sábado, 24 de diciembre de 2011

YRIGOYEN Y EL KRAUSISMO



HIPOLITO YRIGOYEN Y KRAUSE:

El krausismo:

Karl Kristian Friederich Krause vivió en Alemania entre 1781 (año de su nacimiento en Eisenburg) y 1832 (año de su muerte en Munich).
Estudió filología y siguió las clases de Schelling y Fichte. Estuvo vinculado a la masonería pero tuvo discrepancias con su conducción.
Fue un filósofo considerado durante mucho tiempo como muy secundario.
Vivió en tiempos de Napoleón en quien vislumbró una nueva época de igualdad, libertad y fraternidad humana.
Estas esperanzas se derrumbaron con la caída del Corso y el advenimiento de los absolutismo de la Santa Alianza. A ello quizá se deba "los sistemas idealistas" de estos pensadores, que como bien sostiene "Alvarez Guerrero son "verdaderas utopías filosóficas de una abstracción frecuentemente confusa, de ensoñaciones poética y divagaciones nebulosas. sin embargo, tras el peculiar lenguaje lenguaje utilizado se esconde un admirable juego de concepciones que el romanticismo filosófico de Krause tiene connotaciones muchas veces geniales"
La filosofía de Krause responde, a las líneas generales del idealismo romántico alemán. El punto de partida es el yo, como sujeto, como conciencia que puede autoconocer. Todo conocimiento reflexivo se encuentra, necesariamente, en el conocimiento del yo, porque lo único que existe son las ideas sobre el mundo y no el mundo en sí. Lo que podemos conocer es, por lo tanto, un repertorio de "ideas" que tenemos sobre las cosas y no las cocas mismas.
Krause es panteísta, o mejor, cono él afirmaba "panenteísta" porque concibe no simplemente que todo es Dios, como el panteísmo tradicional sino que "todo es en Dios", diferencia demasiado sutil que a primera vista no parece muy importante. En el Panenteísmo Krausista se juzga a Dios como la única realidad inmanente, el único ser infinito que contiene a todos los demás seres, que son finitos y determinados" (1).
El Krausismo, que pretende completar a Kant, es una doctrina ecléctica, mezcla de racionalismo, idealismo y espiritualismo. Su concepto de la razón es inmanentista, pues la considera como "la expresión de la esencia divina bajo el carácter  predominante de lo absoluto". Mezcla en su "razonalismo armónico" a Kant, a Fichte, a Schelling y a Hegel, reconstruyéndolos, limitándolos y reformándolos . Pero no nos interesas su metafísica
El krausismo es más bien una ética. La preocupación moralista está en todos los pormenores del krausismo, inclusive como es natural, en su parte política. Una ética impregnada de protestantismo. Su formula práctica se define: "Hacer el bien por el bien, como precepto divino". Para el Krausismo, la Humanidad es "la expresión de la esencia divina, bajo el carácter  de armonía, sin predomino o exclusión". Vale decir: La esencia divina se manifiesta bajo forma de armonía en la Humanidad.       
Este concepto religioso de la Humanidad conduce, necesariamente, a la igualdad democrática, al derecho universal, al amor entre los hombres y entre los pueblos, a la paz perpetua y a la formación de grupos de pueblos hasta el día en que todas las naciones se unan en una sola.
Se trata de una ética social, es decir, una moral tendiente a una autorrealización del individuo, en el marco de la organicidad de la estructura social.
Como todos estamos "en Dios", como todos formamos parte del organismo infinito, del que sólo somos momentos", partículas temporales y finitas, el mal está integrado al bien, es un momento parcial y finito del bien. Todo es en algún modo bueno. Desde un punto de vista absoluto no puede existir lo malo. Si puede entenderse en las relatividades momentáneas, en la finitudes de lo circunstancial y transitorio. Supongamos que hay un homicidio. El matar es malo, pero sólo de un punto de vista relativo pues si selo integra en lo absoluto, la cuestión cambia totalmente. Una vez pasado el "momento mal " es decir la "muerte", en tanto sólo es considerado como muerte, y sin tener en cuenta su origen o la intencionalidad de dicho origen, la muerte deja de ser mala, porque sucede como conformándose a necesariedad absoluta de armonías vitales integradas en los absolutos. La acción de matar es un mal en un momento relativo, en lo finito. El mal es siempre transitorio.

