea de ideas el artículo 68 estableció como función del Congreso la distribución y la colonización de tierras, procurando el desarrollo de la pequeña propiedad agrícola en explotación.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span lang="ES"><span style="text-decoration: none;"></span></span></u></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span lang="ES">Reelección, caudillismo y liderazgo.</span></u></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Detengámonos en la cláusula que permitía la reelección indefinida de Perón. La democratización de los poderes se concentra en el Poder Ejecutivo, en la elección directa del presidente y su reelección. Es la reelección, uno de los temas cruciales y Sampay lo sabe, por eso dedica la parte final de su discurso a descifrar el sentido de la institución.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El primer argumento a favor es el democrático: si el pueblo es quien elige a los titulares del poder, es contradictorio que la constitución le prohíba hacerlo con determinadas personas que reúnen las condiciones para ser electas. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El segundo argumento desmitifica la cultura política latinoamericana: nuestros pueblos son cívicamente maduros, ha pasado ya el tiempo del fraude y la violencia que no se debió, por otra parte, a una supuesta incultura sino al imperialismo servido por criados locales. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El tercer argumento pretende demostrar la bondad de la reelección en general: son pocas las constituciones que la prohíben, porque están persuadidas de que, como dijera Hamilton, es conveniente la continuidad por un tiempo determinado para dar estabilidad a la administración.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El argumento central de Sampay es el cuarto, que justifica la reelección en atención a “las circunstancias políticas excepcionales que vive el país [que] nos obligan a asumir la responsabilidad histórica de esta reforma”. Según Sampay, el país vive un “profundo proceso revolucionario” de superación del liberalismo burgués, proceso a cargo de los “sectores populares argentinos tras una personalidad política excepcional, que después de tomar conciencia histórica de la crisis, después de precisar lo que con ella muere y lo valioso que por ella se regenera, porque es lo inmutable y eterno de la civilización cristiana, conduce al país, con firmeza y clarividencia, hacia la superación del momento crucial que vive el mundo”.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En la frase que sigue a continuación Sampay caracteriza la excepcionalidad del poder de Perón y de la revolución peronista:</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“Este movimiento popular en torno al general Perón –porque, cronológicamente lo primario fue el jefe político, y lo consecuente la formación de los cuadros masivos que lo sostienen- se funda en una amplísima confianza en su virtud política y apunta a la realización revolucionaria de los más altos valores en la comunidad, porque el vínculo que unifica al General Perón y a las masas populares argentinas es la participación en la misma empresa nacional. Esta forma extraordinaria de gobierno –sociológicamente hablando, porque jurídicamente se da en las democracias, a la inversa de los totalitarismo rojos o pardos, en la regularidad de las formas establecidas, como es el caso de la leadership de los presidentes americanos reelegidos hasta la muerte- es, por su propia naturaleza de carácter personal y temporal: la confianza del pueblo no se transmite porque se asienta en la sublimación del prestigio de un hombre, y la acción personal en consecución de la empresa sólo se agota cuando se cumplen sus objetivos. Se comprende, entonces, Señor Presidente, que si la suerte de esta empresa argentina depende de la posibilidad constitucional de que el General Perón sea reelegido Presidente de <personname productid="la República" w:st="on">la República</personname> por el voto libre de sus conciudadanos, debe quitarse de <personname productid="la Constitución" w:st="on">la Constitución</personname> ese impedimento que no aconsejan ni la prudencia política ni la circunstancia histórica que vive el país.”</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span lang="ES">Los derechos sociales.</span></u></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Los Derechos del trabajador, de la familia, de la ancianidad y de la educación y la cultura fueron el vértice de un nuevo concepto de democracia a partir del gobierno peronista. La nueva constitución introduce un nuevo concepto de ciudadanía delineado por dos pilares: los derechos sociales y la justicia social.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El artículo 37 se explayaba sobre los derechos del trabajador: El derecho de trabajar; a una Retribución Justa; a <personname productid="la Capacitación" w:st="on">la Capacitación</personname>; a condiciones dignas de trabajo; a la preservación de la salud; al bienestar; a la seguridad social; a la protección de su familia; al mejoramiento económico y a la defensa de los intereses profesionales.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Aparecen por primera vez en <personname productid="la Argentina" w:st="on">la Argentina</personname> los derechos de la familia, unidad básica de la sociedad y pilar del desarrollo de <personname productid="la Nación." w:st="on">la Nación.</personname></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Se sancionaron los derechos de la ancianidad: el derecho a la asistencia; a la vivienda; a la alimentación; a la salud física; al cuidado de la salud moral; al esparcimiento; al trabajo; a la tranquilidad y al respeto.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span lang="ES">Nuevo concepto de la propiedad.</span></u></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Una de las claves de la sociedad construida por el primer peronismo residía en la nueva función social que adquiría la propiedad privada. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La constitución introdujo un artículo que define "…la función social de la propiedad, el capital y la actividad económica…". Para garantizar ese concepto, en el artículo 38, se estableció que "…la propiedad privada tiene una función social y, en consecuencia, estará sometida a las obligaciones que establezca la ley con fines de bien común…". </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<br />
JPZ<br />
</div>JPZhttp://www.blogger.com/profile/04187104691551996915noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4432756435426016952.post-27247954380106599982011-12-24T19:13:00.001-03:002011-12-24T19:13:38.973-03:00PRESIDENCIAS FUNDACIONALES<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<h1 style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES"></span></b></h1>
<h1 align="center" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES"><span style="font-size: small;">Mitre – Sarmiento – Avellaneda (1862-1880)</span></span></b></h1>
<h2 style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES"></span></h2>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"></span></div>
<h1 style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: small;">Introducción</span></span></h1>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">El período que va desde la batalla de Pavón (1861) hasta el fin de la presidencia de Avellaneda involucra un conjunto de cambios políticos, económicos y sociales de gran trascendencia para nuestro país. Entre ellos, la reconstrucción institucional de <personname productid="la República" w:st="on">la República</personname> y la finalización de décadas de guerras civiles, configuran la base que dará paso al ‘despegue’ económico y la mayor complejidad social que experimentará Argentina a partir de los ochenta.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Algunos autores (Floria y Belsunce) consideran a la presidencia de Mitre como el último estadio de la ‘Argentina épica’ donde ya se advierten las primeras medidas que conducirán a partir de <metricconverter productid="1880 a" w:st="on">1880 a</metricconverter> una nueva etapa histórica, la de la ‘Argentina moderna’.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Sin embargo, y especialmente durante el período que incluye las presidencias de Sarmiento (1868) y de Nicolás Avellaneda (1880), se aglutinan aquellos cambios que darán paso a la ‘Argentina moderna’: </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 24pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 24.0pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Fin de la división entre interior federal y Buenos Aires liberal. En su lugar, el interior se vuelve liberal gracias a que el Partido Autonomista se vuelve nacional, volviendo los provincianos a asumir la conducción nacional.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 24pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 24.0pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Radicación del inmigrante</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 24pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 24.0pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Desarrollo del ferrocarril</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 24pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 24.0pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Lucha contra el analfabetismo</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 24pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 24.0pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Régimen de tierra</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 24pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 24.0pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Aparición de las primeras industrias</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 24pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 24.0pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Desarrollo de la agricultura</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Presidencia de Mitre (1862-1868)</span></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">La batalla de Pavón (1861) dio al partido liberal la victoria definitiva que le permitirá imponer por la armas su programa de gobierno y su ideología al interior todavía federal. Tal estado de cosas pudo darse por el acuerdo tácito entre los dos principales contendientes en la batalla: Mitre, Gobernador de Bs.As. y líder de la facción liberal, y por otro lado, Urquiza,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Gobernador de Entre Ríos y caudillo de las fuerzas federales, ambos representantes máximos de dichas ideas desde el derrocamiento de Rosas. El ‘acuerdo’ implicaba que Urquiza dejaría libre a Buenos Aires para derribar al gobierno nacional de Derqui, imponer por la fuerza el programa liberal en interior y ‘restablecer <personname productid="la Constitución" w:st="on">la Constitución</personname>’. Como contrapartida, Mitre no molestaría al gobernador de Entre Ríos (Urquiza), comprometiéndose a hacer la paz con esa provincia y Corrientes.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Dicho ‘acuerdo’ daría lugar a un gran malestar dentro de ambas partidos. Como consecuencia, el Partido Liberal se dividirá en el Partido Nacionalista (Mitre) y el Partido Autonomista fundado por Adolfo Alsina, fruto del descontento que la política del acuerdo con Urquiza había gestado en Buenos Aires. Por el lado de las filas federales, Urquiza nunca logro restaurar el respeto perdido luego de su alianza con los porteños – una década después será asesinado por un federal como López Jordán -.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Mitre resumió su programa en el lema “Nacionalidad, Constitución y Libertad”: una Nación unida que sea superior a la suma de sus partes; una Constitución Federal que sea garantía de esas partes; y libertad política que concebida según sus ideas liberales, implicando con ello al libre juego de las instituciones, la libertad de crítica, y la eliminación del caudillaje; es decir, una libertad que debería surgir del triunfo de la ‘civilización’ por sobre la ‘barbarie’. Sin embargo, y dada la debilidad del liberalismo en el interior, Mitre debió usar la fuerza para imponer dichas ‘libertades’. Por lo tanto, mientras por un lado Mitre decía sostener la libertad de los pueblos, al mismo tiempo, se disponía a derribar regímenes que contaban con un amplio consenso popular. Este ‘nudo gordiano’ fue cortado por Mitre argumentando que, dado que esos pueblos no habían elegido a sus representantes libremente, primero debían ser libertados, luego debían dárseles una nueva cultura política, y recién entonces estarían en condiciones de elegir ‘apropiadamente’ a quienes lo iban a representar. Por eso es que quienes fueron los encargados de llevar adelante ese proceso estaban convencidos de estar realizando una misión libertadora y civilizadora.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">CAMPAÑA EN EL INTERIOR:</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">La estrategia de Mitre fue asegurar primero el litoral a través de Corrientes y Santa Fe; sólo respetó a Urquiza en Entre Ríos según había sido pactado. Luego se repetirán las intervenciones en Córdoba donde los liberales ya tenían un gran predicamento, San Luis, Mendoza y San Juan (Sarmiento). En el norte, Tucumán, Catamarca, Santiago del Estero y Salta aceptaron un acuerdo pacífico bajo los auspicios de Marcos Paz (3/03/1862); solo en <personname productid="La Rioja" w:st="on">La Rioja</personname> se generó un autentico desafío a las autoridades nacionales. Su líder era el Chacho Peñaloza quien ya se había opuesto a <personname productid="la Confederación" w:st="on">la Confederación</personname> de Rosas. Su oposición no sólo se fundaba en la aversión a las ideas liberales y centralistas porteñas sino también en la profunda miseria que afectaba a las provincias del norte cordillerano. En su plan de resistencia, primero intentó hacer pie en Tucumán, aunque sin éxito; luego la suerte le fue una vez más adversa en otros combates menores. Quedaba así demostrado que las montoneras gauchas y la falta de recursos ya no podían hacer frente a las fuerzas de línea del gobierno nacional.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">A pesar de las victorias sobre el ‘Chacho’, el Gral. Paunero comprendió que Peñaloza era el único hombre capaz de poner orden en la caótica provincia de <personname productid="La Rioja. Así" w:st="on">La Rioja. Así</personname> también lo comprendió el ‘Chacho’, quién accedió a respetar las autoridades nacionales y pacificar la provincia. Sin embargo, la experiencia solo le sirvió al caudillo para convencerse definitivamente que la voluntad de Mitre consistía en someter al interior. Por ello, en marzo de 1863, el riojano se reveló nuevamente, invitando esta vez a Urquiza a encabezar la conducción del movimiento, en la inteligencia que únicamente el caudillo entrerriano podría llevar otra vez a la victoria al interior federal. No obstante, Urquiza nunca contestó, echando así, y en forma definitiva, la suerte del levantamiento. La combinación hecha entre Sarmiento y Paunero al frente de las fuerzas nacionales dio fin no solo a la revuelta, sino también a la propia vida de Peñaloza, hecho del que Sarmiento se congratularía.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">La muerte del Chacho no bastaría para terminar de zanjar las diferencias entre Buenos Aires y el Interior. En 1866 una nueva revuelta contra las autoridades nacionales, conocida como ‘<personname productid="La Rebelión" w:st="on">La Rebelión</personname> de los Colorados’, tuvo como epicentro la provincia de Mendoza. A las causas ya mencionadas ahora se agregaban el enorme descontento que había generado entre los provincianos la guerra contra el Paraguay (1865-1870), ejemplificado en el gran número de motines y deserciones del frente de batalla. Gracias a ello, el movimiento triunfó en Mendoza con Videla, en San Luis con Felipe Saá, y en Catamarca con Felipe Varela. Semejantes triunfos representaban una amenaza de proporciones suficientes como para que Mitre decidiera volver al país y ordenar que 3500 hombres fueran retirados junto con él del frente paraguayo. Finalmente, Arredondo logró poner fin a la revuelta derrotando a Saá, líder del movimiento, en San Ignacio.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">GESTIÓN DE GOBIERNO:</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Una de las principales preocupaciones de Mitre era consolidar una estrategia nacional. A tal fin, en primer lugar conformó un gabinete que podríamos llamar federal por el origen de sus titulares (los tres eran senadores al momento de ser convocados) en tres carteras clave:</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; mso-list: l1 level1 lfo2; tab-stops: list 18.0pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Wingdings; font-size: 8pt; mso-bidi-font-family: Wingdings; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: Wingdings;"><span style="mso-list: Ignore;">q<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Interior: Guillermo Rawson (San Juan):</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; mso-list: l1 level1 lfo2; tab-stops: list 18.0pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Wingdings; font-size: 8pt; mso-bidi-font-family: Wingdings; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: Wingdings;"><span style="mso-list: Ignore;">q<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Relaciones Exteriores: Rufino de Elizalde (Buenos Aires)</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; mso-list: l1 level1 lfo2; tab-stops: list 18.0pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Wingdings; font-size: 8pt; mso-bidi-font-family: Wingdings; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: Wingdings;"><span style="mso-list: Ignore;">q<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Hacienda: Vélez Sársfield (Córdoba)</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">En segundo lugar, intentó federalizar Bs.As. Sin embargo, la legislatura porteña de mayoría autonomista rechazó su intención. Por tal motivo, Mitre optó por una solución intermedia materializada en la llamada Ley de Compromiso: las autoridades nacionales residirían en Bs.As., quedando la ciudad bajo jurisdicción provincial, hasta tanto el Congreso Nacional dictara la ley definitiva sobre <personname productid="la Capital. La" w:st="on">la Capital. La</personname> Ley tendría cinco años de duración. Cumplido el plazo, en 1866 coincidieron la elección de Alsina como nuevo gobernador de Bs.As. con el fin de <personname productid="la Ley" w:st="on">la Ley</personname> de Compromiso. La situación fue resuelta por el Vicepresidente de Mitre, Marcos Paz, quién sostuvo el derecho que tenía el gobierno nacional de residir en cualquier punto del territorio. Gracias a su buen entendimiento con el nuevo gobernador de Bs.As., el gobierno nacional logró proseguir el cumplimiento de sus funciones desde Bs.As. El problema de la capital federal pudo permanecer en ese precario estado también durante la presidencia de Sarmiento gracias a que el Vicepresidente de Sarmiento fue justamente Alsina. A partir de la presidencia de Avellaneda (1874-1880), el nuevo gobernador de Bs.As. y representante máximo del localismo porteño ahora era Carlos Tejedor, con quién el problema cobrará un dimensión nunca alcanzada hasta entonces, llevando al enfrentamiento por las armas entre las fuerzas nacionales que respondían a Avellaneda y eran conducidas por un joven Roca, y las autonomistas porteñas lideradas por Tejedor, pero contando en esta oportunidad también con el apoyo de Mitre, quién contradecía así su propia política como presidente de <personname productid="la República." w:st="on">la República.</personname></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">OBRA ADMINISTRATIVA:</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; mso-list: l3 level1 lfo3; tab-stops: list 18.0pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Reconstitución de <personname productid="la Corte Suprema" w:st="on">la Corte Suprema</personname> de Justicia y la organización y procedimiento de los Tribunales Nacionales.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; mso-list: l3 level1 lfo3; tab-stops: list 18.0pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Adopción por parte de <personname productid="la Nación" w:st="on">la Nación</personname> del Código de Comercio de Buenos Aires (Acevedo y Vélez Sársfield).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; mso-list: l3 level1 lfo3; tab-stops: list 18.0pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Encargo a Vélez Sársfield la redacción del Código Civil, obra que se terminaría cinco años más tarde, siendo finalmente promulgada durante la presidencia de Sarmiento (1871).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; mso-list: l3 level1 lfo3; tab-stops: list 18.0pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Encargo a Carlos Tejedor la redacción del Código Penal.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; mso-list: l3 level1 lfo3; tab-stops: list 18.0pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Reestructuración y creación de Colegios Nacionales en varias provincias.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">TAREAS PENDIENTES:</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 21pt; mso-list: l4 level1 lfo4; tab-stops: list 21.0pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Mejoramiento de la enseñanza primaria, obra que sería encarada recién durante la presidencia de Sarmiento.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 21pt; mso-list: l4 level1 lfo4; tab-stops: list 21.0pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Problema del indio. Desde la caída de Rosas, la tierras conquistadas al indio se fueron perdiendo paulatinamente debido al esfuerzo militar empleado en las guerras civiles y en <personname productid="la Guerra" w:st="on">la Guerra</personname> del Paraguay. Así quedo pospuesto su plan de llevar la frontera con el indio hasta los ríos Negro y Neuquén. El plan de Mitre era hacer ocupación efectiva del territorio como medio de limitar la expansión indígena ya que había observado que la tierra ocupada por ellos solía pertenecer a enfiteutas y no a propietarios.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 21pt; mso-list: l4 level1 lfo4; tab-stops: list 21.0pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">A pesar de lo dicho en el punto precedente, el gobierno de Mitre no produjo ninguna política especial en materia de tierras o inmigración, en particular porque la inmigración se estaba dando espontáneamente y en número considerable. La única excepción fue el plan que trajo al país los primeros inmigrantes galeses a la pcia. del Chubut.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<h1 style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: small;">POLÍTICA EXTERIOR:</span></span></h1>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">La guerra del Paraguay</span></b><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"> (1865-1870).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<u><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Paraguay antes del conflicto</span></u><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">.</span><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=4432756435426016952#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span></span></span></span></a><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Las relaciones entre los actuales Estados de Argentina y Paraguay comienzan a fraguarse en 1776 con la creación el Virreinato del Río de Plata, con capital en Buenos Aires. Esto significó para Paraguay, por un lado un progreso económico, ya que las comunicaciones con la nueva capital eran más fáciles que con Lima, su antigua capital; por otro lado quedó limitada su autonomía por encontrarse más próxima a la esfera de influencia de la metrópoli regional. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Paraguay declaraba su independencia tres años antes que <personname productid="la Argentina" w:st="on">la Argentina</personname>, (12-10-1813). En dicha epopeya comienza a destacarse la figura del declarado con posterioridad, dictador perpetuo, José Gaspar Rodríguez de Francia. Este hombre fue el responsable del extraordinario crecimiento del Paraguay desde 1816, año que asume la más alta magistratura, hasta su muerte en 1840.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Las políticas del dictador se basaron en las siguientes líneas directrices:</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">·Aislamiento del país a la influencia extranjera.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">·Pacificación del país consolidando una fuerte identidad nacional (se limitó la entrada de extranjeros).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">·Se eliminó casi la totalidad de la aristocracia paraguaya y se confiscaron la mayor parte de las grandes propiedades, estas tierras luego eran arrendadas a bajo precio, además los campesinos más pobres eran dotados gratis con ganado y útiles de labranza.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">·Para realizar la política de puertas cerradas, el dictador Francia debió apoyarse en los sectores que no tenían compromiso con los medios mercantiles porteños, artesanos, clase media rural y pueblo en general; para ello tuvo que debilitar a los grandes comerciantes locales.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">·La economía se define como un capitalismo de Estado que provocó, a su vez, la formación de una burguesía rural. Se intentó diversificar los cultivos con el objeto de hacer a la nación invulnerable frente a presiones económicas del exterior. El Estado era el encargado de monopolizar el comercio exterior pues buscaba que los beneficios quedaran en su poder<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y no en manos de comerciantes privados.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">La muerte de Francia dio lugar al segundo proceso de crecimiento paraguayo encarado por Carlos Antonio López</span><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=4432756435426016952#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span></span></span></span></a><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">, continuador de la política de engrandecimiento iniciada por Francia. En lo político y en lo económico se registran cambios importantes; en el primer caso se cambió de régimen de gobierno pasando ahora a un presidencialismo (solo de jure, de facto seguía siendo una tiranía que se prolongó durante 18 años) gracias a que en 1844 se promulgó la primer constitución paraguaya; en lo económico, apertura del comercio exterior. Sin embargo, no conforme aún con los avances alcanzados, se propuso modernizar desde las raíces a su país, reformando la ley de aduanas que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>permitía ahora la importación de maquinarias e instrumentos de labranza, industria, artesanado y ciencia. Además, el gobierno paraguayo contrató en el exterior profesionales y técnicos para organizar<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y dirigir las empresas estatales, la educación y las obras públicas. López también fue el encargado de modernizar su milicia, construyendo ferrocarriles, líneas telegráficas, una flota fluvial de guerra, poderosos fortines y una red de hospitales militares. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">La balanza comercial siempre arrojaba un balance positivo, la tierra era fiscal en su casi totalidad y los propietarios de predios particulares eran todos paraguayos, pues las leyes se lo prohibían a los extranjeros. La instrucción pública llegó a tal nivel que Alberdi llegó a sostener que Paraguay era un país “donde todos saben leer y escribir”.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Dirá Escalabrini Ortiz respecto a el Paraguay de esta época, “Allá por los años de 1860 el Paraguay era <personname productid="la Nación" w:st="on">la Nación</personname> más próspera adelantada y progresista de todo el continente sudamericano. Sin pedir prestado un solo centavo al extranjero, con sus recursos propios, había construido el primer ferrocarril que se tendió en Latinoamérica, el primer telégrafo, la primer fábrica de armas digna de ese nombre y los primeros altos hornos erigidos en esta parte del mundo. Construía sus propios barcos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en sus propios astilleros, sus telas y sus calzados. Había realizado el prodigio con operaciones muy sencillas. Traía su yerba y sus cueros hasta el puerto de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Buenos Aires. Los vendía y con el oro adquiría en Europa los materiales que necesitaba y contrataba los técnicos que le hacían falta. Nada más simple, honrado y aparentemente más merecedor de elogios”.</span><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=4432756435426016952#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span></span></span></span></a><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">En el año 1862 muere Carlos Antonio López, sucediéndolo (a pesar de <personname productid="la Constitución" w:st="on">la Constitución</personname>) su hijo Francisco Solano López, para aquel entonces jefe supremo de las fuerzas armadas y un auténtico caudillo popular. En Buenos Aires, casi simultáneamente, hacía lo propio Bartolomé Mitre. En esta coincidencia histórica puede observarse el antagonismo político casi ideal de ambas figuras: López, defensor del patrimonio nacional para asegurar el desenvolvimiento autónomo frente a los extranjeros; Mitre ferviente entusiasta del liberalismo europeizante que solo veía progreso en la entrega del patrimonio al capital extranjero, que según él sería el único capaz de arrancar de la barbarie a esta América todavía sumida en lo indígena y lo hispánico. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<u><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Hegemonía brasileña después de Caseros</span></u><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">.</span><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=4432756435426016952#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span></span></span></span></a><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">La tesis que sostiene J.M. Rosa es que la guerra contra Paraguay cierra el proceso histórico que había comenzado en la guerra contra <personname productid="la Confederación Argentina" w:st="on">la Confederación Argentina</personname> de 1851 o dicho en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>términos más concretos, contra Rosas. Rosas representaba para el Imperio un enorme escollo para sus aspiraciones expansionistas, ya que había logrado la unidad de la mayor porción del ex virreinato del Plata consolidando la unidad de las 14 provincias enemigas; había impedido el avance Imperial en Paraguay y Uruguay; no reconocía la ocupación de <personname productid="la Misiones Orientales" w:st="on">la Misiones Orientales</personname> ni la libre navegación de los ríos interiores argentinos orientales o paraguayos; y sobre todo, alentaba la posibilidad de unir a todos los pueblos de habla hispana. Esto en conjunto amenazaba la propia seguridad del Imperio del Brasil.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<u><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Brasil - Paraguay</span></u><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Diplomacia del cañón”</i>.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Brasil se sentía con el derecho de poder exigir al Paraguay ventajas fronterizas, fluviales y de participación política. El Imperio se consideraba el responsable de la definitiva independencia de Paraguay al eliminar a quién siempre la puso en duda, y exigía por ello que se le tratara con ciertas ventajas. En particular, el Imperio pretendía la libre navegación del río Paraguay. Pero estas no eran razones suficientes para López. Menos aún desde la soberbia con la que solía manejarse el Encargado de Negocios brasileños en Asunción, Pereira Leal. La situación se descompuso definitivamente cuando Leal le recordó a López las fuerzas militares y navales del Brasil. Los hechos concluyeron con la expulsión de Leal de Paraguay.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Como respuesta al agravio, en 1854 la escuadra brasileña se dirigió a Asunción con la esperanza de que su sola presencia fuese suficiente para amedrentar a López; era la diplomacia del cañón. López puso a Asunción en estado de guerra. El jefe de la escuadra imperial, al ser apercibido por López, tuvo que dejar su escuadra en Tres Bocas para dirigirse a negociar con un solo buque. Finalmente, lo único que consiguió la escuadra brasileña de estas negociaciones fue un desagravio hacia S.M. el emperador por la expulsión de Leal. Sin embargo, lo más importante era conseguir que López aprobara la libre navegación del Paraguay porque era la ruta más importante que comunicaba al imperio con el Matto Grosso. López le propuso solo una libertad de navegación restringida, previa autorización a solo dos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>buques de guerra de escaso poder bélico. Así las cosas, Oliveira regresó con logros demasiado pobres en comparación con las pretensiones originales del Imperio. Poco tiempo después (1856) el Canciller Paranhos hizo saber a Paraguay que desaprobaba el tratado Olivera-López.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">De estos hechos ya no se le podía esconder a nadie el irremediable desenlace que tendrían los acontecimientos, “el resultado inevitable será la guerra dentro de seis años”, se le oyó decir a López (Horton Box).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Pero, ¿por qué el Imperio no se había resuelto a destruir a López? La respuesta hay que buscarla en la débil posición estratégica de Brasil, comprometiendo ante una eventual derrota los frutos de Caseros. La alianza entre paraguayos, federales y blancos uruguayos se oponía con alguna ventaja a la otra alianza integrada por brasileños, colorados y liberales porteños. Debía posponerse la guerra para una mejor ocasión. Esa mejor ocasión vendría más adelante de la mano de Urquiza para quien siempre habría los patacones necesarios para mantenerlo al margen de la futura contienda y de la reconquista de los colorados del poder en Uruguay.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<u><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Brasil - Argentina</span></u><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“diplomacia del patacón”.</i> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">En la batalla de Caseros se consolidó el dominio brasileño en ambas márgenes del Plata. Las aspiraciones imperiales de poner fin a la amenaza rosista llegó a feliz término cuando Urquiza, destinatario de los “favores pecuniarios del barón de Mauá</span><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=4432756435426016952#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[5]</span></span></span></span></span></a><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">, asintió la invasión de tropas imperiales del territorio argentino con el objeto de derrotar a Rosas. Luego, por los tratados de 1851, <personname productid="la República Oriental" w:st="on">la República Oriental</personname> pasó a ser política y financieramente un protectorado imperial. Urquiza al dar garantía a aquellos tratados aceptaba, en nombre de Argentina, el protectorado brasileño en Estado Oriental y renunciaba al mismo tiempo a las Misiones Orientales.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">En 1857,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>cuando el barón de Mauá llega a Paraná, consigue el monopolio bancario con amplias facultades, entre las que se destacan, emitir monedas y billetes, sus deudores serían considerados deudores del Estado, quedaba liberado de todo impuesto y sus cajas serían destinatarias de la recaudación nacional. En 1858 ya estaban dadas las condiciones para una filial en Rosario, luego vendría Buenos Aires. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Por lo tanto, al iniciarse la guerra de <personname productid="la Triple Alianza" w:st="on">la Triple Alianza</personname>, Mauá era el árbitro financiero del Plata, y los gobiernos dependían de ello.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Antes de estos sucesos, en 1856, había llegado el vizconde de Abaeté, ministro de Negocios Extranjeros, debido a que necesitaba establecer un pacto para estrechar filas con Urquiza con motivo de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>los serios enfrentamientos que en 1854 había tenido el Imperio con Paraguay. El tratado, firmado por Urquiza, garantizaba la libre navegación del río Paraguay.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Esto obligaría a hacerlo valer en caso de un previsible no reconocimiento por parte de Paraguay. Así, Urquiza fue el primero en atar los destinos de Argentina a los vaivenes del imperio.<i style="mso-bidi-font-style: normal;"></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Toda esta situación era tenida en cuenta por López, quién advertía agudamente los estragos que la diplomacia del patacón causaban en Argentina, “Ningún resultado ha conseguido <personname productid="la Confederación Argentina" w:st="on">la Confederación Argentina</personname> porque ha perdido su nacionalidad y patriotismo”</span><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=4432756435426016952#_ftn6" name="_ftnref6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[6]</span></span></span></span></span></a><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">. Sin embargo, Paraguay consideraba que todavía contaba para su inevitable conflicto con Brasil con la masa de los federales argentinos y blancos orientales.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Curiosamente, Rosas, aunque antiguo enemigo de Paraguay por no reconocer su independencia, nunca hubiera permitido que el extranjero navegara el Paraná o cruzara las Misiones para hacerlo. Así, López llegó a la conclusión que desde la caída de Rosas, correspondía al Paraguay (impermeable a la diplomacia del patacón) poner límites al Imperio.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<u><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Paraguay y la unidad nacional</span></u><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">: López<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>intervino en el acuerdo del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">11-11-1859</i> que posibilitó <personname productid="la Unidad Nacional" w:st="on">la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Unidad Nacional</i></personname>, poniendo fin a la separación de Bs.As. de <personname productid="la Confederación Argentina." w:st="on">la Confederación Argentina.</personname> Urquiza fue quien le había solicitado mediar en su enfrentamiento con Bs.As., el que le sería finalmente favorable al vencer en forma aplastante a los ejércitos de Mitre en la batalla de Cepeda. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Luego de la victoria, se le debe a López el haber evitado el baño de sangre a producirse en Bs.As. cuando Urquiza se dirigía con toda su furia. Penosamente se llevaron a cabo las negociaciones hasta que el 10 se concluyó el pacto de Unidad Nacional: Buenos Aires se unía a <personname productid="la Confederación" w:st="on">la Confederación</personname>, se modificaría <personname productid="la Constitución Nacional" w:st="on">la Constitución Nacional</personname> y se reservaría su banco y su ferrocarril. Al día siguiente, Urquiza lo ratificaría solemnemente.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<u><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Política oriental</span></u><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">. Los blancos en el gobierno.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Los blancos orientales son a los federales Argentinos, lo que los colorados a los unitarios. En estos términos es que un blanco, Bernardo Berro asume la presidencia del Uruguay en 1860. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Desde un comienzo quiso pacificar el país dictando la amnistía a todos los colorados excluidos del ejército y la política de su país. Pero uno de ellos, Flores, prefirió formar parte del ejército de Mitre. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Flores era jefe de la vanguardia de Mitre y el máximo exponente del partido colorado. Desde esa condición, Flores pide participación en los destinos públicos de su país. Su idea era realizar una revolución apoyada desde el exterior, en particular desde <personname productid="la Argentina" w:st="on">la Argentina</personname> de Mitre. Sin embargo, el presidente uruguayo creía en la buena fe de Mitre a pesar de que los preparativos de Flores se hacían a plena luz del día y bajo los secretos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>auspicios de Mitre. Pero López no era tan crédulo como Berro, quien ya en marzo de 1862 le dirá, “...Flores ha de ir a Uruguay día más o día menos, y que lo iba a hacer sin decir ‘allá voy’ ” (Transc. Por L.A. de Herrera La diplomacia, etc...,I 399).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">El futuro desplazamiento de los blancos también gozaba del apoyo brasileño, especialmente después que se conocieron las noticias de Pavón. Sin embargo, debido a un conflicto entre el Imperio y Gran Bretaña (cuestión Christie), Flores solo contó para iniciar la guerra civil en <personname productid="la República Oriental" w:st="on">la República Oriental</personname> en 1863 con el apoyo de Mitre. No obstante, Flores se las arreglaría para reunir hombres y armas provenientes tanto de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Bs.As. como de Brasil.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Sobre la iniciativa de Flores, José María Rosa postula tres hipótesis probables con respecto a los apoyos que le permitieron iniciar el conflicto. La <i style="mso-bidi-font-style: normal;">primera</i> de ellas es que Flores actuó por su cuenta; es la posición de la historiografía oficial argentina. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">La <i style="mso-bidi-font-style: normal;">segunda</i> sostiene que Flores actuó de acuerdo con Mitre; en este sentido se argumenta que Flores era General del ejército argentino; el no pronunciamiento de Mitre ante las pruebas de su futura agresión; y el hecho que Flores salió de día y en el buque de guerra argentino Caaguazú. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">La <i style="mso-bidi-font-style: normal;">tercera</i> supone que Flores y Brasil estaban de acuerdo con los ministros de Mitre, a espaldas del general, debido a la segunda hipótesis, ésta queda prácticamente invalidada.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">El comienzo de las hostilidades de Flores en Uruguay fue el que provocó aquel inevitable enfrentamiento que había mencionado López, entre Paraguay y Brasil, al que además, Argentina se encontraba atada. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Brasil y Argentina juntos actuaban en favor de Flores; Paraguay apoyando el gobierno legal de Berro. La intervención brasileña no se hizo esperar y en 1864 la escuadra imperial aparece en el Río de <personname productid="La Plata" w:st="on">La Plata</personname> al mando del almirante Tamandaré que escoltaba a Saraiva con su “ultimátum” al gobierno legal uruguayo (castigo de los criminales, indemnización de los brasileños perjudicados y libertad de los prisioneros de guerra). El 30 de agosto de 1864, Argentina decidió apoyar la invasión brasileña a través de un protocolo formalizado por Saraiva y Elizalde, mediante el cual, se garantiza la colaboración del gobierno argentino en la intervención brasileña en <personname productid="la República Oriental." w:st="on">la República Oriental.</personname> El gobierno del Paraguay enterado de la intervención brasileña comunicó a su representante en Asunción que dicho país “juzgará cualquier ocupación del territorio oriental como atentatoria al equilibrio de los Estados del Plata, descargándose, desde luego, de toda responsabilidad de las ulterioridades”, era la declaración de guerra al Brasil. Mientras la plaza de Paisandú se defendía de casi 10.000 hombres que la asedian, Paraguay envía una escuadra para tomar las posiciones brasileñas en el Matto Grosso. De estos sucesos Brasil no se preocupa puesto que su objetivo principal era tomar Montevideo, y recién después caer sobre Paraguay. El desastre comenzó de manera irremediable para <personname productid="la Argentina" w:st="on">la Argentina</personname> cuando López pidió autorización para transitar con sus tropas por territorio argentino (Misiones) con el fin de salvar la plaza uruguaya. El pedido fue desestimado por Mitre el 10-2-1865. Frente a esto, Paraguay declaró la guerra (19-3-1865) “al actual gobierno de <personname productid="la República Argentina" w:st="on">la República Argentina</personname>”.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">La visión de Alberdi.</span><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=4432756435426016952#_ftn7" name="_ftnref7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[7]</span></span></span></span></span></a><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">En este punto me propongo glosar algunas de las citas que considero más importantes sobre la postura de Alberdi acerca de cuál debería haber sido la actitud argentina frente al Paraguay en función de la política de poder brasileña en el Plata. En ellas, se desprende además la relación y opiniones de Alberdi en relación al gobierno de Mitre.