El Krausismo en España y América:

El aticismo de Krause es lo que se convirtió en España primero ,y en el Río de la Plata poco después , en su principal atractivo para la actividad política: la moral krausista resultaba aplicable a la práctica de la existencia social.
El krausismo aparece en España alrededor de mitad de siglo pasado, introducido de Alemania por don Julián Sanz del Río. Hacia el 60 ya se ha difundido en casi todas las universidades. Tiene no poca parte en la revolución del 68 y en la instauración de la República del 72. Perdura hasta fines del siglo pasado. Entre sus secuaces, figuran hombres eminentes como Emilio Castelar, Nicolás Salmerón y Francisco Pi y Margall, que ocuparon la presidencia del República y fueron maestros y publicistas de excepcionales méritos; y don José Canalejas, presidente del consejo de ministros. Todos ellos eran austeros y respetable y todos, salvo Castelar, escribían mal. Eran demócratas, creían en la panacea del sufragio libre y andaban por la vida graves, reservados, vestidos de oscuro. El krausismo trasciende el publico después de la fundación de la República. Entonces comienzan a  publicarse los libros del belga Guillermo Tiberghien, difundidor de las doctrinas de Krause, que explica y resumen con claridad; y los de Enrique Ahrens, otro belga que ha aplicado al Derecho las ideas del filósofo alemán. En 1875 aparece en Madrid el libro de Krause: "Los mandamientos de la Humanidad".

Característas del Krausismo:

A) La libertad individual:
b) Unidad, variedad y armonía:
c) El derecho: El derecho y la ética se identifican en una especie de organización de la vida interna de Dios. La Etica es indiferenciable del derecho, para Krause como para los románticos. Kant, en cambio, hacía una distinción formal entre ambas la moral se refiere a actos internos, de la conciencia individual Pero el Derecho se desenvuelve en la práctica externa, esto es en el contacto de la conducta individual con los otros individuos.
d) El ser social del individuo
e) La igualdad de los individuos
f) El Estado como sociedad de derecho. El estado para Krause es un órgano de derecho, que tiene por objeto mantener el equilibrio y la armonía entre todos los demás órganos que lo integran, entre los hombres como individuos y entre las personas colectivas morales: "Mantiene a todo individuo, a toda familia, a todo  pueblo en la integridad de su personalidad y actividad legítima, y asegura las relaciones de una con otras personas según derecho".-
g) La familia.
i) La idea de la ciencia.
j) Idea del progreso de la vida y el progreso de la sociedad son dos procesos paralelos y aún idénticos: Es evidente para los estudiosos del tema como concepto krausista de organismo tomó pié en el spenceriano de evolución, para hacer del transformismo biologista el eslabón que justifica el paso del idealismo krausista al monismo científico de carácter positivo.
"Se incorpora los avances de la ciencia y muy en especial la teoría de la evolución, sin que ello suponga renunciar a los elementos críticos y metafísicos provenientes del krausismo, buscando una alianza entre la especulación y la experiencia".
"Krause ha visto tan claramente y ha repetido con tanta fuerza como Spencer que el progreso de la vida y el progreso de la sociedad son dos procesos paralelos y aún idénticos y que las páginas de la historia deben quedar siendo en gran parte, indescifrables e inexplicables, mientras no se haya encontrado su clave en la naturaleza y las leyes de la vida".
"A mi entender Spencer no ha hecho entrar en la idea de la vida nada que haya sido excluido de ella por Krause".(1).-

El pensamiento de Krause:  

De Krause dice Menéndez y Pelayo que es un "teólogo iluminado tiernísimo, humanitario y sentimental, a quien los filósofos, transcendentales de raza miraron siempre con desdeñosa superioridad, considerándole índole como filósofo de logias, como propagandista francmasónico". Y hablando de los planes de reformas de todas las instituciones, propuestas por el krausimo, los clarifica de "sueños espiritistas -francmasónico".