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">“No hay, en efecto, un sólo interés fundamental de orden social, económico, político, geográfico para toda esta porción de América, que no esté comprometida gravemente en la cuestión que hoy se llama del Paraguay, y que no es en realidad sino la cuestión del Brasil, vista por un reverso”. Alberdi asevera en su obra que Argentina llegó al conflicto inducida por los manejos de <personname productid="la Cancillería" w:st="on">la Cancillería</personname> brasileña, sin embargo no hace ninguna alusión al hecho de que tal injerencia se puso patéticamente de manifiesto a partir de sus instigaciones frente a ese mismo país, para destituir a Rosas, el cuál era el más importante reaseguro frente a tal influencia como así lo reconoce el mismo López.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Luego Alberdi se pregunta por qué sería desaconsejable la intervención brasileña en los asuntos del Plata. “...Por dos razones capitales: 1a.Porque el Brasil no es el país que puede dar a los pueblos del Plata los elementos de prosperidad y civilización que a él mismo le faltan por igual causa que a sus vecinos, a saber: lo de su condición de ex colonia del Portugal, emancipada diez años más tarde que las colonias españolas de su vecindad ¿Qué necesitan, en efecto, para el desarrollo de su civilización las repúblicas del Plata? Población inteligente y laboriosa, capitales, industria, artes, ciencias, manufacturas, máquinas, usos, inspiraciones de países más cultos y adelantados en civilización. Pero esto es cabalmente lo mismo que el Brasil necesita, porque carece de ello en el mismo grado que sus vecinos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">2a.Tampoco podría el imperio servir a las repúblicas vecinas en sus intereses de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">paz interior, de gobierno republicano, de centralismo, de igualdad civil sin esclavos, de igualdad fluvial universal</i> y no solo para ribereños, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">de comercio exterior directo, de integridad nacional</i>, porque en todos estos grandes intereses de los países del Plata, <u>servirse a sí mismo, es para el imperio dañar a sus vecinos; servir a sus vecinos es arruinar y destruir la propia existencia del imperio: tanto es el antagonismo</u> que divide, en el fondo, a los anómalos aliados...El hacho es que todo el fondo de la cuestión que se disfraza con la guerra del Paraguay se traduce nada menos que a la reconstrucción del imperio del Brasil”.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Para Alberdi la preponderancia de Brasil en la región trae aparejado un grave problema, la posibilidad de que los ríos interiores no sean libres, evitando un mayor comercio exterior. Esta no es una preocupación nueva para Alberdi, lo mismo le daba que el control se hiciera por <personname productid="la Argentina" w:st="on">la Argentina</personname> de Rosas con la acaparación de los impuestos por parte de Buenos Aires, o por el Brasil imperial.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Ahora Alberdi busca explicar cómo llevó el Brasil a cabo su plan de influencia en el Plata sin encontrar mayores obstáculos, particularmente en Buenos Aires. “...Las dos condiciones de la reconstrucción imperial son la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">conquista</i> y la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">contrarrevolución</i>...Tres son los elementos principales con los que cuenta el Brasil para llevar a cabo esa tarea: 1o.La debilidad de los aliados que los hace ser instrumentos involuntarios del engrandecimiento del imperio. 2o.La inferioridad comparativa del Paraguay.3o.La magnitud y el poder relativos del imperio brasileño...En el Plata son débiles las instituciones, no los hombres ni las cosas. No se equivoca el Brasil en contar con la división que debilita a <personname productid="la República Argentina" w:st="on">la República Argentina</personname>, como con su mejor elemento de predominio. A ella debe, al menos, todo lo que hoy realiza en el Paraguay...El Brasil no está en el Plata, hoy día, por la fuerza de sus cañones, sino por la división argentina, que debilita el poder de esa república hasta quitarle no solamente todo medio de resistir al Brasil, sino hasta crearle la necesidad de traer ella misma al Brasil al corazón de sus negocios...El triunfo del Brasil en el Plata no consiste en la caída del gobierno de López. Ya lo tiene en parte conseguido por la caída del centralismo argentino..., el Brasil podría regalarle toda su escuadra sin riesgo de disminuir...su preponderancia presente, con tal de que su aliado le conserve...la unidad indivisible de la provincia de Buenos Aires, de que es consecuencia lógica y necesaria; 2a.la unidad divisible y dividida de <personname productid="la República Argentina" w:st="on">la República Argentina</personname> en catorce unidades<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>provinciales soberanas, cuyo resultado natural es; 3a.el espíritu de ver amistad y aversión a Buenos Aires en la idea de reconstruir la unidad nacional del poder argentino...;4a.el empeño equivocado de creer, sin confesarlo, que puede existir una causa de Buenos Aires distinta de la causa nacional argentina, y a menudo antagonista. 5a.un modo de ser el amigo de Buenos Aires, equivale en el fondo a ser el enemigo de <personname productid="la República Argentina" w:st="on">la República Argentina</personname>; y 6a...mientras se toma como causa de Buenos Aires, lo que es, por sus efectos prácticos, la causa del Brasil contra Buenos Aires y contra <personname productid="la República Argentina.." w:st="on">la República Argentina..</personname>.Lo que Buenos Aires ha venido construyendo con tanta labor, por espacio de sesenta años, como el edificio de su preponderancia provincial en <personname productid="la República Argentina" w:st="on">la República Argentina</personname>, no es ni más ni menos que el cimiento más sólido del edificio imperial que el Brasil se ocupa de construir en este momento, por la mano de los mismos argentinos”.</span></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">Aquí se presenta una de las directrices del pensamiento político alberdiano, una república centralizada pero sin privilegios de Buenos Aires con respecto a las demás provincias. Confirma esta opinión su incomparable estima a Pueyrredón y su odio a Rosas. Siguiendo en este orden de cosas, Alberdi le hecha la culpa de los males argentinos al federalismo, “La centralización no es otra cosa que la autoridad fuerte, condición de vida de todo Estado...ley natural, según la cual una sociedad necesita de un gobierno común para hacer vida común y general, es decir, vida nacional y de Estado civilizado...Ese cambio (centralismo argentino), dejará al Brasil, más tarde o más temprano, sin la base que hoy ofrece a sus planes de reconstrucción imperial, la división que debilita y frustra la acción del pueblo argentino”.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Alberdi continua desarrollando los motivos que condujeron al Brasil a la guerra; así distingue dos objetivos de guerra: uno ostentado, la libertad; otro oculto, la conquista. “Llevar la libertad interior al Paraguay, era suponer que el pueblo de ese país se consideraba tiranizado por su gobierno...Todo el plan de guerra ha plantificado en esa hipótesis, que el testimonio de los resultados no ha tardado en desmentir...A las ofertas de una libertad interior, de que el Paraguay no sospechaba estar privado, su pueblo ha respondido sosteniendo a su gobierno...El Paraguay cree defender su libertad exterior, y en efecto, la defiende, pues pelea por su independencia...El Brasil es hábil en personificar en López la causa de la guerra..., pero <personname productid="la América" w:st="on">la América</personname> no es ciega para no ver que tras la persona de López, hay seis grandes principios puestos en el mayor peligro, a saber:1º el principio republicano significa el orden establecido; 2ºla libertad fluvial de que depende la del comercio exterior destinado a poblar y civilizar el interior de esa parte de América; 3ºla garantía más eficaz de esa libertad, que es la existencia soberana del Paraguay, país litoral de los afluentes del Plata, que vive de esa libertad; 4ºel equilibrio político de dos sistemas de gobierno y de dos nacionalidades antagonistas; 5ºla igualdad civil o democracia sin esclavos; 6ºel equilibrio americano amenazado por la reconstrucción de un imperio en detrimento territorial de más de una de sus repúblicas...”.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Todas estas opiniones vertidas por Alberdi no tardarían en disgustar a los porteños mitristas. Estas reacciones movieron a Alberdi a profundizar sus críticas, en una serie de cartas</span><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=4432756435426016952#_ftn8" name="_ftnref8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[8]</span></span></span></span></span></a><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">, que por lo demás expresan su opinión sobre los mismos temas pero en término más duros y específicos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">“Toda la prensa del general Mitre ha recibido la consigna de imputarme un folleto titulado:Les dissensions des Républiques de <personname productid="La Plata" w:st="on">la Plata</personname> et les Machinations du Brésil, como un acto de traición. Pertenezco a esas ideas desde muchos años, no solo en su oposición contra el localismo absorbente de Buenos Aires, sino en su afinidad con la tendencia del Paraguay a la resistencia liberal. Nunca he sido extraño a la oposición argentina, que tuvo por aliado natural al Paraguay más de una vez. (Sin embargo) ¿Soy menos consecuente cuando desapruebo la alianza actual con el Brasil, después de haber aplaudido la de 1851?, la inconsecuencia estaría en aceptar las dos; la de 1851, que tuvo por objeto libertar a <personname productid="la República Argentina" w:st="on">la República Argentina</personname> de la tiranía localista de Buenos Aires; y la de 1865 que tiene por objeto restaurar esa dominación sobre las provincias y países interiores; la que sirvió a un interés esencialmente argentino y la que no sirve sino estos dos intereses extranjeros:1o reivindicar la provincia brasileña del Matto Grosso para su dueño; 2o derrocar al Presidente del Paraguay, para que el Brasil logre su objeto y salve su integridad del mismo golpe con que destruye la de sus aliados o instrumentos”.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">“<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los que hallaron preferible la mediación del Paraguay</i></span><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=4432756435426016952#_ftn9" name="_ftnref9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[9]</span></b></span></span></span></i></span></a><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"> a la de Francia e Inglaterra, son los que llevan hoy la guerra a ese pueblo a título de bárbaro! ¿Qué pruebas ha dado ulteriormente de su barbarie que modifiquen la aplicación de los deberes argentinos? Ha sacado la espada en defensa de la independencia de <personname productid="la Banda Oriental" w:st="on">la Banda Oriental</personname> contra el Brasil y ha entrado en Corrientes, en lugar de dejar que el Brasil ocupase esta provincia, como quería el neutral general Mitre, para que hiciera de ella el cuartel general contra el enemigo”.</span></i><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Conclusiones de Alberdi sobre la política de Mitre:<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“No estaría en guerra el general Mitre contra el Paraguay, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">no lo habría llevado antes a <personname productid="la Banda Oriental" w:st="on">la Banda Oriental</personname>,</i> no estaría el Brasil en el Plata si la unión argentina fuese un hecho..<i style="mso-bidi-font-style: normal;">.la guerra es hecha cabalmente para evitar la unión</i>, porque la unión practicada con verdad, es el hacho que debe quitar a <personname productid="la Provincia" w:st="on">la Provincia</personname> de Buenos Aires lo que esta provincia arrebata a <personname productid="la Nación" w:st="on">la Nación</personname> por la división o desunión de su territorio en dos países, uno tributario otro privilegiado. Si Buenos Aires deseara la unión de los argentinos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>no habría necesitado<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>buscarla por el camino de la guerra con el Paraguay. Hay un camino más corto, que está siempre en su mano, y sería devolver a <personname productid="la Nación" w:st="on">la Nación</personname> lo que es de <personname productid="la Nación" w:st="on">la Nación</personname> -su renta, su tesoro-. La triple alianza actual es la liga de tres enemigos natos, cada uno de los cuales desconfía más de su aliado que de su enemigo común”.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">La guerra y sus consecuencias </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">No hubo nunca una guerra más impopular que la llevada por <personname productid="la Argentina" w:st="on">la Argentina</personname> contra el Paraguay. Solo un grupo minúsculo la apoyaba. Fue una guerra cruenta, feroz. Más de 700.000 paraguayos sucumbieron al cabo de cinco años de resistencia. Los altos hornos y la fundiciones fueron volados; los sembrados destruidos; las ciudades arrasadas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Hasta aquí a querido llegar este trabajo, dejando de lado las consecuencias inmediatas y los pormenores del conflicto, queriendo ahora rescatar en palabras de Perez Amuchastegui, cuales fueron las consecuencias atroces de solución a larguímo plazo, a las que tuvo que enfrentar Paraguay, descontando el genocidio, “Paraguay, al comenzar la guerra, (estaba) sin deuda externa, contaba con una renta de £ 1.750.000 que respaldaba una emisión de moneda cuatro veces inferior. Ahora en cambio ya no tenía nada. Y la generosa banca londinense fue en su auxilio: un millón de libras<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>esterlinas en 1871, y dos más en 1872, que nunca llegaron a destino...Pero estos préstamos estaban avalados por 20.000 leguas de tierra fiscal...Según Carlos Pereyra, la deuda externa paraguaya alcanzaba a £ 7.500.000 en 1908...”.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">DIPLOMACIA:</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Perú, Chile y Ecuador firmaron en 1856 un tratado continental a fin de fomentar la unión de las naciones hispano – americanas y así enfrentar la agresión europea</span><span lang="ES" style="font-size: 9pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">.<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=4432756435426016952#_ftn10" name="_ftnref10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 9pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[10]</span></span></span></span></a></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Los firmantes del Tratado decidieron convocar a un Congreso a realizarse en Lima dirigido a contener a Europa y en donde se excluía de su participación expresamente a Estados Unidos. Cuando el gobierno argentino recibió la invitación en noviembre de 1862, la rechazó. El gobierno de Mitre sostuvo que Argentina no compartía ningún tipo de antagonismo hacia Europa, por el contrario, se afirmaba que nuestro país estaba identificado en un todo con Europa.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Tal posición de Mitre, además de expresar una política eminentemente pragmática, sirve para identificar lo que serán una serie de constantes, que a partir de entonces serán relevantes en la formulación de la política exterior de nuestro país:</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; mso-list: l5 level1 lfo5; tab-stops: list 18.0pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Predominio de la relación Argentina – Europa que durará hasta el gobierno de Yrigoyen en el plano político y permanentemente en el plano económico.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; mso-list: l5 level1 lfo5; tab-stops: list 18.0pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Aislacionismo de Argentina frente a las restantes naciones americanas. La idea de Argentina era que cada nación debía bastarse a sí misma y manejarse según los intereses y necesidades presentes en cada país. Tal idea será el inicio del futuro aislacionismo argentino.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; mso-list: l5 level1 lfo5; tab-stops: list 18.0pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">‘Política de no intervención’ en otros países.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">La justificación de Mitre era que las naciones de América Latina, a diferencia de las europeas, no podían ofrecer lo que Argentina necesitaba para su desarrollo: comercio, capitales, inmigrantes y cultura. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Por otro lado, Mitre hablando sobre lo que el consideraba como un falso americanismo, hará una crítica a la inoperancia de una supuesta hermandad de los pueblos americanos, sosteniendo que era tiempo que abandonásemos esa mentira pueril de que éramos hermanitos, y que como tales solo estaríamos enajenando nuestra soberanía; por el contrario Mitre pensaba que como había quedado demostrado con toda claridad en casos como el de las Malvinas, la agresión anglo-francesa contra <personname productid="la Confederación" w:st="on">la Confederación</personname>, la intervención francesa en México y el incidente entre Paraguay y Gran Bretaña, el americanismo era inoperante en la práctica, especialmente sin la participación de Estados Unidos.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">CAMBIOS ECONÓMICOS Y SOCIALES:</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; mso-list: l2 level1 lfo6; tab-stops: list 18.0pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">El censo de 1869 sirve para mostrar la evolución demográfica que estaba sufriendo Argentina. Nuestro país tenía 1.737.000 habitantes de los cuales el 28 % estaba radicado en Bs.As. El 12 % eran extranjeros, de los cuales el 47 % estaba en Bs.As. La primer gran oleada inmigratoria comenzó en 1850 y continuó durante las presidencias de Mitre y Sarmiento.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; mso-list: l2 level1 lfo6; tab-stops: list 18.0pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">EL 75 % de la población era rural aunque solo el 5 % eran propietarios. Por ello, y para reducir el número de grandes propiedades improductivas, Sarmiento se lanzó a la formación de colonias (Chivilcoy) alcanzando a fundar 146 entre Córdoba y Santa Fe.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; mso-list: l2 level1 lfo6; tab-stops: list 18.0pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">El aumento de la población rural por la inmigración posibilitó el aumento del desarrollo agrícola. Dejó de importarse trigo y se empezó a exportar harina. En 1875 el rubro que más había crecido era la producción de cereales y en 1878, el acto más importante de la presidencia de Avellaneda, según el propio presidente, fue la primera exportación de trigo. En cuanto a la ganadería, el ovino reemplazó al vacuno al punto que en 1880 la lana representaba alrededor del 50 % de las exportaciones.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; mso-list: l2 level1 lfo6; tab-stops: list 18.0pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">La importación de máquinas – herramientas creció un 12 % en el período 1868-1874, dato que señala el nacimiento de una industria incipiente. Así, aumento la producción de ropa, jabones, vino y azúcar.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; mso-list: l2 level1 lfo6; tab-stops: list 18.0pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Symbol; font-size: 12pt; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">El ferrocarril tuvo un desarrollo extraordinario. Al Ferrocarril del Oeste, propiedad de la provincia de Bs.As., se sumaron el Ferrocarril del Sur y el Ferrocarril Central Argentino que unía Rosario, Córdoba y Tucumán, ambos de capital británico. El Ferrocarril del Sur servía para dar salida a la producción agrícola de Bs.As. por lo que siempre dio ganancias. El Ferrocarril Central Argentino sólo era una empresa de fomento nacional<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que buscó arraigar nuevos pobladores en el centro del país, por ello siempre dio perdidas. Los capitales argentinos no intervinieron en el desarrollo del país ya que los inversores argentinos preferían invertir en tierras.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-UY" style="font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-UY; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">CUESTIÓN DE LÍMITES CON CHILE:</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">En 1865 Chile denunció el tratado de 1856 (mantenía el estatus quo limítrofe) como transitorio, reclamando al mismo tiempo sus derechos sobre <personname productid="la Patagonia" w:st="on">la Patagonia</personname> (Tesis de Amunátegui). Basado en ese antecedente, el canciller chileno Ibáñez volvió a reclamar en 1872 derechos al este de los andes a partir del río Deseado hacia el sur. Se basaba en que Sarmiento mismo había sostenido tales derechos, aunque en realidad Sarmiento sólo se había referido al derecho de Chile a permanecer en el Estrecho. Desestimando el pedido, Sarmiento contestó que el límite entre los dos países era la cordillera y no la línea divisoria de aguas, aunque sí admitió el derecho de los pueblos del Pacífico de permanecer en el Estrecho, exceptuando <personname productid="la Tierra" w:st="on">la Tierra</personname> del Fuego. El conflicto llegó a su punto más alto cuando el gobierno chileno reiteró sus derechos sobre <personname productid="la Patagonia" w:st="on">la Patagonia</personname> desde el río Diamante hasta el sur, lo que fue rechazado por nuestro gobierno. Finalmente se llegó a<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>un nuevo statu quo: Chile en el Estrecho, Argentina en Santa Cruz.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-UY" style="font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-UY; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Mientras sucedían estos hechos, Argentina llevó adelante dos estrategias clave. Por un lado, <personname productid="la Campaña" w:st="on">la Campaña</personname> del Desierto iniciada por Alsina y virtualmente finalizada en su segunda fase (1879) por Roca. Por otro lado, nuestro gobierno creó una flota moderna<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y dividió <personname productid="la Patagonia" w:st="on">la Patagonia</personname> en las gobernaciones de Patagonia y Magallanes. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-UY" style="font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-UY; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Nuevamente, en 1876 la situación volvió a complicarse cuando un buque chileno detuvo un barco francés en Santa Cruz alegando jurisdicción en esas aguas. En 1877 volvió a repetirse un incidente similar, llegando ambos países al borde de la guerra. Como respuesta, Avellaneda ordenó mover inmediatamente la escuadra argentina y estacionarse en Santa Cruz al tiempo que el Congreso nacional disponía el avance terrestre hasta el río Negro.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-UY" style="font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-UY; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Finalmente, el 6 de Diciembre de 1877 se firmó el tratado Pierro – Sarratea por el cual se consagró un nuevo statu quo: Chile en el Estrecho y Argentina en el Atlántico. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-UY" style="font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-UY; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Fue de gran importancia para acordar dicho tratado la circunstancia que Chile iniciaba por ese entonces una disputa con Perú y Bolivia por los territorios salitreros del norte, problema que desembocó en la guerra entre Chile y <personname productid="la Confederación Boliviano-Peruana" w:st="on">la Confederación Boliviano-Peruana</personname>, el año 1879. Naturalmente, la opinión pública Argentina apoyaba a Perú; sin embargo, Avellaneda se mantuvo neutral continuando así la política exterior de Mitre.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-UY" style="font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-UY; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">No obstante y a pesar del declarado neutralismo argentino, los chilenos no se sentían del todo seguros y enviaron un representante (Balmaceda) para llevar adelante un arreglo de límites definitivo con Argentina. Como resultado de dichas gestiones, en 1881 ambos países firmaron el tratado que definió la cuestión hasta que <personname productid="la Reina" w:st="on">la Reina</personname> de Inglaterra arbitrara sus derivaciones más importantes.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-UY" style="font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-UY; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Paz con Paraguay</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-UY" style="font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-UY; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Cuando la guerra de <personname productid="la Triple Alianza" w:st="on">la Triple Alianza</personname> contra Paraguay terminaba en los hechos,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el canciller argentino pronunció una de las frases más desafortunadas de la diplomacia argentina: “La victoria no da derechos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a las naciones aliadas para declarar por sí los límites suyos que el tratado señaló”. La declaración provocó en Brasil una gran confusión sospechando que nuestro gobierno pretendía anexarse los territorios que ocupaba (Chaco) además de considerarla violatoria del pacto de <personname productid="la Triple Alianza." w:st="on">la Triple Alianza.</personname></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-UY" style="font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-UY; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">El gobierno de Sarmiento empeoró aun más las cosas al sostener que la guerra había sido contra López por lo que al haber muerto el tirano estábamos en paz con Paraguay, por lo tanto, no se puede firmar la paz con quien no se está en guerra. Basta con hacer regresar los ejércitos y esperar a que se constituya un nuevo gobierno representativo en Paraguay. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-UY" style="font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-UY; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Brasil en cambio sostuvo que el gobierno paraguayo es la expresión de una necesidad real y tiene capacidad política y legal. Así la paz puede y debe firmarse con el gobierno que exista.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-UY" style="font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-UY; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">En cuanto a la ocupación del Chaco, Argentina sostendrá que es provisoria y que recién discutirá los límites con un gobierno paraguayo constituido. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-UY" style="font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-UY; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Mitre se sumará a la disputa argumentando que si la victoria no da derechos, entonces ¿para qué habíamos ido a la guerra? Inmediatamente, en Bs.As. estalló una guerra política contra Sarmiento.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-UY" style="font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-UY; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Paralelamente, Brasil mantenía la ocupación militar del suelo paraguayo y se disponía a formar el nuevo gobierno provisional paraguayo quién se volcó naturalmente por la posición de Brasil con quién contaría para intentar recuperar el Chaco. Poco tiempo después, el gobierno paraguayo, apoyado por Brasil, declaraba oficialmente su derecho a discutir los límites territoriales.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-UY" style="font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-UY; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">A esta altura la conclusión era que para Brasil habían quedado firmes sus límites y cuestionados los de Argentina.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-UY" style="font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-UY; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Correspondió a Avellaneda en 1876 firmar el tratado definitivo de paz. Paraguay aceptó los límites argentinos hasta el río Pilcomayo y el territorio chaqueño al norte de dicho río sería sometido al arbitraje del presidente de los Estados Unidos; las islas del Cerrito y Apipé pasaban a Argentina, la de Yaciretá a Paraguay.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Finalmente, en 1878 el presidente Hayes dio su fallo arbitral otorgando todo el territorio en litigio al Paraguay. Cárcano dirá: Paraguay había ganado en la paz lo que había perdido en la guerra.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Presidencia de Sarmiento (1868-1874)</span></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Fue Lucio V. Mancilla quién lanzó en nombre del ejército en campaña en el Paraguay la candidatura de Sarmiento. Era la primera vez que el ejército actuaba como un actor político utilizando la fuerza de la institución en la lucha electoral. Cuando las provicias cuyanas anticipan su apoyo a Sarmiento, Alsina decide abandonar su candidatura a presidente por el partido autonomista y unirse a la fórmula de Sarmiento como su vice. No era fácil la posición de Sarmiento al asumir la primera magistratura. En primer lugar estaba condicionado por su Vicepresidente Alsina, quién le debía haberle dado la estructura partidaria del Partido Autonomista; al mismo tiempo debió enfrentar la oposición mitrista cuya consigna fue ‘voltear al Ministerio’. Es por ello que Sarmiento debía buscar el apoyo de quién le permitiera llevar adelante su obra de gobierno sin condicionamientos. Fue su acercamiento a Urquiza, su antiguo enemigo, el que le daría ese apoyo. Sin embargo, después de consolidar simbólicamente su acuerdo visitando a Urquiza en San José (“Ahora si que me creo presidente”) estalló la revolución federal, latente desde 1861, contra Urquiza. Fue López Jordán el líder de la revuelta. Dos meses después de la visita de Sarmiento, el 11/4/1870, Urquiza y dos de sus hijos eran asesinados y López Jordán se hacía nombrar nuevo gobernador de Entre Ríos. Sarmiento intervino inmediatamente la provincia ordenando reducir la revolución. Finalmente, en enero de 1871 López Jordán es derrotado en Naembé. Con López Jordán desapareció el último ejército provincial que hacía temible a su gobernador y jefe. Dos años después, López Jordán volvió a revelarse invadiendo Entre Ríos pero fue derrotado completa y definitivamente en Don Gonzalo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">También molestó al presidente el accionar de los Taboada en Santiago del Estero para lo cual primero envió al Gral. Rivas al norte con el objeto de limitar su influencia fuera de Santiago. Taboada no tardó en comprender que no podría enfrentar al presidente debiendo aceptar que el gobierno nacional desarmara su sistema de influencias hasta desaparecer con su muerte en 1872.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">LAS IDEAS SOCIOLÓGICAS DE SARMIENTO:</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">La barbarie por el atribuida al interior del país tenía su origen en las costumbres transmitidas por España. Sarmiento solía hablar mal de España considerándola una de las potencias más atrasadas de Europa y de mentalidad cerrada. Tampoco era complaciente con la cultura indígena. Por ello, para Sarmiento era necesario cortar con esas herencias a través de la inmigración proveniente de naciones más desarrolladas que España y de la educación masiva.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">También pesaban la poca densidad de la población y el atraso en el comercio y las comunicaciones.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Eran esas enormes masas populares y atrasadas las que prestaban apoyo a los caudillos, a quienes culpaba del atraso institucional argentino.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">En Facundo contrasta la obra de los primeros liberales argentinos, como Rivadavia, con las de su generación. Mientras los rivadavianos eran iluministas – enciclopedistas, creyentes en la razón y en la adaptabilidad humana a las construcciones institucionales, los actuales desconfían de la posibilidad de modificar la conducta humana sin evaluar primero sus tendencias instintivas. Esas tendencias se moldean a través de la cultura y se cristalizan y se transmiten a través de la familia, formando grupos que coinciden con las razas y cuyas actitudes solo cambian lentamente.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 11pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">“Con las paradojas del Contrato Social se sublevó <personname productid="la Francia" w:st="on">la Francia</personname>; Buenos Aires hizo lo mismo; Voltaire había desacreditado al cristianismo, se desacreditó también en Buenos Aires; Montesquieu distinguió tres poderes y al punto tres poderes tuvimos nosotros…Sólo después de <personname productid="la Revolución" w:st="on">la Revolución</personname> de 1830 en Francia…las ciencias sociales toman nueva dirección, y se comienzan a desvanecer las ilusiones.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 11pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Desde entonces comienzan a llegarnos libros europeos que nos demuestran que Voltaire no tenía mucha razón, que Rousseau era un sofista…Desde entonces sabemos algo de razas, de tendencias, de hábitos nacionales, de antecedentes históricos”.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Por lo tanto, el constructor de instituciones debe adaptarlas a las características y tradiciones culturales de su sociedad, aunque manteniendo una perspectiva racional para llevarlo acabo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Rousseau pensaba que la autoridad se basaba en un contrato razonablemente acordado entre gobernantes y gobernados. Contrariamente, Sarmiento sostendrá que <personname productid="la Revolución Americana" w:st="on">la Revolución Americana</personname> destruyó los fundamentos tradicionales que sostenían un orden, una forma de autoridad, sin que fueran sustituidos por otros. Ese problema no se pudo resolver con un ‘contrato’.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 11pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">“…Donde hay deliberación y voluntad, no hay autoridad…</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 11pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Me explicaré. Arrebatado a <personname productid="la España Fernando" w:st="on">la España Fernando</personname> VII, la autoridad, aquel hecho permanente, deja de ser, y <personname productid="la España" w:st="on">la España</personname> se reúne en juntas provinciales, que niega la autoridad<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>los que gobiernan en nombre del rey. Esto es federación de <personname productid="la España. Llega" w:st="on">la España. Llega</personname> la noticia a <personname productid="la América" w:st="on">la América</personname>, y se desprende de <personname productid="la España" w:st="on">la España</personname>, separándose en varias secciones: federación de <personname productid="la América." w:st="on">la América.</personname></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 11pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">…<personname productid="la República Argentina" w:st="on">La República Argentina</personname> se divide en provincias, no en las antiguas Intendencias, sino por ciudades: federación de las ciudades.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 11pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">…<personname productid="la República Argentina" w:st="on">La República Argentina</personname> se hallaba en esta crisis social, y muchos hombres notables y bien intencionados de las ciudades creían que es posible hacer federaciones, cada vez que un hombre o un pueblo se sienten sin respeto por una autoridad nominal y de puro convenio…</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 11pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Pero <personname productid="la República Argentina" w:st="on">la República Argentina</personname> está geográficamente constituida de tal manera, que ha de ser unitaria siempre, aunque el rótulo de la botella diga lo contrario”.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">¿Cómo establecer la autoridad sin autoritarismo? Aquí chocarán las visiones de Sarmiento y Alberdi. Este último enfatiza la obediencia al poder constituído y enfatiza la necesidad de una autoridad legítima. No basta la mera rebeldía para enfrentar el autoritarismo a excepción de Caseros y <personname productid="la Revolución" w:st="on">la Revolución</personname> de Mayo. En su lugar es preciso amortiguar las demandas evitando así la guerra civil. Se diferenciaba de Sariento señalando que mientras aquél buscaba destruir la ‘barbarie’, él consideraba que había que adaptarse a esas condciones diseñando instituciones que se adapten a ese medio hostil.</span></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Sarmiento era más voluntarista pensando que había que aprovechar la oportunidad de estar en el poder para introducir al máximo las nuevas instituciones.</span></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 11pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“…Dos bases había sospechado para la regeneración de mi patria: la educación de los actuales habitantes, para sacarlos de la degradación moral y de masa en que habían caído, y la incorporación a la sociedad actual de nuevas razas”.</span></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">Para Alberdi, sin embargo, la educación por sí sola había hecho más mal que bien, en el mejor de los casos había sido inocua. Así, en las Bases dirá:</span></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 11pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">“Se hace este argumento: educando nuestras masas, tendremos orden; teniendo orden vendrá la población de afuera.</span></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 11pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Os diré que invertís el verdadero método de progreso. No tendréis orden ni educación popular, sino por el influjo de masas introducidas con hábitos arraigados en ese orden y buena educación…”</span></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">Por lo tanto, para Alberdi el desarrollo económico sería el artífice de todos los cambios, para lo cual había que asegurar la estabilidad política aunque fuera a costa de una dosis de autoritarismo.</span></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">En la práctica, Sarmiento había demostrado también creer en la necesidad de usar la fuerza bruta como demostró en su accionar contra los caudillos del interior. Sólo la población educada y bien remunerada crearía instituciones libres.</span></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">En cuanto al tema inmigratorio, Sarmiento dará su particular parecer en el libro <u>La condición del extranjero en América</u> donde señalaba que el gran agente modernizador de la inmigración atrasada que llegaba a Argentina era la existencia de oportunidades de trabajo, altos salarios y posibilidades de independizarse. La garantía estaba dada en la abundancia de tierras. </span></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">CONTEXTO ECONÓMICO Y CULTURAL:</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Aumentó el tendido de vías ferroviarias que permitió unir ahora las zonas productivas del interior que ahora podían enviar su producción al exterior en condiciones rentables y se desarrolló el telégrafo que unió por primera vez Bs.As. con Rosario y Montevideo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">En materia de colonización, el proyecto de Sarmiento de crear colonias de pequeños productores como <personname productid="la Chivilcoy" w:st="on">la Chivilcoy</personname> no fueron suficientes; no obstante, la inmigración seguía llegando a nuestro país. </span></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">El censo de 1869 también señaló que la mayoría de los habitantes de nuestro país era analfabeto<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>(82%). Peor aun, la inmigración que llegaba a nuestro país tenía las mismas carencias. “Es necesario hacer del pobre gaucho un hombre útil a la sociedad. Para eso necesitamos hacer de toda <personname productid="la República" w:st="on">la República</personname> una escuela”. Recibió el gobierno con 1082 escuelas y lo entregó con 1816. También construyó escuelas normales para formar a los maestros al tiempo que se fundaron más Colegios Nacionales y bibliotecas populares. Esta tarea la realizó con la ayuda de su Ministro de Educación, Avellaneda.</span></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">No olvidó tampoco el desarrollo científico. Creó <personname productid="la Academia" w:st="on">la Academia</personname> de Ciencias, y <personname productid="la Facultad" w:st="on">la Facultad</personname> de Ciencias Físicas.</span></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">Sarmiento también estaba obsesionado por la reforma del ejército, robusteciendo el equipamiento del ejército y la marina. Quería que fuese un ejército técnico y subordinado, al tiempo que apolítico y disciplinado. Para ello fundó el Colegio Militar y <personname productid="la Escuela Naval" w:st="on">la Escuela Naval</personname> y envió al Congreso Nacional un proyecto de ley por el cual buscó impedir que los militares gestaran fórmulas políticas. Sin embargo, Sarmiento mismo había contribuido a iniciar esa conducta al intervenir las provincias con el ejército para derrocar los caudillos del interior y al aceptar que el ejército se pronuncie proclamando su candidatura presidencial. También fueron causales <personname productid="la Guerra" w:st="on">la Guerra</personname> con Paraguay y potenciales enfrentamientos con Chile y Brasil.</span></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">Sarmiento aprobó el Código Civil encargado por Mitre a Vélez Sársfield y se sancionó una ley que reglamentaba la manera de obtener la ciudadanía por parte de los extranjeros.</span></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">En materia médica, hubo que enfrentar la terrible epidemia de fiebre amarilla que atacó Bs.As. en 1871, algunos creen como consecuencia de la guerra del Paraguay. Tal fue el número de muertos que hubo que ampliar los cementerios existentes además de crear el de <personname productid="la Chacarita." w:st="on">la Chacarita.</personname></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">En cuanto a la literatura, el género gauchesco marcó un hito importante en 1872 cuando se publicó <u>El gaucho Marín Fierro</u> de José Hernández. José Manuel de Estrada, católico liberal, fue autor de ensayos históricos que buscaban desarrollar una ciencia política basada en la experiencia nacional, especialmente en una interpretación de la época de Rosas y del caudillismo federal en la obra <u>Política liberal bajo la tiranía de Rosas</u> (1873).</span></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Presidencia de Avellaneda (1874-1880)</span></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">Llegando el final de la presidencia de Sarmiento ya se conocían las candidaturas principales: Mitre por el Partido Nacionalista; Alsina por el Partido Autonomista; y Avellaneda que al igual que Sarmiento no tenía partido que lo respaldara aunque sí el total apoyo oficial del presidente. Sin embargo, Alsina advirtió una vez más que su porteñismo le impediría llegar a la presidencia optando por unir sus fuerzas con Avellaneda, no como su vicepresidente sino poniéndose al frente de un Ministerio clave como el de Guerra. Además, esta alianza buscó nacionalizar definitivamente al autonomismo, por lo que pasó a llamarse Autonomismo Nacional.</span></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">Cuando llegó el momento de la elección, el gobierno volcó toda su influencia a favor de su candidato, a través del fraude. De hecho, en Bs.As., único lugar donde no se pudo hacer fraude, se impuso Mitre. Como respuesta Mitre lanzó la rebelión, pero el nuevo gobierno nacional no tuvo dificultades en disolverlos aunque al precio de una situación política por demás inestable fruto de ilegitimidad con la que había llegado al poder.</span></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">La estrategia de Avellaneda para salvar este déficit se conoce como la política de ‘conciliación’. Primero, robusteció la alianza que lo llevó al poder, formada por un lado por la mayor parte de los gobernadores del interior nucleados en un partido nacional muy dependiente del favor oficial y por otro por la facción porteña liderada por Alsina. A él le dio el Ministerio de Guerra y Marina, mientras que Bernardo de Irigoyen, porteño de tradición federal le confió <personname productid="la Cancillería." w:st="on">la Cancillería.</personname></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">El segundo paso de su estrategia y más decisivo estaba dirigido al sector opositor más duro liderado por Mitre. Con él, sólo tres años después de haber asumido el mando, logra concretar el pacto conocido como Conciliación:</span></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; mso-list: l6 level1 lfo7; tab-stops: list 18.0pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span lang="ES">Se otorgó una amnistía a quienes habían participado en el levantamiento.</span></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; mso-list: l6 level1 lfo7; tab-stops: list 18.0pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span lang="ES">Se repartieron entre los firmantes las candidaturas a las futuras elecciones de Gobernador y diputados, fundamentalmente en Bs.As. Allí, irían como candidato a gobernador el autonomista Carlos Tejedor de origen unitario y muy permeable a las ideas de Mitre, y como candidato a vicegobernador José María Moreno perteneciente al riñón del mitrismo. Las listas de diputados se completaron con miembros de ambos grupos.</span></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; mso-list: l6 level1 lfo7; tab-stops: list 18.0pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span></span><span lang="ES">Al Ejecutivo se incorporaron dos ministros mitristas: Rufino de Elizalde y José María Gutiérrez.</span></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">Este acuerdo que otorgaba tantos beneficios a los mitristas provocó la separción de un sector de autonomistas a ultranza que no quería transar con el enemigo de ayer, separándose del partido. El grupo disidente estaba liderado por Aristóbulo del Valle y Leandro Alem. Este sector luego fundaría el partido Republicano que llegó a contar con el apoyo de Sarmiento.</span></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">RELACIONES ANGLO-ARGENTINAS:</span></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">El período 1875-1882 puede caracterizarse como un período de depresión y recuperación político. Los años 1862-1875 fueron de grandes transformaciones para los intereses británicos en Argentina y de los intereses argentinos en su propio país. Cuando la velocidad del proceso disminuyó, afloraron tensiones económicas y financieras que se proyectaban en la vida política y que exigieron una reconsideración de la política británica en Argentina. En 1876 se produjo una amenaza directa a las inversiones británicas en nuestro país y en 1880 el estallido de una pequeña guerra civil puso en peligro la estabilidad política del Río de <personname productid="La Plata" w:st="on">la Plata</personname>, lo cual determinó que los intereses británicos en Argentina pidieran una intervención política británica, con el fin de proteger los intereses de los propietarios británicos.</span></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">La crisis económica que comenzó en 1873 no alcanzó a todas las ramas de la economía argentina o de los intereses británicos en Argentina. Algunas ramas del comercio sufrieron más que otras por lo que algunos inversores sufrieron más que otros también. Todos los bancos sufrieron una disminución en sus beneficios pero no todos quebraron. Lo mismo puede decirse en el caso de los ferrocarriles. Es esa desigualdad en el impacto de los acontecimientos económicos la que determinó que la respuesta política del gobierno británico tampoco fuera pareja. En el pasado, un bloqueo, guerra civil o una baja de los precios afectaba a los intereses en el Río de <personname productid="La Plata" w:st="on">la Plata</personname> de manera <i style="mso-bidi-font-style: normal;">uniforme</i> y suscitaba una demanda <i style="mso-bidi-font-style: normal;">uniforme </i>de acción política y diplomática; pero la complejidad de los nuevos acontecimientos hacían imposible cualquier tipo de acción política que no fuera como predijo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Castlereagh de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">laissez-faire</i>.</span></div>