Algunos pasajes de Krause:

"Si un pueblo ha de representar una verdadera persona humana (un hombre superior y agente de su destino), debe en primer lugar mantener y desarrollar su carácter nacional, en forma de una moral pública, porque sólo en razón de ella se hace respetable el pueblo dentro y fuera como una potencia moral humana, bajo una voluntad consecuente expresado y ejercitada
"El carácter moral se manifiesta desde temprano en el hombre, lo mismo que en la familia y en el pueblo, por aquella resolución decidida que solemos llamar voluntad tenaz voluntariedad Este es el embrión vigoroso, sano, pero informe todavía de la virtud y la libertad moral. La libertad aparece aquí en su estado elemental; es una voluntad simple , absoluta, de lo querido".
"Estos motivos morales son pronto entendidos y se comunican de unos a otros por una fuerza general, que puede llamarse conciencia pública, sentido común moral.
"Es una ley sencilla: aplícate a moralizar el medio social en que vives desde ti a la familia, al círculo libre, al pueblo; y afirmarás en grado descendente el sentido moral del pueblo de la familia y el de ti mismo".

El Krausismo en Yrigoyen:     
      
Señala con agudeza Ataúlfo Pérez Aznar: "Yrigoyen encuentra en el pensamiento de los republicanos españoles, que reviven las tradiciones federalistas del pueblo peninsular, actualizándose dentro de la filosofía política de la escuela de Krause, un punto de referencia teórico que le permite fijar su posición crítica frente al positivismo en auge. El krausismo de Yrigoyen no constituye una posición filosófica, sino una definición política. Desarrolla, para satisfacer una necesidad dialéctica, la concepción pluralista del Estado y la doctrina de la eticidad del derecho, que han de renovar los planteamientos federalistas y las definiciones morales de la democracia argentina. A esto, y solamente a ésto, debe reducirse el llamado "krausismo" de Yrigoyen" (2).
Desde luego, el radicalismo no fue solamente influido por el krausismo o el liberalismo del siglo pasado. Si bien Yrigoyen no tenía conocimientos profundos del marxismo, si era claramente antipositivista, espiritualista y humanista, y esto forma parte permanente de las concepciones ideológicas del radicalismo. Las ideas del individuo-ciudadano, de la riqueza espiritual y moral opuesta al materialismo.
"Su pensamiento político filosófico tuvo un origen doble, por una parte la tradición doctrinaria elaborada por la escuela del pensamiento del "federalismo científico" formada por ex federales, que habían tenido como trasfondo una filosofía espiritualista. Se había tratado de una síntesis del liberalismo y catolicismo. Este liberalismo federal, que informa a los principales hombres del 70 previamente al avance positivista, pertenecía a un movimiento espiritual, muy amplio y difuso, el tradicionalismo, su otra vertiente estaría formada por el pensamiento krausista".
La acción espiritual de Yrigoyen habría marcado una nueva etapa en el pensamiento del liberalismo argentino, al sostener su pensamiento político como un concepto de solidaridad, a la vez jurídico, sociológico y religioso".
Manuel Gálvez lo describe a Yrigoyen: "Hombre de principios; así ha sido y será  toda su vida. En un país de hombres sin principios fijos, él se rige por unos cuantos principios. Aquí donde casi todos son materialistas, él es idealista y místico. En medio de millones de indiferentes, él tiene una fe y una pasión. Renuncia a todos los placeres de la vida en un pueblo de gozadores de la vida o que aspiran a serlo. El único argentino que no habla mal de nadie ni pronuncia palabras obscenas o sucias es él. Y el único que para nada piensa en Europa. La oposición entre Yrigoyen y el ambiente también es la oposición entre el hombre austero del campo, y el hombre sibarita de la ciudad; entre el campo de soledades y la ciudad de vanidades."(3).-
"Hipólito Yrigoyen, como lo he dicho, ha pedido su afiliación, en una logia masónica. Y es simpatizante del espiritismo".
Se pregunta Gálvez: "¿comprende bien el krausismo Hipólito Yrigoyen ?. Creo que no leyó a Krause sino a Tiberghien y a otros  comentadores suyos. Tal  vez no ha entendido profundamente a la  metafísica krausista, pero si la parte ética y política, que son accesibles a cualquiera. Con sus malos estudios secundarios y universitarios, sin una cultura general verdaderamente vasta, sin ordenada preparación en tal arduas disciplinas, Yrigoyen no ha podido comprender a fondo el krausimo ni ninguna otra doctrina filosófica. Pero hombre de extraordinarias intuiciones, ha adivinado su esencia y con ella ha enriquecido su espíritu."
En su vida privada y publica Yrigoyen es un perfecto krausista salvo en su afición a las mujeres. Vestido con ropas oscuras, algo solemne pero sin afectación, no ríe, habla de cosas abstractas y expresa ideas de la más severa moral" (4).-