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<span lang="ES">Desde 1862-1872, las exportaciones británicas a <personname productid="la Argentina" w:st="on">la Argentina</personname> seguían aumentando de manera gradual y creciente. En 1872 este aumento excedió todos los registros anteriores. En 1873 y especialmente en 1874, las exportaciones estuvieron por debajo de su promedio. Pero en 1875 y 1876 las exportaciones obtuvieron un registro todavía peor. Entre 1872 y 1876 el índice de exportaciones británicas se redujo en más del 50%. En 1877 hubo un indicio de recuperación y para el año 1882 el índice superaba al del año 1872.</span></div>
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<span lang="ES">En el año 1876, el peor de la crisis, el gobierno argentino decretó la convertibilidad de los billetes del Banco Provincial de Bs.As. En mayo el Gobierno de Santa Fe decretó la liquidación de la sucursal Rosario del Banco de Londres y Río de <personname productid="La Plata" w:st="on">la Plata</personname> y encarceló al gerente. También el Banco Mercantil se encontró al borde de la liquidación.</span></div>
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<span lang="ES">El resurgimiento de la producción y de las exportaciones argentinas salvó a los ferrocarriles de la experiencia de los bancos. En 1875, por ejemplo, tanto el Ferrocarril Sur como el Central Argentino informaron que habían aumentado sus ingresos. La depresión ferroviaria llegaría recién en 1878. Los precios en el mercado mundial estaban bajando y el aumento continuo del patrón oro hacía que la conversión de las entradas en libras dieran pérdidas. Sin embargo, fue una crisis momentánea ya que en 1879 y 1880 la producción aumentó<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y las exportaciones comenzaron a subir. Incluso la inflación monetaria benefició a los ferrocarriles ya que los costos no subían tan rápido como las tarifas. </span></div>
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<span lang="ES">En cuanto a los títulos públicos del estado argentino, especialmente los del gobierno nacional, fueron muy susceptibles a la depresión desde su inicio en 1874. La razón es simple: en la década del 1870 como en la del ’20, la mayor fuente de ingresos era la aduana. Los grandes volúmenes de importaciones hacían crecer las rentas del estado fomentando la política de garantizar beneficios para los ferrocarriles e inversiones públicas. Cuando las importaciones cayeron, cayeron también las rentas públicas. Como resultado, la caída de las importaciones de 1876 precipitó la crisis ante la imposibilidad de continuar realizando los pagos en metálico. El Gobierno nacional no podía pagar en oro los cupones del último trimestre de 1876 por lo que los tenedores debieron aceptar el pago en pesos papel al interés corriente. Luego se supo que los intereses de la deuda se pagaron mediante un préstamo de <personname productid="la Baring Brothers." w:st="on">la Baring Brothers.</personname> Para salvar el crédito de <personname productid="la Nación" w:st="on">la Nación</personname> se realizaron una serie de préstamos intergubernamentales, concediendo la pcia. de Bs.As. préstamos al gobierno Nacional y éste a alguna de las pcias más pobres. </span></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">Finalmente, y gracias a que el gobierno suspendió la toma de préstamos más el aumento de las exportaciones registrado en 1877 y 1878 fueron factores favorables para superar la crisis. Así, también comenzó a desaparecer la amenaza que pesaba sobre los títulos públicos. En 1881 también quedaron saldadas las cuentas con los ferrocarriles, tocantes a la cláusula de garantía.</span></div>
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<span lang="ES">Ahora bien, ¿Qué sucedió entre el país y los extranjeros durante los años de crisis 1874-1881? Las empresas ferroviarias y los bancos ingleses sufrían el permanente ataque de la prensa y el Congreso. Se criticaba el alto precio de los ferrocarriles y que el gobierno pagara garantías a quienes estaban brindando un servicio supuestamente deficiente. La situación más grave se dio en 1876 cuando el gobierno de Santa Fe emprendió una acción contra el Banco de Londres y Río de <personname productid="La Plata" w:st="on">la Plata</personname> al cerrar su sucursal y encerrar su gerente. Este banco era una empresa por acciones y su principal accionista era el Gobierno de Santa Fe. La idea era presionar al Banco de Londres a prestar la suma de 500.000 pesos plata (<metricconverter productid="80.000 libras" w:st="on">80.000 libras</metricconverter>) por seis meses ante lo cual el gobierno de Santa Fe no decretaría la liquidación. El Foreign Office se enteró de los acontecimientos con indignación pero se abstuvo de actuar. Lo mismo hizo la embajada alemana ya que el gerente era alemán. Además, en 1876 había demasiados intereses argentinos mezclados en el proceso de desarrollo económico que dependían del capital extranjero para aceptar alegremente semejante picardía financiera gauchesca. En Inglaterra sin embargo, los funcionarios legales de <personname productid="la Corona" w:st="on">la Corona</personname> recomendaban una acción enérgica aunque el Conde de Derby logró hacer prevalecer la calma. No obstante, el Encargado de Negocios, St. John envió una cañonera británica hasta Rosario. Al mismo tiempo, Drabble, presidente del directorio del Banco de Londres y Río de <personname productid="La Plata" w:st="on">la Plata</personname> llegó a Bs.As. para hacerse cargo de las negociaciones con el Ministro de Relaciones Exteriores argentino y con el capitán de la cañonera británica. Las cosas comenzaron a mejorar, en especial cuando St. John le indicó a Irigoyen la merma en la actividad del Ferrocarril Central Argentino por lo que el gobierno nacional debería pagar <metricconverter productid="100.000 libras" w:st="on">100.000 libras</metricconverter> según indicaba la cláusula de garantía. Esta noticia fue la que precipitó el accionar de Irigoyen a favor de una solución política rápido. Llamó inmediatamente al gob. de Santa Fe presionándolo a que arregle inmediatamente el asunto. Finalmente, Santa Fe devolvióel metálico que se había apoderado y Drabble convino en renunciar a toda compensación, a cambio de que el Banco de Londres y Río de <personname productid="La Plata" w:st="on">la Plata</personname> pudiera reiniciar sus actividades en Santa Fe.</span></div>
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<span lang="ES">Durante los cinco años que van desde <metricconverter productid="1874 a" w:st="on">1874 a</metricconverter> 1879<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se habían manifestado fuerzas disociadoras. Algunas eran propias de <personname productid="la Argentina" w:st="on">la Argentina</personname> que ahora estaba terminando; algunas precursoras de <personname productid="la Argentina" w:st="on">la Argentina</personname> del futuro. Pero ninguna había sido lo suficientemente fuerte para vencer los intereses rurales argentinos y esos intereses a su vez estaban resueltos a mantener relaciones cordiales con la clase comercial de Europa, en particular con la británica. Tanto el tono de la prensa como la acción del gobierno en el asunto de la sucursal del Banco de Londres y Río de <personname productid="La Plata" w:st="on">la Plata</personname>, demostró que cualesquiera que fueran las diferencias entre los intereses argentinos y las empresas extranjeras, aquellos deseaban que continuaran llegando los capitales desde el exterior. Gran Bretaña contribuyó a mantener la estabilidad política, al mantener baja la temperatura de las relaciones internacionales entre Europa y el Río de <personname productid="la Plata. Gran" w:st="on">la Plata. Gran</personname> Bretña no ejerció ninguna presión sobre Argentina e incluso desalentó la inmigración a Argentina por el temor que dichas personas, su propiedad y dinero, pudieran comprometer demasiado a Gran Bretaña.</span></div>
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<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"> JPZ</span></div>
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<span lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
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<br clear="all" /><span style="font-size: x-small;"><hr align="left" size="1" width="33%" />
</span><div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=4432756435426016952#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 9pt; letter-spacing: 1.5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span></span></span></span></a><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Crónica histórica argentina, tomo IV, Codex, Buenos Aires, 1972, pp.158-170. </span></div>
</div>
<div id="ftn2" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=4432756435426016952#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 9pt; letter-spacing: 1.5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span></span></span></span></a><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Durante su mandato, en el año 1852, Buenos Aires reconoció la independencia paraguaya. Recuérdese que este era una posibilidad, que para Rosas estaba fuera de discusión por concebirla como inadmisible. </span></div>
</div>
<div id="ftn3" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=4432756435426016952#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 9pt; letter-spacing: 1.5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span></span></span></span></a><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 9pt; letter-spacing: 1.5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span></span></span></span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Crónica histórica argentina, op. cit., en Más allá de la crónica, Perez Amuchástegui, 4-LXI.</span></div>
</div>
<div id="ftn4" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=4432756435426016952#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 9pt; letter-spacing: 1.5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span></span></span></span></a><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Rosa, J.M., <u>La guerra del Praguay y las montoneras argentinas</u>, Peña Lillo, 1968. </span></div>
</div>
<div id="ftn5" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=4432756435426016952#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 9pt; letter-spacing: 1.5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[5]</span></span></span></span></span></a><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Llamado originariamente Irineo, fue galardonado con el título de Barón de Mauá justamente por haber sido el que con sus recursos financieros había logrado su objetivo de hacer caer a Rosas hecho que estabilizó las instituciones políticas y sociales brasileñas y dió hegemonía a Brasil en el Continente.</span></div>
</div>
<div id="ftn6" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=4432756435426016952#_ftnref6" name="_ftn6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 9pt; letter-spacing: 1.5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[6]</span></span></span></span></span></a><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Palabras de López dirigidas a Guido, representante de <personname productid="la Confederación Argentina." w:st="on">la Confederación Argentina.</personname></span></div>
</div>
<div id="ftn7" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=4432756435426016952#_ftnref7" name="_ftn7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 9pt; letter-spacing: 1.5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[7]</span></span></span></span></span></a><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Alberdi, J.B., <u>El Brasil ante la democracia de América. Las disensiones de las Repúblicas del Plata y las maquinaciones del Brasil</u>, Ediciones Ele, Buenos Aires, 1946, pp. 11-30. </span></div>
</div>
<div id="ftn8" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=4432756435426016952#_ftnref8" name="_ftn8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 9pt; letter-spacing: 1.5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[8]</span></span></span></span></span></a><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Alberdi, J.B., <u>Los intereses argentinos en la guerra del Paraguay con el Brasil</u> (Cartas dirigidas a sus amigos y compatriotas), París.</span></div>
</div>
<div id="ftn9" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=4432756435426016952#_ftnref9" name="_ftn9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 9pt; letter-spacing: 1.5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[9]</span></span></span></span></span></a><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Se refiere a la mediación de López en <personname productid="la Unidad Nacional" w:st="on">la Unidad Nacional</personname> Argentina, hecho ya consignado en este trabajo.</span></div>
</div>
<div id="ftn10" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=4432756435426016952#_ftnref10" name="_ftn10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 9pt; letter-spacing: 1.5pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[10]</span></span></span></span></span></a><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 9pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"> Intento de Napoleón III de establecer en México un frente latino y católico contra la influencia sajona y protestante de los Estados Unidos. Para ello, apoyó a Maximiliano que sin embargo no pudo superar la resistencia juarista. Finalmente, cuando Estados Unidos finaliza en 1866 su guerra civil, comienza a terciar en el conflicto volcando su resolución a favor de los liberales republicanos, lo que terminó con la derrota y el posterior fusilamiento de Maximiliano.</span></div>
</div>
</div>
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JPZ</div>JPZhttp://www.blogger.com/profile/04187104691551996915noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4432756435426016952.post-37299818540357406332011-12-24T19:05:00.001-03:002011-12-24T19:06:11.561-03:00LA GUERRA DEL PARAGUAY<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 18.2pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="font-size: x-small;"><strong>Por el Dr. Miguel Angel De Marco.</strong></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 18.2pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 18.2pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Como bien lo han expresado Carlos A. Floria y César A. García Belsunce en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Historia de los argentinos, </i>la Guerra del Paraguay, junto con las de unificación alemana y de secesión de los Estados Unidos, constituyen los tres grandes conflictos del siglo XIX; "grandes no sólo en sus proporciones militares, sino por su trascendencia en el desarrollo posterior de la historia continental. El triunfo del binomio Bismark-Moltke sobre Dinamarca, Austria y Francia (1864-1866 y 1870) condujo a la unificación alemana bajo la égida de Prusia, y al lanzamiento del nuevo Imperio Alemán a la conquista de la hegemonía económica y política de Europa en abierta competencia con Gran Bretaña y Francia, proceso que desembocaría en la Gran Guerra de 1914-1918. La guerra de secesión (1860-1865) significó en su desenlace un poder y una estructura nacional más sólida y la conducción del país por la sociedad industrial del nordeste, factores ambos que dispusieron a los Estados Unidos a desempeñar un papel de potencia mundial a corto plazo. En cuanto a la guerra de la Triple Alianza, significó la destrucción de la única potencia mediterránea de Sudamérica y el último gran acto de una polémica secular: la disputa fronteriza entre los imperios hispano y lusitano y sus respectivos herederos" .</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 28.8pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 3.6pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 12.45pt; margin: 0cm 194.4pt 0pt 20.6pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Enseñanzas militares</span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18.7pt; margin: 0cm 194.4pt 0pt 20.6pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 3.1pt 0pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.25pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Los tres fueron un extraordinario campo de experimentación en conducción, armamentos terrestres y navales, sistemas de abastecimiento, transportes, comunicaciones, sanidad, etcétera. A su vez, quienes los condujeron, capitalizaron enseñanzas de otros grandes enfrentamientos de las décadas del 50 y el 60 del siglo XIX. La Guerra de Crimea, entre Francia, Gran Bretaña, el Piamonte y Turquía contra Rusia (1854-1856), mostró la importancia del armamento moderno en los ejércitos terrestres y en las operaciones navales; las dificultades para superar con éxito las grandes defensas costeras (a la fortaleza de Humaitá se la llamó <i style="mso-bidi-font-style: normal;">"la Sebastopol paraguaya" </i>en recuerdo de la inexpugnable posición rusa), la importancia del apoyo logístico en las grandes concentraciones de combatientes, la necesidad de contar con hospitales bien equipados en campaña y en la retaguardia, y hasta el interés de proveer a una buena organización de la información a los ciudadanos de los respectivos países otorgando facilidades a los corresponsales que siguiesen a los ejércitos y escuadras. Otro tanto ocurrió con la guerra que libraron Inglaterra, Francia y su aliada España en Cochinchina (1859); la lucha de Francia y el Piamonte contra los austríacos, que tuvo sus jornadas más cruentas en Magenta y Solferino (1859) (ante cuyo horror Henry Dunant concibió la idea de crear la Cruz Roja como eficaz modo de atender a las víctimas de futuros enfrentamientos bélicos) y la aventura de las fuerzas de las reinas Victoria e Isabel II y de Napoleón III para imponer un emperador mexicano, que puso en evidencia la bravura con que se defiende la propia tierra frente la agresión extranjera. Como se sabe, España e Inglaterra renunciaron pronto a tan descabellado proyecto y dejaron sola a Francia en su propósito de sostener a Maxirniliano de Habsburgo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 3.1pt 0pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 16.8pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Mientras en México se luchaba sin pausa, los Estados Unidos entraban en su gran contienda fratricida. Ese encarnizado conflicto produjo múltiples enseñanzas: mostró el poder de los buques acorazados y la eficacia de las nuevas armas de retrocarga, la contundencia de la artillería de grueso calibre y de las baterías <i style="mso-bidi-font-style: normal;">volantes </i>en las batallas. Además dejó claramente evidenciado que detrás del que combate debe funcionar otro ejército que le otorgue operatividad a través de la logística. Así, los medios de transporte, la independencia coordinada de las comisiones sanitarias cooperando con el cuerpo médico, la fabricación de armamentos, la sencillez y practicidad de los uniformes, la elaboración y almacenamiento de víveres del ejército de la Unión, vencieron a las notorias deficiencias en todos esos rubros de las fuerzas confederadas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.75pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Los cuatro contendientes en el Paraguay conocían bien estas lecciones aunque sólo pudieran aprovechadas parcial y deficientemente. El ejemplo de la organización militar del Norte en la contienda que había tocado a su fin poco antes de que se encendiera esta otra en la parte austral del continente era constantemente invocado por la prensa, por los hombres de Estado y por los diplomáticos. En carta del 16 de junio de 1865, el ministro plenipotenciario Domingo Faustino Sarmiento, que acababa de presenciar en Washington el impresionante desfile de 140.000 hombres frente a la Casa Blanca, le expresó al ministro de Relaciones Exteriores, Rufino de Elizalde, su inocultable admiración por la sencillez pero también por la eficacia del aparato militar que allí se mostraba.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.25pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">A su vez, en la Guerra Franco Prusiana se recogieron útiles enseñanzas de las hostilidades de la Triple Alianza, tanto a través de informes diplomáticos y de la compulsa de la prensa, como en forma directa, mediante la terrible experiencia de Max von Versen, que había estado en el Paraguay como veedor en el ejército del mariscal López y, tras sufrir castigos y prisión, había sido rescatado por las tropas que perseguían a sus carceleros. Muchos años después, el oficial, convertido en mayor general y ayudante del káiser, propuso la adopción de la lanza de caballería argentina, cuya eficacia había comprobado durante el ataque que le dio la libertad 2. Las líneas de trincheras que tendieron los ingenieros militares europeos en la compleja geografia paraguaya fueron precursoras de las que costaron tantas vidas en los constantes ataques y contraataques para ganar palmos de terreno en la Primera Guerra Mundial.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 3.1pt 0pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 16.8pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.3pt; margin: 0cm 273.6pt 0pt 17.25pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.3pt; margin: 0cm 273.6pt 0pt 17.25pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Los protagonistas</span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 62.85pt 0pt 0.7pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; tab-stops: 16.8pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Corresponde señalar brevemente la situación de los cuatro países protagonistas al iniciarse el gran drama que los enfrentó.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.55pt 0pt 0.7pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; tab-stops: 16.8pt 460.7pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>La Argentina se encontraba en medio del proceso de Organización Nacional iniciado en 1852, luego de la batalla de Caseros en la que había caído la dictadura de Rosas. tras nueve años de secesión, Buenos Aires volvió efectivamente al seno del país luego de la batalla de Pavón (17 de septiembre de 1861), pues si el 11 de noviembre de 1859, recién<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>apagados los fragores de la batalla de Cepeda, se había acordado la incorporación del denominado Estado rebelde, éste había obsta utilizado toda posibilidad de hacerlo como una parte más de la Confederación Argentina, animado del propósito de ser siempre una especie de primus inter pares. La asunción del general Bartolomé Mitre a la presidencia de la República definitivamente unificada marcó el comienzo de una difícil época de afianzamiento institucional en la que tuvo que enfrentarse con la hostilidad latente en la mayoría de los habitantes de las provincias -excepto sus simpatizantes dentro del Partido Liberal- , que eclosionó en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>levantamientos como los de Chacho Peñaloza (2862-1863) y con los disensos del autonomismo porteño, inclinado a mantener a toda costa la independencia política y económica de Buenos Aires con respecto al resto del país.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 4.8pt 0pt 3.6pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.25pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Según le recordó Mitre desde las páginas de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La Nación </i>a su sucesor Sarmiento -quien lo había acusado a través de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Nacional </i>de haberle entregado el poder sin una escolta bien uniformada ni muebles decorosos en la Casa de Gobierno-, cuando él había asumido la primera magistratura "todo el tesoro público consistía en una onza de oro falsa y dos monedas de plata de baja ley". Sin embargo, afirmó, había podido con ellas reorganizar las finanzas, construir ferrocarriles y telégrafos y realizar otras obras indispensables, aunque no le hubiese alcanzado "para renovar las sillas y los sofas". Esa situación había repercutido también en la faz defensiva interna y externa. Por otra parte, el desarrollo del país estaba acotado por el desierto -vastas regiones en poder de los indios- y por su escasez de habitantes, que no alcanzaban los dos millones, carencia que comenzó a ser paliada durante la administración de Mitre a través de la inmigración europea.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 5pt 0pt 1.4pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-indent: 26.95pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En cuanto a sus relaciones internacionales, la Argentina dedicaba los escasos recursos de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que disponía a atender sus vínculos con Gran Bretaña, Francia y otras naciones de Europa. Acababan de producirse hechos que afectaban profundamente a pueblos americanos sin que el país hubiese adoptado una postura de enérgica reprobación ante las agresiones extracontinentales. Si resultó tibia su actitud ante la<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>aventura militar en México, no lo fue menos con respecto a a la guerra naval que España llevó a Chile y al Perú, a pesar de la presión ejercida por una parte de la prensa, por la<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>opinión pública y por la oposición política.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.75pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Esa indiferencia frente al conflicto del Pacífico tendría su costo. Cuando la Argentina se encontraba empeñada en la guerra de la Triple Alianza, desde Chile se alentó y subsidió el levantamiento <i style="mso-bidi-font-style: normal;">montonero </i>de Felipe Varela.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 1.2pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Las relaciones con los demás países limítrofes fueron igualmente difíciles. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 1.2pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">El Brasil contaba por entonces con casi diez millones de habitantes, de los cuales algo menos de la mitad eran negros esclavos e indios. Regido por una monarquía constitucional cuya cabeza era el emperador Pedro II, hombre entregado al estudio de las ciencias, de carácter retraído y melancólico, la vida política estaba signada por la presencia de dos grandes partidos: el Conservador y el Liberal. Pese al normal funcionamiento parlamentario, el monarca intervenía en forma directa en todas las cuestiones de Estado. Aun con convulsiones de la magnitud de la revolución republicana de Río Grande del Sur, y presiones de los terratenientes de los estados norteños, el Brasil presentaba la fisonomía de un país ordenado y progresista. No había renunciado a las pretensiones hegemónicas heredadas de Portugal, que lo habían llevado en el pasado a invadir al Uruguay y crear la República Cisplatina; a librar una guerra con la Argentina, a intervenir directa o indirectamente en sus enfrentamientos intestinos y a buscar resquicios por donde ejercer su influencia en el Paraguay. El Imperio contaba con un ejército de 30.000 hombres -dislocado en su inmensidad territorial, circunstancia que provocaría grandes dificultades de movilización al comenzar la guerra contra el Paraguay- y con una considerable marina, en la que no faltaban los modernos acorazados.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.5pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">La República Oriental del Uruguay sufría aún las consecuencias de sus prolongados y tremendos enfrentamientos entre <i style="mso-bidi-font-style: normal;">blancos </i>y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">colorados, </i>que venían desangrándola desde hacía décadas. Con una población de cuatrocientas mil almas soportaba una situación económica difícil, derivada de las escasas fuentes de recursos con que contaba y de las constantes revoluciones que agitaban su territorio. El general Venancio Flores, quien, tras haber sido derrocado en 1856 por los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">blancos </i>y los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">colorados disidentes, </i>había participado activamente en las luchas de la Organización Nacional argentina y comandado una división del ejército de Buenos Aires en Pavón, procuraba hacerse cargo del poder con la ayuda del Brasil. El caudillo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">colorado </i>gozaba del triste privilegio de haber sido el responsable de la "matanza de Cañada de Gómez", ocurrida en noviembre de 1861, cuando sorprendió mientras dormían a fuerzas confederadas en ese punto del territorio santafesino y las eliminó sin piedad, con escaso costo de vidas para sus efectivos. Tras planear desde la propia sede de las autoridades argentinas una revolución contra el gobierno blanco de Bernardo Prudencia Berro, había desembarcado en armas en el Uruguay. En Buenos Aires, una parte de la prensa aplaudió lo ocurrido, pero en el interior del país y particularmente en Entre Ríos surgió una vasta corriente de apoyo a los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">blancos, </i>concretada en el envío de voluntarios, entre los que se encontraba un hijo del general Justo José de Urquiza.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 3.1pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.25pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">En cuanto al Paraguay, exhibía una situación interna ordenada y homogénea. Sometido a regímenes autoritarios, desde que en 1811 se había apartado de la autoridad de Buenos Aires, pasó a un completo aislamiento durante la cruel dictadura del doctor Gaspar Rodríguez Francia. Esa situación de apartamiento de las peleas que sacudían a algunos de sus vecinos, de cohesión lograda por el terror y de prosperidad dentro de un esquema económico primario pero auto suficiente, le había permitido desarrollar diversos emprendimientos tras la muerte del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Supremo. </i>Luego de un interregno gubernativo asumió la presidencia Carlos Antonio López. Sin renunciar a un autoritarismo que no conocía límites, el mandatario actuó con sagacidad e inteligencia frente a sus vecinos e incluso ante las potencias extranjeras. Mantuvo razonables buenas relaciones con la Argentina y con el Brasil, supo ser enérgico frente a las presiones de los Estados Unidos a raíz de un conflicto en el que actuó como mediador el entonces presidente Urquiza, y dio a su hijo Francisco Solano -quien debía reemplazarlo en la conducción del Paraguay cuando muriera y asumió el mando el 16 de octubre de 1862- un consejo que no cumplió: que arreglase los problemas limítrofes con la pluma y no con la espada. Mientras el resto de los países del Plata sufrían las consecuencias de sus permanentes disensos fratricidas, el Paraguay creció mediante la explotación de sus principales productos: el tabaco, la yerba mate y la madera. Construyó un ferrocarril, tendió un telégrafo, abrió una fundición de hierro y fabricó papel y tejidos. Por otro lado, suministraba una más que aceptable instrucción a sus habitantes y contaba con un ejército de casi 20.000 hombres. Distaba, eso sí, de ser una potencia militar incontrastable, como se ha afirmado tantas veces, según lo demostró fehacientemente Efraim Cardozo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.85pt 0pt 1.4pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.25pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Algunos autores sostuvieron a fines de los años 60 y 70 de este siglo que la clave última para comprender la Guerra del Paraguay estaba en el imperialismo inglés. Argumentaron que hacia 1860 la crisis amenazó a la rama fundamental de la industria textil británica: la algodonera, a raíz de que la guerra civil de Estados Unidos la había privado de su principal proveedor de materia prima</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.6pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 3.8pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 18.45pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Con el fin de evitar en lo sucesivo la dependencia de una fuente preponderante en el suministro de productos básicos --señalaban- la diplomacia británica buscó en el ámbito de la cuenca del Plata un aprovisionamiento alternativo de cereales en las llanuras pampeanas y uruguayas, y de algodón en el Paraguay y en el nordeste argentino. Para lograr ese propósito contaba con aliados locales dispuestos a organizar las economías vernáculas en función de las necesidades de la "metrópoli". En ese contexto era preciso eliminar el mal ejemplo del Paraguay estatista, de economía cerrada, autosuficiente y proteccionista y por tanto serio obstáculo al "librecambismo civilizador": la guerra habría sido financiada por los empresarios ingleses para dejar a los países miembros de la Triple Alianza más endeudados y dependientes que antes.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 3.6pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 3.8pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 18.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 4.05pt 0pt 2.15pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 18.7pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Si bien puede admitirse que ésta pudo haber sido la consecuencia final de la guerra, parece falto de sustento atribuir a Gran Bretaña la responsabilidad del conflicto. Si se tiene en cuenta que su política tradicional fue impedir el dominio hegemónico de la cuenca del Plata por alguna de las dos naciones sudamericanas que lo disputaban, nada hubiese sido más incoherente que alentar la tendencia del Imperio de Pedro II a expandir su influencia sobre el Paraguay, luego de haberla acrecentado sobre la República Oriental del Uruguay a partir de Caseros.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 4.05pt 0pt 2.15pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.5pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">No es preciso buscar instigadores foráneos. La guerra fue el producto de la acción consciente de los gobiernos de los países involucrados. Que los resultados no respondieran a sus expectativas y a la postre afianzaran el control financiero británico, es otra cuestión.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 29.25pt; margin: 0cm 4.05pt 0pt 2.15pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.5pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 29.25pt; margin: 0cm 4.05pt 0pt 2.15pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.5pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 13.9pt; margin: 0cm 94.8pt 0pt 2.15pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Antecedentes inmediatos del conflicto</span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 17.75pt; margin: 0cm 94.8pt 0pt 18.45pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 6.7pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 18.2pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">La situación política del Uruguay provocó una sucesión de acontecimientos que hicieron eclosionar viejas diferencias y alentaron otras nuevas. Al conocer el apoyo que en las esferas oficiales de la Argentina se brindaba a Venancio Flores, el general Francisco Solano López experimentó una irreprimible alarma. Buenos Aires, gobernada por Mitre, había subrayado antes de Pavón el papel del Paraguay como antemural de los propósitos expansivos del Imperio sobre la Argentina, a raíz del acercamiento entre la Confederación y el Brasil. Sin embargo, resultaban notorias las coincidencias de las alas radicales del liberalismo de ambos países. Por otra parte, los enemigos de López residentes en la Argentina contaban con una facilidad de movimientos que no podía admitir quien se había formado en la escuela del autoritarismo había recibido el poder omnímodo por mandado de su padre. En junio de 1863, el gobierno uruguayo había detenido al vapor argentino Salto, que transportaba materia de guerra para Flores, peses a la afirmación del ministro Elizalde de que la Argentina era neutral, situación que exasperó aún más a los adversarios del gobierno de Mitre e hizo pensar al presidente paraguayo, animado por el deseo de convertirse en árbitro del equilibrio en el Plata, que el gobernador de Entre Ríos y ex primer mandatario Urquiza iba a alzarse en armas contra el gobierno nacional para reinstaurar la Confederación sin Buenos Aires. Así se lo había hecho creer el cónsul de su país en Entre Ríos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.25pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">A raíz de la gran tensión existente, la Argentina y el Uruguay firmaron un protocolo por el cual ambos se declararon satisfechos con respecto a las reclamaciones recíprocas, fijaron bases de neutralidad y establecieron el arbitraje del emperador del Brasil para el caso de producirse diferencias en el futuro. Pero en septiembre llegó a Asunción un representante del presidente uruguayo Bernardo Prudencio Berro con el fin de pedir protección para la independencia uruguaya y asegurar el "equilibrio continental", expresión y fórmula que por entonces se agitaba con fuerza en el Viejo Mundo. El doctor Octavio Lapido denunció ante López lo que tituló complicidad del gobierno argentino con los revolucionarios <i style="mso-bidi-font-style: normal;">colorados </i>y manifestó que, si era necesario, su patria lucharía sola contra los adversarios que surgieran. El presidente paraguayo -carente de la prudencia de su padre y animado por un afan de protagonismo que según algunos se vio acrecentado durante su permanencia en la Francia de Napoleón III- cayó en un dificil y peligroso juego. En efecto, López dirigió al presidente Mitre un enérgico reclamo en nombre de los intereses de su país y del equilibrio en el Plata, acompañando las denuncias de Lapido, quien, advertido de la gravedad de la situación, procuró dar marcha atrás. López no estuvo dispuesto a ello y ofreció su mediación en el conflicto argentino-uruguayo. Esto hizo<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>que el canciller oriental procurase modificar el protocolo y reemplazar a Pedro 11 por López como mediador. Pero el ministro de Relaciones Exteriores Elizalde respondió que hacerlo significaría desairar al emperador, y el documento quedó en definitiva como estaba. Ello acentuó el disgusto de López hacia las autoridades argentinas y originó la manifestación del canciller paraguayo de que su país prescindía de las explicaciones argentinas y que en lo sucesivo actuaría libremente con respecto a la situación uruguaya.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Brasil no quiso estar ausente en un conflicto en el que podía ganar influencia su tradicional rival, la Argentina. Favorecida su diplomacia por la asunción de un nuevo gabinete de corte decididamente liberal, dio urgentes pasos en apoyo del jefe revolucionario <i style="mso-bidi-font-style: normal;">colorado </i>Flores, aprovechando los reclamos de terratenientes fronterizos deseosos de extender su influencia sobre los feraces campos uruguayos, quienes argumentaban haber sufrido daños por parte de las fuerzas gubernamentales <i style="mso-bidi-font-style: normal;">blancas. </i>El Imperio protestó por las incursiones de tropas que perseguían a Flores, comenzó a brindarle apoyo militar y acrecentó los vínculos con los "halcones" argentinos, representados prominentemente por Elizalde .</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.75pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Dicen Floria y García Belsunce: "La diplomacia brasileña se movilizó entonces para tomar parte en el problema, siguiendo las más antiguas tradiciones nacionales. Y si no podía desplazar la influencia argentina, se intentaba al menos llegar a un empate: unir la propia influencia a la argentina para limitarla en el compromiso. Brasil se lanzó entonces a apoyar francamente a Flores y adoptó una diplomacia simpática hacia Buenos Aires. La coincidencia liberal favorecía el paso y Brasil hacía coincidir sus intereses con los nuestros para su beneficio".</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.25pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Por su parte expresa Efraim Cardozo: "Desde que Brasil se había hecho presente en el Estado Oriental, sin concitar la oposición argentina y despreciando la mano que le tendiera López, y desde que la prensa de Buenos Aires negaba abiertamente la autonomía paraguaya, sin tampoco merecer las tradicionales protestas brasileñas, López se consideraba autorizado a suponer que ambos países se estaban poniendo de acuerdo para fundar «nuevas bases de equilibrio en el Plata». ¿A la clásica concepción de dos potencias, el Brasil y la Argentina, que se vigilaban recíprocamente con igualdad de poderío para impedir que la independencia del Paraguay y del Uruguay se extinguiera, en beneficio del rival, venía a suceder la idea de dos países que, olvidando sus seculares antagonismos se daban la mano para proceder al reparto amigable, en porciones salomónicas, del motivo de tantas discordias, de tal suerte que el equilibrio no quedara roto porque el acrecentamiento de poder sería simultáneo y equivalente: el Uruguay para el Brasil y el Paraguay para la Argentina?".</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.5pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Ante la ayuda que recibía Flores por parte del Imperio, el nuevo presidente uruguayo, Atanasio Aguirre, volvió a pedir apoyo al Paraguay. Mientras tanto, Mitre enviaba a José Mármol a Río de Janeiro para averiguar qué política seguiría el gobierno y convenir formas de acción conjunta.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.75pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Pero el Brasil ya se había lanzado resueltamente en su propósito de imponer a Flores y con él su política en la antigua Banda Oriental. Apoyándose en la amenazadora presencia de su escuadra en el Río de la Plata, envióun ultimátum al gobierno uruguayo. Descolocado por la fuerza de los acontecimientos, Mitre propuso una mediación conjunta argentino-británica ante <i style="mso-bidi-font-style: normal;">blancos </i>y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">colorados, </i>para disminuir la influencia del Brasil, pero éste bloqueóla maniobra adhiriendo a la gestión. Como consecuencia de ella, el presidente Aguirre accedió a integrar su gabinete con ministros colorados, pero sus partidarios no quisieron que Flores ocupara la cartera de Guerra. En consecuencia, la concertación fracasó.