TEXTOS DE HIPOLITO YRIGOYEN:

"Quise que mi vida trascendiera al pueblo como un modelo y señalara un camino hacia la perfección espiritual. Tengo, por ser así, el alma intacta, tal como la Divina Providencia quiso forjarla al soplo de sus impolutas irradiaciones. Yo no sé más que de la tarea evangélica de darme a los demás. En mi frente no cabe sino el ímpetu de los grandes pensamientos y en mi corazón los latidos generosos y solidarios... doquiera que haya una libertad oprimida la redimiré y dondequiera que exista un derecho avasallado, lo restauraré...Cuando un ciudadano ha consagrado su existencia a la causa dela Nación, debe ser irreductible en su decisión a inspirar todos sus actos y acciones en principios inmanentes de justicia. (5).-
"He vivido en comunidad con el espíritu de la patria, y esa comunidad hace cada día más sublime la imagen de las mutuas ensoñaciones...Eran las eternas fuerzas del espíritu que se encendían en mi mente, en forma de transfiguración!. ¡Esa potencia creadora me impulsaba al destierro voluntario de las vanidades humanas, y se erguían majestuosamente trazando los horizontes inefables, en los cuales se percibía una vibrante apoteosis de la grandeza de la patria.!" (6).-
"Con la Revolución se propuso mantener en pie de permanente rebeldía -en la conspiración  constante- a la ciudadanía argentina, contra los usurpadores del poder. Con la Intransigencia se encerraban los postulados del Dogma, en una interpretación ortodoxa e intangible. De tal modo, se hacía imposible la desvirtuación de su sentido ético e histórico en entendimientos o uniones con facciones políticas a las que siempre habíamos combatido. Con la Abstención se lograba evitar que gran parte de los ciudadanos cedieran a los halagos de las prebendas y del usufructo de las cosas materiales a cambio del debilitamiento de sus conciencias de hombres libres".- (7)
"Las crisis morales tiene su lógica reparación y no se extinguen sino segando sus fuentes originarias"
El concepto de Reparación en cuya esencia se fundaron las más nobles y plausibles esperanzas, debe señalar siempre la orientación superior de sus propios preceptos rectores, eliminando todo cuanto  por su perturbación no guarde armonía con sus realizaciones definitivas" (8).-

Notas:
(1) ALVAREZ GUERRERO, OSVALDO: "Política Y Etica Social -Yrigoyen y el krausismo. Orígenes ideológicos de la UCR" Editorial de la Patagonia; pag. 30/32; Fuerte General Roca; 1983.-    
(1)FLINT, Robert: "The Philosophy of History en France and Germany"; Edimburgo 1874; extraído de José‚ Luis Abell en "Filosofía de la Institución Libre de Enseñanza: El Krauso-positivismo; en Masonería política y sociedad Tº I; Centro de Estudios Históricos de la Masonería Española; Zaragoza 1989.-
(2)PEREZ AZNAR, Ataúlfo: "Temas de Historia y Política Argentina"; Librería Editorial Platero S.R.L.; pag.81.- Bs. Aires 1975.-
(3)GALVEZ, Manuel "Vida de Hipólito Yrigoyen" EUDEBA; pag. 203; Bs. Aires 1973.-
(4)GALVEZ, Manuel: op. cit. pag. 71/72.-
(5) Yrigoyen, Hipólito "Mi Vida y mi Doctrina"; De. Leviatan; pag. 92/93   Bs. Aires; 1981.-
(6) Yrigoyen, Hipólito; op. cit. pag. 78.-
(7) Yrigoyen, Hipólito; op. cit. pag. 79.-
(8) Yrigoyen, Hipólito; op. cit. pag. 105.-





JPZ

No hay comentarios:

Publicar un comentario