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.25pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">La situación rioplatense iba complicándose día a día y los sucesos se desarrollaban con fatal celeridad. Así, llegó a Buenos Aires un enviado del Imperio,José Antonio Saraiva, en pos de conseguir que el gobierno argentino obrase en un todo de acuerdo con el brasileño. Mitre eludió el problema con un simple ofrecimiento de colaboración que dejó al Imperio en situación de actuar sin objeción alguna. Poco después su escuadra atacaba un buque oriental, y en forma casi inmediata Saraiva impulsaba la invasión al Uruguay, que se produjo el 14 de septiembre. Paralelamente, el presidente de este último país recibía la confirmación de que el Paraguay 10 protegería sin vacilaciones.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 16.8pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Decidido a golpear contundentemente, López dispuso el apresamiento del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Marqués de Olinda, </i>buque de bandera brasileña que navegaba hacia Mato Grosso. La acción se produjo el 12 de noviembre de 1864. Al día siguiente el mandatario paraguayo declaró que su país se consideraba frente a un caso de guerra y dispuso la invasión de aquella lejana provincia imperial, donde no encontró resistencia. El drama que envolvería a cuatro pueblos sudamericanos entraba en su etapa decisiva.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 16.8pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 16.8pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Enterado de los acontecimientos y pese a la prédica belicista de algunos órganos de la prensa porteña, Mitre decidió redoblar los esfuerzos en su intento por mantenerse neutral. No pensaban lo mismo sus ministros Elizalde y Gelly y Obes, que veían en cuanto ocurría una especie de señal para que la Argentina contribuyese a instaurar un gobierno liberal en el Paraguay. Saraiva procuró tentar al presidente argentino ofreciéndole una alianza y el mando supremo en caso de guerra. Pero éste decidió mantener a su país alejado del crepitar de la hoguera. "Lo exigía la reorganización interna del país; lo exigía la opinión pública con el Brasil, lo exigía también la situación política de la cuenca mediterránea, donde Urquiza continuaba ejerciendo una indiscutible influencia».</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">López seguía convencido de que los federales argentinos, y en primer lugar Urquiza, se alzarían contra los porteños, representados por el presidente, y respaldarían su política, lo que a la postre le permitiría jugar un papel preponderante en la vida rioplatense. Pero el mandatario entrerriano -aun después de la sangrienta toma de Paysandú (febrero de 1865) por parte de las tropas <i style="mso-bidi-font-style: normal;">coloradas </i>de Flores, que contaron con el auxilio de fuerzas terrestres y navales del Brasil y finalmente doblegaron la heroica resistencia de Leandro Gómez y sus subordinados, entre los que había no pocos argentinos- desoyó las incitaciones que le llegaban por distintos conductos y decidió permanecer fiel al gobierno nacional. No sólo eso: remitió al presidente Mitre la correspondencia que mostraba las intenciones y descubría las redes tendidas por el presidente paraguayo. Este, que por aguardar la decisión de Urquiza había demorado en efectivizar su auxilio al gobierno <i style="mso-bidi-font-style: normal;">blanco, </i>ahora encabezado por Tomás Villalba, se encontró con que el nuevo mandatario accedió a firmar un acuerdo por el cual Flores recibiría la presidencia del Uruguay. A partir de aquel 20 de febrero de 1865, Brasil contó, para repeler el ataque paraguayo, con su aliado oriental.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Y Francisco Solano López pensó en la posibilidad de declarar la guerra a la militarmente débil República Argentina donde, si bien prevalecía en el espíritu del presidente Mitre la idea de neutralidad, se alzaban voces enfrentadas que clamaban contra Flores y el Brasil o consideraban un imperativo unir esfuerzos para derrocar a quien veían como un fiel exponente del autoritarismo y una barrera para la expansión del liberalismo en el Paraguay. Incluso entre los jefes del Ejército Argentino, profundamente divididos en sus simpatías hacia unos u otros, parecía corporizarse el fantasma de la guerra. De ello da cuenta, por ejemplo, este párrafo de la carta que el coronel Ignacio Rivas le dirigió a Mitre desde Tapalqué el 15 de diciembre de 1864, es decir, antes del cruento desenlace de Paysandú: "Si, como es probable, nosotros entramos a la lucha que el Paraguay nos provoca, es allí donde puede la Legión Extranjera prestar buenos servicios por la calidad de los hombres que la forman, y por el deseo que su jefe tiene de hacerse conocer".</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Los dos contendientes consideraron indispensable emplear el territorio argentino como lugar de paso para operar contra el adversario. Brasil, consciente de la necesidad de garantizar el abastecimiento de su escuadra y de su ejército, entonces aún más débil que el paraguayo, pretendía obtener permiso del gobierno nacional con dicho objeto. Otro tanto buscaba el Paraguay, en su propósito de llevar la ofensiva hacia Río Grande del Sur. Dice el coronel Félix Best: "La zona de frontera común o de contacto territorial entre los beligerantes, por la carencia de caminos, recursos, etcétera, no era apta para operaciones militares". Por ello, ambos beligerantes pensaron en obtener el libre pasaje por la zona más directa y de condiciones operativas más favorables para dirigirse hacia sus objetivos estratégicos; esta zona era el norte de Corrientes. Mitre negó el libre tránsito pedido por el Imperio e hizo lo propio ante una solicitud similar del Paraguay, fechada el 14 de enero de 1865. En ambos casos, el presidente argentino subrayó el principio de neutralidad.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.25pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">López, decidido a llevar adelante sus planes y considerándose fuerte para combatir también con la Argentina, resolvió cruzar importantes efectivos por la zona limítrofe litigiosa al sur del Paraná (nordeste de Corrientes), sin atender al urgente pedido de explicaciones formulado por Mitre en febrero de 1865, a raíz de la concentración de considerables fuerzas en ella. El 17 de marzo de 1865, el Congreso del Paraguay declaró la guerra, aunque recién notificó tal decisión el 29 de ese mes, con el fin de producir un ataque por sorpresa. La nota oficial fue recibida por el cónsul paraguayo el 8 de abril, pero siguiendo instrucciones no la entregó sino el 3 de mayo, cuando habían pasado ya varios días de la invasión a Corrientes.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 15.6pt; margin: 0cm 254.6pt 0pt 19.9pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 15.6pt; margin: 0cm 254.6pt 0pt 19.9pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">La guerra</span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 15.35pt; margin: 0cm 254.6pt 0pt 19.9pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0.7pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 18.7pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">El 13 de abril, cinco buques de guerra paraguayo s se apoderaron de dos pequeñas naves argentinas, el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Gualeguay </i>y el 25 <i style="mso-bidi-font-style: normal;">de Mayo, </i>en la ciudad de Corrientes. Un día después, una columna al mando del general Robles tomaba la capital de la provincia del mismo nombre y se lanzaba en pos de distintos puntos estratégicos, avanzando con gran celeridad. De inmediato, y mientras ocupaban el gobierno tres adictos a los paraguayos, el mandatario Manuel Lagraña se dedicaba a organizar la resistencia, formando lo que dio en ser llamada Van<i style="mso-bidi-font-style: normal;">guardia Correntina. </i>Las fuerzas de López, convertido en mariscal por el Congreso de su patria, no tuvieron demasiados miramientos con la población civil, tomaron cautivas entre las mujeres de las principales familias y enviaron prisioneros a los oficiales y tripulantes de los buques argentinos que pudieron prender, la mayoría de los cuales murieron en medio de crueles padecimientos durante el desarrollo de la guerra.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0.7pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">La noticia de lo ocurrido provocó la entusiasta reacción de la juventud porteña y de algunas ciudades del interior del país -como lo mostraremos en el siguiente capítulo-, pero produjo vigorosas resistencias en el resto de la República, donde algunos adversarios al gobierno consideraban preferible unirse a los paraguayos contra Mitre que combatir a su lado, mientras otros afirmaban que el verdadero enemigo no era quien había penetrado violentamente en el territorio nacional, sino el secular adversario brasileño.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0.7pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.25pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Mitre dispuso diversas medidas para movilizar a un país cuyo ejército no estaba en condiciones mínimas de operatividad, y se puso de inmediato de acuerdo con el Brasil y el Uruguay para constituir una alianza. De nuevo, el Imperio veía favorecida su política de influencia en el Plata.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 5pt 0pt 0.7pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 16.8pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">El 1° de mayo de 1865, Argentina, Brasil y Uruguay firmaron el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">'Tratado de la 'Triple Alianza, </i>fuente de conflictos entre quienes lo suscribieron y de acerbas críticas en la opinión pública de los respectivos países y del resto de América y Europa. Sintetizan admirablemente FIoria y García Belsunce: "Tuvo razón el historiador brasileño Joaquín Nabuco cuando dijo que nunca se había concretado un tratado tan fundamental con tanto apresuramiento. Exigidos por las circunstancias, se buscó dar forma de hecho a la alianza. Esta estuvo a punto de naufragar por la cuestión del mando de las tropas. Cuando Mitre dijo que si el mando supremo no correspondía al presidente de la República no había alianza, Almeida cedió. Como compensación, Tarnandaré recibió el mando supremo naval. El propósito confesado de la Alianza es «hacer desaparecer el gobierno de López respetando la "soberanía, independencia e integridad territorial del Paraguay". Es la primera vez en la historia, probablemente , que se aplicó un principio que si no es igual, es muy próximo al de la "rendición incondicional", pues no había posibilidad alguna de un cambio de gobierno espontaneo en Paraguay. Tampoco se respetaba la integridad territorial desde que se fijaban lo s límites el Paraguay con Brasil y Argentino con generosidad para los aliados. En realidad, los argentinos no sabían hasta dónde iban sus derechos territoriales y optaron por la reclamación más amplia. Casi inmediatamente de firmado el tratado, Brasil reacciona y a su pedido se firma un protocolo reversible que establece que los límites argentinos -fijados sobre el río Paraguay hasta Bahía Negra- son sin perjuicio de los derechos de Bolivia. Este protocolo es la primera gran derrota argentina en la alianza. Brasil había por ella neutralizado los derechos argentinos y creado un conflicto latente con Bolivia.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.85pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">"También se pacta que Paraguay será obligado a pagar las deudas de guerra. Pero el grueso de las cláusulas del Tratado no está dirigido contra Paraguay sino al recíproco control de los aliados, en clara manifestación de mutua desconfianza: ninguno de los aliados podrá anexarse o establecer protectorado sobre Paraguay (cláusula 8'), no podrán hacer negociaciones ni firmar la paz por separado (cláusula 6'), se garanten recíprocamente el cumplimiento del tratado (cláusula 7')"</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.85pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Y señalan los expresados autores que en el Tratado "Mitre cometió un error: se declara, en una frase elocuente y política, que la guerra es contra el gobierno de López y no contra el pueblo paraguayo. Cuatro años después, en la célebre polémica con Juan Carlos Gómez, Mitre debió rectificarse: los argentinos no habían ido al Paraguaya derribar a un tirano sino a vengar una ofensa gratuita, a reconquistar sus fronteras de hecho y de derecho, a asegurar su paz interior y exterior, y había obrado igual si el invasor hubiese sido un gobierno liberal y civilizado. Era la verdad tardía, pero también es cierto que se había ido a la guerra con menos escrúpulos contra un "régimen bárbaro".</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 1.4pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.25pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Los brasileños quedaron descontentos con el Tratado, al que consideraron un triunfo de la diplomacia argentina en materia limítrofe, ya que había logrado la margen oriental del Paraná hasta el Iguazú y la margen occidental del Paraguay hasta el paralelo 20, es decir, había obtenido una frontera común con el Imperio, situación que éste había cuidado siempre de evitar. "Nunca la Argentina podía haber pretendido extenderse arriba del río Bermejo o como máximo del Pilcomayo. Los nuevos límites le darán una influencia decisiva sobre el Paraguay".</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 29.25pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 1.4pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.25pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.8pt; margin: 0cm 141.8pt 0pt 18.45pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="layout-grid-mode: line; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Desarrollo de las operaciones</span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 141.8pt 0pt 18.45pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 3.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 18.2pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Mientras la Argentina adoptaba una serie de medidas que modificaran su estado de indefensión y le permitieran desalojar al enemigo de su territorio, y el Brasil y el Uruguay ponían en marcha sus respectivas maquinarias militares para una guerra que, contra las previsiones de los más entusiastas, prometía ser larga y dificil, las tropas paraguayas alcanzaban sus objetivos pero con escaso ímpetu ofensivo. Las columnas que debían operar, respectivamente, sobre las costas del Paraná y el Uruguay para dificultar las operaciones conjuntas de los aliados, estaban comandadas por jefes mediocres, de menguados recursos estratégicos y tácticos; simples ejecutores de las órdenes de López sin capacidad alguna para modificarlas en atención a las circunstancias. El general Robles penetró en cuña, con sus 20.000 hombres, hasta Goya, donde se detuvo sin saber qué hacer. En cuanto al teniente coronel Estigarribia, con sus 11.000 soldados, se preocupó por hacerse fuerte en la ciudad brasileña de Uruguayana, sin realizar el menor movimiento ofensivo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 3.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.25pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">El general Wenceslao Paunero, nombrado comandante de las primeras fuerzas de línea que pudo despachar el gobierno argentino -pequeños batallones de infantería con alto número de efectivos extranjeros- salió a campaña y aprovechando la marcha del grueso del ejército paraguayo hacia el sur, atacó el 25 de mayo de 1865 la ciudad de Corrientes. Fue un combate denodado y heroico que no tuvo más resultado que entusiasmar a los partidarios de la guerra, pero que trajo represalias para los habitantes. El general volvió a embarcarse y se dirigió a Esquina en busca de refuerzos. Obtuvo algunas tropas enviadas por Urquiza al mando del general Manuel Hornos, con lo que pudo remontar su pequeño ejército a 2.800 hombres y 24 cañones, efectivos sin duda exiguos para enfrentar a Robles.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.85pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 18.7pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Pero el 11 de junio se produjo la batalla naval de Riachuelo, en que las naves brasileñas al mando del vicealmirante Barroso derrotaron a la escuadra comandada por el capitán Meza. El Paraguay no pudo reponerse de la pérdida de tres buques y seis chatas, con lo que perdió definitivamente su línea de comunicaciones fluviales con el exterior y, por ende, la posibilidad de recibir elementos de guerra. En cuanto a los aliados, a raíz de esa victoria lograron el dominio absoluto del Paraná y con ello la seguridad de los envíos de armamentos, víveres y hombres; obtuvieron facilidades para realizar operaciones combinadas contra la retaguardia de los adversarios y estuvieron en condiciones de dificultar la acción enemiga sin temor a las posiciones de artillería del Riachuelo. Así, en pocos días, se desbarató todo el plan ofensivo de López, aunque, en previsión de dificultades, el presidente y generalísimo Mitre decidió cambiar el centro de concentración de tropas argentinas a Concordia, en lugar de Goya, y fijar un punto de reunión de brasileños y uruguayos en Paysandú o en Salto.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.85pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Mientras Mitre llegaba a dicho punto de la provincia de Entre Ríos, Paunero, que había recibido órdenes de incorporarse y subordinarse a Urquiza, demoró su cumplimiento, en parte por los problemas surgidos entre las fuerzas correntinas de vanguardia, a los que se agregaban las desavenencias con el gobernador Lagraña. De pronto, en la noche del 3 al 4 de julio se produjo el desbande de las tropas entrerrianas en Basualdo, sin que Urquiza pudiera impedirlo. Miles de hombres abandonaron a su hasta entonces indiscutido jefe de Caseros, Cepeda y Pavón, renuentes a combatir junto a los porteños contra los paraguayos. Esta defección significó un duro golpe que retrasó ostensiblemente las operaciones.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.85pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.25pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">En tanto el generalísimo procuraba disciplinar a sus soldados en Concordia, las tropas aliadas al mando del general Venancio Borges, entre las que se hallaban las del Primer Cuerpo de Ejército a las órdenes de Paunero, vencían al mayor Duarte en la batalla de Yatay, con escasas pérdidas para aquéllas (17 de agosto de 1865). La victoria permitió poner sitio a Uruguayana. Frente a ella se produjo el primer conflicto serio entre argentinos y brasileños. Estos se negaron a aceptar el comando de Mitre por entender que debía ejercerlo el emperador, ya que la ciudad se hallaba en territorio del Brasil. El generalísimo amenazó con repasar el río Uruguay y el almirante Tamandaré con detener el cruce<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a cañonazos. Finalmente llegó don Pedro II, quien pronunció la célebre frase: "Eu mando, vocé fará", que mantuvo a Mitre al frente de las operaciones. Extenuadas las tropas paraguayas, que en los últimos momentos carecían de alimentos y hasta bebían kerosene, su jefe, Estigarribia, capituló el 18 de septiembre, cuando los aliados se aprestaban a tomar la posición por asalto.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0.2pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.75pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Cabe consignar que el 12 de agosto la Armada Argentina había tenido su primero y único combate realmente significativo durante la guerra, al forzar las baterías paraguayas de Paso de Cuevas, próximas al pueblo de Bella Vista. En la acción, el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guardia Nacional, </i>buque insignia de la Escuadra a las órdenes del coronel de marina José Murature, había sufrido serias averías en su endeble casco y la desgracia de haber perdido a los guardiamarinas Enrique Py y José Ferré, hijos del comandante de la nave, Luis Py, y del ex gobernador de Corrientes Pedro Ferré, respectivamente. A partir de entonces, los buques de la Armada realizaron importantes tareas de transporte, en tanto las naves acorazadas brasileñas asumieron compromisos de mayor riesgo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0.2pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.25pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Frente a estos acontecimientos, López ordenó el 7 de octubre la retirada de la columna del Paraná, que pudo cruzar a territorio paraguayo sin que la división brasileña estacionada en Riachuelo hiciese nada por impedido. Tal conducta fue, sin duda, uno de los motivos determinantes de la prolongación de la guerra.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 30pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0.2pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.25pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.8pt; margin: 0cm 127.2pt 0pt 0.2pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Avance</span></b><span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;"> <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">aliado hacia el Paraguay</b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.6pt; margin: 0cm 127.2pt 0pt 16.8pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 4.05pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Con una lentitud que se explica por la heterogeneidad de las fuerzas aliadas, los frecuentes conflictos entre sus mandos intermedios y, fundamentalmente, los serios problemas para abastecer, disciplinar y armar a los combatientes -temas que constituyen la parte nuclear de este libro en lo que respecta a los argentinos- se produjo la concentración de las tropas de la Alianza en las proximidades de la ciudad de Corrientes, convertidas en extensos campamentos. Un primer hecho de armas, ocasionado por una incursión paraguaya sobre las fuerzas argentinas con apoyo de fuego de las baterías de Itapirú, la batalla de Corrales o Pehuajó (31 de enero de 1866), que pudo haber sido un triunfo con escaso costo de vidas, provocó serias bajas a la Segunda División Buenos Aires por la imprudencia y temeridad de su jefe, el coronel Emilio Conesa. El generalísimo elogió el valor de los guardias nacionales pero recomendó economizar su sangre generosa.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 4.55pt 0pt 0.45pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.25pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Para abril, Mitre comandaba un respetable ejército constituido por 60.000 hombres, de los cuales, 30.000 eran brasileños, 24.000 argentinos y 3.000 uruguayos, y con 81 piezas de artillería de diferente calibre y potencia ofensiva. Las del Ejército Argentino distaban de ser las mejores. A un año y escasos días de la invasión paraguaya a Corrientes, las fuerzas combinadas -que contaban además con un ejército de reserva de 14.000 hombres y 26 cañones comandados por el barón de Porto Alegre- invadieron el Paraguay por el Paso de la Patria.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 4.55pt 0pt 0.45pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 16.8pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">El 16 de abril pasó la vanguardia al mando del general brasileño Manuel Osario, apoyado por el general Venancio Flores, y tomó el fuerte de Itapirú sin resistencia alguna. Esos 15.000 hombres cubrieron el cruce del resto de las tropas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 30.45pt; margin: 0cm 4.55pt 0pt 0.45pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 16.8pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 12.7pt; margin: 0cm 162.7pt 0pt 17.75pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Características del terreno</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18.45pt; margin: 0cm 162.7pt 0pt 17.75pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 5pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.25pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Apenas instalados en sus carpas de campaña, los jefes, oficiales y soldados aliados se encontraron con la realidad de una geografía imponente por su belleza pero riesgosa para los argentinos, los uruguayos y los brasileños provenientes de regiones completamente diversas. La selva, los bosques, los grandes esteros, se presentaban con características sombrías. El enemigo podía tender eficaces emboscadas, defenderse con menor esfuerzo y tomar con mayor facilidad la ofensiva. El terreno le resultaba familiar, tanto que, mientras los infantes de los tres ejércitos aliados deshacían sus zapatos cruzando los esteros y suman lacerantes heridas provocadas por los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">abatís </i>diseminados por el adversario, éste marchaba con el curtido pie descalzo, conocedor de cada accidente del camino. Las fortificaciones paraguayas, estratégicamente levantadas pues apoyaban uno de sus extremos sobre el río Paraguay y otro sobre los esteros, no sólo cerraban el camino hacia Asunción, sino que se convertían en barreras casi inexpugnables. La mayoría de los combatientes, aun los menos avisados en cuestiones militares, comprendieron que sería muy dificil avanzar en lo sucesivo. Por otra parte, el clima tropical no sólo provocaría serias molestias, particularmente a los argentinos y uruguayos, sino que ocasionaría tantas víctimas como las batallas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">El 2 de mayo comenzó una contraofensiva de López, quien atacó la posición aliada de Estero Bellaco, y fue rechazado con grandes pérdidas para ambas partes. Apenas veintidós días después, lanzó sus mejores tropas contra el campamento de Tuyutí. Fue la batalla más grande y sangrienta de América del Sur, en la que cayeron 13.000 paraguayos, entre muertos y heridos, y 4.000 aliados. En las cinco horas de combate, se registraron escenas de valor por parte de los cuatro ejércitos combatientes. Pero pese al descalabro sufrido en esta última acción por las fuerzas del mariscal López, el generalísimo aliado no logró grandes avances que le permitieran dominar las posiciones encerradas en el denominado <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cuadrilátero </i>12.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Mitre ordenó el 17 y 18 de julio el ataque a las defensas de Sauce o Boquerón, durante el cual sufrieron grandes pérdidas, estimadas en 5.000 bajas, las fuerzas argentinas, brasileñas y orientales, y 2.000 las paraguayas. Tal fracaso se vio compensado en parte por la toma de Curuzú, el 2 de septiembre, que puso a los ejércitos de la Triple Alianza frente a las trincheras de Curupaytí. Las demoras y las lluvias permitieron que el comando paraguayo, auxiliado por ingenieros de la talla de Thompson, concluyeran las fortificaciones, tornándolas inaccesibles.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 30.45pt; margin: 0cm 5pt 0pt 1.4pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 1.2pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.8pt; margin: 0cm 165.1pt 0pt 18pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Entrevista de Yataytí Corá</span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.6pt; margin: 0cm 165.1pt 0pt 18pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 6.45pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.75pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Las pérdidas sufridas y la imposibilidad de abastecerse en el exterior habían mostrado palmariamente a López que la guerra estaba perdida. De ahí que intentara una paz honrosa, mediante una reunión con el presidente Bartolomé Mitre. La conferencia se realizó el 12 de septiembre de 1866 en Yataytí Corá, entre las líneas de ambos ejércitos, y en su transcurso el mariscal ofreció al mandatario argentino que se buscaran medios conciliatorios considerando que la sangre derramada había sido suficiente para lavar mutuos agravios. Mitre le contestó que no podía decidir por sí solo y que transmitiría la propuesta a los aliados y respondería por escrito. El dictador se había presentado a la entrevista "con gran séquito, en caballo blanco y con poncho color punzó y fleco de oro. El general Mitre vestía uniforme de general y gorra y el general Flores se puso, por primera vez en la campaña, su uniforme de general y con quepí".</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0.7pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.5pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">"Mitre terminó la conferencia cambiando un látigo con él. Al general Flores le propuso también cambiar algo con él, pero éste le contestó: «Nada deseo cambiar con el señor mariscal». «Un cigarro», replicó López. «Fumo los míos», fue la respuesta seca y tal vez poco galante de este experimentado guerrero a quien, a falta de instrucción, sobran sagacidad y eficacia. Tal vez estaba resentido porque le dijo que él era el causante de la guerra" .</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0.7pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 16.8pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">En Brasil, la reunión fue interpretada como un intento argentino de alcanzar la paz fuera de lo prescripto por el Tratado de la Triple Alianza, y el emperador Pedro 11 llegó a afirmar: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">"Abdicaré más bien que tratar con semejantes déspotas".</i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 29.75pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0.7pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 16.8pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.3pt; margin: 0cm 179pt 0pt 17.75pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Rechazo de Curupaytí</span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 179pt 0pt 17.75pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 3.1pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.5pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">El 22 de septiembre de 1866, el ejército aliado atacó las fortificaciones de Curupaytí, defendidas por trincheras y profundos fosos precedidos de espinosos abatís. El comandante de la escuadra brasileña, Tamandaré, había prometido el día anterior que destruiría <i style="mso-bidi-font-style: normal;">"tudo isso em duas horas", </i>pero el bombardeo de los cañones de grueso calibre no hicieron mella a las baterías paraguayas ni destruyeron los depósitos de municiones. Era unánime la idea de los componentes de las tropas argentinas y brasileñas de que morían miles de hombres en el intento. Así fue. Luego de dar la escuadra la señal de que había dañado suficientemente el objetivo, marcharon las columnas que, tras cuatro horas de denodados esfuerzos y elevadas pérdidas debieron retirarse al oír el fatídico toque del cuartel general. Los aliados sufrieron 4.000 bajas y los paraguayos, que no podían ser alcanzados desde su inconquistable posición y elegían los blancos según los grados militares que ostentaban, perdieron sólo 92 hombres. Como consecuencia de la denuncia de Mitre de que Tamandaré no había cumplido su misión, el ministro de Guerra del Brasil renunció, fueron relevados el almirante y el general barón de Porto Alegre y puesto al frente de las fuerzas brasileñas el marqués de Caxias. La mayoría de los batallones argentinos quedaron en esqueleto, algunos mandados por tenientes, y dada la magnitud del descalabro fue necesaria una larga etapa de reorganización en el campamento de Tuyutí que duró casi un año, pues recién en junio de 1867 pudo el generalísimo aliado ordenar un movimiento por el flanco del este para interponerse entre las fortificaciones del enemigo y la ciudad de Asunción. Las enfermedades y la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Revoluci6n de los Colorados, </i>que estalló en las provincias de Cuyo y determinó la marcha de varios batallones a aquellos puntos, contribuyeron a acentuar la demora. En cuanto al Brasil, las pérdidas llevaron a manumitir esclavos para incorporarlos al ejército. Las fuerzas uruguayas, diezmadas en Sauce o Boquerón y trabajadas por las dolencias y la deserción, prácticamente habían desaparecido. En otro orden, el Ejército recibía los ecos de las críticas que la prensa y la opinión pública prodigaban a la conducción militar y que tenían sus fuentes de información en las propias filas. Por cierto, la microvisión de los oficiales subalternos no les permitía conocer las causas profundas de la lentitud de las operaciones.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.85pt 0pt 0.95pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Pese a todo López ya estaba militarmente derrotado, y su ejército, diezmado en las acciones anteriores, llamaba a filas a los niños. Lejos de pensar en abandonar el mando y evitar con ello que su país se desangrase en una guerra sin esperanzas, seguía firme en la idea que manifestó al caer ellO de marzo de 1870 en los confines del Paraguay: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">"Muero con mi patria".</i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 29.75pt; margin: 0cm 2.85pt 0pt 0.95pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.55pt; margin: 0cm 156.95pt 0pt 17.25pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Etapa final de la contienda</span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 15.1pt; margin: 0cm 156.95pt 0pt 17.25pt; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 4.05pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.5pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">La marcha aliada se vio obstaculizada por desesperados intentos de las fuerzas de López para detenerla, mediante acciones bélicas de diferente importancia libradas entre el 11 de agosto y el 3 de noviembre (Paracué, Pilar, Ombú, Tayí, Tataiybá, Potrero de Obella y Tuyutí, esta última particularmente gravosa para los paraguayos, que perdieron cerca de 2.500 hombres).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 4.05pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">En aquellos momentos, cuando Mitre comenzaba a ver coronados sus esfuerzos, debió regresar al país para retomar la presidencia a raíz de la inesperada muerte del vicepresidente, Marcos Paz, víctima de la epidemia del cólera. Asumió el mando el marqués de Caxias, lo cual marcó un aceleramiento de las operaciones derivado del entusiasmo que pusieron los brasileños, hasta entonces renuentes a conceder laureles al generalísimo argentino.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 4.05pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 16.8pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Encerrado en el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cuadrilátero, </i>López se vio forzado finalmente a evacuar por el Chaco la fortaleza de Humaitá, que quedó a cargo de una guarnición reducida y asediada por el cansancio y el hambre, y se ubicó sobre la línea del Tebicuary, con el objeto de cerrar el camino a Asunción. En julio la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">SebastopoI paraguaya, </i>bombardeada sin cesar por la escuadra brasileña, comenzó a ser evacuada lentamente y en silencio, de modo que cuando las fuerzas destacadas penetraron en ella la encontraron vacía. Sin embargo sus antiguos defensores, sitiados en la Isla Poi, terminaron por rendirse.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 18pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">Ubicado López en la línea de Pikiciry, que resultaba inexpugnable, fue flanqueado por el Chaco, mediante una acertada decisión táctica de Caxias, cuyas fuerzas abrieron picadas en la selva para alcanzar su objetivo. En vez de buscar otra posición más favorable, el mariscal decidió combatir en esa línea, con no más de 10.000 efectivos, formados en buena parte por ancianos y niños. El comandante en jefe de los aliados empeñó 24.000 hombres, que en sucesivos combates fueron debilitando aún más a las tropas paraguayas. Hasta que se produjo la gran batalla de Lomas Valentinas, entre el 21 y el 27 de diciembre de 1868. Antes del día 21 López ordenó el fusilamiento de su hermano Benigno, de su cuñado el general Barrios y del propio obispo de Asunción, monseñor Palacios, acusados de conspirar con el enemigo para poner fin a la contienda. Por otro lado, se acrecentaron las vejaciones y torturas a los prisioneros, entre los que se hallaban algunos jefes y oficiales aliados, como también civiles y militares extranjeros. El 27 se inició el ataque al formidable reducto de Itá Ibaté, que produjo el aniquilamiento del ejército de López, quien logró huir con un reducido grupo de fieles 14. Poco más de dos meses antes había asumido el nuevo presidente argentino, Domingo Faustino Sarmiento.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 3.35pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.25pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">E15 de enero de 1869 los brasileños penetraban en Asunción, mientras las tropas argentinas permanecían fuera de la capital del Paraguay. En enérgica nota de don Emilio Mitre, su nuevo jefe, al marqués de Caxias, expresaba en alusión a los saqueos y atropellos perpetrados en la ciudad prácticamente abandonada: "No quiero autorizar con la presencia de la bandera argentina en la ciudad de Asunción los escándalos inauditos y vergonzosos que, perpetrados por los soldados de V.E. han tenido lugar».</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.85pt; margin: 0cm 2.6pt 0pt 0cm; mso-line-height-rule: exactly; mso-pagination: none; text-align: justify; text-indent: 17.25pt;">
<span lang="ES" style="layout-grid-mode: line;">A partir de entonces comenzó la última etapa de la guerra con la persecución de López, que se refugió en los lindes montañosos con Brasil. El mariscal cayó a orillas del Aquidabán, ello de marzo de 1870, atravesado repetidas veces por la lanza del cabo brasileño conocido como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Chico Diabo. </i>Con él murió su hijo adolescente, el coronel <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Panchito </i>López. La prolongada sangría sudamericana tocó a su fin con la destrucción del Paraguay y la ingente pérdida de vidas y recursos de los tres países que lo enfrentaron.</span></div>
<br />
JPZ</div>JPZhttp://www.blogger.com/profile/04187104691551996915noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4432756435426016952.post-17802441442656326372011-12-24T18:57:00.000-03:002011-12-24T18:59:35.807-03:00ENTRE CEPEDA Y PAVÓN<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><u><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif";"><span style="background-color: white; color: black;">De Cepeda a Pavón.</span></span></u></i></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;">
<span style="color: black;"><br /><span style="background-color: white;"></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><u><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif";"><span style="background-color: white; color: black;">Nuevos elementos de tensión.</span></span></u></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><br /><span style="background-color: white;"></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="color: black;"><span style="background-color: white;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La derogación de los tratados que garantizaban el <i>statu quo</i> en marzo de 1856 restableció las desavenencias entre <personname productid="la Confederación" w:st="on">la Confederación</personname> y el Estado de Buenos Aires. Las autoridades de Paraná adujeron, al pronunciarse por la mencionada derogación, que los tratados habían fortalecido la separación del país en dos campos antagónicos. En realidad, este argumento escondía la percepción de que Buenos Aires podía volverse paulatinamente más sólido. Por ello el gobierno de <personname productid="la Confederación. A" w:st="on">la Confederación</personname> se decidió por una política agresiva a fin de unir a la nación antes de que la brecha se extendiese aún más. <br /> Además del instrumento económico de las tarifas diferenciales, el mencionado gobierno decidió lograr el control del escenario porteño con el apoyo de elementos disidentes, proceso que culminó con resultado adverso en las elecciones de la provincia de Buenos Aires de 1857. Asimismo intentó una vigorosa acción de política exterior en busca de aliados extranjeros.<br /> El hecho de que existieran grupos opositores en la provincia de Buenos Aires llevó a pensar a las autoridades de Paraná que podían trabajar con esos elementos para incorporar la provincia rebelde a <personname productid="la Confederación" w:st="on">la Confederación. A</personname> pesar de que el sitio de Lagos y las posteriores invasiones de los emigrados no habían favorecido las perspectivas de unión, el gobierno de Paraná intentó encontrar alguna fórmula más eficiente de intervención en la política porteña. Las elecciones en <personname productid="la Legislatura" w:st="on">la Legislatura</personname> para designar al sucesor del gobernador Pastor Obligado habían sido fijadas para mayo de 1857. La persona en quien recayera el nombramiento era relevante para las relaciones entre ambas partes y el gobierno confederal deseaba un gobernador partidario de la unificación en base a <personname productid="la Constituci�n" w:st="on">la Constitución</personname> de 1853, objetivo para lo cual comenzó a trabajar (2).<br /> Pero si bien el grupo político porteño que había subido al poder a raíz de la revolución septembrina estaba dividido en dos sectores -los que apoyaban el <i>statu quo</i> y los que preferían un programa más agresivo hacia <personname productid="la Confederación" w:st="on">la Confederación-,</personname> la actividad de los opositores y su fuerza en la zona rural de la provincia, sumada a la actividad de Urquiza tratando de apoyar la candidatura de Tomás Guido, sirvió para estrechar filas en el partido gubernamental porteño. Este conquistó una sorprendente victoria en las elecciones para conformar <personname productid="la Legislatura" w:st="on">la Legislatura</personname> en marzo de 1857 y pudo imponer su candidato a gobernador dos meses después. Así, resultó electo Valentín Alsina, el más conspicuo representante de los debates de junio y de la revolución septembrina, hecho que ilustraba un nuevo fracaso de Urquiza en su intento unificador y significaba una ruptura entre los contendientes.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="background-color: white; color: black;">La hostilidad entre Buenos Aires y <personname productid="la Confederación" w:st="on">la Confederación</personname> era permanentemente alimentada desde el periodismo de ambos estados. Buenos Aires defendía su tesis de que al menos hasta 1863 (fecha fijada para una eventual reforma constitucional) debía conservarse el <i>statu quo</i>. Pero el presidente Urquiza no estaba dispuesto a trasladar a su sucesor el problema de la integración nacional.<br /> A su vez, la cuestión de la sucesión presidencial de Urquiza, que finalizaba su período en marzo de 1860, también repercutiría en las relaciones entre <personname productid="la Confederación. A" w:st="on">la Confederación</personname> y Buenos Aires. La campaña electoral no se planteó en discusiones racionales sino que fue una lucha desarrollada "detrás del escenario" por los dos principales candidatos, el vicepresidente Salvador María del Carril y el ministro del interior Santiago Derqui. Ambos lucharon por obtener el apoyo de Urquiza, para que éste hiciera sentir su influencia en el Congreso, en los gobiernos provinciales y sobre los jefes militares.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><br /><span style="background-color: white;"></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<em><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span lang="ES" style="background-color: white; color: black; font-family: "Arial", "sans-serif";">La crisis en San Juan: el asesinato de Nazario Benavides</span></u></b></em></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: black;"><br /><span style="background-color: white;"></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="color: black;"><span style="background-color: white;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La crisis en San Juan se inició con un enfrentamiento entre el gobernador Manuel José Gómez y su ministro Saturnino Laspiur, ambos de tendencia liberal y partidarios de la candidatura de del Carril por un lado, y el comandante militar de la zona, general Nazario Benavides, por el otro, que culminó con el encarcelamiento del último en septiembre de 1858 bajo la acusación de conspirar contra el gobierno. Del Carril intentó sacar a Benavides de San Juan bajo la protección del gobierno de <personname productid="la Confederación. Pero" w:st="on">la Confederación.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Pero</personname> los comisionados confederados llegaron tarde y junto con el asesinato de Benavides se desvaneció también la candidatura de del Carril, al aparecer ante Urquiza como sospechoso de complicidad con el núcleo liberal sanjuanino (1). <br /> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>De acuerdo con Julio Victorica, el partido opositor a Benavides -financiado por los hombres de Buenos Aires- había logrado desplazarlo del gobierno sanjuanino. El nuevo gobernador Gómez y su ministro Laspiur respondían a la influencia porteña, como así la prensa sanjuanina. Victorica intenta demostrar la implicación de algunos políticos porteños en el episodio, señalando que desde Buenos Aires periódicos como <personname productid="La Tribuna" w:st="on"><i>La Tribuna</i></personname> redactado por Juan Carlos Gómez y <i>El Nacional</i> por Domingo Faustino Sarmiento pedían la eliminación de Benavides por cualquier medio.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="color: black;"><span style="background-color: white;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La crisis de San Juan se cerró con la intervención a la provincia por parte del ministro del interior Derqui y el general Pedernera, quienes impusieron como nuevo gobernador a José Antonio Virasoro, oficial del ejército correntino. Aunque el orden parecía haber sido restablecido en San Juan, su desenlace traería consecuencias negativas. Derqui había salido fortalecido del incidente y con él también los grupos favorables al uso de la fuerza contra Buenos Aires.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><br /><span style="background-color: white;"></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="background-color: white;"><strong><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><u><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif";">La presidencia de Santiago Derqui (1860-1861)</span></u></i></strong><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><u><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif";">.</span></u></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><br /><span style="background-color: white;"></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="color: black;"><span style="background-color: white;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>No obstante la firma del convenio de San José de Flores, quedaban obstáculos por salvar en el camino de la unificación nacional. Santiago Derqui, un hombre que desde 1852 había demostrado repetidamente su hostilidad a las pretensiones porteñas, había sido elegido presidente de <personname productid="la Confederaci�n. Pronto" w:st="on">la Confederación. Pronto</personname> los hombres de gobierno de Buenos Aires complicaron la gestión del sucesor de Urquiza. Felipe Llavallol, que como presidente de <personname productid="la Legislatura" w:st="on">la Legislatura</personname> de Buenos Aires y gobernador provisorio había demostrado buena disposición a celebrar el pacto de unión del 10 de noviembre de 1859, comenzó a ser influido por los elementos localistas o autonomistas porteños. Llegó Llavallol a restablecer el ministerio de relaciones exteriores del gobierno de Buenos Aires que el pacto de San José de Flores había hecho caducar. Aquella influencia se había hecho evidente también en la elección de una convención constitucional a fines de diciembre que debía sugerir las enmiendas a <personname productid="la Constituci�n" w:st="on">la Constitución</personname> nacional. En el mes de abril de 1860 la tensión había llegado a un punto que parecía presagiar la reanudación de la guerra civil.<br /> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Finalmente, el gobernador provisorio Llavallol fue reemplazado por el general Bartolomé Mitre, quien asumió como gobernador propietario el 1º de mayo de 1860. Esta elección parecía ensanchar aún más la brecha existente entre Paraná y Buenos Aires. Desde el primer momento el nuevo gobernador dio muestras de mala voluntad hacia el presidente Derqui. Empezó por hacerse llamar <i>gobernador del Estado de Buenos Aires</i>, denominación que el pacto de unión había hecho desaparecer.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="color: black;"><span style="background-color: white;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>No obstante las perspectivas de guerra civil, Mitre produjo un viraje sorpresivo en la política porteña. Decidió enviar a Dalmacio Vélez Sársfield<b> </b>en misión a Paraná para discutir el siguiente paso en la unificación, dado que la convención constituyente porteña había decidido ya algunas de las enmiendas a <personname productid="la Constituci�n" w:st="on">la Constitución</personname> de 1853.</span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="color: black;"><span style="background-color: white;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La decisión de Mitre de enviar a Dalmacio Vélez Sársfield a Paraná no es interpretada de la misma manera por los historiadores. Para Gorostegui de Torres, Mitre demostraba con ello que encarnaba una política favorable a la unión entre los dos Estados. En cambio Julio Victorica señala que, no obstante la mala voluntad del gobernador Mitre en términos de negociación con el gobierno de Paraná, el ministro de gobierno de Buenos Aires, Domingo Faustino Sarmiento, al recibir la nota citada del ministro del interior del gobierno de <personname productid="la Confederaci�n Pujol" w:st="on">la Confederación Pujol</personname>, decidió enviar un comisionado para negociar con el gobierno de Paraná, designando con ese objetivo a Vélez Sársfield.<br /> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Por su parte, el gobierno de Derqui designó para entenderse con el comisionado porteño al ministro de guerra, Benjamín Victorica, a los secretarios Daniel Aráoz, Vicente G. Quesada y José María Cantilo. Dichos comisionados celebraron finalmente un convenio el 6 de junio de 1860. Algunos de sus artículos reflejaban los conflictivos intereses en juego: </span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="background-color: white; color: black;">Art. 12º. El gobierno de Buenos Aires continuará en el régimen y administración de todos los objetos comprendidos en el presupuesto de 1859 aunque ellos correspondan por su naturaleza a las autoridades nacionales, hasta que incorporados los diputados de Buenos Aires al Congreso disponga éste sobre la materia y sobre el modo de hacer efectiva la garantía dada a Buenos Aires por el artículo 8º del convenio de 11 de noviembre.<br />Art. 13º. Se exceptúa del artículo anterior, la parte relativa a las relaciones exteriores que Buenos Aires ha suspendido por el artículo 6º del pacto.<br />Art. 14º. Entretanto el gobierno de Buenos Aires, para concurrir por su parte a los gastos nacionales, entregará al gobierno nacional mensualmente la suma de uno y medio millón de pesos moneda corriente, a contar desde la fecha de la ratificación del presente convenio.<br />Art. 15º. El gobierno nacional considerando a la provincia de Buenos Aires, como lo es, una parte integrante de la nación, se compromete a ayudarle en la defensa de sus fronteras de las invasiones de los bárbaros, y al efecto ordenará la aproximación de dos regimientos de caballería a la línea divisoria de Buenos Aires a las órdenes del comandante general de la frontera norte de aquella provincia, para que lo auxilie toda vez que lo requiera, en caso de invasión de indios o de persecución de ellos.<br />Art. 16º. El Congreso legislativo integrado con los diputados de Buenos Aires dictará a la brevedad posible las disposiciones necesarias a uniformar la legislación aduanera y a mejorar en lo posible la protección al comercio general; mientras tanto continuarán rigiendo respectivamente las leyes y prácticas aduaneras hoy vigentes.<br />Art. 17º. Los productos naturales o manufacturados de Buenos Aires son libres de derechos de introducción en las aduanas de las demás provincias, como lo serán en la de aquélla los productos y manufacturas de éstas.<br />Art. 18º. El gobierno nacional en el deseo de que exista un vínculo más de unión, ofrece dictar en la forma que él crea oportuna los reglamentos y disposiciones que estime favorables al comercio recíproco para admitir el papel moneda de Buenos Aires con las aduanas de <personname productid="la Confederaci�n" w:st="on">la Confederación</personname> en la cantidad que juzgue conveniente. (...) (1)</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="color: black;"><span style="background-color: white;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Del contenido de los artículos citados de este convenio de junio de 1860 se desprende, según Victorica, la intención conciliadora del gobierno de Derqui, quien si bien refutó la intención del gobierno de Buenos Aires de definirse como Estado y no como provincia integrante del territorio de <personname productid="la Confederación" w:st="on">la Confederación</personname> (artículo 15º) y de manejar sus relaciones exteriores en forma independiente del gobierno confederado (artículo 13º), a la vez evitó socavar las atribuciones del gobierno de Buenos Aires en temas sensibles para este último -aduana, moneda, gastos de la provincia-, con el fin de favorecer el acercamiento con la provincia escindida y allanar el camino para su incorporación al resto de las provincias argentinas. En este sentido, el convenio fue útil pues logró tranquilizar momentáneamente los ánimos. En cambio, para Gorostegui de Torres, Buenos Aires sacó partido en el convenio de junio de 1860 de la desconfianza que crearon entre Derqui y Urquiza las hábiles intrigas porteñas, consolidando en las negociaciones la autonomía que pareció haber perdido luego de Cepeda (2).<br /> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El punto clave de la cuestión lo constituía obviamente la entrega de la aduana porteña a la jurisdicción de las autoridades de <personname productid="la Confederaci�n. Las" w:st="on">la Confederación. Las</personname> autoridades de Buenos Aires habían demorado dicha entrega -establecida en el pacto de San José de Flores- pretextando que no podía concretarse hasta tanto no se resolviese la aprobación y jura de las reformas a <personname productid="la Constituci�n" w:st="on">la Constitución</personname> de 1853. La intención de dar solución a este punto crucial llevó al gobierno de Derqui a firmar el convenio del 6 de junio. Al mismo tiempo que Buenos Aires conservaba durante un período impreciso su aduana, la suma de 1.500.000 pesos moneda corriente (alrededor de 75.000 metálico) que Buenos Aires se comprometía a entregar mensualmente hasta la jura de <personname productid="la Constituci�n" w:st="on">la Constitución</personname> reformada, mejoraba algo las alicaídas finanzas de <personname productid="la Confederaci�n" w:st="on">la Confederación</personname>, que logró colocar bonos al 1% en vez del 2% (3). <br /> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Como una manera de confirmar que la paz había sido asegurada, Mitre invitó al presidente Derqui y a Urquiza a las celebraciones del 9 de julio a realizarse en Buenos Aires. En las ceremonias oficiales y privadas que se sucedieron hubo discursos emotivos y abrazos entre los tres protagonistas principales de la política nacional, pero el peligro implícito de la discordia estaba latente. Derqui deseaba en ese momento romper la tutela que sobre él ejercía Urquiza, y el contacto con Mitre era una oportunidad para lograr algún acuerdo que contrarrestara la mencionada influencia. La actitud de Derqui encontró respaldo en Mitre, quien a su vez deseaba despegar al nuevo presidente de la órbita del federalismo entrerriano para incorporarlo a su partido liberal en formación.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><br /><span style="background-color: white;"></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><u><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif";"><span style="background-color: white; color: black;">Reforma Constitucional de 1860.</span></span></u></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><br /><span style="background-color: white;"></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="color: black;"><span style="background-color: white;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La reforma propuesta por Buenos Aires trataba de proteger los derechos porteños en cuatro aspectos: ubicación de la capital, soberanía de la provincia, predominio económico y relaciones exteriores (3). Debido a la diversidad de opiniones respecto del primer tema, la cuestión capital fue pospuesta. La enmienda del artículo 3º -que federalizaba a la ciudad de Buenos Aires- estableció que la residencia de las autoridades nacionales debía ser declarada más tarde por ley del Congreso, previa cesión del territorio por una o más provincias.<br /> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En cuanto al segundo aspecto de preservar la autonomía provincial, se reformaron los artículos 5º y 6º, suprimiendo la cláusula que exigía el sometimiento de las constituciones provinciales a la aprobación del gobierno nacional y restringiendo el poder de intervención federal. Además se aconsejó que los candidatos a legisladores nacionales debían haber residido un lapso de tiempo en la provincia a representar. Se enfatizó que los poderes no expresamente reservados al gobierno nacional pertenecían a las provincias. Se prohibió a los jueces federales ocupar simultáneamente cargos en las cortes provinciales. Se disminuyeron los poderes del ejecutivo nacional en época de receso del Congreso.<br /> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El tercer aspecto era la cuestión económica. La convención provincial se preocupó por obtener una garantía constitucional para impedir una discriminación como la de los derechos diferenciales contra el puerto o la provincia de Buenos Aires. Asimismo se sumó a las facultades del Congreso una disposición similar para refirmar la igualdad de aranceles y evitar la supresión de las aduanas existentes en el momento de la incorporación de la provincia a la nación.<br /> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La última gran preocupación de la convención provincial fueron las decisiones en materia de política exterior tomadas por <personname productid="la Confederaci�n" w:st="on">la Confederación</personname> desde 1852. Debido a que ésta había firmado con España un tratado que aceptaba el <i>ius sanguinis</i>, los políticos porteños insistieron en que Buenos Aires quedara exenta de ese principio. A tal fin se agregó una reserva al artículo 31º. <br /> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><personname productid="La Convención" w:st="on">La Convención</personname> nacional <i>ad hoc</i> que debía tratar las reformas propuestas por la provincia de Buenos Aires se reunió en Santa Fe entre el 14 y el 25 de septiembre de 1860. En opinión de Scobie, si bien el objetivo aparente de la convención era la revisión de <personname productid="la Constituci�n" w:st="on">la Constitución</personname> de 1853, el hecho de su reunión constituía a la vez para las fuerzas políticas en pugna una oportunidad de ponerse a prueba. Esta vez, mitristas y urquicistas hicieron causa común contra los partidarios de Derqui. El "arreglo" respaldado por los primeros determinaba la aprobación de los poderes de todos los convencionales salvo dos; la aceptación de todos los tratados internacionales excepto el suscripto con España; la disposición de que después de 1866, ni el gobierno nacional ni los provinciales pudieran imponer derechos de importación; y la aceptación de "Confederación Argentina" como uno de los nombres oficiales del país. Luego que el grupo aliado consiguió la aprobación de sus condiciones, la tarea de la convención resultó sencilla.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Por su parte, Derqui había comenzado a dar cumplimiento a su pacto con Mitre.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="color: black;"><span style="background-color: white;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El mismo día de la jura de <personname productid="la Constituci�n" w:st="on">la Constitución</personname> por parte del gobierno porteño, el presidente de <personname productid="la Confederaci�n Argentina" w:st="on">la Confederación Argentina</personname> expidió un decreto cuyo artículo 1º decía: "Elévase al rango de brigadier general de los ejércitos de <personname productid="la Repblica" w:st="on">la República</personname> al coronel mayor don Bartolomé Mitre". Buscó además una participación mayor de los políticos porteños en el gabinete nacional. Así, nombró como ministro de hacienda a Norberto de <personname productid="la Riestra" w:st="on">la Riestra</personname>, acérrimo partidario de Mitre, quien dictó el decreto nacionalizando la aduana de Buenos Aires (5). También Derqui decretó el cambio de la denominación de Confederación Argentina por República Argentina y derogó los nombramientos de jueces de <personname productid="la Suprema Corte" w:st="on">la Suprema Corte</personname> hechos por la presidencia de Urquiza.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="color: black;"><span style="background-color: white;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Por último, Derqui, apremiado por las necesidades económicas, decidió el 3 de noviembre, sin esperar la incorporación de los diputados de Buenos Aires, que la provincia disidente entregase no ya el millón y medio mensual sino los excedentes de sus rentas. Esto disgustó a tanto a los partidarios de Derqui como de Urquiza. A este factor se agregaron otras disposiciones de Derqui en materia de relaciones exteriores que favorecían al gobierno de Buenos Aires. La intención del presidente de alejarse de Urquiza y acercarse a Mitre demostrada con todas estas disposiciones terminaría convirtiéndose en explosiva a partir de los sucesos que tendrían lugar en San Juan.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><br /><span style="background-color: white;"></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;">
<strong><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><u><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif";"><span style="color: black;"><span style="background-color: white;">El asesinato del gobernador de San Juan, José Virasoro (noviembre de 1860). Su repercusión en las relaciones entre los gobiernos de Buenos Aires y <personname productid="la Confederación Argentina." w:st="on">la Confederación Argentina.</personname></span></span></span></u></i></strong></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="color: black;"><span style="background-color: white;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Urquiza, en un intento por recrear la armonía que amenazaba quebrarse, invitó al presidente Derqui y al gobernador Mitre a festejar el primer aniversario del Pacto de Unión en su residencia San José en noviembre de 1860. Pero un hecho grave quebró toda posible cordialidad: el asesinato del gobernador de San Juan y figura del partido federal, coronel José A. Virasoro, el 16 de noviembre de 1860, y su reemplazo por una figura del partido liberal opositor, el doctor Antonino Aberastain.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="color: black;"><span style="background-color: white;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Las instrucciones de Derqui, que habían autorizado el uso de la fuerza, y la insistencia de Urquiza en vengar la muerte de Virasoro llevaron a este desenlace a pesar de que Derqui había dado seguridades a Buenos Aires de que se protegería al grupo liberal. La resolución drástica de la situación sanjuanina mereció la repulsa del gobierno de Buenos Aires e incluso del propio gobierno nacional. Los ministros de <personname productid="la Riestra" w:st="on">la Riestra</personname> y Pico renunciaron con lo cual terminó la cooperación porteña con el gobierno nacional. Mitre exhortó al resto de los gobernadores a condenar el asesinato de Aberastain, pero casi todos le contestaron que el asunto era de incumbencia de la autoridad nacional. No obstante, los intercambios de notas y discusiones entre el gobierno de <personname productid="la Confederaci�n" w:st="on">la Confederación</personname>, los provinciales y el de Buenos Aires respecto del fusilamiento de Aberastain, con los cuales la prensa contribuía, lograron exacerbar las pasiones hasta el extremo de considerar nuevamente un enfrentamiento entre las fuerzas del gobierno de Buenos Aires y el de <personname productid="la Confederaci�n. La" w:st="on">la Confederación. La</personname> política de acercamiento de Derqui había fracasado rotundamente. En consecuencia, el presidente buscaría nuevamente el apoyo de Urquiza, quien, desde su gobierno en Entre Ríos y cansado de disputas internas, criticó el papel rector que se arrogaba el gobierno de Buenos Aires.<br /> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Para Gorostegui de Torres, el asesinato de Virasoro y de Aberastain en San Juan eran capítulos de la rivalidad creciente entre los grupos políticos que respondían respectivamente al presidente de <personname productid="la Confederaci�n" w:st="on">la Confederación</personname>, a Urquiza y al gobierno de Buenos Aires. Así, por ejemplo, San Luis y San Juan respondían al presidente Derqui; Entre Ríos, Corrientes, Santa Fe, <personname productid="La Rioja" w:st="on">La Rioja</personname>, Catamarca y Mendoza estaban bajo influencia urquicista y los porteños contaban con el apoyo de Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy y Córdoba (2).<br /> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En un clima enrarecido por las tensiones se acercaba el momento en que la provincia de Buenos Aires debía proceder a su incorporación a la nación.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><br /><span style="background-color: white;"></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><u><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif";"><span style="background-color: white; color: black;">Clima previo a Pavón.</span></span></u></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="color: black;"><span style="background-color: white;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ante la proximidad de una nueva guerra, los ánimos de los principales protagonistas estaban unánimemente contrariados. El presidente Derqui, antiguo amigo de Mitre y halagado por el general porteño al principio de su mandato, no se resignaba a que, tras tantos esfuerzos por satisfacer las exigencias del gobierno de Mitre, el amigo de ayer se convirtiese en el enemigo intransigente. Urquiza, por su parte, estaba lógicamente irritado. A diferencia de los días de Caseros, no tenía deseos de abandonar nuevamente su casa y su familia para tomar parte en una lucha para la cual no tenía motivaciones. Incluso en cierto momento pasó por su cabeza la posibilidad de formar un Estado independiente con Entre Ríos y Corrientes. A su vez Mitre era consciente de que todo su discurso de derechos de Buenos Aires, libertades de Buenos Aires y demás patrioterías con que trataba de justificar la guerra eran pretextos para acceder al gobierno del país. Pero estos pretextos habían ido más allá de lo que Mitre deseaba, embarcando a la sociedad porteña en una cruenta guerra cuyo precio político el gobernador porteño no estaba muy dispuesto a pagar.<br /> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Además de la escasa vocación de Derqui, Mitre y Urquiza por llevar adelante una nueva guerra entre los Estados de Buenos Aires y <personname productid="la Confederaci�n" w:st="on">la Confederación</personname>, cuyos réditos políticos eran inciertos en el mejor de los casos, se registraron vanos intentos de mediación para evitar la guerra.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><br /><span style="background-color: white;"></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;">
<strong><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><u><span lang="ES" style="background-color: white; color: black; font-family: "Arial", "sans-serif";">La batalla de Pavón (septiembre de 1861)</span></u></i></strong><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><u><span lang="ES"></span></u></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="color: black;"><span style="background-color: white;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Finalmente, el ejército nacional, a cuyo frente estaba Urquiza chocó con las fuerzas porteñas comandadas por Mitre en la batalla de Pavón el 17 de septiembre de 1861. Los entretelones de esta decisiva batalla han sido objeto de análisis y discusión entre los historiadores. Para Julio Victorica, Pavón fue una batalla enmarcada en un contexto de comunicaciones previas a la batalla entre dos generales que deseaban negociar, Urquiza y Mitre. El primero no estaba motivado para presentar batalla, y al parecer Mitre garantizó al general entrerriano que sus propósitos eran respetar <personname productid="la Constituci�n" w:st="on">la Constitución</personname> nacional y no hostilizar a la provincia de Entre Ríos. Con estas garantías, Urquiza decidió retirarse del campo de batalla. Victorica rechaza una interpretación peyorativa de la actitud del general entrerriano, equiparando esta actitud de Urquiza a la del general José de San Martín después de la conferencia de Guayaquil con Simón Bolívar. <br /> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Por su parte, Halperín Donghi sostiene la idea de que Pavón representó un acuerdo implícito entre Mitre y Urquiza, planteándolo en los siguientes términos: </span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="color: black;"><span style="background-color: white;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Vencedora (Buenos Aires) en 1861, (...) su victoria provoca el derrumbe del gobierno de <personname productid="la Confederaci�n" w:st="on">la Confederación</personname>, presidido por Derqui y sólo tibiamente sostenido por Urquiza, que ha desarrollado una viva desconfianza hacia su sucesor en la presidencia. Mitre, gobernador de Buenos Aires, advierte muy bien los límites de su victoria, que pone a su cargo la reconstitución del Estado federal, pero no lo exime de reconocer a Urquiza un lugar en la constelación política que surge (...). </span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="color: black;"><span style="background-color: white;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>A su vez, Isidoro J. Ruiz Moreno aporta una serie de elementos sugestivos para la comprensión de Pavón: el distanciamiento entre el presidente Derqui y el gobernador entrerriano y ex presidente Urquiza, alimentado por la necesidad del primero de despegarse de la influencia que sobre él ejercía el vencedor de Caseros; las negociaciones celebradas entre Derqui y Mitre durante la visita del primero y de Urquiza a Buenos Aires el 9 de julio de 1860, apuntando al fortalecimiento del partido Liberal no sólo en Buenos Aires sino en el resto de <personname productid="la Confederaci�n" w:st="on">la Confederación</personname>; los escasos móviles que Urquiza tenía para intervenir militarmente contra las fuerzas de Buenos Aires, apatía potenciada por su distanciamiento de Derqui, su escaso interés en abandonar la tranquilidad de su residencia en Paraná por una lucha cuyo objetivo no percibía con claridad, y por el descubrimiento a través de algunas cartas del doctor Mateo Luque dirigidas al presidente Derqui, que mostraban que el Congreso de <personname productid="la Confederaci�n" w:st="on">la Confederación</personname> trabajaba para robustecer la influencia del presidente de <personname productid="la Confederaci�n" w:st="on">la Confederación</personname> en desmedro de su persona. Todos estos elementos contribuyeron a desmoralizar a Urquiza, quien, ante la sospecha en plena batalla de un nuevo entendimiento entre Mitre y Derqui, optó por retirarse sin definirla (3).<br /> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Mas allá de la divergencia en las interpretaciones, lo cierto es que Pavón abrió el camino de la definitiva organización nacional, proceso que tuvo dos arquitectos: Urquiza y Mitre. Paradójicamente, uno y otro pagarían los costos del acuerdo y serían crucificados como traidores por los elementos intransigentes dentro del partido de <personname productid="la Libertad" w:st="on">la Libertad</personname> porteño y del federalismo provincial. El presidente Mitre, luego del desgaste del gobierno, acentuado por la guerra del Paraguay, debió renunciar a tener posibilidades protagónicas en la vida política argentina. El destino de Urquiza fue más trágico: sería asesinado por el caudillo entrerriano López Jordán en 1874.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;">
<strong><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><u><span lang="ES" style="background-color: white; color: black; font-family: "Arial", "sans-serif";">Conclusiones</span></u></i></strong><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><u><span lang="ES"></span></u></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="color: black;"><span style="background-color: white;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La pretensión de Urquiza de conformar un Estado único y organizado constitucionalmente con los débiles Estados provinciales de la época rosista -supuestamente deseado por la mayoría y que Rosas había aplazado indefinidamente- dio como resultado el surgimiento de dos Estados -<personname productid="la Confederaci�n Argentina" w:st="on">la Confederación Argentina</personname> por una lado, y el Estado de Buenos Aires por el otro. El último, producto del rechazo de la elite gobernante de Buenos Aires a la organización promovida por Urquiza, pareció consolidarse con el paso del tiempo. Al asumir la cuestión visos de ser irreversible, el punto central se desvió entonces a la relación entre ambas partes. Un corto tiempo de relaciones cordiales terminó en marzo de 1856 cuando los tratados que garantizaban el <i>statu quo</i> fueron derogados por <personname productid="la Confederaci�n" w:st="on">la Confederación</personname>, posiblemente con la intención de no fortalecer a su contendiente. <br /> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Pero a su vez <personname productid="la Confederaci�n" w:st="on">la Confederación</personname> no conseguía consolidar su poder como gobierno nacional, a pesar de lo cual -si consideramos parámetros realistas- o tal vez para dar solución a su precaria situación, aquélla mantuvo como objetivo principal el tratar de obligar a Buenos Aires a incorporarse al resto del país. Esto se intentó tratando de apoyar a los elementos opositores de los gobernantes porteños, lo cual provocaría la reacción totalmente contraria: es decir el respaldo de la provincia bonaerense al grupo gobernante y la elección del enemigo principal de <personname productid="la Confederaci�n" w:st="on">la Confederación</personname> y de Urquiza como gobernador. <br /> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><personname productid="la Confederación" w:st="on">La Confederación</personname> insistió entonces con la guerra económica contra el Estado de Buenos Aires, pero la solidez de éste en el aspecto económico-financiero -basada en su aduana y su banco- respaldaba el deseo segregacionista y frustraba los planes confederados. El fracaso de este esfuerzo, sumado al de la búsqueda de alianzas a nivel regional, hizo que el empleo de la fuerza fuera considerado como una solución plausible. A fines de marzo de 1859, Urquiza decidió exigir la unión del Estado de Buenos Aires proclamando la nulidad de sus actos en política exterior. En mayo, el Congreso lo autorizó a resolver la cuestión de la integridad nacional por medio de la guerra si fuera necesario. No obstante la opción por el choque armado pareció tener eco también en el otro lado del arroyo del Medio, pues la mediación norteamericana atribuyó su fracaso a las condiciones impuestas por Buenos Aires.<br /> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Malogrados todos los intentos de llevar a las partes a un acuerdo se produjo la batalla de Cepeda. El triunfo de las fuerzas de Urquiza y la amenaza de que éste tomara la ciudad capital convencieron a los porteños de que debían capitular. El triunfo del proyecto de Urquiza de lograr la integración nacional pareció quedar confirmado por el pacto de Unión firmado en San José de Flores. Finalmente Buenos Aires se incorporaba al resto del país sobre la base del respeto a las disposiciones de <personname productid="la Constituci�n" w:st="on">la Constitución</personname> nacional -aunque se le permitía proponer reformas a la misma por no haber participado en su elaboración-. Además -y esto era la consecuencia más relevante- el Estado de Buenos Aires entregaba finalmente su aduana a la nación, con lo cual <personname productid="la Confederaci�n" w:st="on">la Confederación</personname> obtenía el instrumento para su supervivencia.<br /> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>No obstante el triunfo urquicista era demasiado duro para ser aceptado por los círculos políticos dominantes en Buenos Aires. En consecuencia, un tácito consenso los llevó a resistir la incorporación y a retardar los pasos establecidos en el pacto firmado. La reunión de la convención constituyente provincial se demoró y no se entregó la aduana. En abril de 1860 se produciría un momento de gran tensión que nuevamente presagiaba la guerra. <br /> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Pero a comienzos de marzo otro hecho cambió el escenario del poder político nacional. Derqui sucedió a Urquiza en la presidencia y esto creó un tercer polo de poder e inauguró una relación de fuerzas tripartita que sería significativa en términos de interdependencia. En mayo, cuando Mitre fue elegido gobernador de Buenos Aires, se completó el tercer vértice del triángulo. La mala relación entre Derqui- quien intentó forjarse una posición independiente de su antecesor- y Urquiza -quien no se resignaba a perder su papel rector en la política de <personname productid="la Confederaci�n" w:st="on">la Confederación</personname> e intentó retenerlo desde su puesto de gobernador de Entre Ríos- derivó en una obligada competencia de ambos por alcanzar una acercamiento con Buenos Aires. Esto finalmente debilitó a <personname productid="la Confederaci�n" w:st="on">la Confederación</personname>, al manejarse sus autoridades sin unidad en los objetivos.<br /> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Derqui que era el peor hombre que podía ser electo presidente de <personname productid="la Confederaci�n" w:st="on">la Confederación</personname> para los intereses de la política porteña pronto revirtió esa posición. Ante las posibilidades de jugar con Urquiza o con Mitre, Derqui se resolvió por el último. La perspectiva de la incorporación de los diputados de Buenos Aires al Congreso nacional, y los futuros procesos electorales de renovación de éste hacían prever que el apoyo de Buenos Aires iba a ser decisivo. Derqui decidió entonces inclinarse por Buenos Aires para encontrar respaldo electoral y hacer frente a Urquiza. <br /> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Consecuentemente el presidente ofreció cargos en el gabinete nacional a hombres de Buenos Aires -especialmente a uno muy cercano a Mitre-, apelando a la justificación de que no estaba aplicando otra cosa que el ya conocido plan urquicista de fusión de los partidos. Urquiza no tuvo más remedio que ser espectador del lento desplazamiento de sus partidarios del gabinete de Derqui, quien sin duda debía la presidencia al apoyo del primero. Probablemente la intención de Derqui fuera situarse en un punto de equilibrio entre las fuerzas de Urquiza y de Mitre, pero su jugada no estaba exenta de cierto riesgo, pues siendo Derqui un hombre que carecía de partido, su afán independentista de Urquiza no tenía otra salida que la caída en la órbita porteña. Así, la maniobra tenía sus límites: cómo conservar el apoyo de los urquicistas al inclinarse por Mitre, y cómo mantener el de Mitre, conociendo éste que el vínculo con los primeros no podía disolverse.<br /> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>De esta manera, la llegada de Mitre al gobierno del Estado de Buenos en mayo de 1860 produjo, a pesar de las perspectivas negativas, un acercamiento con las autoridades de Paraná. Este dio como resultado la firma del convenio de junio, por el cual Buenos Aires recuperaba parte de los privilegios perdidos por el pacto de Unión. Especialmente conservaba la aduana contra entrega de un subsidio mensual a <personname productid="la Confederaci�n. Derqui" w:st="on">la Confederación. Derqui</personname> consideró que podía hacer esta concesión en favor de la paz.<br /> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Luego de una reunión de los más altos protagonistas de la escena política de la época, con motivo de los festejos del 9 de julio en Buenos Aires, y que sirvió para que incluso observadores extranjeros detectaran facetas de la sórdida lucha entre los tres, un nuevo capítulo de la competencia Derqui-Urquiza-Mitre tendría lugar ante la reunión de la convención nacional <i>ad hoc,</i> que debía considerar las reformas a <personname productid="la Constituci�n" w:st="on">la Constitución</personname> de 1853 finalmente propuestas por el Estado de Buenos Aires. Aquí cada uno de los polos luchó denodadamente por imponer sus candidatos, aunque finalmente mitristas y urquicistas fueron los responsables del resultado de la asamblea, que prácticamente aceptó todas las propuestas de Buenos Aires.<br /> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La rivalidad entablada entre los tres grandes se manifestó también en la lucha por el dominio de los gobiernos provinciales. Tanto el gobierno de Paraná como el de Buenos Aires trataron de conseguir el apoyo de los gobiernos de algunas provincias y cada uno consiguió cierta esfera de influencia. Si bien los intereses de ambos apuntaban a distintas provincias para evitar el conflicto, en el caso donde éstos confluyeron se produjeron hechos de gravísimas consecuencias. Fue el caso de San Juan, donde la supuesta implicación de los hombres de gobierno de Buenos Aires en el asesinato del gobernador tuvo su contrapartida en la sangrienta represión respaldada por las autoridades de Paraná. El hecho fue tan determinante que provocó el fracaso de la política de acercamiento de Derqui a Mitre y el fin de la cooperación de Buenos Aires en el gobierno nacional.<br /> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El último capítulo de la competencia tripartita se produjo con motivo de la incorporación de los legisladores porteños al Congreso nacional. Luego de la reforma de <personname productid="la Constituci�n" w:st="on">la Constitución</personname> nacional aceptando las enmiendas propuestas por Buenos Aires, debía con este acto darse por terminado el proceso de integración de Buenos Aires con el resto del país. Los diputados porteños elegidos al efecto -por una ley provincial- pertenecían al antiurquicismo extremo y habrían hecho probablemente causa común con el liberalismo provincial y con el derquismo. Se produjo entonces una lucha entre Derqui -que apoyaba la admisión de los representantes porteños- y Urquiza -que la rechazaba- por obtener el apoyo de los diputados de <personname productid="la Confederaci�n" w:st="on">la Confederación</personname> para sus proposiciones. Finalmente se impuso la corriente urquicista -en nombre del partido federal- y la cámara de diputados rechazó la incorporación de los porteños con el pretexto de no haber sido elegidos por la ley electoral nacional. Con ello Urquiza aseguraba la influencia federal en el Congreso, pero al costo de provocar el resurgimiento de la antinomia federalismo-liberalismo.<br /> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Los sucesos en San Juan y el rechazo de los diputados porteños activaron la cuenta regresiva hacia un nuevo enfrentamiento armado. A diferencia del caso de Cepeda, Buenos Aires parecía esta vez sentirse fuerte. Su situación económica le permitía enfrentar los gastos de movilización y tenía un ejército en buenas condiciones. <personname productid="la Confederaci�n" w:st="on">La Confederación</personname>, en cambio emitía señales de debilidad. La rivalidad entre Derqui y Urquiza dilapidaba los esfuerzos. El desgaste de la lucha política había alcanzado a Urquiza, quien ahora aspiraba solamente a proteger sus intereses, los de su provincia y como mucho los de Corrientes. Las fuerzas armadas de <personname productid="la Confederaci�n" w:st="on">la Confederación</personname> estaban dispersas en distintas provincias: había que prepararlas y encontrar una motivación para la guerra. Ante este panorama, el círculo gobernante de Buenos Aires advirtió que era un momento inmejorable para hacer la jugada que venían esperando hacía tiempo. Se hicieron fracasar todas las negociaciones de paz y se provocó la batalla. El triunfo de Buenos Aires en Pavón produjo la consolidación de la integridad nacional pero bajo la hegemonía porteña, por lo cual la elite gobernante de esa provincia había luchado durante toda la década. </span></span></span></div>
<span style="color: black;"><span style="color: #f3f3f3;"></span><br /><span style="background-color: black;"></span></span><br />
<br />
JPZ</div>JPZhttp://www.blogger.com/profile/04187104691551996915noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4432756435426016952.post-81015194847596211072011-12-24T18:41:00.000-03:002011-12-24T18:41:11.948-03:00EL REVISIONISMO HISTÓRICO<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<h1 align="center" style="margin: auto 0cm; text-align: center;">
<span lang="ES" style="font-size: 18pt;">HISTORIA DEL REVISIONISMO</span></h1>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: center;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES">JOSÉ MARÍA ROSA</span></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: center;">
<span lang="ES">___________________________________________________________</span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: center;">
<span lang="ES"> <a href="" name="a1_procusto"></a><a href="" name="a2_historia_del_rev"></a></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 18pt;">La Generación del 80</span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;">
<span lang="ES">Adolfo Saldías, nacido en Buenos Aires en 1850, pertenecía a la llamada generación del 80; caballeresca y culta hermandad de firmes convicciones liberales y convencimiento absoluto en los destinos ascendentes de <personname productid="la Argentina" w:st="on">la Argentina</personname> – Carlos Pellegrini, Aristóbulo del Valle, Lucio López, Joaquín González, Eugenio Cambaceres – consagrados a la política, al foro, a las letras, y a veces a la historia. Advenidos tras los rezagos románticos de Caseros – Mitre, Adolfo Alsina, Vicente Fidel López –, educados en las escuelas de Sarmiento y en <personname productid="la Universidad" w:st="on">la Universidad</personname> de Juan María Gutiérrez, los jóvenes del 80 tenían la gran responsabilidad de constituir la primera promoción del liberalismo triunfante en 1852.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Saldías estudió derecho en <personname productid="la Universidad" w:st="on">la Universidad</personname> de la calle del Perú, donde el colombiano Florentino González dictaba Constitucional y don Manuel de Zavaleta, Economía Política. “Constitucional” era la exégesis de las declaraciones, derechos y garantías del sagrado estatuto del 53 – en cuyo código original estaba la firma del rector Gutiérrez –, y “Economía Política” el postulado del dejar hacer liberal dentro del estado-gendarme ideal. En frases de trabajada retórica, tan grata al gusto de la época, explicaban los maestros sus lecciones sin advertir – sin que la miopía general pudiera advertirlo – que ese “dejar hacer” de los textos europeos consolidaba el dominio económico de las empresas extranjeras, y esas garantías individuales eran aplicadas exclusivamente por la respetada Suprema Corte – donde distribuían justicia Salvador María del Carril y José Benjamín Gorostiaga, constituyentes del 53 – cuando las empresas foráneas no querían pagar los impuestos nativos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Ya <personname productid="la Argentina" w:st="on">la Argentina</personname> del 80 había dejado de ser de los argentinos, pero los jóvenes egresados de <personname productid="la Universidad" w:st="on">la Universidad</personname> no podían saberlo. El dominio extranjero penetró sutilmente, y antes de llegar al campo material se había apoderado del espiritual. Las cosas concretas – <i>patria, pueblo, justicia – </i>se expresaban en sus mentes atiborradas de retórica por generosas abstracciones: <i>Libertad, Humanidad, Civilización. </i>Creían habitar un país “en marcha continua hacia los grandes destinos que se diseñan en el horizonte”, como recitaban los discursos del rector en los aniversarios cívicos. No podían advertir que las frases y símbolos tapaban una pobre realidad sin patria, ni pueblo, ni justicia. Si atinaron a comprender más tarde la tragedia de <personname productid="la Argentina" w:st="on">la Argentina</personname>, ya habían llegado las responsabilidades de la edad madura y callaron con prudencia para no abdicar una posición económica, una situación política o un rango social imprescindibles: fueron gobernantes, periodistas, jueces y abogados del capital foráneo, y llegados a las cátedras repetirían, sin convicción, las frases aprendidas de sus maestros.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;">
<span lang="ES"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;">
<br /></div>
<h2 style="margin: auto 0cm; text-align: justify;">
<personname productid="la Argentina" w:st="on"><span lang="ES">La Argentina</span></personname><span lang="ES"> del 80</span></h2>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;">
<span lang="ES"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<personname productid="la Argentina" w:st="on"><span lang="ES">La Argentina</span></personname><span lang="ES">, <personname productid="la Argentina" w:st="on">la Argentina</personname> visible y audible que era “todo el país” en el pensamiento de los contertulios del Club del Progreso y en las gacetillas y editoriales de los diarios políticos o independientes, era una parte cuantitativamente reducida de quienes habitaban <personname productid="la Repblica. Eran" w:st="on">la República. Eran</personname> tan sólo una clase de la sociedad; pero que pensaban y sentían como si fuera la sociedad entera. Sus integrantes se repartían exclusivamente los cargos públicos en un juego electoral de oficialistas y opositores de salón – alsinistas y mitristas – alternativa o conjuntamente partícipes del poder. A veces se daba colorido a esta oposición con la muerte de algunos chinos arrastrados por lealtad criolla a los combates de los atrios electorales o de los cantones revolucionarios; pero en seguida llegaba el “acuerdo” o la “conciliación”, y Mitre y Alsina se daban un abrazo histórico y distribuían fraternalmente las posiciones públicas. De esa única clase salían también los abogados de los bancos extranjeros que regulaban el crédito y daban valor al peso, o los asesores de las grandes empresas con directorios en Londres que se iban quedando con los ferrocarriles fiscales, los saladeros y aún las estancias. Para lectores de esa clase única se editaban los diarios de la época ayudados con los avisos y suscripciones de los bancos y las empresas. O se escribían poemas “nativos” donde gauchos del Bragado narraban óperas de Gounod.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Era una clase y no una casta. Abierta a quienes compartieran la convicción de ser “todo el país”, y sirvieran lealmente los ideales generosos de <personname productid="la Libertad" w:st="on">la Libertad</personname>, no excluía a nadie por razón de nacimiento ni posición económica. La unidad la hacía la conciencia, y de manera alguna la sangre (repudiada en una República) o el dinero: aunque es comprensible que este último facilitara el rango privilegiado. Se ascendía cuando se contaba con el talento suficiente de no rozar intereses, y facilitaban la subida las fraternidades ocultas o semiocultas – “cofradías” religiosas de creyentes o “logias’* masónicas de volterianos – donde era obligatorio ingresar y obedecer a riesgo de quedarse en los primeros tramos de la escalera o caer con el tropiezo inicial. Después, en el recato del Club del Progreso, masones y católicos arreglaban el país en tenidas fraternales. Los discursos violentos del Congreso y los editoriales punzantes de la prensa no dejaban heridas perdurables.</span></div>
<h3 style="margin: auto 0cm; text-align: justify;">
<personname productid="la Argentina" w:st="on"><span lang="ES">La Argentina</span></personname><span lang="ES"> invisible</span></h3>
<div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: auto 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES">No había “pueblo” en 1880, ni como entidad política ni siquiera como presencia física. Los criollos habían sido exterminados, amedrentados o rebajados hasta el aniquilamiento por los vencedores de Caseros y, sobre todo, por los de Pavón. El consejo de Sarmiento a Mitre al día siguiente de Pavón de no ahorrar sangre de gauchos por ser “un abono útil que debemos a la tierra”, no había sido una frase aislada y poco feliz del tremendo sanjuanino. Las matanzas cometidas por Flores, Iseas, Irrazával, Sandes, Arredondo y tantos otros coroneles de Mitre desangraron el interior; el exterminio a carabina de los últimos montoneros (el Chacho, Felipe Varela o López Jordán: impotentes caudillos de una Argentina que irremediablemente se iba), el suplicio terrible del cepo colombiano para impedir nuevas montoneras y estabilizar las oligarquías aldeanas, los contingentes de “voluntarios” que morían a millares en los esteros paraguayos, y la absurda guerra de “cantones de fronteras” contra indios bien armados y bien montados <i>(Martín Fierro </i>no es un poema de imaginación), hicieron todo lo demás.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">No se pudo, desde luego, acabar con un pueblo íntegro en esa masacre continua de criollos que va de <metricconverter productid="1861 a" w:st="on">1861 a</metricconverter> 1877 (de Pavón a la conquista definitiva del desierto), la página más negra de nuestra auténtica historia.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Pero aquello que quedó, no contaría como “clase”. Los hijos de Martín Fierro y del sargento Cruz, serían educados en las escuelas de Sarmiento a despreciar a sus padres por bandoleros, y buscar el perdón de su pecado original amoldándose mansamente a los dueños del cepo, los contingentes y la partida. Aquel Viejo Vizcacha, “gaucho renegado”, con un “empaque a lo toro”, que “vivía en los bañados” y “mató a la mujer de un palo / porque le dio un mate frío” (caricatura cruel de Sarmiento, inexplicablemente inadvertida por los comentaristas del <i>Martín Fierro) </i>era “el señor, que debería darles educación” a los hijos del gaucho perseguido y calumniado. Educación que consistía en aceptar mansamente la derrota “el que gana su comida / güeno es que en silencio coma” o medrar con la protección de los poderosos en esa Argentina que ya no era de ellos (“hacete amigo del juez / no le des de qué quejarse / y cuando él quiere enojarse / vos te debés encoger”).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">El pueblo criollo, reducido a los Vizcachas acomodados o los Picardías malandrines, ya no contó en la sociedad. La libertad de comercio del 53 trajo la invasión de manufacturas inglesas que significó el cierre de los talleres artesanales protegidos hasta entonces por la política aduanera de Rosas; los carreteros y troperos quedaron eliminados o poco menos por la competencia desigual del ferrocarril; desaparecieron – ¡milagros del crédito hipotecario y la usura rural! – las “suertes” de pequeñas propiedades de los tiempos de Rosas, como también el régimen de aparcería de los arrendamientos pastoriles. Y poco a poco los rezagos de la población criolla, los nietos de los forjadores de <personname productid="la Conquista" w:st="on">la Conquista</personname>, los hijos de los héroes de <personname productid="la Independencia" w:st="on">la Independencia</personname>, los bravos de <personname productid="la Restauraci�n" w:st="on">la Restauración</personname>, se refugiaron a malvivir en el ocio de las orillas de las ciudades como una masa extranjera en la tierra que había sido de sus mayores. Allí – repito palabras de Scalabrini Ortiz – “con frases capciosas sus virtudes fueron tergiversadas en vicios; su valor en compadrada; su estoicismo en insensibilidad; su altivez en cerrilidad”. Ya no fueron un problema político: solamente de policía y de cárceles.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Cumplíase el ideal de Caseros: una Argentina donde una clase “educada y racional” fuera <i>todo el país. </i>No quedaban masas populares con sus absurdas reivindicaciones, temibles montoneras o incómodos caudillos. Lo quisieron, invocando a <personname productid="la Constituci�n" w:st="on">la Constitución</personname> triunfante, los intelectuales del 52: Alberdi lo había enseñado en sus <i>Bases </i>(“Hemos de componer la población para el sistema de gobierno, no el sistema de gobierno para la población... necesitamos cambiar nuestras gentes incapaces para la libertad”), y Sarmiento advertido en sus sinceros – y hoy olvidados con prudencia – <i>Comentarios a <personname productid="la Constituci�n" w:st="on">la Constitución</personname> </i>(“Son las clases educadas las que necesitan una Constitución que asegure sus libertades de acción y de pensamiento. Una Constitución no es para todos los hombres: <personname productid="la Constituci�n" w:st="on">la Constitución</personname> de las clases populares son las leyes ordinarias, los jueces que las aplican y la policía de seguridad”).</span></div>
<h2 style="margin: auto 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES"></span></h2>
<h2 style="margin: auto 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES">Los gringos</span></h2>
<div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: auto 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES">Pero una sociedad no puede vivir sin una clase laboriosa: sin brazos que levanten las cosechas, manos que salen la carne, ojos que vigilen las máquinas, músculos que muevan las fraguas. Era necesario una masa popular – como para los patricios de Roma cuando la retirada al Monte Sacro – que cumpliera las funciones ínferiores pero imprescindibles de la convivencia humana.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 21.6pt;">
<span lang="ES">Llegaron entonces los “gringos”.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 21.6pt;">
<personname productid="la Argentina" w:st="on"><span lang="ES">La Argentina</span></personname><span lang="ES"> de Caseros, “para realizar <personname productid="la Repblica" w:st="on">la República</personname> ciertamente”, había llamado a los anglosajones por la pluma del Alberdi de las <i>Bases: </i>si “la libertad era una máquina que como el vapor requiere maquinistas ingleses”, el <i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>gobernar es poblar </i>exigía una repoblación con “las razas viriles del norte de Europa”, después<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de la previa e imprescindible despoblación de criollos “incapaces de libertad”.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 21.6pt;">
<span lang="ES">Pero el gran tucumano resultó un gran ingenuo. No vinieron “los obreros ingleses que trabajan, consumen, viven digna y confortablemente” a hacer una república anglosajona apta para el funcionamiento correcto de las instituciones<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>políticas adoptadas. Ni siquiera con la promesa de consentirles “hasta el encanto de nuestras hermosas y amables mujeres”, que serían mejor fecundadas por ellos que por nosotros. La inmigración sajona en masa, soñada por los hombres del 53, no se produjo, y vinieron tan sólo gerentes y técnicos. Las instituciones políticas sajonas, establecidas para recibirlos, quedaron en el aire.</span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: auto 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES">En cambio aprovechó las franquicias, y se coló sin invitación por los puertos de Buenos Aires y Rosario una muchedumbre famélica y laboriosa de napolitanos y gallegos. Ante el estupor racista de Alberdi que clamaba en 1871 contra la tergiversación del <i>gobernar es poblar </i>(“poblar es apestar, corromper, embrutecer cuando se puebla con las emigraciones de <personname productid="la Europa" w:st="on">la Europa</personname> atrasada” bramaba en <i>Peregrinación de Luz del Día.) </i>Pero si no eran los hombres “viriles del norte” llamados para desalojar a los argentinos de <personname productid="la Repblica" w:st="on">la República</personname> constitucional, estos meridionales – sin conciencia de formar un pueblo, sin aspiraciones de ocupar un sitio en la política, sin jefes que pudieran inflamarlos y conducirlos –, cumplirían en cambio admirablemente las funciones proletarias en una Argentina necesitada de trabajadores que fueran solamente trabajadores, sin más preocupación que ganarse el jornal, laborando en silencio y agradecimiento. No podían servir para eso los Picardías ventajeros, ni los Vizcachas aprovechadores del remanente criollo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Tal era la fisonomía social de <personname productid="la Argentina" w:st="on">la Argentina</personname> del 80. No puede llamársela una <i>nación </i>porque le faltaban conciencia, cultura y pueblo nacionales. Era una colonia. Una colonia próspera y feliz, con la prosperidad de los imprevisores y la felicidad de quienes ignoran. Una colonia menos independiente y personal, pero muchísimo menos, que la española anterior a 1810. Con dueños de ultramar más poderosos e invisibles, “clase principal” más desarraigada del suelo y complaciente con los dominadores; sin gauderíos, orilleros o menestrales que formaran en los alardes o reseñas de las milicias comunales o acudieran a la plaza al llamado del <i>Caudillo </i>si “la patria estaba en peligro”; con nativos reducidos al ocio en reducciones y encomiendas más miserables que las indígenas del siglo XVI. Y donde una multitud de esclavos blancos, tan bozales como los africanos y más ausentes de la sociedad que ellos, cumplía con maña y tesón y sin dar preocupaciones, su papel de clase inferior y laboriosa.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Una colonia para una o dos generaciones, pues nacerían los hijos de los <i>gringos </i>y... pero es otro capítulo que no pertenece a la descripción de la confiada sociedad porteña del 80, donde el joven abogado Adolfo Saldías se iniciaba con ardiente fe liberal, en la profesión, el periodismo, la política y las letras.</span></div>
<h2 style="margin: auto 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES">La enseñanza de la historia</span></h2>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">El gran instrumento para quitar la conciencia nacional de los argentinos y hacer de <personname productid="la Patria" w:st="on">la Patria</personname> de <personname productid="la Independencia" w:st="on">la Independencia</personname> y <personname productid="la Restauraci�n" w:st="on">la Restauración</personname> la colonia adiposa y materialista del 80, había sido la falsificación consciente y deliberada de <personname productid="la Historia." w:st="on">la Historia.</personname></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">No bastaba con la caída de Rosas, ni con las masacres de Pavón. Era necesario, imprescindible, dotar a la nueva Argentina de una idea de patria que no fuera la tierra, los hombres, la tradición, o alguna de esas cosas que dan a toda patria, su fisonomía particular y constituyen su razón de ser. Se enseñó que <personname productid="la Argentina" w:st="on">la Argentina</personname> eran las “instituciones” (las instituciones copiadas), la libertad, la civilización, o cualquier abstracción universal. Los argentinos tendrían al “amor a la libertad” (libertad para pocos) como el fundamento único de la argentinidad. Quienes fueran enemigos de esa “libertad” – si llegaba a ocurrir el absurdo – serían infames traidores a la patria, como lo decía la constitución, y merecedores de los cuatro clásicos tiros por la espalda.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Pero la historia mostraba otra cosa. Era el relato del nacimiento, formación y defensa de una nacionalidad: había en ella hálito de pueblo, traiciones de oligarquías, coraje de grandes caudillos, gestos de auténticos patriotas, que no se avenía con el liberalismo triunfante en Caseros. Por eso la preocupación primera de los hombres de Caseros, aun antes de pensar en <personname productid="la Constituci�n" w:st="on">la Constitución</personname> para copiar y en los hombres para poblar, fue la falsificación de la historia. La historia es la conciencia de los pueblos, y una nueva conciencia estabilizaría el triunfo eventual de la oligarquía y haría innecesarias más medidas de represión. Dotar a <personname productid="la Argentina" w:st="on">la Argentina</personname> de una historia “arreglada” (la palabra es de Alberdi), de “mentiras a designio” (la frase es de Sarmiento) que se interpusieran como una muralla china entre los argentinos y su pasado.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Se amañó la historia en consecuencia. Se adaptó (como en toda América) la leyenda negra de la conquista española, preparada por los enemigos de España, como si fuera el Evangelio mismo: Juan María Gutiérrez habló en sus libros de los <i>crueles </i>conquistadores y <i>lujuriosos </i>frailes que España nos enviara para nuestro mal a poco del descubrimiento casual de Colón. Se mostró a <personname productid="la Revoluci�n" w:st="on">la Revolución</personname> de Mayo como un complot de doctores ansiosos de libertad de comercio y libertad individual; para llevar sus beneficios había ido Belgrano al Paraguay y al Alto Perú y San Martín a Chile y al Perú. No había amor a la tierra y a las tradiciones, no había eclosión turbulenta y magnífica de un pueblo, no había jefes populares ni defensa de la independencia por la independencia misma. Todo pasaba en una sola clase social: todo por móviles extranacionales. Con Bernardino Rivadavia, de vinculaciones sospechosas con empresas británicas, que gobernara de espaldas a la realidad, dislocase en cuatro porciones insoldables el antiguo virreinato, e hiciera dictar una constitución donde no votaban los jornaleros ni peones (unánimemente rechazada por el país entero) fue tenido por “el más grande hombre civil de la tierra de los argentinos”.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">El amaño fue relativamente fácil hasta allí, pues la “leyenda negra" había sido confeccionada en Inglaterra y Estados Unidos sirviéndose de auténticos materiales españoles, inteligentemente dispuestos e interpretados; y la concepción oligárquica y extranjerizante de <personname productid="la Revoluci�n" w:st="on">la Revolución</personname> existió realmente, sino en los hombres de 1810, por lo menos en los <i>mayos </i>de 1838 con Echeverría a su frente. Era cuestión entonces de ocultar simplemente la existencia de un pueblo o negarlo como “montonera” cuando irrumpió en el año 20, y expulsar de la nacionalidad como anarquistas a los jefes populares con Artigas a la cabeza. San Martín y Belgrano no serían presentados como hombres de pensamiento político definido, ni expuestas sus opiniones sobre las cosas y los hombres de la tierra, sino como <i>héroes </i>de alto, pero único, valor militar.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Con esos materiales se podía fabricar la “historia” de la primera década independiente, y tal vez avanzar en la segunda hasta el fracaso de Rivadavia en 1827 “por las ambiciones y barbarie de los caudillos”. Fue lo que hicieron – con abundantes pruebas documentales aquél, y una fértil y poderosa imaginación éste – el general Mitre y el doctor Vicente Fidel López. Aquél en su <i>Historia de Belgrano y la independencia argenta </i>que llegaba a la muerte del héroe epónimo en 1820; y éste en su <i>Historia de <personname productid="la Repblica Argentina" w:st="on">la República Argentina</personname> </i>con el alcance hasta 1828.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">No se podía avanzar más allá. Porque más allá estaba Rosas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Y la época de Rosas era un problema muy serio. En ella surgía, sin tergiversaciones posibles, un pueblo imponiéndose a una oligarquía, una nacionalidad enfrentando y dominando las fuerzas poderosas de ultramar, un jefe de extraordinarias condiciones políticas e invulnerable honradez administrativa. No se podía tergiversar la historia de los tiempos de Rosas (como se había hecho con Artigas, por ejemplo) porque había cosas que no admitían tergiversación: no se podía negar la unidad nacional del Pacto Federal, la constitución de <personname productid="la Confederaci�n Argentina" w:st="on">la Confederación Argentina</personname>, el entusiasmo y participación populares y sobre todo la defensa de la soberanía contra Inglaterra y Francia; no se podían separar tampoco los “ejércitos libertadores” ni las “asociaciones de Mayo” de esas agresiones extranjeras y sus fondos de reptiles, ni ocultar al cañón de Obligado, ni a la victoria definitiva de los tratados de Southern y Lepredour. Ni el hecho de que Rosas fuese vencido por Brasil al adquirirle el general (y con el general el ejército) encargado de llevar en 1851 la guerra al Imperio enemigo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">No. A la época de Rosas no se podía estudiarla. Era necesario negarla en bloque; condenarla sin juicio previo: <i>tiranía </i>y nada más.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">El problema se presentó a los legisladores porteños en 1858 al dictar la ley que declaraba a Rosas <i>reo de lesa Patria. </i>No lo hicieron porque así lo sintieran. Lo hicieron con la esperanza de que un fallo solemne impidiera una posterior investigación de carácter histórico por el argumento curial de la cosa juzgada. Lo dijo el diputado Emilio Agrelo. (“No podemos dejar el juicio de Rosas a la historia ¿qué dirán las generaciones venideras cuando sepan que el almirante Brown lo sirvió? ¿que el general San Martín le hizo donación de su espada? ¿que grandes y poderosas naciones se inclinaron ante su voluntad? No, señores diputados. Debemos condenar a Rosas, y condenarlo con términos tales que nadie quiera intentar mañana su defensa”). Absurdo, pero así fue.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Para la enseñanza primaria y secundaria bastaba rellenar los años posteriores a 1829 con los cargos contra Rosas de los escritores unitarios al servicio de los interventores europeos. Pues como Aberdeen, Guizot y Thiers necesitaran presentar su empresa colonial como una cruzada de <personname productid="la Civilizaci�n" w:st="on">la Civilización</personname> contra <personname productid="la Barbarie" w:st="on">la Barbarie</personname> (como se presentan en todos los tiempos, todas las empresas coloniales de todos los imperialismos), existía una abundante literatura de horrores cometidos por Rosas, que iban desde el incesto con su hija a la venta de cabezas de unitarios como duraznos por las calles de Buenos Aires, pasando por rostros adobados con vinagre y orejas ensartadas en alambres que adornaban su salón de Palermo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">La presentación del <i>monstruo, </i>que tanto había impresionado a la clientela burguesa de <i>Le constitutionelle </i>de Thiers, hasta arrancarle un apoyo a las intervenciones que llevarían la civilización a los <i>sauvages sudamericains </i>(no ocurrió lo mismo en Inglaterra, pese al <i>Manchester Guardían </i>y a los discursos de Peel, tal vez por el mayor sentido común de los británicos) serviría ahora para adoctrinar a los niños argentinos en el horror al “tirano” y la repudio a sus “secuaces”. Todo lo que pudo servir contra Rosas <i>(Tablas de sangre, </i>novelas como <i>Amalia, </i>poesías condenatorias, alegatos de resentidos, chismes de comadres) fue vertido en dosis educativas en los libros de texto como definición de la “tiranía”. Contra ella los auxiliares del imperialismo lucharon veinte años con patriótico desinterés, pues el Catecismo de <personname productid="la Nueva Argentina" w:st="on">la Nueva Argentina</personname> presentaba un gran demonio rojo – Rosas – perseguido sin tregua por unos ángeles celestes. Finalmente el Bien se imponía sobre el Mal como debe ocurrir en todos los relatos morales.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">En <personname productid="la Universidad" w:st="on">la Universidad</personname> el cuadro se modificaba. Rosas seguía siendo el monstruo y sus enemigos los hombres de bien. Pero el gran crimen del “tirano” había sido postergar con argumentos fútiles por veinte años la ansiada constitución - objeto exclusivo de la revolución de Mayo – hasta caer por uno de sus tenientes (Urquiza) convertido oportunamente al constitucionalismo y la libertad. Llegó entonces <personname productid="la Constituci�n" w:st="on">la Constitución</personname> de 1853; pero como Urquiza tenía resabios federales debió esperarse hasta su derrota en Pavón para que los goces de la libertad se extendieran por toda <personname productid="la Argentina. El" w:st="on">la Argentina. El</personname> 12 de octubre de 1862, con la asunción de la presidencia por Mitre, se detenía “la historia”. Más allá no había nada importante (fuera del corto epílogo del Paraguay para abatir a otro “tirano” monstruoso en beneficio de su pueblo oprimido) y solamente se registraba una galería de presidentes con fechas de su ingreso y egreso y alguna frase final sobre “los grandes destinos”. Era cierto, certísimo que más allá de Caseros no había historia: las colonias felices, como las mujeres honestas, carecen de historia.</span></div>
<h2 style="margin: auto 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES"></span></h2>
<h2 style="margin: auto 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES"></span></h2>
<h2 style="margin: auto 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES">El funeral por las víctimas de la tiranía</span></h2>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;">
<span lang="ES">(24 de abril de 1877)</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;">
<span lang="ES"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">En esa Argentina fácil por fraguada y optimista por ignorancia, empezó a actuar el joven Saldías, egresado de <personname productid="la Facultad" w:st="on">la Facultad</personname> de Derecho de Buenos Aires en 1874.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Su pensamiento era ardorosamente liberal (¿cómo si no?). Quizá más que el de sus compañeros, porque era sensible y emotivo. Tenía una profunda fe liberal y un celeste horror por las tiranías y especialmente por “la tiranía”. Creía en los “individuos” en Ciencia Política y en los “consumidores” en Ciencia Económica: la libertad individual era la finalidad de todas las buenas constituciones, y la libertad de comercio el objeto de toda política material inteligente. No comprendía cómo algunos reaccionarios y atrasados pudieran ponerlo en duda, y se lo explicaba por afán de poder o especulación egoísta. Amaba a la patria y estaba dispuesto a dar la vida por ella; una patria de banderas, himnos, escarapelas, firmemente limitada por los colores de los mapas. Amaba también las bellas letras, sobre todo las clásicas que lo embelesaban. Y creía amar al pueblo – se definía sinceramente como <i>demócrata – </i>porque respetaba todas las opiniones vertidas en el Club del Progreso.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Con ese bagaje de ideas entró en la política, previo el necesario ingreso en la masonería para facilitar la carrera. Alsina lo lleva en <metricconverter productid="1877 a" w:st="on">1877 a</metricconverter> una banca en <personname productid="la Legislatura" w:st="on">la Legislatura</personname> de Buenos Aires. Cultiva la amistad de Sarmiento (lo ayudó a escribir el prólogo de las traducciones de Vélez Sársfield y Varela a <personname productid="La Eneida" w:st="on"><i>La Eneida</i></personname><i>) y </i>admira a Mitre como historiador y patriota.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Un día – el 20 de abril de 1877 – el correo de inglaterra trajo la noticia de la muerte de Rosas en su modesto retiro de Swanthling, cerca de Southampton. El viejo gaucho acababa pobre y octogenario con las manos callosas por el trabajo jamás interrumpido; con el aporte de algunos fieles amigos (y también algunos que fueron enemigos) se había ayudado cuando la vista decayó y los brazos se cansaron. Moría calumniado pero no amargado. ¡Qué podían importarle los aullidos de la jauría al legatario de la gloria de San Martín! Si alguna vez lo entristecieron las calumnias bastábale alzar la vista y mirar el sable de Chacabuco, único adorno de su choza. Pero nunca dudó de haber cumplido con patriotismo su deber de argentino.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Algunos parientes y viejos amigos de Buenos Aires contrataron un funeral piadoso en la iglesia de San Ignacio para el 24 de abril. Y aquí fue la indignación de todos: no había derecho a “ofender” a Buenos Aires con un funeral por el “tirano”. Los tiranos no merecían ni siquiera piedad, ni siquiera podía permitirse que otros tuvieran piedad. Los amigos y familiares de Rosas harían mejor en ocultar esos lazos de afecto o de sangre que no los honraban.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Bramó <i>Tribuna </i>de los Varela: “Ese funeral seria la tumba de nuestra dignidad y la carta de ciudadanía para todo tirano que encuentre llegado el momento”, y amenaza con “invadir las naves de San Ignacio y arrojar por tierra el túmulo que se erija como justificativo de lo injustificable: ¡la bárbara tiranía!”. El muy católico José Manuel Estrada exhortó a sus alumnos del Colegio Nacional, inmediato a San Ignacio: “¡Demos gracias al Cielo porque sabemos execrar a Rosas!... Se ha hundido en la eternidad. ¿Perdón? ¡¡No!! la caridad cristiana perdona al que se justifica en el arrepentimiento y el dolor, y Rosas no lo ha hecho. Las generaciones argentinas maldecirán perdurablemente sus obras y su tumba.”</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">El gobierno prohíbe el funeral “para mantener incólumes y puros los sentimientos de amor a la libertad y de odio a los tiranos”. No basta: es necesario desagraviar a Buenos Aires por la torpe intentona. Y el mismo 24 de abril en que debieron rezar los familiares por el alma de Rosas, numerosas personalidades de la política, el foro y la sociedad porteña invitan a un imponente funeral “por las victimas de la tiranía de Rosas” en <personname productid="la Catedral. Adhiere" w:st="on">la Catedral. Adhiere</personname> el gobierno nacional (Avellaneda y Alsina), que dispone la bandera a media asta y la presencia de los regimientos de línea; adhiere el gobierno provincial (Casares, Quesada y Varela) que ordena la concurrencia de los empleados públicos a la “solemne ceremonia” y el desfile del batallón de la provincia. En <personname productid="la Catedral" w:st="on">la Catedral</personname>, Mitre y Alsina necesitados de una “conciliación” se dan un abrazo histórico hermanados en el horror al “tirano” y la piedad por sus victimas. Se vive una jornada emocionante de civismo liberal.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Ajeno a su destino, Adolfo Saldías firmaba la invitación a la ceremonia de “execración al tirano”.</span></div>
<h2 style="margin: auto 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES">El “Belgrano” de Mitre y la “Historia” de López.</span></h2>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Al año siguiente – 1878 – Saldías publica su primer libro <i>Ensayo sobre la historia de <personname productid="la Constituci�n Argentina" w:st="on">la Constitución Argentina</personname>, </i>revista de los códigos políticos ensayados hasta 1853. No entraba, naturalmente, en los tiempos de Rosas porque el “tirano” no tuvo constitución escrita ni intentó tenerla (no sabía aún que llamó <i>cuadernitos </i>a las constituciones copiadas), y esa ausencia le hacía repetir la frase habitual sobre “la negra noche de la tiranía”. Pasaba por alto la creación de <personname productid="la Confederaci�n Argentina" w:st="on">la Confederación Argentina</personname>, las leyes o constituciones locales que dieron a cada provincia su personal fisonomía, la evolución del Pacto Federal hasta el Supremo Poder de 1851. Lo ignoraba tal vez; tal vez lo despreciaba por bárbaro. Pero con todo había un atisbo poco corriente en un joven de 27 años que escribía en 1878; llamaba “pueblo” a los <i>anarquistas </i>del año 20.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">No se debió advertir, porque el <i>Ensayo </i>fue recibido y aplaudido por todos. Mitre desde <personname productid="La Naci�n" w:st="on"><i>La Nación</i></personname><i> </i>dio al joven diputado alsinista (eran tiempos de “conciliación” y además Alsina acababa de morir) el espaldarazo consagratorio. El gobierno adquiere la totalidad de los ejemplares para distribuirlos como lectura obligatoria en los colegios nacionales.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">La buena acogida de Mitre, lleva a Saldías a frecuentarlo. Admiraba a Mitre y acreció ese sentimiento por el trato afable y generoso del patriarca de la calle San Martín. Acababa Mitre de publicar – en 1876 – la 3º edición de su <i>Belgrano, </i>primera tentativa en nuestro medio de escribir historia en base a documentos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">El <i>Belgrano, </i>pacientemente perfeccionado desde el gerundioso panegírico escolar de la “Galería de celebridades argentinas” de 1858 (que fue su edición príncipe), constituía en su 3º tirada una obra sólida y erudita. Sirviéndole de eje la figura del vencedor de Tucumán, Mitre estudiaba la génesis de <personname productid="la Revoluci�n" w:st="on">la Revolución</personname> y el desarrollo de la primera década de gobiernos patrios. Lo hacía con documentos, tal vez porque los alfilerazos de Vélez Sársfield en 1864 – que le imputó carencia de información y exceso de imaginación al tratar a Güemes en la 2º edición del <i>Belgrano – </i>lo decidieron a coleccionar papeles y libros hasta tener en su casa (no había entonces archivos públicos organizados) un repositorio imponente.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Con el <i>Belgrano, </i>Mitre iniciaba la historia objetiva, documentada, científica, de los tiempos argentinos. Hasta entonces la narración adjetiva a lo Guizot con sus <i>evocaciones y filosofías </i>había sido la imperante. Ahora la historia dejaba de ser un género literario exclusivamente, para tomar, por lo menos, el método de las ciencias. Pues como todas las ciencias se proponía conocer y comprender una parte de la realidad; el de <personname productid="la Ciencia Hist�rica" w:st="on">la Ciencia Histórica</personname> era conocer el pasado social.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">No puede decirse que el <i>Belgrano </i>fue un modelo de historia objetiva: tiene insalvables lagunas de información y fallas gravísimas de interpretación (como lo demostraría al poco tiempo Vicente Fidel López) porque Mitre no era un historiador sino un político, o un general, o un poeta, o un periodista, en sus múltiples actividades; cada una de cuyas deformaciones profesionales deja su huella en el libro. Pero, con todo, era el primer ensayo serio de hacer historia crítica.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Tan entusiasmado quedó Mitre con el descubrimiento del método histórico, que en 1875, mientras elaboraba el <i>Belgrano, </i>se había burlado sin piedad de Vicente Fidel López que escribía por entonces – entre 1872 y 1875 – un estudio sobre <personname productid="La Revoluci�n Argentina" w:st="on"><i>La Revolución Argentina</i></personname><i> </i>primera forma de su posterior y monumental <i>Historia de <personname productid="la Repblica Argentina" w:st="on">la República Argentina</personname>, </i>en diez tomos. López era la evocación literaria llevada a sus ultimas consecuencias: con el solo caudal de la memoria frágil de su padre, venerable testigo de todo lo ocurrido en todos los gobiernos, y algunos recortes de periódicos, reconstruía con trazos magistrales a los hombres y las cosas del pasado íntegro; no necesitaba documentos, le bastaba la imaginación (él la llamaba “filosofía”) para evocar y comprender todo lo ocurrido. Era sin duda un escritor de gran estilo, que sabía dar vida, colorido y movimiento a sus personajes. Solamente que nada tenían de reales.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Mitre, iniciado en los misterio de la crítica histórica, quiso en 1875 apagar el entusiasmo del chileno Barros Arana por los artículos de López, escribiéndole una carta (que Barros Arana tuvo la poca generosidad o discreción de publicar) diciéndole: “este escritor (López) debe tomarse con cautela... escribe la historia más bien según una teoría basada en hipótesis, que con arreglo a un sistema metódico de comprobación... su bagaje es muy liviano. Guiado por la brújula de su teoría afirma en cada página lo contrario de lo que dicen los documentos... todo es falso y arbitrario”.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">López, que tenía con Mitre una vieja deuda desde las jornadas de junio de 1852, esperó a que editase su <i>Belgrano </i>metódico y científico para lanzarse implacable sobre el “método científico” que se equivocaba más que él.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Contestó Mitre en sus <i>Comprobaciones Históricas; </i>replicó López en sus <i>Rectificaciones; </i>aclaró Mitre en sus <i>Nuevas Comprobaciones. </i>Y quedó por cierto del estruendoso duelo que ambos tenían razón: Mitre contra López al decir que la historia debería elaborarse con documentos, y López contra Mitre porque el general no sabía manejarse con documentos.</span></div>
<h2 style="margin: auto 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES"></span></h2>
<h2 style="margin: auto 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES">Génesis de “Rosas y su época”</span></h2>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Saldías siguió atento y entusiasmado esa lucha de titanes. Vio en ella la discusión de dos maneras opuestas de escribir la historia, y tomó campo junto a Mitre.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Era un admirador del <i>Belgrano </i>(en su metódica edición de 1876) que le pareció la obra fundamental de la historiografía Argentina. Lástima grande que se detuviera en 1820; tal vez incitó al general a continuarla. Pero Mitre prefería valerse de sus documentos para escribir una <i>Historia de San Martín, </i>con alcance prudente hasta 1824, al primer regreso del general a Europa, ir más allá de 1820 ó 1824 exigía una nueva cosecha de documentos, que no se sentía con fuerzas para recoger. Era tarea de jóvenes.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Lo cierto es que Saldias se dispuso a continuar el libro del maestro. Veía la historia Argentina en tres etapas perfectamente definidas:</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">la independencia, la tiranía y la libertad.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Mitre había desenvuelto la primera con su <i>Historia de Belgrano y la independencia argentina; </i>él seguiría con una <i>Historia de Rosas y la tiranía argentina; </i>después llegaría el libro cumbre <i>Historia de Mitre y la libertad argentina. </i>Belgrano, Rosas y Mitre: el iniciador, el destructor y el reconstructor. Vishnú, Shiva y Brahama: la trinidad argentina.</span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: auto 0cm; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Se puso a la obra.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Poco sabía de Rosas: los adjetivos de rigor, las <i>Tablas de sangre, Amalia. </i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">No podía hacer historia científica con chismes de comadres unitarias, panfletos de propaganda política o novelas románticas de imaginación, por más veraces que le parecieran las afirmaciones y más nobles las intenciones de sus autores.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Diligente y curioso se puso a compulsar periódicos de época. Encontró las colecciones de <personname productid="la Gaceta Mercantil" w:st="on">la G<i>aceta Mercantil</i></personname><i> </i>de Mariño y del <i>Archivo Americano </i>de Pedro de Angelis. La meticulosidad de los amanuenses del “tirano” le facilitaban el trabajo: diríase que el mismo Rosas había previsto a su historiador y allí estaban, sin omitirse ninguno, todos los documentos oficiales: los de Rosas, los de sus enemigos, de los gobiernos extranjeros, los comentarios favorables de la prensa del mundo, los desfavorables (cuidadosamente rebatídos), los debates sobre el Plata en el Parlamento de Londres, de París, de Brasil; los debates de <personname productid="la Junta" w:st="on">la Junta</personname> de Representantes de Buenos Aires; los mensajes, las notas a los gobernadores, las de éstos. Todo sin omitir una coma, sin cambiar una frase. Para mayor garantía el <i>Archivo </i>estaba escrito en tres idiomas: español, inglés y francés. Buscó también los periódicos y panfletos unitarios.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Imagino el asombro de Saldías al recorrer las hojas amarillentas. Descubrir los tiempos de Rosas era penetrar en un mundo desconocido donde todo era nuevo y sorprendente. Allí estaba <personname productid="la Patria Vieja" w:st="on">la Patria Vieja</personname> con sus gauchos y orilleros, sus “naciones” de negros, sus milicias, sus colorados, sus serenos; allí la ciudad pintada de rojo; allí don Juan Manuel, envuelto en su poncho punzó, agrandándose ante el peligro y desafiando a las escuadras de Inglaterra y Francia.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Absorto leyó y meditó. Comprendió entonces lo que era “patria”, lo que era “pueblo”, lo que era “soberanía”, lo que era “victoria”. Y supo también lo que era “traición”. Tuvo el orgullo y la vergüenza de sentirse argentino.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Comparó esos tiempos con los suyos, y vio claras muchas cosas oscuras. Ayer el entusiasmo de todo un pueblo, la energía de un gran Jefe, la generosidad criolla, la verdad expresada a gritos, la afirmación vibrante, el remedio heroico; hoy el “lucro ilegítimo, la mitad de la sociedad tributaria de la otra mitad, la avaricia sórdida, la explotación vergonzosa, la mentira erigida en sistema, la virtud puesta en ridículo” (palabras del capítulo 1º de su libro). Ayer un Dictador con la suma de poderes, pero por decisión unánime y entusiasta del pueblo que lo acompañaba con su presencia en todos los momentos; hoy el fraude electoral, los gobernantes señalados desde</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">afuera, las órdenes de las cofradías o logias secretas (“el pueblo – que es la nación – jamás toma la personería que le corresponde en esa cuestión de gobierno que envuelve para él sus intereses más íntimos y vitales”, escribiría en el mismo capítulo). Ayer el desafío a los poderosos, el cañón de Obligado, los tratados de Southern y Lepredour; hoy los ruinosos empréstitos a comisión, los ferrocariles entregados a los ingleses, los diarios coloniales.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">¡Qué gran equivocación, qué tremenda equivocación padecían todos con Rosas y su época!</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Saldías debió consultar a Mitre. Pero el maestro debió colocarle sus frases de retórica sobre el triunfo <i>definitivo </i>de Caseros y la execración, – que Saldías se empeñaba en compartir – a tenerse siempre por “toda tiranía”. Debió hablar también con Sarmiento, que le repetiría su frase a Ramos Mexía: “Jovencito: no tome como oro de buena ley todo lo que he escrito contra Rosas”.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 14pt;">
<span lang="ES">Rosas habría sido un “tirano” – no dudaba aún de su crueldad ¿pero merecían otro trato los traidores a la patria? –, mas también había sido un jefe muy popular, un gobernante singularmente hábil y enérgico, y sobre todo un gran patriota, aunque inexplicablemente todos creyeran lo contrario.</span></div>
<h2 style="margin: auto 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES">El archivo de Rosas</span></h2>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Alguien – tal vez el doctor Bernardo de Irigoyen, que en la intimidad guardaba el respeto y la veneración por el Restaurador – le puso en la pista del archivo de Rosas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">La tarde de Caseros, la gran preocupación del vencido había sido salvar sus papeles; como si comprendiera que los vencedores los darían al fuego para rehacer la historia a su manera. En varios cajones los hizo llevar – su único tesoro – a <personname productid="la Legaci�n" w:st="on">la Legación</personname> inglesa de la calle Defensa, y de allí al <i>Conflict </i>donde marchó al exilio.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Había cuidado esos papeles con veneración. Por las noches de Inglaterra, finalizadas las tareas de la chacra, clasificaba y ordenaba su enorme y valiosísimo repositorio. Temía que sus enemigos lo quemaran – tal vez no fueran aprehensiones – y con su escaso peculio pagaba un sereno para que vigilase. Después de su muerte el archivo quedó en la casa de Manuelita en un barrio del norte de Londres.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Saldías no lo pensó más. Se embarcó para Londres y visitó a Manuelita.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">No encontró inconveniente – ¡por el contrario! – y la hija de Rosas y su esposo Máximo Terrero no solamente le dieron acceso al archivo de Rosas – que ocupaba todo el desván – sino que lo acogieron en esa casa londinense con la vieja y generosa hospitalidad de los porteños de antes.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Allí estaban, en numerosos cajones, los documentos más valiosos de <personname productid="la Argentina" w:st="on">la Argentina</personname>; todas las cartas recibidas por Rosas: de San Martín, Alvear, Palmerston, Belzu, Sarratea, Oribe, etc.; copia correcta y autenticada de todas las enviadas; los borradores de las notas oficiales, de los mensajes, de las notas diplomáticas; los informes reservados de sus ministros en Londres, París Wáshington y Río de Janeiro; los informes reservados de la policía.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Todo cuidadosamente clasificado por años y materias, en sus correspondientes carpetas y legajos, de acuerdo al meticuloso orden de Rosas. Otra vez el Restauradar – ya no lo llamaba “tirano” – le facilitaba la tarea.</span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: auto 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES">Largas tardes de Londres pasó escrutando y copiando el archivo de Rosas, Al tener su material completo – Manuelita le regaló los documentos más importantes del archivo – editó en 1881, en París, el primer tomo, en 1884 el segundo, y en 1887 el tercero de <personname productid="la Historia" w:st="on">la <i>Historia</i></personname><i> de Rosas y su época. </i></span></div>
<h2 style="margin: auto 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES">La “Historia de Rosas”</span></h2>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Era la obra más importante de historia argentina escrita hasta entonces. La aplicación del método histórico revolucionaba las ideas corrientes sobre “una época – decía el capítulo 1º – que no ha sido estudiada todavía y de la cual no hemos tenido más idea que las de represión y propaganda”.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Saldías era liberal, seguía siéndolo a pesar de todo: “no necesito demostrar mi odio a las tiranías” lo señalaba con el ejemplo de su vida. Admiraba a Rivadavia, a Echeverría a Sarmiento, a Mitre. Pero como amaba a la libertad sinceramente, por eso amaba a la verdad. “No se sirve a la libertad manteniendo los odios del pasado... los viejos y estériles rencores”. No quiso llevar ese odio a la historia anterior a Caseros: el historiador es un juez que distribuye justicia sin pasiones partidarias. No se colocó en el odio liberal a Rosas para juzgar su personalidad y su época. Fue más alto: se colocó en las conveniencias de <personname productid="la Argentina" w:st="on">la Argentina</personname> como nación y de los argentinos como integrantes de una nación.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Como era sinceramente liberal, condenaba al “liberalismo” advenido después de Caseros por más tiránico, feroz e hipócrita que el autoritario pero sincero gobierno de Rosas. No era el de ahora sino un liberalismo de frases de cuya génesis ínexcusablemente excluía a los próceres liberales, que habían servido para que los intereses materiales predominaran sobre los intelectuales. Aquello de antes de Caseros sería una nacionalidad bárbara, emotiva, apasionada si se quiere, pero era una nacionalidad. Se la había sacrificado a esa “ecuación del mercantilismo cuya incógnita era la nacionalidad que nunca se encontró".</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Ahora no teníamos ni patria, ni pueblo. Pese a los grandes hombres en que todavía creía: Mitre, Sarmiento. Quizá pudiéramos recuperarlos al descorrer el velo de “los viejos y estériles rencores” que ocultaban al pasado. El ejemplo de <personname productid="la Confederaci�n" w:st="on">la Confederación</personname> y de su íntegro Jefe – depurados de “errores” naturales de época – tal vez salvara a <personname productid="la Argentina." w:st="on">la Argentina.</personname></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Mandó el libro a Mitre ¿quién mejor podría juzgarlo y apreciarlo? Ignoro en qué términos redactó la carta de envío, pero en ella lo llamaba “maestro”. Le diría algo así: “Vea maestro qué tremendo error hemos cometido todos con Rosas y su época; el método crítico que usted me enseñó ha restablecido la verdad: los documentos de esos tiempos son de gran elocuencia. Rosas habrá sido un “tirano” es cierto, pero hay momentos en que las “instituciones” deben ceder ante los intereses de la patria misma. Pero fue también un patriota y un hombre íntegro, como usted, como Rivadavia y Sarmiento, y además tuvo la suerte de tener un pueblo tras suyo. Usted actuó muy joven en su contra y mal informado como estaban todos en Montevideo; si hubiera aplicado entonces su “método crítico” habría militado, no lo dudo, en las filas de Rosas.”</span></div>
<h2 style="margin: auto 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES">La carta de Mitre</span></h2>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">¡Qué tremendamente ingenuo era Adolfo Saldías! Mitre le contestó con una andanada retórica. Su carta del 15 de octubre de 1887, fue reproducida con gran estrépito por <personname productid="La Naci�n" w:st="on"><i>La Nación</i></personname><i> </i>del 19. Apabullante admonición del maestro al discípulo descarriado.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Está bien hacer historia con documentos, método histórico, criterio imparcial. Pero no tanto. Olvidaba Saldías que Rosas había sido un “tirano”. “Cree usted ser imparcial, no lo es, ni equitativo siquiera” tronaba indignado el maestro. Porque no se podía juzgar a Rosas y a su época con abrogación de los <i>nobles odios </i>que todo buen liberal debe conservar siempre a la “tiranía” (y Mitre se jactaba de “guardarlos conscientemente”). De otro modo se caía en la parcialidad de equipararlo a un gobernante liberal; “su punto de partida que es la emancipación del odio a la caída de Rosas lo retrotrae al pasado por una reacción impulsiva”. Al dejar de execrar al tirano, necesariamente llegaba a comprenderlo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 21.6pt;">
<span lang="ES">La asiduidad con los documentos y papeles de Rosas había deformado la pura conciencia liberal del discípulo: le habían impregnado el espíritu y el criterio de una época definitivamente muerta y enterrada. Ponerse en el espíritu de esa época era <i>reaccionario y </i>atrasado, era ponerse “en oposición al espíritu universal que está en la atmósfera del planeta que habitamos”; era tomar a los argentinos con prescindencia de “la libertad, las instituciones, la moral pública, que dan su razón de ser y su significación a los hombres que pasan a la historia marcando los más altos niveles en el gobierno de los pueblos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>libres...” Dueño del futuro, como lo era de la historia, el general lamentaba que su ex discípulo hubiera “desandado el camino que lo conduciría al punto de vista en que se colocará la posteridad, colocándose en un punto de vista falso y atrasado”.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 21.6pt;">
<span lang="ES">Juzgar a Rosas con el criterio de un argentino de esa Confederación concluida en Caseros era malo, muy malo; porque Caseros no se podía rehacer “como partida de ajedrez mal jugada”,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ya que era nada menos que “el punto de partida de la época actual, complementada por otra batalla también necesaria y fecunda” que el general no nombraba por modestia, porque era Pavón <i>y </i>constituyó el único – aunque sospechoso – triunfo militar de su carrera de guerrero. Las grandes batallas “no sólo vencen, convencen” ( <i>¡vae victis! </i>); contra la elocuencia del triunfo nada valían lamentos o nostalgias. No pueden investigarse – “rehacerse teóricamente” dice con eufemismo – “no se rehacen porque son definitivas”. “Protestar contra sus resultados legítimos... es protestar contra la corriente del tiempo que nos envuelve y lleva a <personname productid="la Naci�n Argentina" w:st="on">la Nación Argentina</personname> hacia los grandes destinos que se diseñan claros en el horizonte cercano” ¡Ah!.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Imaginamos a Saldías absorto, dolido, tal vez con conciencia de culpa ante la andanada impresionante del maestro. Una caricatura del <i>Quijote </i>(la carta de Mitre dio que hablar a “todo” Buenos Aires como era natural) lo presenta como un escolar lloroso por la palmeta del maestro – que es Mitre – al haber llevado al aula un retrato de Rosas: <i>“¡Niño, eso no se hace!” </i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Mitre era “el maestro”, así lo tuvo siempre, y así lo había llamado al dedicarle su <i>Rosas. </i>Precisamente para continuar la in concluida trilogía iniciada por el <i>Belgrano </i>acaba de escribirlo. ¿Podía contestar a Mitre?... No, no podía. Hubiera sido carecer de sentido de las proporciones, debatir con el patriarca respetado de la calle San Martín. Además, ¿cómo hacerlo? El general no le corregía la verdad de un solo documento, ni objetaba el buen razonamiento empleado. Se dolía de que llamara “traidores, y por varias veces” a quienes se habían unido con el enemigo y prestado ayuda y socorro. Respetaba su dolor, pero no podía excusarlo. ¿Cómo, por otra parte, objetar la disculpa de Mitre ante el estigma de <i>traidores </i>a los unitarios que “buscaron fuerzas concurrentes”, por la circunstancia de que “lo mismo hicieron los federales que se alzaron contra Rosas”? ¿Cómo aclararle que la traición a la patria de Urquiza al auxiliar a Brasil no justificaba la traición a la patria de los auxiliares de Inglaterra o Francia? ¿Cómo contestarle cuando llamaba <i>ladrón </i>a Rosas “porque así lo ha declarado la justicia”? ¿De qué modo rebatir la firme fe del general “en que el pueblo luchó cuarenta años (¿cuarenta?) contra el tirano”? ¿Qué pueblo? ¿Habría leído el libro, o simplemente lo había ojeado, rechazándolo con desdén' De otra manera no se podía explicar su juicio sobre el motín de los estancieros del sur en 1839 y el levantamiento oligárquico de Corrientes con Berón de Astrada “las dos revoluciones más populares de que haya memoria en los fastos argentinos” cuando en el <i>Rosas </i>se demostraba con documentos precisamente lo contrario.</span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent" style="margin: auto 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES">¿Cómo responder, sobre todo, a esa frase de que “el espacio en que se dilatan sus ideas está encerrado dentro del círculo estrecho de acción a que subordina su teoría derivada del hecho, que es su fórmula”, que por más que se empeñaba no conseguía entender.</span></div>
<h2 style="margin: auto 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES">La conspiración del silencio</span></h2>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Con todo, debía agradecer a Mitre la oportunidad de que se hiciera algún alboroto en torno a <personname productid="la Historia" w:st="on">la <i>Historia</i></personname><i> de Rosas. </i>Porque después llegaría el silencio. Los diarios cobraron una repentina afonía, los críticos enmudecieron, los escritores callaron; en los salones del Club del Progreso encontraba pausas rumorosas, o sonrisas irónicas de quienes se regocijaban íntimamente de su paso en falso. Los amigos más queridos se volvieron taciturnos, los compañeros y colegas se tornaron lacónicos; nadie hablaba, nadie escribía, nadie comentaba el libro que él creyera iba a conmover a <personname productid="la Argentina. No" w:st="on">la Argentina. No</personname> había ataques ni elogios: quietud, reposo, distancia solamente. De cuando en cuando le llegaba alguna anécdota como la comentada por el mismo Saldías en febrero de 1898 en <personname productid="La Biblioteca" w:st="on"><i>La Biblioteca</i></personname><i> </i>de Groussac: Un profesor lo había llamado “panegirista del tirano” en clase – <i>¿Usted ha leído el libro de Saldías? – ¿Yo? Yo no leo “eso”. </i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">No, no lo leían, no podían leerlo. Estaban instalados en la cómoda idea de la historia oficial y no querían cambiar. Pues todo cambio significaba molestias, meditar, abrir un juicio, comparar lecturas, quitar del pedestal algunos próceres y poner otros. La ley del mínimo esfuerzo se cumple – y sobremanera – en los esfuerzos intelectuales. Eran argentinos, sinceramente argentinos, pero tenían su “idea” y todo lo que chocara con ella los irritaba. No tanto por ir contra esa “patria” formal recibida desde la niñez, sino porque le señalaba un esfuerzo que no tenían deseos de tomarse. Mitre había hablado y se acabó – <i>magister dixit – </i>la pretensión de rehabilitar tiranos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 21.6pt;">
<span lang="ES">Recurrió a los “hermanos” de la logia; recibió acuses amables de recibo y la promesa “de leerlo en la primera oportunidad”. Insistió ante los periódicos ligados a la fraternidad: “El libro del doctor Saldías demuestra las condiciones estímables de su autor para la narración histórica, que nos hacemos un deber en señalar aún cuando no compartamos su juicio sobre la tiranía de Rosas” decía <i>Nacional. </i>Frases de favor de alguien que no leyó o no quiso leer, o no pudo hablar.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 14pt;">
<span lang="ES">Del extranjero vino, en cambio, la solidaridad de quienes no dependían de la tiranía literaria de <personname productid="La Naci�n" w:st="on"><i>La Nación</i></personname><i> </i>o de las conveniencias de las logias o las cofradías: René Moreno, desde Chile, lo admira por haber perseverado en editar los tres tomos, ya que “en torno suyo alentaba una conspiración de silencio”; Ricardo Palma, desde, Lima, lo consuela por la caricatura del <i>Quijote </i>ya que “ser preferible los picotones a que sobre su libro se haga la conjuración del silencio”.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Tras la andanada de Mitre había callado <personname productid="La Naci�n" w:st="on"><i>La Nación</i></personname><i>; </i>calló también el <i>Quijote, </i>callaron todos. El joven promisorio de 1877 era el fracasado de 1887. Debieron serle un gran consuelo las cartas entusiasmadas de Manuelita Rosas escritas con sus trémulas manos de anciana: “Realmente esa obra es ¡colosal! Estamos leyendo el primer tomo, yo en alta voz para que mi pobre Máximo no pierda el hilo, la comprenda bien y no fatigue su cabeza. Las verídicas referencias a los antecedentes y hechos gloriosos de mi finado padre, bien me han conmovido” le escribe desde Londres. O el apoyo efusivo del viejo coronel Prudencio Arnold de Rosario, el aliento de Antonino Reyes desde Montevideo o la simpatía con que Bernardo de Irigoyen le hablaba, en el recato de su salón privado, del extraordinario valor histórico de su libro, y el más extraordinario coraje de su autor al editarlo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Nadie comentaba en público el <i>Rosas, </i>pero desaparecía de los anaqueles. Al año de ponerse a la venta el tercer tomo, ya no quedaba un solo ejemplar.¿Exito genuino o maniobra de algunos para hacerlo desaparecer? Por consejo de Irigoyen lo volvió a editar, cambiándole el nombre: ahora se llamaría <i>Historia de <personname productid="la Confederac■�n Argentina." w:st="on">la Confederacíón Argentina.</personname> </i>La palabra “Rosas” era todavía demasiado fuerte para un libro argentino de historia.</span></div>
<h2 style="margin: auto 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES">La “Historia de <personname productid="la Confederaci�n Argentina" w:st="on">la Confederación Argentina</personname>”</span></h2>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="margin: auto 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES">También agotó la segunda edición en poco tiempo. No obstante la barrera del silencio, el libro producía su efecto. Escaso en <personname productid="la Argentina" w:st="on">la Argentina</personname>: algunos débiles susurros, poco a poco elevados a murmullos. Ya el coronel Arnold se atrevía a escribir folletos en defensa “de S. E. el Excmo. Señor Restaurador de las Leyes, Brigadier General don Juan Manuel de Rosas” apoyándose en los documentos mencionados por Saldías, y en su autoridad como historiador.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Lentamente se iba conociendo la verdad sobre Rosas; una marea popular, libre de consignas “secretas” o de prevenciones literarias, pero que no llegaba a las esferas superiores y menos a la enseñanza. Un día – corrían los tiempos de Juárez Celman – el <i>Quijote </i>publicó un dibujo de Stein: Rosas alzándose de un sepulcro ante un borrico (Juárez Celman) ahorcado en un farol; a su lado varios muertos (Cárcano en figura de mono, una oveja, etc.) con el cartel “agiotistas, raspas, tramposos”. Y como leyenda esta cuarteta: “Si se alzara de la tumba / ¡a cuántos escarmentaría! / el país que hoy se derrumba / con un Rosas vencería.”</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 14pt;">
<span lang="ES">Pero el mayor efecto de <personname productid="la Historia" w:st="on">la <i>Historia</i></personname><i> de <personname productid="la Confederaci�n" w:st="on">la Confederación</personname> </i>se producía fuera del país. Aquí resultaba difícil romper la barrera de intereses que impedía conocer o juzgar al pasado. Pero donde no llegaba <personname productid="La Naci�n" w:st="on"><i>La Nación</i></personname><i>, </i>donde no tenían eco las consignas repartidas desde las logias, donde a nadie se le importaba que el libro fuera “panegirista” de éste o de aquel tirano y ofensivo para el prócer tal o cual, Saldías tuvo un éxito completo y perdurable. En sus páginas comprendió la verdad el mejicano Carlos Pereyra, que inicia su <i>Rosas y Thiers </i>con esta frase, apoyada en el libro de Saldías: “A Rosas no se lo ha historiado; se lo ha novelado. Y se lo ha novelado en folletín. Otros hombres públicos odiados y maldecidos, han tenido la fortuna de no merecer en tan alto grado la atención preferente de las comadres de ambos sexos, amantes de explicarlo todo por la fístula.” La conoció también el brasileño Pandia Calógeras al decir en su <i>Formaçao Histórica do Brasil </i>(p. 205, trad.): “la campaña (de Rivera Indarte y <personname productid="la Comisi�n Argentina" w:st="on">la <i>Comisión Argentina</i></personname><i> </i>de Montevideo) de panfletos, artículos de diarios, de revistas, de libros, abrazó América y Europa, y consiguió colocar a <personname productid="la Argentina" w:st="on">la Argentina</personname>, a sus autoridades, y principalmente a su dictador, bajo el aspecto de una tierra de monstruos inauditos... La honra de la historia exige que sean revisados tales juicios difamatorios. Ciertamente no era Rosas un jefe blando o de manos leves: poseía un genio voluntarioso, un carácter incapaz de doblarse. Pero era también un estadista, un hombre de ideales y de ejecución, cualidades que no se encuentran tan frecuentemente como es de desear. Los principales autores de ese ambiente de exageración y calumnias eran los miembros de <personname productid="la Comisi�n Argentina" w:st="on">la <i>Comisión Argentina</i></personname><i> </i>unitaria, de Montevideo. Se hallaban entre ellos hombres del más alto valor por la cultura, talento y coraje. Pero cegábalos la pasión partidaria. Es posible decir que traicionaron a su patria llamando a la invasión extranjera y al oro francés para vencer a su propia tierra natal. Rosas, en cambio, defendía la libertad, independencia y respeto de <personname productid="la Confederaci�n" w:st="on">la Confederación</personname>” Idea que amplía, con documentación brasileña, en su otro libro <i>Da regencia a queda de Rosas (1831-1852). </i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Después el uruguayo Luis Alberto de Herrera, quien acusa en sus obras históricas – principalmente <i>Orígenes de la guerra Grande. Por la verdad histórica y La seudo-historia para el delfín – </i>la influencia decisiva del libro de Saldías en el conocimiento y comprensión de la <i>guerra grande </i>oriental.</span></div>
<h2 style="margin: auto 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES">El siglo XX</span></h2>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Tardó más tiempo en hacerse la luz en <personname productid="la Argentina" w:st="on">la Argentina</personname>, porque era difícil sacudir la densa atmósfera dominante. Una brecha amplia abriría Ernesto Quesada con su libro de 1898 <i>La época de Rosas, </i>seguida por las monografías sobre la guerra civil de 1840 confeccionadas en base al archivo de Pacheco <i>Lamadrid y <personname productid="la Liga" w:st="on">la Liga</personname> del norte, Lavalle y la batalla de Quebracho Herrado, Pacheco y la campaña de Cuyo, Acha y la batalla de Angaco. </i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Vinieron en el siglo XX nuevos tiempos para la patria de Rosas. Los hijos de los gringos se sintieron identificados con la tierra y reclamaron su lugar en ella; los hijos de los criollos de las orillas sacudieron su logrerismo y su complejo de inferioridad. Al iniciarse el nuevo siglo podía advertirse que amanecía un “pueblo” en <personname productid="la Argentina" w:st="on">la Argentina</personname>; y con el pueblo, partidos populares, caudillos populares, reivindicaciones populares y también un vago, pintoresco, musical, espíritu de nacionalidad que salpicó algo también a los de arriba. Una parte de la clase dirigente – la generación del <i>Centenario – </i>se replegó contra la “chusma anarquista” en defensa de sus privilegios y sostuvo con encono, pero con menos sinceridad que sus padres del 80, la convicción de que su clase era toda la patria. Pero otra parte, más generosa o comprensiva, quiso saber por qué <personname productid="la Argentina" w:st="on">la Argentina</personname> no era dueña de sus destinos y cómo haría para volver a serlo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Ya la oligarquía no era la misma. Sus dirigentes – Sarmiento, Mitre, Pellegrini, Roca - habían muerto y no eran reemplazados por valores equivalentes. La colonia dejaba de ser colonia, y un espíritu nacional afloraba por todas partes.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Empezaron los tiempos del radicalismo, partido ya bastante popular conducido por un nieto de mazorqueros – Hipólito Yrigoyen –, a quien otro nieto de federales – Roque Sáenz Peña – permitió el triunfo con su ley electoral. No podía pedírsele al jefe del radicalismo el cumplimiento completo del “desagravio al honor de <personname productid="La Naci�n" w:st="on">la Nación</personname> y la restauración de su vida moral y política”, que fuera su programa de candidato en 1916, y que necesariamente debería empezar por el desagravio y la restauración de la historia Argentina. Era ya bastante que hablara de “honor de <personname productid="La Naci�n" w:st="on">la Nación</personname>” y de “Restauración”, palabras federales. Algo más hubiera sido imposible en la segunda década del siglo; una cosa era captar las inquietudes de la masa popular, y otra muy distinta contar los hombres capaces y convencidos para llevar a cabo ese <i>desagravio y </i>esa <i>restauración. </i>Los intelectuales – como sucede por regla general en todos los países coloniales o semicoloniales – seguían inconmoviblemente extranjerizantes. Los “inteligentuales”, al decir de Leonardo Castellani, que son fruto de factoría y no pueden pensar ni escribir como expresión de un pueblo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Algo semejante al drama del radicalismo, movimiento popular que no atinó o no pudo enraizarse en el pasado, y por eso careció de futuro, ocurriría después con la segunda gran ola popular empezada en 1943. Por eso pudo ser contenida en 1955.</span></div>
<h2 style="margin: auto 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES">El revisionismo histórico</span></h2>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Llegó el día en que <personname productid="la Historia" w:st="on">la <i>Historia</i></personname><i> </i>de Saldías volvió desde México, Montevideo, Río de Janeiro o Madrid a su Buenos Aires originario. En 1922 Carlos Ibarguren tomaba con precauciones, pero evidente simpatía, la figura de Rosas en su famoso curso sobre “Las dictaduras trascendentales” de <personname productid="la Facultad" w:st="on">la Facultad</personname> de Filosofía y Letras, llevado al libro como <i>Juan Manuel de Rosas, su historia, su vida, su drama. </i>Es cierto que llamaba “tirano” a Rosas y aceptaba como <i>oro de buena ley </i>muchas cosas de la historia falsificada, pero trasuntaba la grandeza del Restaurador y había un aliento de patria. Después Ricardo Caballero, en un intento desoído de entroncar al partido radical con el viejo federalismo, alzaba en el Senado su voz admonitoria contra Mitre y Sarmiento y mencionaba con unción a Rosas, sin que nadie intentare replicarla. Y Corvalán Mendilaharsu, Font Ezcurra, Ramírez Juárez, Lascano (para mencionar algunos desaparecidos) publicaban sus libros o monografías elogiosas de los tiempos de Rosas. En 1933, Alfredo Bello agitaba desde Santa Fe la repatriación de los restos de Rosas, que puso una nota de escándalo – pero puso una nota – en el medio refractario.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">El 15 de junio de 1938, centenario de Estanislao López, se fundaba en Santa Fe, al llamado de Alfredo Bello, el <i>Instituto de Estudios Federalistas </i>“para luchar por una ya impostergable revisión histórica”. El <i>grito de Santa Fe </i>iba a encontrar eco por toda la república; el primero fue la fundación – el 5 de agosto de ese año – del <i>Instituto Juan Manuel de Rosas de Investigaciones Históricas </i>de Buenos Aires con la presidencia del general Ithurbide.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Nacía el “revisionismo histórico”, el movimiento intelectual más auténtico, de mayor trascendencia – y el único de resonancia popular – habido en <personname productid="la Argentina. Su" w:st="on">la Argentina. Su</personname> propósito no era, solamente, reivindicar la persona y el gobierno de Rosas en un debate académico ya ganado de antemano, pero que de antemano sabíase que habría de rehusarse. Era reivindicar a la patria y al pueblo – la “tierra y los hombres” – recobrando la auténtica historia de los argentinos. A la falseada noción del pasado, que nos había convertido y mantenido en un estado de colonia espiritual y material, se opondría la verdad de una tradición heroica y criollísima para que <personname productid="la Argentina" w:st="on">la Argentina</personname> se recuperase como nación. De paso derrumbaría con indignada iconoclastia a los “próceres” de la antipatria que llevaron al coloniaje. Era combativo y apasionado, con pasión de patria.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Como escuela historicista, el revisionismo expuso su método de investigar y explicar el pasado. No tuvo que ir muy lejos: era el mismo de Saldías (el que Mitre le achacaba a Saldías) para escribir su <i>Historia de <personname productid="la Confederaci�n. Pero" w:st="on">la Confederación. <span style="font-style: normal;">Pero</span></personname><span style="font-style: normal;"> llevado a su lógica consecuencia: el repudio del liberalismo. Primero una labor investigadora para reconstruir los hechos históricos conforme al más severo método crítico. Y luego una tarea de interpretación, juzgando esos hechos, no desde la libertad, las instituciones, la humanidad ni las conveniencias de ésta o aquella ideología -como quería Mitre –, sino desde <personname productid="la Argentina" w:st="on">la Argentina</personname> como nación – una Argentina como parte de la hermandad hispanoamericana – y desde los argentinos como integrantes de una nación.</span></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Como germen de <personname productid="la Argentina" w:st="on">la Argentina</personname> soberana de mañana, el revisionismo ganó fácil y triunfalmente a las capas sociales inferiores: les trajo la conciencia de nacionalidad donde patria y pueblo eran una sola y misma cosa: el culto de los auténticos héroes de un pasado escondido por la oligarquía, y la certeza de que el pueblo es el autor principal de una verdadera nación.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES">Y como <personname productid="la Argentina" w:st="on">la Argentina</personname> ya dejaba de ser la colonia feliz del siglo pasado, el revisionismo pudo resistir triunfante a todas las pruebas – conspiración del silencio, tergiversación, cesantías de profesores y aun cárceles y exilios – de un liberalismo definitivamente en retirada.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm -2pt 0pt 0cm; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-indent: 10.8pt;">
<span lang="ES"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<br />
JPZ<br />
</div>JPZhttp://www.blogger.com/profile/04187104691551996915noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4432756435426016952.post-31929648000503613632011-12-24T18:27:00.001-03:002011-12-24T18:27:39.804-03:00CONSIDERACIONES SOBRE LA PRESIDENCIA DE MITRE<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><u><span lang="ES" style="font-size: 14pt;"><span style="text-decoration: none;"></span></span></u></i></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><u><span lang="ES" style="font-size: 14pt;"><span style="text-decoration: none;"></span></span></u></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><u><span lang="ES"><span style="font-size: large;">Autonomistas y Nacionalistas.</span></span></u></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En 1862 los autonomistas de Buenos Aires, la facción liderada por Alsina, recibieron un fuerte impulso cuando Mitre propuso la federalización de la capital provincial con el fin de poner la recaudación impositiva bajo el control del nuevo gobierno nacional. Sus opositores rechazaron la federalización con los mismos argumentos que habían objetado la unión nacional propuesta por Urquiza en el Acuerdo de San Nicolás. Temían perder el control de las rentas del comercio; querían que esos ingresos se destinaran al desarrollo de su propia provincia y no al de otras.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Los nacionalistas, partidarios de Mitre, retrucaban que Buenos Aires saldría ganando si compartía las rentas con las otras provincias. Los subsidios para tender ferrocarriles, que comenzarían con la línea propuesta entre Rosario y córdoba, crearían nuevos mercados. Aparecerían economías y nuevas sociedades en las provincias, lo cual incrementaría la riqueza de todos.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Estas diferencias de criterio reflejaban la asociación más estrecha de los autonomistas con la tierra y los vínculos más pronunciados de los nacionalistas con el comercio.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Las disputas partidarias estaban muy influidas por la relación entre Buenos Aires y el resto de las provincias. Mitre proponía una dominación autoritaria desde Buenos Aires. Esto provocaba la oposición de las provincias, lo cual abría nuevos episodios de la guerra civil.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Alsina aspiraba a un sistema más sutil y flexible. Su posición a favor de la “autonomía” de Buenos Aires demostró ser táctica. Su influencia produjo un gobierno nacional débil que dependía de la buena voluntad de la provincia de Buenos Aires.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En 1862, luego del conflicto entre Mitre y Alsina por la federalización, se arribó a un compromiso. La ley establecía que el gobierno nacional<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>residiría en la ciudad de Buenos Aires, junto con el gobierno provincial, por los siguientes cinco años. El gobierno nacional administraría el gobierno municipal de la ciudad, el puerto, la aduana, las barracas y la catedral. Todas las otras instituciones se mantendrían bajo jurisdicción de la provincia. Estas incluían dos fuentes cruciales de poder político, el Banco Provincia y la justicia de paz.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Mitre mantenía la esperanza de federalizar a la provincia o al menos, la ciudad de Buenos Aires. Combatió duramente en las elecciones para retomar el control político de Buenos Aires. A principios de 1864, la prensa apodó a los grupos rivales “cocidos” y “crudos”, según apoyaran a Mitre o Alsina. Los términos se originaban en el hábito de los seguidores de Mitre de llamar a sus opositores “criminales y agitadores” y, por lo tanto, “crudos”. Los nombres apuntaban a las diferencias sociales entre las dos facciones: los patricios, “cocidos” o cultivados, mitristas, y sus “crudos”, rivales de clase baja. Otra interpretación de menor difusión, asegura que a los mitristas se los llamaba “cocidos” porque “estaban cocidos en la olla de Urquiza”, en relación al acuerdo de Mitre y Urquiza previo a Pavón.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Otra diferencia entre las facciones residía en la asociación de Mitre con algunas organizaciones de inmigrantes, en particular con grupos italianos, debido a la similitud que guardaban los programas liberales argentino e italiano a favor de la unificación nacional.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En cambio, el partido de Alsina tenía una fuerte filiación rural que se hizo evidente cuando se convirtió en gobernador en 1866, imitando a Rosas en asegurar títulos plenos de tierras del Estado a arrendatarios y usurpadores. Los autonomistas se opusieron a los impuestos a la exportación porque los ganaderos tendrían que pagarlos. Se oponían a las inversiones en el puerto de Buenos Aires apoyadas por la clase mercantil. Demandaban mayores inversiones en las fortificaciones de las fronteras para beneficio de los terratenientes.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Los autonomistas con frecuencia alardeaban de sus antecedentes nativos y se oponían a todo lo extranjero.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><u><span lang="ES"><span style="font-size: large;">Conflictos durante los tiempos de Mitre.</span></span></u></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Los conflictos de las provincias durante su presidencia enfrentaban a regiones, partidos y tipos de sociedad. Estos conflictos tuvieron cuatro manifestaciones:</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 36pt; mso-list: l1 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span style="font-size: large;"><span lang="ES"><span style="mso-list: Ignore;">1-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></span></span><span lang="ES">Choques violentos entre los Liberales y Federales de San Juan (Dic 1860- Sep 1861).</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 36pt; mso-list: l1 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span style="font-size: large;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial Unicode MS", "sans-serif";"><span style="mso-list: Ignore;">2-<span style="font-family: Times New Roman;"> </span></span></span><span lang="ES">Conflictos entre los generales de Mitre y el Chacho Peñaloza en <personname productid="La Rioja" w:st="on">La Rioja</personname> (1862-1863).</span><span lang="ES" style="font-family: "Arial Unicode MS", "sans-serif";"></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 36pt; mso-list: l1 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span style="font-size: large;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial Unicode MS", "sans-serif";"><span style="mso-list: Ignore;">3-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></span></span><span lang="ES">Guerra de <personname productid="la Triple Alianza" w:st="on"><personname productid="la Triple" w:st="on">la Triple</personname> Alianza</personname> contra Paraguay (1865-1870).</span><span lang="ES" style="font-family: "Arial Unicode MS", "sans-serif";"></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 36pt; mso-list: l1 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span style="font-size: large;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial Unicode MS", "sans-serif";"><span style="mso-list: Ignore;">4-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></span></span><span lang="ES">Revolución de los Colorados al mando de Felipe Varela y Juan Saa en Mendoza. (1866).</span><span lang="ES" style="font-family: "Arial Unicode MS", "sans-serif";"></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; mso-list: l0 level1 lfo2; tab-stops: list 18.0pt; text-align: justify; text-indent: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><strong><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES"><span style="mso-list: Ignore;">1-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></span></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><u><span lang="ES">Sucesos de San Juan.</span></u></i></strong></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Por sus características San Juan parecía más una provincia del Noroeste que una del oeste. La provincia tenía una agricultura campesina bastante desarrollada y una elite urbana blanca relativamente grande. Debido en parte a estas condiciones el partido Liberal de San Juan era más fuerte que en otras zonas del Oeste. El partido unitario de San Juan, que fuera importante luego de las guerras de independencia, declinó durante la época de Rosas. El partido renació entre 1840 y 1860. Por esa época, el comercio de ganado con Chile se expandió, junto con la economía de toda la región del Pacífico, a instancias del auge minero de Australia y California.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Durante muchos años, Benavides, primero aliado de Rosas y luego de Urquiza controló San Juan. Durante la década de 1850-1860 los Liberales desafiaron su autoridad y éste terminó renunciando en 1855. Benavides se convirtió en un típico caudillo federalista, contando con el apoyo popular de los gauchos y los m</span><span lang="ES" style="font-family: "Sylfaen", "serif"; mso-bidi-font-family: Sylfaen;">ás pobres. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><span lang="ES">La lucha por la supremacía en San Juan tenía un marcado contenido de clases. A fines de 1858 los Liberales apresaron y ejecutaron a Benavides. Urquiza intervino y expulsó a los liberales del gobierno. </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En 1859 instaló en el gobierno a Benjamín Virasoro, un hombre de Corrientes, sin ningún vínculo previo con San Juan, para poder pacificar la provincia.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Desde Buenos Aires, el diario El Nacional comenzó una campaña de difamación del nuevo gobernador sanjuanino e incitaba a los liberales a derrocarlo. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Esta campaña estaba instigada por Mitre y Sarmiento, y dio como resultado que los liberales asesinaran al gobernador Virasoro y pusieran en el poder a Aberastain.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Después de la muerte de Virasoro, Mitre visitó a Urquiza y Derqui en Paraná, ya que estaban en negociaciones para incorporar a la provincia de Buenos Aires a la confederación, pero los sucesos de San Juan hicieron imposible el acercamiento. El presidente Derqui se vio tironeado de todos lados, ya que Urquiza le decía que intervenga la provincia y tomara represalias, y en cambio, Mitre, pretendía que no hiciera nada.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Finalmente Derqui envió a Juan Saa el gobernador de San Luis,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>como comisionado Nacional con el objetivo de investigar, pero Saa atacó San Juan y derrocó y ejecutó a Aberastain.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Los eventos de San Juan ilustraron la intensidad de los conflictos partidarios y de clase en las provincias. Pusieron de relieve las rivalidades entre las provincias, como las que existían entre San Juan y San Luis.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span lang="ES"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Los enfrentamientos de San Juan destruyeron las esperanzas de que Buenos Aires se uniera a <personname productid="la Confederación" w:st="on">la Confederación</personname> bajo los términos de noviembre de 1859 luego de la batalla de Cepeda. En los meses siguientes se amplió la brecha entre ambos bandos. El congreso reunido en Paraná en abril de 1861 se negó a admitir a los representantes de Buenos Aires. Mientras las dos partes se preparaban para la batalla, el país se dividió en dos campos. Siete provincias apoyaban a <personname productid="la Confederaci�n" w:st="on">la Confederación</personname> y seis a Buenos Aires (Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy y Córdoba, todas liberales).</span><span lang="ES" style="mso-fareast-font-family: "Arial Unicode MS";"></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 36pt; mso-list: l0 level1 lfo2; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span style="font-size: large;"><strong><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES"><span style="mso-list: Ignore;">2-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></span></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><u><span lang="ES">Rebelión en el Oeste</span></u></i></strong></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Luego de <personname productid="la Batalla" w:st="on">la Batalla</personname> de Pavón, Mitre asume los poderes nacionales tras la renuncia de Derqui. En noviembre de 1861, las fuerzas liberales bajo el mando del General uruguayo Venancio Flores destruyeron los restos del ejército federal en <personname productid="la Batalla" w:st="on">la Batalla</personname> de Cañada de Gómez. En todos estos encuentros militares Mitre tuvo el apoyo de altos oficiales uruguayos, a muchos de los cuales había conocido 10 años antes durante el sitio a Montevideo. A fines de 1861, envió al general uruguayo Wenceslao Paunero, hacia el noroeste para tomar el control de córdoba.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>A comienzos de 1862, Antonino Taboada invadió Catamarca desde Santiago del Estero para derrocar al débil gobierno federalista. En Salta el federalismo cayó definitivamente en mayo de 1862, con el ascenso al gobierno de Juan Nepomuceno de Uriburu.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La resistencia más importante se produjo en el Oeste, bastión del federalismo. A fines de 1861 Paunero envió a Mendoza una fuerza militar al mando del coronel Ignacio Rivas. Solamente Mendoza en el Oeste brindó una recepción amistosa a los liberales, a causa de un terremoto que había sufrido la ciudad y los veían como los salvadores.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><personname productid="La Rioja" w:st="on">La Rioja</personname>, la provincia más subdesarrollada de la región, se convirtió en el epicentro de la resistencia federal, llevada adelante por el caudillo Angel Vicente “Chacho” Peñaloza. Paunero que sabía de lo difícil que sería derrotar a las montoneras del Chacho, quiso recuperarlo a las fuerzas liberales, recordándole a Mitre que había peleado contra Rosas y que no había participado en la batalla de Pavón. Pero ante los actos violentos de los liberales, Peñaloza declaró la rebelión en nombre de Urquiza, esperando que este se pronuncie, pero una vez más no lo hizo. </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El primer choque entre ambos bandos se dio en Córdoba en la batalla de Las Playas, donde triunfaron las tropas liberales al mando de Paunero y del coronel uruguayo Ambrosio Sandes.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Luego de esta derrota se firma la paz de “la banderita”, pero pronto se rompe y comienzan las hostilidades nuevamente. Finalmente Peñaloza es atrapado el 12 de noviembre de 1863 en Olta, <personname productid="La Rioja" w:st="on">La Rioja</personname>, donde es asesinado y su cabeza puesta en una pica en la plaza del pueblo.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 36pt; mso-list: l0 level1 lfo2; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span style="font-size: large;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES"><span style="mso-list: Ignore;">3-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></span></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><u><span lang="ES">Guerra del Paraguay.</span></u></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Mitre intervenía en la política interna uruguaya colaborando con el partido colorado, de tendencia liberal.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Por un lado, los líderes políticos uruguayos de ambos partidos (blanco y colorado) buscaban apoyo externo. Por otro, la interferencia extranjera exacerbaba los conflictos internos. La guerra civil en Uruguay estalló en abril de 1863.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Para Sarmiento el responsable de la guerra era Solano López por sus planes expansionistas y lo acusaba de las divisiones partidarias en Argentina y Uruguay. Según Sarmiento, la alianza internacional de Solano López con los partidos políticos blanco y federal de Uruguay y Argentina precipitó una confrontación épica entre las fuerzas de la barbarie y las de la civilización. Los líderes civilizados de Argentina, Brasil y Uruguay<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>contra los vestigios indígenas y mestizos de Paraguay y las tierras atrasadas de <personname productid="la Argentina" w:st="on">la Argentina</personname> y Uruguay. Una victoria liberal contra Paraguay significaba el triunfo de los europeos en Sudamérica.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Mitre veía la guerra contra Paraguay como un tema de vida o muerte de las instituciones; como un paso necesario para consolidar el nuevo régimen establecido en Argentina después de Pavón.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Luego de la derrota aliada de Curupaití, las tropas argentinas comenzaron a desertar, Mitre pasó a ser un comandante nominal en la guerra, quedaban menos de 5 mil tropas argentinas peleando en Paraguay a mediados de 1867, la guerra se limitó al enfrentamiento entre los negros brasileños y los aborígenes paraguayos. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Por las dificultades que se presentaban en las provincias para reclutar tropas debido a la impopularidad de la guerra, el gobierno argentino comenzó a incorporar inmigrantes y marinos extranjeros a su ejército, como así también un alistamiento de tropas forzado e ilegal.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La guerra benefició a aquellos terratenientes, agricultores y comerciantes del litoral argentino que suministraban armas, caballos y alimentos a las fuerzas aliadas. En el resto de las provincias la guerra produjo temor y rechazo. La guerra reavivó la oposición a Mitre en las provincias.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 36pt; mso-list: l0 level1 lfo2; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18pt;">
<span style="font-size: large;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES"><span style="mso-list: Ignore;">4-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></span></span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><u><span lang="ES">Revolución de los Colorados 1866.</span></u></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El ex gobernador de San Luis, Juan Saa, preparaba una revolución con apoyo chileno, junto a Felipe Varela, de Catamarca y anterior lugarteniente de Peñaloza.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;">Saa se exiló en 1862 y pasó un breve tiempo en Europa donde trabajó como mercenario, luego peleó para los Blancos contra Flores y los brasileños en Uruguay. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Fue a chile en 1865 con una carta de recomendación de Alberdi, donde preparó la revolución.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Felipe Varela, luego de la muerte del Chacho, estuvo con Urquiza en Entre Ríos.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La revolución de los Colorados tuvo dos fases. La primera, entre diciembre de 1866 y abril de 1867, centrada en las provincias del Oeste. La segunda, entre agosto y octubre de 1867, que tuvo como escenario la provincia de Salta. Los insurgentes tenían la esperanza de provocar un movimiento nacional, pero urquiza una vez más no se pronunció para ayudarlos. En algún momento Saa manejó la posibilidad de separar a las provincias de Cuyo y unirlas a Chile. </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Varela, publicó un documento denominado “Manifiesto del Jeneral Varela” donde afirmaba que los liberales tiranizaban y saqueaban a las provincias, condenaba la guerra del Paraguay, le pedía a Urquiza que se una al movimiento, proclamaba los derechos de los pueblos de Sudamérica.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Era casi imposible que las tropas de Paunero derrotaran a las tropas federales de Saa y Varela; Mitre regresó de Europa hizo estudiar a sus generales las tácticas para vencer a las guerrillas, reemplazó al general Paunero por Arredondo como comandante en el Oeste y sumó a varios veteranos de la guerra del Paraguay para derrotar a los insurrectos.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Arredondo venció a Saa el 1 de abril en San Luís, y Saturnino Taboada venció a Varela en Pozo de Vargas, <personname productid="La Rioja. Varela" w:st="on"><personname productid="La Rioja." w:st="on">La Rioja.</personname> Varela</personname> quiso reagrupar sus fuerzas y se dirigió a Salta para seguir con la revolución, pero fue derrotado por el general Navarro, por lo que tuvo que huir hacia Bolivia. La invasión de Varela a Salta puso de relieve las diferentes condiciones sociales y políticas en el Oeste y en el norte, ya que Varela logró escaso apoyo en Salta.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Así había quedado el mapa político de la argentina, con tres figuras predominantes. En Córdoba y Cuyo dominaba el General Arredondo, en Santiago del Estero, Tucumán, <personname productid="La Rioja" w:st="on">La Rioja</personname> y Catamarca, los Taboada, y en Salta el General Navarro, vencedor de Varela.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La guerra del Paraguay, trajo enfermedades que azotaron el país, sobretodo a Buenos Aires, como la fiebre amarilla y el cólera, que produjeron gran cantidad de muertes, entre ellas, las del vicepresidente Marcos Paz, lo que obligó a Mitre a regresar de manera definitiva del Paraguay en enero de 1868.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><u><span lang="ES"><span style="font-size: large;">Sucesión presidencial 1868.</span></span></u></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La elección de 1868 se diferenciaba de la de 1862, en que simplemente aquella había ratificado el dominio de un general victorioso en la guerra civil. En cambio, ahora, competían candidatos que representaban diferentes intereses y regiones del país. Surgieron 4 candidatos: Urquiza (gobernador de Entre Ríos), Rufino Elizalde (canciller de Mitre), Alsina (gobernador de Buenos Aires) y Sarmiento (embajador en EEUU).</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Mitre a pesar de haber anunciado que no interferiría en la elección, rechazó la candidatura de Urquiza por ser reaccionario. Con Alsina, no lo descartaba del todo, porque se mantenía liberal a pesar de ser autonomista e incluso hubo rumores de querer intercambiar posiciones con Alsina. </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Mitre se oponía a Sarmiento, porque este había criticado <personname productid="la Guerra" w:st="on">la Guerra</personname> con el Paraguay. Solamente Elizalde escapaba a su crítica.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Los cuatro candidatos lideraban poderosas bases de apoyo pero presentaban debilidades. Urquiza tenía una imagen deslucida por su asociación con el federalismo. Elizalde contaba con el apoyo de Mitre y de los Taboada (le ofreció la vicepresidencia a Manuel Taboada), pero tenía poco apoyo en Buenos Aires y en las provincias era mal visto por promover <personname productid="la Guerra" w:st="on">la Guerra</personname> del Paraguay.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Alsina tenía gran apoyo en Buenos Aires pero poco apoyo en las provincias. Sarmiento gozaba de fama como escritor y enemigo de los federales.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Urquiza, Elizalde y Alsina tenían sus bases de poder en una provincia cada uno: Entre Ríos, Santiago del Estero y Buenos Aires, respectivamente. Pero la franja de las provincias del Este al Oeste no se habían pronunciado todavía. En esta región, luego de la derrota de los colorados en 1866, el General Arredondo se convirtió en la figura central. Apoyado por otros oficiales veteranos del Paraguay le brindó su apoyo a Sarmiento. Alsina reaccionó y le ofreció una alianza a Urquiza. Los partidarios de Sarmiento reaccionaron y designaron al padre de Adolfo Alsina, Valentín Alsina, como vicepresidente de Sarmiento. Finalmente Adolfo Alsina para no ir en contra de su padre, le dio su apoyo a Sarmiento y fue el mismo quien lo acompañó en la fórmula presidencial.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Sarmiento necesitaba el respaldo de Alsina para ganar apoyo en Buenos Aires. Los cambios de posición de Alsina formaban parte de una estrategia para aumentar la influencia de los autonomistas en el nuevo gobierno. </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Cuando el Colegio Electoral votó en agosto, Sarmiento ganó en casi todas las provincias del centro y del oeste, incluida Buenos Aires, obtuvo 79 votos sobre 156, un margen muy ajustado. Con el apoyo de los Taboada Elizalde obtuvo todas las provincias del norte excepto Salta. Urquiza logró solo 3 provincias, Entre Ríos, Santa fe, y por problemas de facciones internas, la liberal Salta.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Cuando Sarmiento asumió el poder, Argentina ocupaba un papel menor en <personname productid="la Guerra. Pero" w:st="on"><personname productid="la Guerra." w:st="on">la Guerra.</personname> Pero</personname> la provisión de suministros al ejército brasileño enriqueció a los comerciantes y terratenientes del Litoral. Esta expansión del comercio interior reemplazó al auge de las exportaciones de lana durante la guerra Civil estadounidense. En compensación por su alto costo en vidas y recursos la guerra produjo prosperidad, que ayudó a consolidar el Estado Nacional.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Mitre terminó el mandato con su reputación muy deteriorada, lo acusaban de haber convertido al país en una provincia más del imperio brasileño. Los extranjeros comenzaron a oponerse, debido a que se los forzó a ingresar al servicio militar; los padres llevaban a sus hijos a bautizarse a sus consulados para que mantuvieran sus nacionalidades de origen.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Al final del mandato de Mitre, la cuestión de la capital no se había resuelto. En 1868 y 1869 el Congreso hizo dos intentos de llevar la capital a Rosario, pero el veto presidencial archivó la medida.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 18pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>A comienzos de la década 1860-1870 Mitre había logrado apoyo de los comerciantes y estancieros pro-liberales de las provincias, pero quedó demostrado que eran bases débiles y de corta vida. En varias provincias aparecieron grupos con antecedentes federales conocidos como liberales autonomistas. En sus respectivas provincias jugaron un papel similar al de los autonomistas en Buenos Aires y se opusieron a Mitre. El mitrismo se transformó en una fuerza política secundaria dentro de Buenos Aires. El nuevo modelo político se centraba en una asociación entre las provincias y Buenos Aires, como lo ejemplificaba el gobierno de Sarmiento- Alsina.</span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<span style="font-size: large;">JPZ</span><br />
</div>JPZhttp://www.blogger.com/profile/04187104691551996915noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4432756435426016952.post-21321428098667914452011-12-24T18:21:00.001-03:002011-12-24T18:24:10.302-03:00YRIGOYEN Y EL KRAUSISMO<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;"><strong><u>HIPOLITO YRIGOYEN Y KRAUSE:</u></strong></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">El krausismo:</span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES"></span></b><span style="font-family: Garamond;"><span lang="ES" style="font-size: large;">Karl Kristian Friederich Krause vivió en Alemania entre 1781 (año de su nacimiento en Eisenburg) y 1832 (año de su muerte en Munich).</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond;"><span lang="ES"></span></span><span lang="ES"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">Estudió filología y siguió las clases de Schelling y Fichte. Estuvo vinculado a la masonería pero tuvo discrepancias con su conducción.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">Fue un filósofo considerado durante mucho tiempo como muy secundario.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">Vivió en tiempos de Napoleón en quien vislumbró una nueva época de igualdad, libertad y fraternidad humana.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Estas esperanzas se derrumbaron con la caída del Corso y el advenimiento de los absolutismo de la Santa Alianza. A ello quizá se deba "los sistemas idealistas" de estos pensadores, que como bien sostiene "Alvarez Guerrero son "verdaderas utopías filosóficas de una abstracción frecuentemente confusa, de ensoñaciones poética y divagaciones nebulosas. sin embargo, tras el peculiar lenguaje lenguaje utilizado se esconde un admirable juego de concepciones que el romanticismo filosófico de Krause tiene connotaciones muchas veces geniales" <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"></b></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond;"><span lang="ES" style="font-size: large;">La filosofía de Krause responde, a las líneas generales del idealismo romántico alemán. El punto de partida es el yo, como sujeto, como conciencia que puede autoconocer. Todo conocimiento reflexivo se encuentra, necesariamente, en el conocimiento del yo, porque lo único que existe son las ideas sobre el mundo y no el mundo en sí. Lo que podemos conocer es, por lo tanto, un repertorio de "ideas" que tenemos sobre las cosas y no las cocas mismas.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Krause es panteísta, o mejor, cono él afirmaba "panenteísta" porque concibe no simplemente que todo es Dios, como el panteísmo tradicional sino que "todo es en Dios", diferencia demasiado sutil que a primera vista no parece muy importante. En el Panenteísmo Krausista se juzga a Dios como la única realidad inmanente, el único ser infinito que contiene a todos los demás seres, que son finitos y determinados" (1).<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"></b></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">El Krausismo, que pretende completar a Kant, es una doctrina ecléctica, mezcla de racionalismo, idealismo y espiritualismo. Su concepto de la razón es inmanentista, pues la considera como "la expresión de la esencia divina bajo el carácter predominante de lo absoluto". Mezcla en su "razonalismo armónico" a Kant, a Fichte, a Schelling y a Hegel, reconstruyéndolos, limitándolos y reformándolos . Pero no nos interesas su metafísica</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">El krausismo es más bien una ética. La preocupación moralista está en todos los pormenores del krausismo, inclusive como es natural, en su parte política. Una ética impregnada de protestantismo. Su formula práctica se define: "Hacer el bien por el bien, como precepto divino". Para el Krausismo, la Humanidad es <i style="mso-bidi-font-style: normal;">"la expresión de la esencia divina, bajo el carácter de armonía, sin predomino o exclusión"</i>. Vale decir: La esencia divina se manifiesta bajo forma de armonía en la Humanidad. <span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Garamond;"><span style="mso-tab-count: 1;"></span><span style="font-size: large;">Este concepto religioso de la Humanidad conduce, necesariamente, a la igualdad democrática, al derecho universal, al amor entre los hombres y entre los pueblos, a la paz perpetua y a la formación de grupos de pueblos hasta el día en que todas las naciones se unan en una sola.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">Se trata de una ética social, es decir, una moral tendiente a una autorrealización del individuo, en el marco de la organicidad de la estructura social.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond;"><span lang="ES"><span style="font-size: large;">Como todos estamos "en Dios", como todos formamos parte del organismo infinito, del que sólo somos momentos", partículas temporales y finitas, el mal está integrado al bien, es un momento parcial y finito del bien. Todo es en algún modo bueno. Desde un punto de vista absoluto no puede existir lo malo. Si puede entenderse en las relatividades momentáneas, en la finitudes de lo circunstancial y transitorio. Supongamos que hay un homicidio. El matar es malo, pero sólo de un punto de vista relativo pues si selo integra en lo absoluto, la cuestión cambia totalmente. Una vez pasado el "momento mal " es decir la "muerte", en tanto sólo es considerado como muerte, y sin tener en cuenta su origen o la intencionalidad de dicho origen, la muerte deja de ser mala, porque sucede como conformándose a necesariedad absoluta de armonías vitales integradas en los absolutos. La acción de matar es un mal en un momento relativo, en lo finito. El mal es siempre transitorio.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"></b></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">El Krausismo en España y América:</span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">El aticismo de Krause es lo que se convirtió en España primero ,y en el Río de la Plata poco después , en su principal atractivo para la actividad política: la moral krausista resultaba aplicable a la práctica de la existencia social.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">El krausismo aparece en España alrededor de mitad de siglo pasado, introducido de Alemania por don Julián Sanz del Río. Hacia el 60 ya se ha difundido en casi todas las universidades. Tiene no poca parte en la revolución del 68 y en la instauración de la República del 72. Perdura hasta fines del siglo pasado. Entre sus secuaces, figuran hombres eminentes como Emilio Castelar, Nicolás Salmerón y Francisco Pi y Margall, que ocuparon la presidencia del República y fueron maestros y publicistas de excepcionales méritos; y don José Canalejas, presidente del consejo de ministros. Todos ellos eran austeros y respetable y todos, salvo Castelar, escribían mal. Eran demócratas, creían en la panacea del sufragio libre y andaban por la vida graves, reservados, vestidos de oscuro. El krausismo trasciende el publico después de la fundación de la República. Entonces comienzan a<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>publicarse los libros del belga Guillermo Tiberghien, difundidor de las doctrinas de Krause, que explica y resumen con claridad; y los de Enrique Ahrens, otro belga que ha aplicado al Derecho las ideas del filósofo alemán. En 1875 aparece en Madrid el libro de Krause: "Los mandamientos de la Humanidad".</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">Característas del Krausismo:</span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">A) La libertad individual:</span></span></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">b) Unidad, variedad y armonía:</span></span></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES">c) El derecho:</span></i></b><span lang="ES"> El derecho y la ética se identifican en una especie de organización de la vida interna de Dios. La Etica es indiferenciable del derecho, para Krause como para los románticos. Kant, en cambio, hacía una distinción formal entre ambas la moral se refiere a actos internos, de la conciencia individual Pero el Derecho se desenvuelve en la práctica externa, esto es en el contacto de la conducta individual con los otros individuos.<i style="mso-bidi-font-style: normal;"></i></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">d) El ser social del individuo</span></span></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: large;">e) La igualdad de los individuos</span></i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES"></span></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES">f) El Estado como sociedad de derecho</span></i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES">.</span></i><span lang="ES"> El estado para Krause es un órgano de derecho, que tiene por objeto mantener el equilibrio y la armonía entre todos los demás órganos que lo integran, entre los hombres como individuos y entre las personas colectivas morales: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">"Mantiene a todo individuo, a toda familia, a todo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pueblo en la integridad de su personalidad y actividad legítima, y asegura las relaciones de una con otras personas según derecho</i>".-<i style="mso-bidi-font-style: normal;"></i></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">g) La familia.</span></span></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Garamond;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-size: large;">i) La idea de la ciencia.</span></i><span lang="ES"></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES">j) Idea del progreso de la vida y el progreso de la sociedad son dos procesos paralelos y aún idénticos:</span></i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES"> </span></i><span lang="ES">Es evidente para los estudiosos del tema como concepto krausista de organismo tomó pié en el spenceriano de evolución, para hacer del transformismo biologista el eslabón que justifica el paso del idealismo krausista al monismo científico de carácter positivo.</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">"Se incorpora los avances de la ciencia y muy en especial la teoría de la evolución, sin que ello suponga renunciar a los elementos críticos y metafísicos provenientes del krausismo, buscando una alianza entre la especulación y la experiencia".</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">"Krause ha visto tan claramente y ha repetido con tanta fuerza como Spencer que el <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">progreso de la vida y el progreso de la sociedad son dos procesos paralelos y aún idénticos</b> y que las páginas de la historia deben quedar siendo en gran parte, indescifrables e inexplicables, mientras no se haya encontrado su clave en la naturaleza y las leyes de la vida".</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">"<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">A mi entender Spencer no ha hecho entrar en la idea de la vida nada que haya sido excluido de ella por Krause</b>".(1).- </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES"><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">El pensamiento de Krause:<span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">De Krause dice Menéndez y Pelayo que es un "teólogo iluminado tiernísimo, humanitario y sentimental, a quien los filósofos, transcendentales de raza miraron siempre con desdeñosa superioridad, considerándole índole como filósofo de logias, como propagandista francmasónico". Y hablando de los planes de reformas de todas las instituciones, propuestas por el krausimo, los clarifica de "sueños espiritistas -francmasónico". </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">Algunos pasajes de Krause:</span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">"Si un pueblo ha de representar una verdadera persona humana (un hombre superior y agente de su destino), debe en primer lugar mantener y desarrollar su carácter nacional, en forma de una moral pública, porque sólo en razón de ella se hace respetable el pueblo dentro y fuera como una potencia moral humana, bajo una voluntad consecuente expresado y ejercitada</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">"El carácter moral se manifiesta desde temprano en el hombre, lo mismo que en la familia y en el pueblo, por aquella resolución decidida que solemos llamar voluntad tenaz voluntariedad Este es el embrión vigoroso, sano, pero informe todavía de la virtud y la libertad moral. La libertad aparece aquí en su estado elemental; es una voluntad simple , absoluta, de lo querido".</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">"Estos motivos morales son pronto entendidos y se comunican de unos a otros por una fuerza general, que puede llamarse conciencia pública, sentido común moral.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">"Es una ley sencilla: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">aplícate a moralizar el medio social en que vives desde ti a la familia, al círculo libre, al pueblo; y afirmarás en grado descendente el sentido moral del pueblo de la familia y el de ti mismo"</i></b>.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES">El Krausismo en Yrigoyen:</span></b><span lang="ES"><span style="mso-tab-count: 2;"> </span></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond;"><span lang="ES"><span style="font-size: large; mso-tab-count: 2;"> </span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">Señala con agudeza Ataúlfo Pérez Aznar: "Yrigoyen encuentra en el pensamiento de los republicanos españoles, que reviven las tradiciones federalistas del pueblo peninsular, actualizándose dentro de la filosofía política de la escuela de Krause, un punto de referencia teórico que le permite fijar su posición crítica frente al positivismo en auge. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">El krausismo de Yrigoyen no constituye una posición filosófica, sino una definición política.</b> Desarrolla, para satisfacer una necesidad dialéctica, la concepción pluralista del Estado y la doctrina de la eticidad del derecho, que han de renovar los planteamientos federalistas y las definiciones morales de la democracia argentina. A esto, y solamente a ésto, debe reducirse el llamado "krausismo" de Yrigoyen" (2).</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">Desde luego, el radicalismo no fue solamente influido por el krausismo o el liberalismo del siglo pasado. Si bien Yrigoyen no tenía conocimientos profundos del marxismo, si era claramente antipositivista, espiritualista y humanista, y esto forma parte permanente de las concepciones ideológicas del radicalismo. Las ideas del individuo-ciudadano, de la riqueza espiritual y moral opuesta al materialismo.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">"Su pensamiento político filosófico tuvo un origen doble, por una parte la tradición doctrinaria elaborada por la escuela del pensamiento del "federalismo científico" formada por ex federales, que habían tenido como trasfondo una filosofía espiritualista. Se había tratado de una síntesis del liberalismo y catolicismo. Este liberalismo federal, que informa a los principales hombres del 70 previamente al avance positivista, pertenecía a un movimiento espiritual, muy amplio y difuso, el tradicionalismo, su otra vertiente estaría formada por el pensamiento krausista".</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">La acción espiritual de Yrigoyen habría marcado una nueva etapa en el pensamiento del liberalismo argentino, al sostener su pensamiento político como un concepto de solidaridad, a la vez jurídico, sociológico y religioso".</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">Manuel Gálvez lo describe a Yrigoyen: "Hombre de principios; así ha sido y será toda su vida. En un país de hombres sin principios fijos, él se rige por unos cuantos principios. Aquí donde casi todos son materialistas, él es idealista y místico. En medio de millones de indiferentes, él tiene una fe y una pasión. Renuncia a todos los placeres de la vida en un pueblo de gozadores de la vida o que aspiran a serlo. El único argentino que no habla mal de nadie ni pronuncia palabras obscenas o sucias es él. Y el único que para nada piensa en Europa. La oposición entre Yrigoyen y el ambiente también es la oposición entre el hombre austero del campo, y el hombre sibarita de la ciudad; entre el campo de soledades y la ciudad de vanidades."(3).-</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">"Hipólito Yrigoyen, como lo he dicho, ha pedido su afiliación, en una logia masónica. Y es simpatizante del espiritismo".</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">Se pregunta Gálvez: "¿comprende bien el krausismo Hipólito Yrigoyen ?. Creo que no leyó a Krause sino a Tiberghien y a otros<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>comentadores suyos. Tal<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>vez no ha entendido profundamente a la<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>metafísica krausista, pero si la parte ética y política, que son accesibles a cualquiera. Con sus malos estudios secundarios y universitarios, sin una cultura general verdaderamente vasta, sin ordenada preparación en tal arduas disciplinas, Yrigoyen no ha podido comprender a fondo el krausimo ni ninguna otra doctrina filosófica. Pero hombre de extraordinarias intuiciones, ha adivinado su esencia y con ella ha enriquecido su espíritu." </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">En su vida privada y publica Yrigoyen es un perfecto krausista salvo en su afición a las mujeres. Vestido con ropas oscuras, algo solemne pero sin afectación, no ríe, habla de cosas abstractas y expresa ideas de la más severa moral" (4).-<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">TEXTOS DE HIPOLITO YRIGOYEN:</span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">"Quise que mi vida trascendiera al pueblo como un modelo y señalara un camino hacia la perfección espiritual. Tengo, por ser así, el alma intacta, tal como la Divina Providencia quiso forjarla al soplo de sus impolutas irradiaciones. Yo no sé más que de la tarea evangélica de darme a los demás. En mi frente no cabe sino el ímpetu de los grandes pensamientos y en mi corazón los latidos generosos y solidarios... doquiera que haya una libertad oprimida la redimiré y dondequiera que exista un derecho avasallado, lo restauraré...Cuando un ciudadano ha consagrado su existencia a la causa dela Nación, debe ser irreductible en su decisión a inspirar todos sus actos y acciones en principios inmanentes de justicia. (5).- </span></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">"He vivido en comunidad con el espíritu de la patria, y esa comunidad hace cada día más sublime la imagen de las mutuas ensoñaciones...Eran las eternas fuerzas del espíritu que se encendían en mi mente, en forma de transfiguración!. ¡Esa potencia creadora me impulsaba al destierro voluntario de las vanidades humanas, y se erguían majestuosamente trazando los horizontes inefables, en los cuales se percibía una vibrante apoteosis de la grandeza de la patria.!" (6).-<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"></b></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">"Con la <b>Revolución </b>se propuso mantener en pie de permanente rebeldía -en la conspiración<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>constante- a la ciudadanía argentina, contra los usurpadores del poder. Con la <b>Intransigencia</b> se encerraban los postulados del Dogma, en una interpretación ortodoxa e intangible. De tal modo, se hacía imposible la desvirtuación de su sentido ético e histórico en entendimientos o uniones con facciones políticas a las que siempre habíamos combatido. Con la <b>Abstención</b> se lograba evitar que gran parte de los ciudadanos cedieran a los halagos de las prebendas y del usufructo de las cosas materiales a cambio del debilitamiento de sus conciencias de hombres libres".- (7)</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">"Las crisis morales tiene su lógica reparación y no se extinguen sino segando sus fuentes originarias"</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">El concepto de <b>Reparación</b> en cuya esencia se fundaron las más nobles y plausibles esperanzas, debe señalar siempre la orientación superior de sus propios preceptos rectores, eliminando todo cuanto<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>por su perturbación no guarde armonía con sus realizaciones definitivas" (8).-<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"></b></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">Notas:</span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">(1) ALVAREZ GUERRERO, OSVALDO: "Política Y Etica Social -Yrigoyen y el krausismo. Orígenes ideológicos de la UCR" Editorial de la Patagonia; pag. 30/32; Fuerte General Roca; 1983.-<span style="mso-tab-count: 2;"> </span></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">(1)FLINT, Robert: "The Philosophy of History en France and Germany"; Edimburgo 1874; extraído de José‚ Luis Abell en "Filosofía de la Institución Libre de Enseñanza: El Krauso-positivismo; en Masonería política y sociedad Tº I; Centro de Estudios Históricos de la Masonería Española; Zaragoza 1989.-</span></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">(2)PEREZ AZNAR, Ataúlfo: "Temas de Historia y Política Argentina"; Librería Editorial Platero S.R.L.; pag.81.- Bs. Aires 1975.-</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;"><span lang="ES">(3)GALVEZ, Manuel "Vida de Hipólito Yrigoyen" EUDEBA; pag. 203; Bs. </span><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;">Aires 1973.-</span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">(4)GALVEZ, Manuel: op. cit. pag. 71/72.-</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">(5) Yrigoyen, Hipólito "Mi Vida y mi Doctrina"; De. Leviatan; pag. 92/93<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Bs. Aires; 1981.-</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">(6) Yrigoyen, Hipólito; op. cit. pag. 78.-</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">(7) Yrigoyen, Hipólito; op. cit. pag. 79.-</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Garamond; font-size: large;">(8) Yrigoyen, Hipólito; op. cit. pag. 105.-</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<span style="font-size: large;"><br /></span><br />
<br />
<div align="left" style="text-align: right;">
<br /></div>
<div style="text-align: right;">
<strong><u>JPZ</u></strong></div>
</div>JPZhttp://www.blogger.com/profile/04187104691551996915noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4432756435426016952.post-75873864815325511182011-12-24T18:04:00.000-03:002011-12-24T18:04:25.005-03:00EL POSITIVISMO EN ARGENTINA<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;">
<strong><u><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Garamond", "serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">EL POSITIVISMO ARGENTINO</span></u></strong></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Garamond", "serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-tab-count: 3;"> </span>Dice Oscar Terán: "El discurso positivista persistió en asumir una misión: proponer un mecanismo institucionalizado de nacionalización, para lo cual mmla nación deberá ser imaginada como un dispositivo de reformas integradoras y diferencias segregacionistas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Garamond", "serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El imperialismo -afirma Terán- es contemplado no sólo por el discurso positivista cual un fenómeno natural, también bajo una mirada que Ingenieros desea científica la trilogía republicana de libertad, igualdad y fraternidad resulta severamente cuestionada, dado que cada uno de estos valores se opone respectiva puntualmente a los principios del determinismo, a la notoria disparidad observable en el mundo biológico y al postulado darwiniano de la lucha por la vida. Es previsible entonces que las nociones con apelaciones morales sobrevivan en este sistema en una suerte de clima hostil.(1).- </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Garamond", "serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>"Por una tendencia ingénita del sistema, y muy de acuerdo con las necesidades del modelo importado, el positivismo argentino fue expurgado de sus actitudes historicistas concretas, y extraído del marco ecléctico que lo caracterizó, para entregarlo en su pretendida puridad biologista, cientificista y naturalista, sin nada que tuviese que ver Augusto Comte antintelectualista de "La synthese subjetive": aquel libro que reconoce "la superiorite logique de la poesie sur le science" (2)</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Garamond", "serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Etapas del Positivismo Argentino:</span></b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Garamond", "serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Garamond", "serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El Dr. Alejandro Korn distingue tres generaciones en el pensamiento positivista argentino:</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; tab-stops: 2.0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Garamond", "serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"> <strong>La primera generación</strong> de positivistas argentinos la encabezan <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Alberdi, Sarmiento y Mitre</b>. En torno a ellos se agrupan los emigrados, entre ellos Florencio Varela y contemporáneos que permanecieron el país con Velez Sarfield, Avellaneda, aunque más joven debe agregarse al grupo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Garamond", "serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>"La acción política que les cupo realizar pusiéronla como instrumento al servicio de sus ideas. Los tres por su mocedad radican<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en la época romántica. Pero los arabescos románticos de este pseudo positivismo pronto se borraron de la mente en aquellos hombres, llamados, ante todo, a resolver problemas concretos surgidos de nuestra evolución nacional". </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Garamond", "serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>"Aman, odian, se exaltan; con fe profunda en el poder de las ideas trabajan, legislan, escriben, debaten. No estaban muy distanciados de las tendencias rivadavianas, liberales y utilitarias que entendían ser la herencia de la revolución de Mayo"</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Garamond", "serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>"Alberdi, Sarmiento y Mitre son tres personalidades, luego son tres caracteres; unidos en el ideal común se distinguen por modalidades propias, chocaron con aspereza en hondos conflictos, pero para los venideros constituyen una trinidad</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Garamond", "serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>"Durante su estada en Montevideo vuelve Alberdi a publicar algunos artículos sobre filosofía, en los cuales ya se desentraña más claro su concepto y aparece por primera vez el epíteto "positivo" en el sentido actual de la palabra <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">"La filosofía está ligada a todo lo que hay de positivo, de más real, de más indispensable en la vida; a las artes, a las leyes, a la política, a la economía, a la industria".</i></b> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Garamond", "serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>"Filosofía, en una palabra, penetrada de la necesidades sociales, morales e inteligentes de nuestro país, cara, democrática, progresiva, popular, americana".-</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Garamond", "serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>"En otro ensayo, del año 42, titulado Ideas para peisir a la confección del curso de filosofía contemporánea"; "<i style="mso-bidi-font-style: normal;">que el sentido de la de la filosofía especulativa, de la filosofía en sí, la filosofía<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>deber ser positiva y real, aplicada ala ciencias sociales, políticas, religiosas y morales de estos países...La abstracción pura, la metafísica en sí, no echar raíces en América".</i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Garamond", "serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>"En el traqueteado aforismo "gobernar es poblar" la tradición ha condensado en instintiva síntesis el pensamiento alberdiano"</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Garamond", "serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>"Mitre le critica a Alberdi su libro "Las Bases" "<i style="mso-bidi-font-style: normal;">le faltan los dos elementos esenciales que constituyen la única durable de las producciones intelectuales: originalidad... fue un trabajo de oportunismo".</i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Garamond", "serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>"El concepto de civilización para Sarmiento es puramente utilitario y positivo. En los cincuenta volúmenes de la compilación de sus escritos no se halla una definición<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>abstracta del término. Lo define por enumeración: "<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Civilización es afirmar el imperio de la ley y de la autoridad constituida, educar las masas por la escuela primaria, abrir los puertos y los ríos al comercio universal, construir caminos y vías férreas, fomentar el arraigo de nuevos colonos, remover todos los obstáculos morales y materiales a la libre expansión de las fuerzas económicas</i>".</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Garamond", "serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">La segunda generación</b> la representa hombres nacidos poco antes o después de Caseros; algunos aún durante el ostracismo de los padres. Es un grupo de hombres cultos y talentosos, universitarios los más, de palabra fácil y de pluma ágil, que, libres ya de toda sugestión romántica, nada propio agregan a las ideas recibidas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Garamond", "serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>"Hombres inteligentes, no podía ocultársele la discordancia entre los verbalismos corrientes y los hechos reales, entre el énfasis democrático y la perversión profunda de la vida política labrada por la simulación y el fraude. La conciencia de esta dualidad, que alguna vez degenera en duplicidad, le obliga a explicarla<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y aún a justificarla como una imposición del medio o a construir la teoría ad-hoc que reduce las instituciones a una ficción jurídica, a una bambalina para la plebe, tras de la cual se desenvuelve, en un maquiavelismo de pacotilla, la acción de los iniciados". "Sin embargo, ni esta posición, al fin realista y defendible, se atrevieron a exponerla con valentía fuera de las tertulias íntimas, siempre amenas, porque los hombres del "régimen" fueron grandes "causeurs".</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Garamond", "serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Alejandro Korn critica duramente a los integrantes de esta etapa del positivismo en Argentina "Así llevaron casi a sabiendas al pueblo argentino a su más profunda crisis moral. Nunca ejercieron una acción tutelar o previsora. Contribuyeron a intensificar el concepto materialista vulgarizado, dejaron desenvolverse libre y ciegamente el proceso colectivo sin poner valla al desborde e indiferentes vieron relajarse todos los vínculos morales. No fue mérito de ellos si la nacionalidad no zozobra en el fango. La apreciación la hará la historia en su oportunidad, sin duda con indulgencia, al contemplar la escasa acción propia de esta individualidades en el conflicto provocado por un excepcional desarrollo económico en una colectividad de escasa cultura estética y ética".</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Garamond", "serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">La tercera generación</b> muy lejos de ver en el desenvolvimiento histórico un corolario del positivismo creyó que aceptándolo como posición filosófica podría hallarse los elementos de una regeneración ética. Su revolución encaró tan sólo los abusos evidente, sin crear una nueva situación espiritual. En términos argentinos, pretendía curar el aberdismo degenerado por el Alberdi genuino. En manera alguna se emanciparon de las tendencias imperantes, pero intentaron elevarlas y dignificarlas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Garamond", "serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Deben distinguirse dos grupos bien distintos: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">los universitarios y los normalistas:<span style="mso-tab-count: 2;"> </span><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Garamond", "serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>"El núcleo más caracterizado de los primeros constituyen los egresados del año 82 de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. Esta promoción comprende al los doctores José Nicolás Matienzo, Juan Agustín García, Rodolfo Rivarola, Luis M. Drago, Norberto Piñero, Ernesto Quesada, a quienes hay que agregar otros procedentes de cursos anteriores o posteriores, como Antonio Dellepiane y Francisco Barroestaveña. De la Facultad de Medicina vinieron Ladislao Homberg y José María Ramos Mejía. De ciencias exactas, Emilio Mitre, y del Universidad de Córdoba, Joaquín V. González. Adolfo Mitre y Alberto Navarro Viola, llamados también a destacarse tuvieron un fin<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>prematuro".</span></div>
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<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Garamond", "serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>"Los hombres del 80", en general, acogieron con simpatía la doctrina agnóstica y evolucionista de Spencer sin dejar de informase en las corrientes afines del movimiento universal. Siguieron de cerca la fase psicológica del positivismo, siempre más interesado en las aplicaciones políticas, jurídicas, sociales o pedagógicas que en la dilucidación de los principios abstractos. Con horror de la metafísica, sin fervor<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>religioso, aceptaron como un dogma la subordinación de las ciencias psíquicas a las naturales, profesaron las tendencias individualistas del liberalismo inglés, proclamaron las excelencias<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>del método experimental, alguna vez lo emplearon y en toda ocasión se distinguieron por un criterio recto y honesto.</span></div>
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<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Garamond", "serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>"Absorbidos por la cultura europea no valoraron las fuerzas ingénitas del alma argentina y buscaron<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>remedios exóticos para nuestro males. Mentalidades de gabinetes, nunca se identificaron con el sentir de las masa, hombres de pensamientos carecieron de empuje militante. Otros lucraron las ideas que ellos diseminaron"</span></div>
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<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Garamond", "serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>"La creación de la Universidad de La Plata, la universidad positivista, fue la obra de Joaquín V. González. De los pocos de su generación con influencia política".-</span></div>
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<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Garamond", "serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>"La actual Facultad de Humanidades....Dentro de sus estrechas normas, bien adaptadas a la mentalidad femenina, bajo la acertada dirección de Victor Mercante, formó un alumnado que se distingue en los puestos de la docencia elemental. Colaboraron en esta obra con indiscutida competencia Leopoldo Herrera, Alejandro Carvo, Rodolfo Senet, y Alfredo Ferreyra.</span></div>
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<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Garamond", "serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Los nombrados, a quienes debe agregarse los nombres de toda una pléyade, son egresados dela Escuela Normal de Paraná. Esta fue, en efecto, el punto de partida del grupo de la tercera generación que hemos llamado <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">"los normalistas".</b></span></div>
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<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Garamond", "serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>"En las Escuela de Paraná prevaleció la filosofía de Comte sazonada con un poco de darwinismo y evolucionismo. Debiéndose esta orientación, en parte, a doctores Torres, el educacionalista español a quien Sarmiento encargó la dirección. Pero la influencia decisiva la ejerció luego<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el naturalista Scalabrini, quien imbuido de los ideales del "Risorgimento" italiano, se complacía en una apasionada clerofobia. Sobrevino más tarde el contacto con la psicología experimental y la sociología. Ellos llevaron a las provincias del interior, junto con la enseñanza laica, la emancipación espiritual y económica de la mujer argentina. Ellos, por fin, organizaron nuestra escuela elemental".</span></div>
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<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Garamond", "serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>"Muy otros, empero -sostiene Korn- fueron los frutos del normalismo en los colegios nacionales y en la universidad. Los métodos apropiados a la escuela infantil no podían ni debieron trasladarse a la enseñanza superior. La tendencia a mecanizar la docencia, la actitud magistral, el enciclopedismo superficial no constituyen un progreso en el desenvolvimiento de la enseñanza secundaria, mucho menos la orientación utilitaria, el fín de la preparación práctica para la vida. En la enseñanza superior se acentuaron ciertos rasgos derivados del positivismo comntiano" (3).</span></div>
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<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Garamond", "serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span></div>
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<br /></div>
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<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Garamond", "serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">(1) Terán, Oscar : "Positivismo y Nación en la Argentina" Edit. Puntosur; Pag. 50; Buenos Aires l987.-</span></div>
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<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Garamond", "serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">(2) Chavez, Fermín: "La recuperación de la conciencia nacional" Peña Lillo editor; Bs. As. l983; pag.80.-)<span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span></div>
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<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Garamond", "serif"; font-size: 14pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">(3) Korn, Alejandro: "Influencias Filosóficas en la Evolución Nacional" en "OBRAS" Universidad Nacional de La Plata; V. III La Plata 1940.-</span></div>
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<br /></div>
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<strong><u>JPZ</u></strong></div>
</div>JPZhttp://www.blogger.com/profile/04187104691551996915noreply@blogger.com1